Add parallel Print Page Options

(8) En aquella ocasión estaba allí uno de los oficiales de Saúl, que había tenido que quedarse en el santuario. Era un edomita llamado Doeg, jefe de los pastores de Saúl.

(9) David le dijo a Ahimélec:

—¿Tienes a mano una lanza o una espada? Pues era tan urgente la orden del rey que no tuve tiempo de tomar mi espada ni mis otras armas.

(10) El sacerdote le respondió:

—Sí. Tengo la espada de Goliat, el filisteo que tú venciste en el valle de Elá. Está ahí, detrás del efod, envuelta en una capa. Puedes llevártela, si quieres; más armas no tengo.

David contestó:

—Ninguna otra sería mejor. Dámela.

Read full chapter