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47 A los israelitas no les quedó más remedio que retirarse de la batalla, pues el ejército del rey Antíoco Quinto era muy poderoso y atacaba con mucha fuerza.

48 El ejército de Antíoco persiguió a los israelitas hasta Jerusalén. Las tropas se colocaron en Judea y alrededor de Jerusalén.

La gente de Bet-sur se rinde

49 Ése era el año en que los israelitas no sembraban sus campos, sino que dejaban descansar la tierra, y por ello no tenían suficientes alimentos para resistir un ataque. Por esa razón, la gente de Bet-sur salió de su ciudad, se rindió y el rey Antíoco hizo la paz con ellos.

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