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»También encárgate de Simí hijo de Guerá, ese benjaminita de Bajurín que me lanzó terribles maldiciones cuando me dirigía a Majanayin. Es cierto que, cuando fue al Jordán a recibirme, le juré por el Señor que no lo condenaría a muerte. Sin embargo, no tienes ya por qué perdonarle la vida. Tú eres inteligente, y sabrás qué hacer con él; aunque ya es viejo, hazle sufrir una muerte sangrienta».[a]

10 David murió y fue sepultado en la ciudad que lleva su nombre.

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Footnotes

  1. 2:9 aunque … sangrienta. Lit. haz que sus canas bajen con sangre al Seol.