Add parallel Print Page Options

16 Cuando los mensajeros entraron, vieron que el ídolo doméstico era lo que estaba sobre la cama con la almohada de pelo de cabra en su cabecera. 17 Entonces Saúl dijo a Mical: «¿Por qué me has engañado de esta manera y has dejado ir a mi enemigo, de modo que ha escapado?». Y Mical dijo a Saúl: «Él me dijo: “Déjame ir, porque si no te mato(A)”».

18 Huyó, pues, David y escapó, y fue a donde estaba Samuel en Ramá(B), y le contó todo lo que Saúl le había hecho. Y David y Samuel fueron y se quedaron en Naiot(C).

Read full chapter