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29 Ellos acamparon en la zona de Bet-sur, en la tierra de Idumea.

Judas Macabeo contaba con sólo diez mil hombres para hacerles frente. 30 Al ver un ejército tan grande, oró y dijo:

«¡Bendito seas, Dios nuestro, libertador de Israel! Tú mataste al gigante Goliat, usando a tu siervo David. Tú entregaste al ejército filisteo en manos de Jonatán, hijo de Saúl, y de su escudero. 31 Te suplico que hagas lo mismo ahora con este poderoso ejército enemigo, y permite que tu pueblo Israel los derrote y los humille.

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