Add parallel Print Page Options

Según el plan de Dios Padre, él los eligió de antemano y los purificó por medio del Espíritu para que lo obedezcan y sean rociados[a] con la sangre de Jesucristo. Que Dios les dé abundantemente de su generoso amor y paz.

Una esperanza viviente

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien nos tuvo gran compasión y nos hizo nacer de nuevo por la resurrección de Jesucristo. Así nos dio la plena esperanza de recibir una herencia que Dios tiene guardada para nosotros en el cielo; herencia que no se arruina, ni se destruye, ni pierde su valor.

Read full chapter

Footnotes

  1. 1:2 sean rociados Tal vez el escritor tenía en mente las tres ceremonias del Antiguo Testamento en que la gente era rociada con sangre: cuando se estableció el pacto con el pueblo de Israel (Éx 24:8; He 9:19), cuando los sacerdotes eran consagrados para su trabajo (Éx 29:22; He 10:22), y cuando una persona curada de la lepra era declarada limpia (Lv 14:6-7; ver también Lc 5:14).