¹⁶ Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne^(A), la pasión de los ojos^(B) y la arrogancia de la vida^[a](C), no proviene del Padre, sino del mundo.

Conflicto entre el Espíritu y la carne

¹⁶ Digo, pues: Andad por el Espíritu^(A), y no cumpliréis el deseo de la carne^(B). ¹⁷ Porque el deseo de la carne es contra^[a] el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne, pues estos se oponen el uno al otro^(C), de manera que no podéis hacer lo que deseáis^(D).

⁴ que cada uno de vosotros^(A) sepa cómo poseer^[a] su propio vaso^[b](B) en santificación y honor^(C), ⁵ no en pasión de concupiscencia^(D), como los gentiles que no conocen a Dios^(E);

⁷ Porque Dios no nos ha llamado^(A) a impureza^(B), sino a^[a] santificación.

¹⁸ Huid de la fornicación^(A). Todos los demás pecados que un hombre comete están fuera del cuerpo, pero el fornicario peca contra su propio cuerpo.

Conducta de los creyentes en el mundo

¹¹ Amados^(A), os ruego^(B) como a extranjeros^(C) y peregrinos, que os abstengáis de las pasiones carnales^(D) que combaten contra el alma^(E).

² para vivir^(A) el tiempo que le queda en la carne^(B), no ya para las pasiones humanas, sino para la voluntad de Dios.

²² Huye, pues, de las pasiones juveniles^(A) y sigue^[a] la justicia^(B), la fe^(C), el amor y la paz, con los que invocan al Señor^(D) con^[b] un corazón puro^(E).