²⁰ Si alguien afirma: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto.

¹⁸ A Dios nadie lo ha visto nunca; el Hijo único, que es Dios^[a] y que vive en unión íntima con el Padre, nos lo ha dado a conocer.

²⁰ Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene excusa.

La supremacía de Cristo

¹⁷ Por tanto, al Rey eterno, inmortal, invisible, al único Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.

²⁷ Por la fe salió de Egipto sin tenerle miedo a la ira del rey y se mantuvo firme, pues había visto a aquel que es invisible.

⁸ Ustedes lo aman a pesar de no haberlo visto; y aunque no lo ven ahora, creen en él y se alegran con un gozo indescriptible y glorioso,