1 Reyes 13:1-24
Nueva Biblia de las Américas
Jeroboam y el hombre de Dios
13 Sucedió que un hombre de Dios fue desde Judá a Betel[a] por palabra del Señor(A), cuando Jeroboam estaba junto al altar para quemar incienso(B). 2 Y el hombre de Dios clamó contra el altar por palabra del Señor(C), y dijo: «Oh altar, altar, así dice el Señor: “A la casa de David le nacerá un hijo, que se llamará Josías; y él sacrificará sobre ti a los sacerdotes de los lugares altos que queman incienso sobre ti, y sobre ti serán quemados huesos humanos(D)”».
3 Aquel mismo día dio una señal[b], y dijo: «Esta es la señal de que el Señor ha hablado(E): “El altar se romperá y las cenizas[c] que están sobre él se derramarán”». 4 Cuando el rey oyó la palabra que el hombre de Dios había clamado contra el altar de Betel, extendió[d] su mano desde el altar y dijo: «¡Préndanlo!». Pero la mano que extendió contra él se le quedó rígida, de modo que no podía volverla hacia sí. 5 El altar se rompió y las cenizas se derramaron del altar, conforme a la señal que el hombre de Dios había dado por palabra del Señor. 6 El rey respondió al hombre de Dios: «Te ruego que supliques al[e] Señor tu Dios, y ores por mí, para que mi mano me sea restaurada(F)». El hombre de Dios suplicó al[f] Señor(G) y la mano del rey le fue restaurada, y quedó como antes. 7 Entonces el rey dijo al hombre de Dios: «Ven conmigo a casa y refréscate, y te daré una recompensa(H)». 8 Pero el hombre de Dios dijo al rey: «Aunque usted me diera la mitad de su casa no iría con usted, tampoco comería pan ni bebería agua en este lugar(I). 9 Porque así se me ordenó por palabra del Señor, que me dijo: “No comerás pan, ni beberás agua, ni volverás por el camino que fuiste”». 10 Y se fue por otro camino, no regresó por el camino por donde había ido a Betel.
El profeta y el hombre de Dios
11 Moraba entonces en Betel un anciano profeta; y sus hijos fueron y le contaron(J) todo lo que el hombre de Dios había hecho aquel día en Betel. Las palabras que él había hablado al rey, también las contaron a su padre. 12 Y su padre les dijo: «¿Por dónde se fue?». Y sus hijos le mostraron[g] el camino por donde se había ido el hombre de Dios que había venido de Judá. 13 Entonces dijo a sus hijos: «Aparéjenme el asno». Le aparejaron el asno, se montó sobre él, 14 y fue tras el hombre de Dios; lo halló sentado debajo de una encina, y le dijo: «¿Eres tú el hombre de Dios que vino de Judá?». Y él respondió: «Yo soy». 15 Entonces le dijo: «Ven conmigo a casa y come pan». 16 Y él respondió: «No puedo volver contigo ni ir contigo; tampoco comeré pan ni beberé agua contigo en este lugar(K). 17 Porque me vino un mandato por palabra del Señor(L): “No comerás pan ni beberás agua allí, ni volverás por el camino que fuiste”». 18 Y el otro le respondió: «Yo también soy profeta(M) como tú, y un ángel(N) me habló por palabra del Señor, diciendo: “Tráelo contigo a tu casa, para que coma pan y beba agua”». Pero le estaba mintiendo(O). 19 Entonces se volvió con él, comió pan en su casa y bebió agua.
20 Y cuando ellos estaban a la mesa, la palabra del Señor vino al profeta que le había hecho volver; 21 y él le gritó al hombre de Dios que vino de Judá: «Así dice el Señor: “Porque has desobedecido el mandato del Señor, y no has guardado el mandamiento que el Señor tu Dios te ha ordenado, 22 sino que has vuelto y has comido pan y bebido agua en el lugar del cual Él te dijo: ‘No comerás pan ni beberás agua’, tu cadáver no entrará en el sepulcro de tus padres”». 23 Y después de haber comido pan y de haber bebido agua, aparejó el asno para él, para el profeta que había hecho volver. 24 Y cuando este se fue, un león lo encontró en el camino y lo mató(P), y su cadáver quedó tirado en el camino y el asno estaba junto a él; también el león estaba junto al cadáver.
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