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16 La harina de la tinaja no se acabó ni se agotó el aceite de la vasija, conforme a la palabra que el Señor había hablado por medio de Elías.

17 Pero sucedió que después de estas cosas, se enfermó el hijo de la mujer dueña de la casa; y su enfermedad fue tan grave que no quedó aliento en él. 18 Y ella le dijo a Elías: «¿Qué tengo que ver contigo(A), oh hombre de Dios(B)? ¡Has venido para traer a memoria mis iniquidades y hacer morir a mi hijo!».

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