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23-28 Dentro del santuario interior, Salomón colocó dos querubines de madera de olivo, cada uno de cuatro metros y medio de alto. Fueron colocados de modo que sus alas extendidas llegaban de pared a pared y se tocaban entre sí al centro de la sala; cada ala tenía dos metros y veinticinco centímetros, de modo que cada querubín medía cuatro metros y medio de ala a ala. Los dos eran idénticos en todas sus dimensiones, y cada uno fue recubierto de oro.

29 En todas las paredes del templo fueron talladas figuras de querubines, palmeras y flores abiertas, y el piso de ambas salas fue cubierto de oro.

30-31 La entrada al santuario interior tenía postes que, con el dintel, formaban cinco lados y ángulos,

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