Add parallel Print Page Options

38 Les aseguro que todos los tratados que habíamos hecho antes siguen vigentes. Ustedes mantendrán el control de las fortalezas que construyeron. 39 Quedan también perdonados los errores y desobediencias que hayan cometido hasta hoy. Les perdono todo el dinero que me deben, y ya no se le cobrará impuestos a la ciudad de Jerusalén. 40 Los que quieran ser parte de mi guardia personal, son bienvenidos. ¡Que la paz reine entre nosotros!»

Read full chapter