Add parallel Print Page Options

25 El rey se sentó en su asiento como de costumbre, en el asiento junto a la pared. Jonatán se levantó, y Abner se sentó al lado de Saúl, pero el lugar de David estaba vacío(A). 26 Sin embargo, Saúl no dijo nada aquel día, porque se dijo: «Es una casualidad, no estará limpio; de seguro que no se ha purificado(B)». 27 Pero al día siguiente, el segundo día de la luna nueva, el lugar de David estaba aún vacío. Entonces Saúl dijo a su hijo Jonatán: «¿Por qué no ha venido el hijo de Isaí a la comida ni ayer ni hoy?».

Read full chapter