Deberes conyugales

Así mismo, esposas, sométanse a sus esposos de modo que, si algunos de ellos no creen en la palabra, puedan ser ganados más por el comportamiento de ustedes que por sus palabras, al observar su conducta pura y respetuosa. Que la belleza de ustedes no sea la externa, que consiste en adornos tales como peinados ostentosos, joyas de oro y vestidos lujosos. Más bien, que la belleza de ustedes sea la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu humilde y apacible. Esta sí que tiene mucho valor delante de Dios. Así se adornaban en tiempos antiguos las santas mujeres que esperaban en Dios, cada una mostrando respeto a su esposo. Tal es el caso de Sara, que obedecía a Abraham y lo llamaba su señor. Ustedes son hijas de ella si hacen el bien y viven sin ningún temor.

De igual manera, ustedes esposos, sean comprensivos en su vida conyugal, cada uno trate a su esposa con respeto, ya que como mujer es más delicada[a] y ambos son herederos del grato don de la vida. Así nada estorbará las oraciones de ustedes.

Sufriendo por hacer el bien

En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes. No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición. 10 En efecto,

«el que quiera amar la vida
    y gozar de días felices,
que refrene su lengua de hablar el mal
    y sus labios de proferir engaños;
11 que se aparte del mal y haga el bien;
    que busque la paz y la siga.
12 Porque los ojos del Señor están sobre los justos,
    y sus oídos, atentos a sus oraciones;
pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal».[b]

13 Y a ustedes, ¿quién les va a hacer daño si se esfuerzan por hacer el bien? 14 ¡Dichosos si sufren por causa de la justicia! «No teman lo que ellos temen[c] ni se dejen asustar».[d] 15 Más bien, honren en su corazón a Cristo como Señor. Estén siempre preparados para responder a todo el que pida razón de la esperanza que hay en ustedes. Pero háganlo con gentileza y respeto, 16 manteniendo la conciencia limpia, para que los que hablan mal de la buena conducta de ustedes en Cristo se avergüencen de sus calumnias. 17 Si es la voluntad de Dios, es preferible sufrir por hacer el bien que por hacer el mal.

18 Porque Cristo murió por los pecados una vez por todas, el justo por los injustos, a fin de llevarlos a ustedes a Dios. Él sufrió la muerte en su cuerpo, pero el Espíritu hizo que volviera a la vida. 19 Y de ese modo fue y predicó a los espíritus encarcelados, 20 que en los tiempos antiguos, en los días de Noé, desobedecieron, cuando Dios esperaba con paciencia mientras se construía el arca. En ella solo pocas personas, ocho en total, se salvaron mediante el agua, 21 la cual simboliza el bautismo que ahora los salva también a ustedes. El bautismo no consiste en la limpieza del cuerpo, sino en el compromiso de tener una buena conciencia delante de Dios. Esta salvación es posible por la resurrección de Jesucristo, 22 quien subió al cielo y tomó su lugar a la derecha de Dios y a quien están sometidos los ángeles, las autoridades y los poderes.

Viviendo el ejemplo de Cristo

Por tanto, ya que Cristo sufrió en el cuerpo, asuman también ustedes la misma actitud; porque el que ha sufrido en el cuerpo ha roto con el pecado, para vivir el resto de su vida terrenal no satisfaciendo sus pasiones humanas, sino cumpliendo la voluntad de Dios. Pues ya basta con el tiempo que han desperdiciado haciendo lo que agrada a los incrédulos,[e] entregados al desenfreno, a las pasiones, a las borracheras, a las orgías, a las parrandas y a las idolatrías abominables. A ellos les parece extraño que ustedes ya no los sigan en sus excesos de inmoralidad y por eso los insultan. Pero ellos tendrán que rendirle cuentas a aquel que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos. Por esto se predicó el mensaje de las buenas noticias también a los muertos para que, a pesar de haber sido juzgados según criterios humanos en lo que atañe al cuerpo, vivan conforme a Dios en lo que atañe al espíritu.[f]

Ya se acerca el fin de todas las cosas. Así que, para orar bien, manténganse sobrios y con la mente despejada. Sobre todo, ámense los unos a los otros profundamente, porque el amor cubre muchísimos pecados. Practiquen la hospitalidad entre ustedes sin quejarse. 10 Cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido, administrando bien la gracia de Dios en sus diversas formas. 11 El que habla, hágalo como quien expresa las palabras mismas de Dios; el que presta algún servicio, hágalo con la fortaleza que Dios le proporciona. Así Dios será en todo alabado por medio de Jesucristo, a quien sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.

Sufriendo por seguir a Cristo

12 Queridos hermanos, no se extrañen del fuego de la prueba que están soportando, como si fuera algo insólito. 13 Al contrario, alégrense de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también sea inmensa su alegría cuando se revele la gloria de Cristo. 14 Dichosos ustedes si los insultan por causa del nombre de Cristo, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre ustedes. 15 Que ninguno tenga que sufrir por asesino, ladrón o delincuente, ni siquiera por entrometido. 16 Pero si alguien sufre por ser cristiano, que no se avergüence, sino que alabe a Dios por llevar el nombre de Cristo. 17 Porque es tiempo de que el juicio comience por la familia de Dios; y si comienza por nosotros, ¿cómo será el fin de los que se rebelan contra el evangelio de Dios?

18 «Si el justo a duras penas se salva,
    ¿cómo quedarán el impío y el pecador?».[g]

19 Así pues, los que sufren según la voluntad de Dios, confíen en su fiel Creador y sigan practicando el bien.

Exhortación a los líderes y a los jóvenes

A los líderes de la iglesia que están entre ustedes, yo, que soy líder como ellos, testigo de los sufrimientos de Cristo y partícipe con ellos de la gloria que se ha de revelar, les ruego esto: pastoreen el rebaño de Dios que está a su cargo, no por obligación ni por ambición de dinero, sino con deseo de servir, como Dios quiere. No sean tiranos con los que están a su cuidado, sino sean ejemplos para el rebaño. Así, cuando aparezca el Pastor supremo, ustedes recibirán la corona inmarchitable de la gloria.

Así mismo, jóvenes, sométanse a los líderes. Revístanse todos de humildad en su trato mutuo, porque:

«Dios se opone a los orgullosos,
    pero da gracia a los humildes».[h]

Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios para que él los exalte a su debido tiempo. Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes.

Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar. Resístanlo, manteniéndose firmes en la fe, sabiendo que los creyentes en todo el mundo soportan la misma clase de sufrimientos.

10 Luego de que ustedes hayan sufrido un poco de tiempo, Dios mismo, el Dios de toda gracia que los llamó a su gloria eterna en Cristo, los restaurará y los hará fuertes, firmes y estables. 11 A él sea el poder por los siglos de los siglos. Amén.

Saludos finales

12 Con la ayuda de Silvano, a quien considero un hermano fiel, he escrito brevemente para animarlos y confirmarles que esta es la verdadera gracia de Dios. Manténganse firmes en ella.

13 Saludos de parte de la comunidad que está en Babilonia, escogida como ustedes, y también de mi hijo Marcos. 14 Salúdense los unos a los otros con un beso de amor fraternal.

Paz a todos ustedes que están en Cristo.

Footnotes

  1. 3:7 ya que … delicada. Lit. como a vaso más frágil.
  2. 3:12 Sal 34:12-16.
  3. 3:14 lo que ellos temen. Alt. sus amenazas.
  4. 3:14 Is 8:12.
  5. 4:3 incrédulos. Lit. gentiles.
  6. 4:6 en lo que atañe al espíritu. Alt. en el Espíritu.
  7. 4:18 Pr 11:31 el autor cita la LXX.
  8. 5:5 Pr 3:34 el autor cita la LXX.

Deberes conyugales

Asimismo vosotras, mujeres(A), estad sujetas a vuestros maridos(B), de modo que si algunos de ellos son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados sin palabra alguna por la conducta de sus mujeres(C) al observar vuestra conducta casta y respetuosa[a]. Y que vuestro adorno no sea externo(D): peinados ostentosos[b], joyas de oro o vestidos lujosos, sino que sea el yo interno[c](E), con el adorno[d] incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios. Porque así también se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios(F), estando sujetas a sus maridos. Así obedeció Sara a Abraham, llamándolo señor(G), y vosotras habéis llegado a ser hijas de ella, si hacéis el bien y no estáis amedrentadas por ningún temor(H).

Y vosotros, maridos(I), igualmente, convivid de manera comprensiva[e] con vuestras mujeres, como con un vaso más frágil(J), puesto que es mujer, dándole honor como a coheredera de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no sean estorbadas.

El secreto de la vida feliz

En conclusión, sed todos de un mismo sentir[f](K), compasivos, fraternales(L), misericordiosos(M) y de espíritu humilde(N); no devolviendo mal por mal(O), o insulto por insulto(P), sino más bien bendiciendo(Q), porque fuisteis llamados(R) con el propósito de heredar bendición(S). 10 Pues

El que quiere amar la vida y ver días buenos,
refrene su lengua del mal y sus labios no hablen engaño(T).
11 Apártese del mal y haga el bien;
busque la paz y sígala(U).
12 Porque los ojos del Señor están sobre los justos,
y sus oídos atentos a sus oraciones;
pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal(V).

Sufriendo por la justicia

13 ¿Y quién os podrá hacer daño si demostráis tener celo por lo bueno(W)? 14 Pero aun si sufrís por causa de la justicia(X), dichosos sois(Y). Y no os amedrentéis por temor a ellos[g] ni os turbéis(Z), 15 sino santificad a Cristo como Señor(AA) en vuestros corazones, estando siempre preparados para presentar defensa(AB) ante todo el que os demande razón de[h] la esperanza que hay en vosotros(AC), pero hacedlo con mansedumbre(AD) y reverencia[i](AE); 16 teniendo buena conciencia(AF), para que en aquello en que sois calumniados(AG), sean avergonzados los que difaman vuestra buena conducta en Cristo. 17 Pues es mejor(AH) padecer por hacer el bien, si así es la voluntad de Dios(AI), que por hacer el mal. 18 Porque también Cristo murió[j] por los pecados(AJ) una sola vez(AK), el justo por los injustos, para llevarnos a Dios(AL), muerto en la carne(AM) pero vivificado en el espíritu[k](AN); 19 en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados(AO), 20 quienes en otro tiempo fueron desobedientes cuando la paciencia de Dios(AP) esperaba en los días de Noé(AQ), durante la construcción del arca(AR), en la cual unos pocos, es decir, ocho(AS) personas(AT), fueron salvadas por medio del agua. 21 Y correspondiendo a esto, el bautismo ahora os salva(AU) (no quitando la suciedad de la carne(AV), sino como una petición a Dios de una buena conciencia(AW)) mediante la resurrección de Jesucristo(AX), 22 quien está a la diestra de Dios(AY), habiendo subido[l] al cielo(AZ) después de que le habían sido sometidos ángeles, autoridades y potestades(BA).

Cómo quiere Dios que vivamos

Por tanto, puesto que Cristo ha padecido en la carne[m](BB), armaos también vosotros con el mismo propósito(BC), pues quien ha padecido en la carne[n](BD) ha terminado con el pecado, para vivir(BE) el tiempo que le queda en la carne(BF), no ya para las pasiones humanas, sino para la voluntad de Dios. Porque el tiempo ya pasado(BG) os es suficiente para haber hecho lo que agrada a los gentiles, habiendo andado en sensualidad, lujurias, borracheras, orgías, embriagueces y abominables[o] idolatrías(BH). Y en todo esto, se sorprenden de que no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución(BI), y os ultrajan(BJ); pero ellos darán cuenta a aquel que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos(BK). Porque con este fin fue predicado[p] el evangelio aun a los muertos(BL), para que aunque sean juzgados en la carne como hombres, vivan en el espíritu conforme a la voluntad de Dios.

El fin de todas las cosas y la conducta cristiana

Mas el fin de todas las cosas se acerca[q](BM); sed pues prudentes y de espíritu sobrio(BN) para la oración[r]. Sobre todo, sed fervientes en vuestro amor los unos por los otros(BO), pues el amor cubre multitud de pecados(BP). Sed hospitalarios los unos para con los otros(BQ), sin murmuraciones[s](BR). 10 Según cada uno ha recibido un don especial(BS), úselo sirviéndoos los unos a los otros como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios(BT). 11 El que habla(BU), que hable conforme a[t] las palabras de Dios(BV); el que sirve[u], que lo haga por[v] la fortaleza que Dios da(BW), para que en todo Dios sea glorificado mediante Jesucristo(BX), a quien pertenecen la gloria y el dominio por los siglos de los siglos(BY). Amén.

Sufriendo como cristianos

12 Amados(BZ), no os sorprendáis del fuego de prueba(CA) que en medio de vosotros ha venido para probaros, como si alguna cosa extraña os estuviera aconteciendo; 13 antes bien, en la medida en que compartís los padecimientos de Cristo(CB), regocijaos, para que también en la revelación de su gloria(CC) os regocijéis con gran alegría(CD). 14 Si sois vituperados por[w] el nombre de Cristo(CE), dichosos sois(CF), pues el Espíritu de gloria y de Dios(CG) reposa sobre vosotros. [x]Ciertamente, por ellos Él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. 15 Que de ninguna manera sufra alguno de vosotros como homicida(CH), o ladrón, o malhechor, o por entrometido[y](CI). 16 Pero si alguno sufre como cristiano(CJ), que no se avergüence, sino que como tal[z] glorifique a Dios(CK). 17 Porque es tiempo de que el juicio comience(CL) por[aa] la casa de Dios(CM); y si comienza por[ab] nosotros primero(CN), ¿cuál será el fin de los que no obedecen(CO) al evangelio de Dios(CP)? 18 Y si el justo con dificultad se salva, ¿qué será del impío y del[ac] pecador(CQ)? 19 Por consiguiente, los que sufren conforme a la voluntad de Dios(CR), encomienden sus almas al fiel Creador, haciendo el bien.

Consejos a los ancianos de la iglesia

Por tanto, a los ancianos entre vosotros(CS), exhorto yo, anciano como ellos(CT) y testigo de los padecimientos de Cristo(CU), y también participante de la gloria que ha de ser revelada(CV): pastoread el rebaño de Dios entre vosotros(CW), velando por él, no por obligación(CX), sino voluntariamente, como quiere Dios; no por la avaricia del dinero[ad](CY), sino con sincero deseo; tampoco como teniendo señorío(CZ) sobre los que os han sido confiados[ae], sino demostrando ser[af] ejemplos del rebaño(DA). Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores[ag](DB), recibiréis la corona inmarcesible(DC) de gloria(DD). Asimismo, vosotros los más jóvenes, estad sujetos a los mayores[ah](DE); y todos, revestíos de humildad en vuestro trato mutuo(DF), porque Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes(DG).

Consejos para la iglesia

Humillaos(DH), pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte a su debido tiempo, echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros(DI). Sed de espíritu sobrio(DJ), estad alerta(DK). Vuestro adversario, el diablo(DL), anda al acecho como león rugiente(DM), buscando a quien devorar. Pero resistidle[ai](DN) firmes en la fe(DO), sabiendo que las mismas experiencias de sufrimiento(DP) se van cumpliendo en vuestros hermanos[aj] en todo el mundo. 10 Y después de que hayáis sufrido un poco de tiempo(DQ), el Dios de toda gracia(DR), que os llamó(DS) a su gloria eterna en Cristo(DT), Él mismo os perfeccionará(DU), afirmará(DV), fortalecerá y establecerá. 11 A Él sea el dominio por los siglos de los siglos(DW). Amén.

Saludos finales

12 Por conducto(DX) de Silvano, nuestro fiel hermano (porque así[ak] lo considero), os he escrito brevemente(DY), exhortando y testificando que esta es la verdadera gracia de Dios(DZ). Estad firmes en ella(EA). 13 La[al] que está en Babilonia, elegida juntamente con vosotros, os saluda, y también mi hijo Marcos(EB). 14 Saludaos unos a otros con un beso de amor fraternal(EC).

La paz sea con todos vosotros, los que estáis en Cristo(ED).

Footnotes

  1. 1 Pedro 3:2 Lit., temerosa
  2. 1 Pedro 3:3 Lit., cabello trenzado
  3. 1 Pedro 3:4 Lit., la persona oculta en el corazón
  4. 1 Pedro 3:4 O, la cualidad
  5. 1 Pedro 3:7 O, con conocimiento, o, sabiamente
  6. 1 Pedro 3:8 O, tened todos armonía
  7. 1 Pedro 3:14 Lit., no temáis su temor
  8. 1 Pedro 3:15 O, para
  9. 1 Pedro 3:15 O, temor
  10. 1 Pedro 3:18 Algunos mss. antiguos dicen: sufrió
  11. 1 Pedro 3:18 O, Espíritu
  12. 1 Pedro 3:22 Lit., ido
  13. 1 Pedro 4:1 I.e., ha sufrido la muerte
  14. 1 Pedro 4:1 I.e., ha sufrido la muerte
  15. 1 Pedro 4:3 Lit., e ilícitas
  16. 1 Pedro 4:6 O, anunciado
  17. 1 Pedro 4:7 Lit., se ha acercado
  18. 1 Pedro 4:7 Lit., las oraciones
  19. 1 Pedro 4:9 O, quejas
  20. 1 Pedro 4:11 O, como si fueran
  21. 1 Pedro 4:11 O, ministra
  22. 1 Pedro 4:11 Lit., de
  23. 1 Pedro 4:14 O, en
  24. 1 Pedro 4:14 Los mss. más antiguos no incluyen el resto del vers.
  25. 1 Pedro 4:15 Lit., uno que supervisa los asuntos de otro
  26. 1 Pedro 4:16 Lit., en ese nombre
  27. 1 Pedro 4:17 Lit., desde
  28. 1 Pedro 4:17 Lit., desde
  29. 1 Pedro 4:18 Lit., ¿dónde aparecerá el impío y el
  30. 1 Pedro 5:2 O, por ganancias deshonestas
  31. 1 Pedro 5:3 Lit., sobre los repartidos
  32. 1 Pedro 5:3 O, convirtiéndoos en
  33. 1 Pedro 5:4 O, Pastor Supremo
  34. 1 Pedro 5:5 O, ancianos
  35. 1 Pedro 5:9 Lit., Al cual resistid
  36. 1 Pedro 5:9 Lit., vuestra fraternidad
  37. 1 Pedro 5:12 Lit., como
  38. 1 Pedro 5:13 Algunos mss. dicen: La iglesia

Deberes conyugales

Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos;(A) para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y respetuosa. Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos,(B) sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios. Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos; como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor;(C) de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza.

Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente,(D) dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.

Una buena conciencia

Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición. 10 Porque:

El que quiere amar la vida

Y ver días buenos,

Refrene su lengua de mal,

Y sus labios no hablen engaño;

11 Apártese del mal, y haga el bien;

Busque la paz, y sígala.

12 Porque los ojos del Señor están sobre los justos,

Y sus oídos atentos a sus oraciones;

Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.(E)

13 ¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien? 14 Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois.(F) Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis, 15 sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones,(G) y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros; 16 teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo. 17 Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal. 18 Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; 19 en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados, 20 los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua.(H) 21 El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo, 22 quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades.

Buenos administradores de la gracia de Dios

Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios. Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías. A estos les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os ultrajan; pero ellos darán cuenta al que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos. Porque por esto también ha sido predicado el evangelio a los muertos, para que sean juzgados en carne según los hombres, pero vivan en espíritu según Dios.

Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración. Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados.(I) Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones. 10 Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. 11 Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.

Padeciendo como cristianos

12 Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, 13 sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. 14 Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. 15 Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno; 16 pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello. 17 Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? 18 Y:

Si el justo con dificultad se salva,

¿En dónde aparecerá el impío y el pecador?(J)

19 De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien.

Apacentad la grey de Dios

Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: Apacentad la grey de Dios(K) que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria. Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque:

Dios resiste a los soberbios,

Y da gracia a los humildes.(L)

Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;(M) echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. 10 Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. 11 A él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.

Salutaciones finales

12 Por conducto de Silvano,(N) a quien tengo por hermano fiel, os he escrito brevemente, amonestándoos, y testificando que esta es la verdadera gracia de Dios, en la cual estáis. 13 La iglesia que está en Babilonia, elegida juntamente con vosotros, y Marcos(O) mi hijo, os saludan. 14 Saludaos unos a otros con ósculo de amor. Paz sea con todos vosotros los que estáis en Jesucristo. Amén.

Deberes de los esposos

Así también ustedes, las esposas, sométanse a sus esposos, para que, si algunos de ellos no creen en el mensaje, puedan ser convencidos, sin necesidad de palabras, por el comportamiento de ustedes, al ver ellos su conducta pura y reverente para con Dios. Que el adorno de ustedes no consista en cosas externas, como peinados exagerados, joyas de oro o vestidos lujosos, sino en lo íntimo del corazón, en la belleza incorruptible de un espíritu suave y tranquilo. Esta belleza vale mucho delante de Dios. Pues éste era también, en tiempos antiguos, el adorno de las mujeres santas; ellas confiaban en Dios y se sometían a sus esposos. Así fue Sara, que obedeció a Abraham y lo llamó «mi señor». Y ustedes son hijas de ella, si hacen el bien y no tienen miedo de nada.

En cuanto a ustedes, los esposos, sean comprensivos con sus esposas. Denles el honor que les corresponde, teniendo en cuenta que ellas son más delicadas y están llamadas a compartir con ustedes la vida que Dios les dará como herencia. Háganlo así para no poner estorbo a sus propias oraciones.

Deberes de todos los cristianos

En fin, vivan todos ustedes en armonía, unidos en un mismo sentir y amándose como hermanos. Sean bondadosos y humildes. No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto. Al contrario, devuelvan bendición, pues Dios los ha llamado a recibir bendición. 10 Porque:

«Quien quiera amar la vida y pasar días felices,
cuide su lengua de hablar mal
y sus labios de decir mentiras;
11 aléjese del mal y haga el bien,
busque la paz y sígala.
12 Porque el Señor cuida a los justos
y presta oídos a sus oraciones,
pero está en contra de los malhechores.»

13 ¿Quién podrá hacerles mal, si ustedes se empeñan siempre en hacer el bien? 14 Pero aun si por actuar con rectitud han de sufrir, ¡dichosos ustedes! No tengan miedo a nadie, ni se asusten, 15 sino honren a Cristo como Señor en sus corazones. Estén siempre preparados a responder a todo el que les pida razón de la esperanza que ustedes tienen, 16 pero háganlo con humildad y respeto. Pórtense de tal modo que tengan tranquila su conciencia, para que los que hablan mal de su buena conducta como creyentes en Cristo, se avergüencen de sus propias palabras.

17 Es mejor sufrir por hacer el bien, si así lo quiere Dios, que por hacer el mal. 18 Porque Cristo mismo sufrió la muerte por nuestros pecados, una vez para siempre. Él era inocente, pero sufrió por los malos, para llevarlos a ustedes a Dios. En su fragilidad humana, murió; pero resucitó con una vida espiritual, 19 y de esta manera fue a proclamar su victoria a los espíritus que estaban presos. 20 Éstos habían sido desobedientes en tiempos antiguos, en los días de Noé, cuando Dios esperaba con paciencia mientras se construía la barca, en la que algunas personas, ocho en total, fueron salvadas por medio del agua. 21 Y aquella agua representaba el agua del bautismo, por medio del cual somos ahora salvados. El bautismo no consiste en limpiar el cuerpo, sino en pedirle a Dios una conciencia limpia; y nos salva por la resurrección de Jesucristo, 22 que subió al cielo y está a la derecha de Dios, y al que han quedado sujetos los ángeles y demás seres espirituales que tienen autoridad y poder.

Por eso, así como Cristo sufrió en su cuerpo, adopten también ustedes igual disposición. Pues el que ha sufrido en el cuerpo ha roto con el pecado, para vivir el resto de su vida conforme a la voluntad de Dios y no conforme a los deseos humanos. Por mucho tiempo hicieron ustedes las mismas cosas que hacen los paganos, pues vivían entonces en vicios, malos deseos, banquetes y borracheras, bebiendo con exceso y adorando ídolos abominables. Ahora, como ustedes ya no los acompañan en los excesos de su mala vida, ellos se extrañan y hablan mal de ustedes. Pero ellos tendrán que rendir cuentas ante aquel que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos. Pues aun a personas muertas se les anunció la buena noticia, para que pudieran vivir en el espíritu, según Dios, aunque en este mundo hubieran sido juzgados en el cuerpo, según los hombres.

El servicio a los demás

Ya se acerca el fin de todas las cosas. Por eso, sean ustedes juiciosos y dedíquense seriamente a la oración. Haya sobre todo mucho amor entre ustedes, porque el amor perdona muchos pecados. Recíbanse unos a otros en sus casas, sin murmurar de nadie. 10 Como buenos administradores de los diferentes dones de Dios, cada uno de ustedes sirva a los demás según lo que haya recibido. 11 Cuando alguien hable, sean sus palabras como palabras de Dios. Cuando alguien preste algún servicio, préstelo con las fuerzas que Dios le da. Todo lo que hagan, háganlo para que Dios sea alabado por medio de Jesucristo, a quien pertenece la gloria y el poder para siempre. Amén.

Alegría en el sufrimiento

12 Queridos hermanos, no se extrañen de verse sometidos al fuego de la prueba, como si fuera algo extraordinario. 13 Al contrario, alégrense de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también se llenen de alegría cuando su gloria se manifieste. 14 Dichosos ustedes, si alguien los insulta por causa de Cristo, porque el glorioso Espíritu de Dios está continuamente sobre ustedes. 15 Si alguno de ustedes sufre, que no sea por asesino, ladrón o criminal, ni por meterse en asuntos ajenos. 16 Pero si sufre por ser cristiano, no debe avergonzarse, sino alabar a Dios por llevar ese nombre.

17 Ya ha llegado el tiempo en que el juicio comience por la propia familia de Dios. Y si el juicio está comenzando así por nosotros, ¿cómo será el fin de los que no obedecen al evangelio de Dios? 18 Y si el justo con dificultad se salva, ¿qué pasará con el malvado y el pecador? 19 De manera que los que sufren según la voluntad de Dios, deben seguir haciendo el bien y poner sus almas en manos del Dios que los creó, pues él es fiel.

A los dirigentes

Quiero aconsejar ahora a los ancianos de las congregaciones de ustedes, yo que soy anciano como ellos y testigo de los sufrimientos de Cristo, y que también voy a tener parte en la gloria que ha de manifestarse. Cuiden de las ovejas de Dios que han sido puestas a su cargo; háganlo de buena voluntad, como Dios quiere, y no forzadamente ni por ambición de dinero, sino de buena gana. Compórtense no como si ustedes fueran los dueños de los que están a su cuidado, sino procurando ser un ejemplo para ellos. Así, cuando aparezca el Pastor principal, ustedes recibirán la corona de la gloria, una corona que jamás se marchitará.

A toda la comunidad

De la misma manera, ustedes los jóvenes sométanse a la autoridad de los ancianos. Todos deben someterse unos a otros con humildad, porque:

«Dios se opone a los orgullosos,
pero ayuda con su bondad a los humildes.»

Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los enaltezca a su debido tiempo. Dejen todas sus preocupaciones a Dios, porque él se interesa por ustedes.

Sean prudentes y manténganse despiertos, porque su enemigo el diablo, como un león rugiente, anda buscando a quien devorar. Resístanle, firmes en la fe, sabiendo que en todas partes del mundo los hermanos de ustedes están sufriendo las mismas cosas. 10 Pero después que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, Dios los hará perfectos, firmes, fuertes y seguros. Es el mismo Dios que en su gran amor nos ha llamado a tener parte en su gloria eterna en unión con Jesucristo. 11 A él sea el poder para siempre. Amén.

Despedida

12 Por medio de Silvano, a quien considero un hermano fiel, les he escrito esta breve carta, para aconsejarlos y asegurarlos que las bendiciones que han recibido son prueba verdadera del amor de Dios. ¡Permanezcan fieles a ese amor!

13 La iglesia que está en Babilonia, la cual Dios ha escogido lo mismo que a ustedes, les manda saludos, y también mi hijo Marcos. 14 Salúdense unos a otros con un beso de amor fraternal.

Tengan paz todos ustedes, los que pertenecen a Cristo.