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Abatume ba Kristo

(A)Omuntu asaanidde atulabe ng’abaweereza ba Kristo era abawanika b’ebyama bya Katonda. Ate era omuwanika kimugwanira okuba omuntu omwesigwa. Naye gye ndi ekyo kintu kitono nnyo mmwe okunsalira omusango oba omuntu yenna ku lunaku olw’okusalirako omusango; nange sseesalira musango. (B)Kubanga nze seemanyiiko nsonga yonna, wabula ekyo tekimpeesa butuukirivu, naye ansalira omusango ye Mukama waffe. (C)Noolwekyo temusalanga musango ekiseera nga tekinnatuuka okutuusa Mukama waffe lw’alijja, alimulisa ebyakwekebwa eby’ekizikiza, n’ayolesa n’ebigendererwa by’omutima, buli muntu n’alyoka atendebwa Katonda.

(D)Kaakano abooluganda ebintu ebyo mbigeredde ku nze ne ku Apolo ku lwammwe, mulyoke muyigire ku ffe obutasukkanga ku byawandiikibwa, omuntu omu alemenga okwegulumiza ng’anyooma omulala. (E)Kubanga ani akwawula? Era mulina kye mutaaweebwa? Kale obanga ddala mwaweebwa, kiki ate ekibenyumirizisa ng’abataakifuna? (F)Mwakkuta dda n’okugaggawala ne mugaggawala, era ne mufuuka bakabaka awatali ffe; naye nandyagadde mufuuke bakabaka, naffe tulyoke tufuukire wamu bakabaka nammwe. (G)Kubanga ndowooza nga ffe abatume, Katonda yatuteeka ku nkomerero ng’abasibe abalindirira okuttibwa, kubanga twafuulibwa ekyerolerwa eri ensi, eri bamalayika n’eri abantu. 10 (H)Tuli basirusiru ku bwa Kristo, naye mmwe muli bagezi mu Kristo; Ffe tuli banafu naye mmwe muli ba maanyi! Mmwe muli ba kitiibwa naye ffe tunyoomebwa. 11 (I)Era ne mu kiseera kino tulumwa enjala n’ennyonta nga tetulina na kyakwambala, tukubibwa era tubungeeta bubungeesi. 12 (J)Tutegana nga tukola emirimu n’emikono gyaffe; tusabira emikisa abo abatukolimira; bwe tuyigganyizibwa tugumiikiriza; 13 (K)abo abatuvuma tubaddamu ne gonjebwa. Era n’okutuusa kaakano tuli ng’ebisooto mu bigere era tuli ng’ebisaaniiko.

14 (L)Siwandiika bintu bino lwa kubaswaza naye lwa kubabuulirira ng’abaana bange abaagalwa. 15 (M)Kubanga newaakubadde mulina abalala nkumi na nkumi ababayigiriza ebya Kristo, naye mujjukirenga nga mulina bakitammwe batono. Kubanga nze mbazaala mu Kristo olw’enjiri. 16 (N)Noolwekyo mbongeramu amaanyi mulabire ku nze. 17 (O)Kyennava mbatumira Timoseewo omwana wange omwesigwa era omwagalwa mu Mukama waffe, anaabajjukizanga ebyo bye ngoberera mu Kristo Yesu nga bwe njigiriza wonna wonna mu buli Kkanisa.

18 Naye waliwo abamu mu mmwe abeekuluntaza nga balowooza nti sigenda kujja gye muli. 19 (P)Naye nzija mangu, Mukama bw’anaasiima ndyoke mmanye amaanyi g’abo abeekuluntaza so si mu bigambo obugambo. 20 Kubanga obwakabaka bwa Katonda tebuli mu kwogera bwogezi, wabula mu maanyi. 21 (Q)Kiruwa kye mwagala? Nzije n’omuggo, oba nzije na kwagala n’omwoyo ogw’obuwombeefu?

Apóstoles de Cristo

Que todos nos consideren servidores de Cristo, encargados de administrar los misterios de Dios. Ahora bien, a los que reciben un encargo se les exige que demuestren ser dignos de confianza. Por mi parte, muy poco me preocupa que me juzguen ustedes o cualquier tribunal humano; es más, ni siquiera me juzgo a mí mismo. Porque aunque la conciencia no me remuerde, no por eso quedo absuelto; el que me juzga es el Señor. Por lo tanto, no juzguen nada antes de tiempo; esperen hasta que venga el Señor. Él sacará a la luz lo que está oculto en la oscuridad y pondrá al descubierto las intenciones de cada corazón. Entonces cada uno recibirá de Dios la alabanza que le corresponda.

Hermanos, todo esto lo he aplicado a Apolos y a mí mismo para beneficio de ustedes, con el fin de que aprendan de nosotros aquello de «no ir más allá de lo que está escrito». Así ninguno de ustedes podrá engreírse de haber favorecido al uno en perjuicio del otro. ¿Quién te distingue de los demás? ¿Qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué presumes como si no te lo hubieran dado?

¡Ya tienen todo lo que desean! ¡Ya se han enriquecido! ¡Han llegado a ser reyes, y eso sin nosotros! ¡Ojalá fueran de veras reyes para que también nosotros reináramos con ustedes! Por lo que veo, a nosotros los apóstoles Dios nos ha hecho desfilar en el último lugar, como a los sentenciados a muerte. Hemos llegado a ser un espectáculo para todo el universo, tanto para los ángeles como para los hombres. 10 ¡Por causa de Cristo nosotros somos los ignorantes; ustedes en Cristo son los inteligentes! ¡Los débiles somos nosotros, los fuertes son ustedes! ¡A ustedes se les estima, a nosotros se nos desprecia! 11 Hasta el momento pasamos hambre, tenemos sed, nos falta ropa, se nos maltrata, no tenemos lugar fijo dónde vivir. 12 Con estas manos trabajamos duro. Si nos maldicen, bendecimos; si nos persiguen, lo soportamos; 13 si nos calumnian, los tratamos con gentileza. Se nos considera la escoria de la tierra, la basura del mundo, y así hasta el día de hoy.

14 No escribo esto para avergonzarlos, sino para amonestarlos, como a hijos míos amados. 15 De hecho, aunque tuvieran ustedes miles de tutores en Cristo, padres sí que no tienen muchos, porque mediante el evangelio yo fui el padre que los engendró en Cristo Jesús. 16 Por tanto, les ruego que sigan mi ejemplo. 17 Con este propósito envié a Timoteo, mi amado y fiel hijo en el Señor. Él les recordará mi comportamiento en Cristo Jesús, como enseño por todas partes y en todas las iglesias.

18 Ahora bien, algunos de ustedes se han vuelto arrogantes, pensando que no iré a verlos. 19 Lo cierto es que, si el Señor quiere, iré a visitarlos muy pronto, y ya veremos no solo cómo hablan, sino cuánto poder tienen esos presumidos. 20 Porque el reino de Dios no es cuestión de palabras, sino de poder. 21 ¿Qué prefieren? ¿Que vaya a verlos con un látigo, o con amor y humildad?

El trabajo de los apóstoles

Ustedes deben considerarnos simplemente como ayudantes de Cristo, encargados de enseñar los designios secretos de Dios. Ahora bien, el que recibe un encargo debe demostrar que es digno de confianza. En cuanto a mí respecta, muy poco me preocupa ser juzgado por ustedes o por algún tribunal humano. Ni siquiera yo mismo me juzgo. Sin embargo, el que mi conciencia no me acuse de nada no significa que yo por esto sea inocente. Pues el que me juzga es el Señor. Por lo tanto, no juzguen ustedes nada antes de tiempo; esperen a que el Señor venga y saque a la luz lo que ahora está en la oscuridad y dé a conocer las intenciones del corazón. Entonces Dios dará a cada uno la alabanza que merezca.

Hermanos, les hablo de estas cosas por su propio bien y poniendo como ejemplo a Apolo y a mí mismo. Lo digo para que por nuestro ejemplo aprendan ustedes a no ir más allá de lo que está escrito, y para que nadie se hinche de orgullo, favoreciendo a uno en perjuicio de otro. Pues, ¿quién te da privilegios sobre los demás? ¿Y qué tienes que Dios no te haya dado? Y si él te lo ha dado, ¿por qué presumes, como si lo hubieras conseguido por ti mismo?

Al parecer, ustedes ya son ricos, y tienen todo lo que pueden desear, y se sienten como reyes que nada necesitan de nosotros. ¡Ojalá fueran reyes de verdad, para que nosotros tuviéramos parte en su reino! Pues me parece que a nosotros, los apóstoles, Dios nos ha puesto en el último lugar, como si fuéramos condenados a muerte. Hemos llegado a ser un espectáculo para el mundo, para los ángeles y para los hombres. 10 Nosotros, por causa de Cristo, pasamos por tontos; mientras que ustedes, gracias a Cristo, pasan por inteligentes. Nosotros somos débiles, mientras que ustedes son fuertes. A nosotros se nos desprecia, y a ustedes se les respeta. 11 Hasta hoy mismo no hemos dejado de sufrir hambre, sed y falta de ropa; la gente nos maltrata, no tenemos hogar propio 12 y nos cansamos trabajando con nuestras propias manos. A las maldiciones respondemos con bendiciones; somos perseguidos, y lo soportamos. 13 Nos injurian, y contestamos con bondad. Nos tratan como a basura del mundo, como a desperdicio de la humanidad. Y así hasta el día de hoy.

14 No les escribo esto para avergonzarlos, sino para darles un consejo, como a mis propios hijos, pues los amo. 15 Pues aunque ustedes, como cristianos, tengan diez mil instructores, padres no tienen muchos. Padre de ustedes soy yo, pues les anuncié el evangelio por el cual quedaron incorporados a Cristo Jesús. 16 Así pues, les ruego que sigan mi ejemplo.

17 Por esto les envié a Timoteo, mi querido y fiel hijo en el Señor. Él los hará recordar mi conducta como creyente en Cristo Jesús, conforme a lo que enseño en todas las iglesias por donde paso. 18 Algunos de ustedes ya se sienten muy confiados pensando que no iré a verlos; 19 pero, si el Señor quiere, espero visitarlos pronto. Entonces veré lo que son capaces de hacer esos que se hinchan de orgullo, y no solamente lo que son capaces de decir. 20 Porque el reino de Dios no es cuestión de palabras, sino de poder. 21 ¿Qué prefieren ustedes: que vaya dispuesto a castigarlos, o que vaya a verlos con amor y ternura?