Add parallel Print Page Options

31 Entonces Betsabé se inclinó delante del rey hasta tocar el suelo con la frente, y dijo:

—¡Que viva para siempre mi señor, el rey David!

32 Después el rey David ordenó que llamaran al sacerdote Sadoc, al profeta Natán y a Benaías y, cuando éstos llegaron, 33 el rey les dijo:

—Quiero que mi hijo Salomón se suba a mi mula, y que lo lleven a Guihón. Vayan con mis asistentes.

Read full chapter