Add parallel Print Page Options

24 Entonces el rey ordenó que le llevaran una espada. Cuando le entregaron la espada, el rey dijo:

25 ―Partan en dos al niño vivo, y denle una mitad a cada una de estas mujeres.

26 Entonces la mujer que realmente era la madre del hijo, y que lo amaba mucho, gritó:

―No, señor. Mejor dele el niño a esa mujer, pero no lo mate.

Pero la otra mujer dijo:

―Bien, de esta manera no será tuyo ni mío; que lo dividan entre nosotras.

Read full chapter