²⁸ Así que el rey buscó consejo, hizo dos becerros^(A) de oro^(B), y dijo al pueblo: «Es mucho para ustedes subir a Jerusalén; aquí están sus dioses, oh Israel, los cuales te hicieron subir de la tierra de Egipto^(C)». ²⁹ Puso uno en Betel^[a](D) y el otro lo puso en Dan^(E). ³⁰ Y esto fue motivo de pecado^(F), porque el pueblo iba aun hasta Dan a adorar delante de uno de los becerros. ³¹ Hizo también casas en los lugares altos^(G), y nombró sacerdotes de entre el^[b] pueblo que no eran de los hijos de Leví^(H).

³² Jeroboam instituyó una fiesta en el mes octavo, en el día 15 del mes, como la fiesta que hay en Judá^(I), y subió al^[c] altar. Así hizo en Betel^[d], ofreciendo sacrificio a los becerros que había hecho. Y puso en Betel a los sacerdotes de los lugares altos que él había construido^(J). ³³ Entonces subió al altar que había hecho en Betel el día 15 del mes octavo, es decir en el mes que él había planeado en su propio corazón^(K). Instituyó una fiesta para los israelitas y subió al altar para quemar incienso^(L).

³³ Después de este hecho, Jeroboam no se volvió de su mal camino, sino que volvió a nombrar sacerdotes para los lugares altos de entre el pueblo; al que lo deseaba lo investía^[a] para que fuera sacerdote^(A) de los lugares altos^(B).

³⁴ Y esto fue motivo de pecado para la casa de Jeroboam^(A), lo que hizo que fuera borrada y destruida de sobre la superficie de la tierra^(B).