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La gente de Bet-sur se rinde

49 Ése era el año en que los israelitas no sembraban sus campos, sino que dejaban descansar la tierra, y por ello no tenían suficientes alimentos para resistir un ataque. Por esa razón, la gente de Bet-sur salió de su ciudad, se rindió y el rey Antíoco hizo la paz con ellos. 50 Entonces, el rey se apoderó de la ciudad y dejó allí tropas para que la cuidaran.

Jerusalén resiste el ataque

51 Luego, Antíoco Quinto decidió atacar a los israelitas que estaban en el templo de Jerusalén. Los rodeó y amontonó objetos para que su ejército se ocultara y protegiera. También usó todo tipo de máquinas de guerra, para lanzar piedras y flechas encendidas.

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