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Antíoco roba las riquezas del templo de Jerusalén

20 Después de vencer a Egipto, Antíoco marchó hacia Israel y lo atacó con su poderoso ejército. Esto sucedió en el año ciento cuarenta y tres.

Al llegar a Jerusalén, 21 se creía tan importante que entró al templo y se llevó el altar de oro, y también el candelabro con todos sus utensilios. 22-23 También se robó la mesa donde se ponían los panes dedicados a Dios, las copas, y todos los demás muebles y utensilios de oro que se usaban para el culto.

Se apoderó de las cortinas y de todo el oro que cubría la fachada del templo. También se robó el oro, la plata y los utensilios más valiosos. ¡Hasta encontró los tesoros que estaban escondidos, y se los llevó!

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