Salomón construye su palacio

Salomón también terminó la construcción de su propio palacio, pero el proyecto le llevó trece años. Construyó el palacio «Bosque del Líbano», el cual medía cien codos de largo, cincuenta codos de ancho y treinta codos de alto.[a] Cuatro hileras de columnas de cedro sostenían las vigas, las cuales también eran de cedro. Encima de las columnas había cuarenta y cinco cámaras laterales, quince en cada piso; y sobre las cámaras[b] había un techo de cedro. Las ventanas estaban colocadas en tres filas, de tres en tres y unas frente a las otras. Todas las entradas tenían un marco rectangular y estaban colocadas de tres en tres, unas frente a las otras.

Salomón también hizo un vestíbulo de columnas que medía cincuenta codos de largo y treinta codos de ancho.[c] Al frente había otro vestíbulo con columnas y un alero.

Construyó además una sala para su trono, es decir, el tribunal donde impartía justicia. Esta sala la recubrió de cedro de arriba abajo. Su residencia personal estaba en un atrio aparte y tenía un modelo parecido. A la hija del faraón, con la cual se había casado, Salomón le construyó un palacio semejante.

Desde los cimientos hasta las cornisas, y desde la parte exterior hasta el gran atrio, todo se hizo con bloques de piedra de buena calidad, cortados a la medida y aserrados por ambos lados. 10 Para echar los cimientos se usaron piedras grandes y de buena calidad; unas medían diez codos y otras ocho.[d] 11 Para la parte superior se usaron también piedras de buena calidad, cortadas a la medida, y vigas de cedro. 12 El muro que rodeaba el gran atrio tenía tres hileras de piedra tallada por cada hilera de vigas de cedro, lo mismo que el atrio interior y el vestíbulo del templo del Señor.

Mobiliario del templo(A)(B)

13 El rey Salomón mandó traer de Tiro a Hiram, 14 que era hijo de una viuda de la tribu de Neftalí y de un nativo de Tiro, artesano en bronce. Hiram tenía sabiduría, inteligencia y capacidad para trabajar en toda clase de trabajo en bronce, así que se presentó ante el rey Salomón y realizó todo el trabajo que se le asignó.

15 Hiram fundió dos columnas de bronce, cada una de dieciocho codos de alto y doce codos de circunferencia.[e] 16 Las columnas que hizo remataban en dos capiteles de bronce fundido que medían cinco codos de alto.[f] 17 Una red de cadenas trenzadas adornaba los capiteles en la parte superior de las columnas y en cada capitel había siete trenzas. 18 El capitel de cada columna[g] lo cubrió con dos hileras de granadas[h] entrelazadas con las cadenas. 19 Estos capiteles en que remataban las columnas del vestíbulo tenían forma de azucenas y medían cuatro codos.[i] 20 La parte más alta y ancha de los capiteles de ambas columnas estaba rodeada por doscientas granadas, dispuestas en hileras junto a la red de cadenas. 21 Cuando Hiram levantó las columnas en el vestíbulo de la nave central, llamó Jaquín a la columna de la derecha y Boaz a la de la izquierda.[j] 22 El trabajo de las columnas quedó terminado cuando se colocaron en la parte superior las figuras en forma de azucenas.

23 Hizo también una fuente[k] circular de metal fundido que medía diez codos de diámetro y cinco codos de alto. Su circunferencia, medida a cordel, era de treinta codos.[l] 24 Debajo del borde hizo dos hileras de figuras de calabazas, diez por cada codo, las cuales estaban fundidas en una sola pieza con la fuente.

25 La fuente descansaba sobre doce bueyes que tenían sus cuartos traseros hacia adentro. Tres bueyes miraban al norte, tres al oeste, tres al sur y tres al este. 26 El grosor de la fuente era de un palmo[m] y su borde, en forma de copa, se asemejaba a un capullo de azucena. Tenía una capacidad de dos mil batos.[n]

27 También hizo diez bases de bronce, cada una de las cuales medía cuatro codos de largo, cuatro codos de ancho y tres codos de alto.[o] 28 Estaban revestidas con paneles entre los bordes. 29 En los paneles había figuras de leones, bueyes y querubines, mientras que en los bordes, por encima y por debajo de los leones y los bueyes, había guirnaldas repujadas. 30 Cada base tenía cuatro ruedas de bronce con ejes también de bronce y tenía un recipiente que se apoyaba sobre cuatro soportes fundidos que tenían guirnaldas en cada lado. 31 La boca del recipiente era circular y sobresalía un codo;[p] con su pedestal medía un codo y medio.[q] Alrededor de la boca había entalladuras, pero los paneles de la base eran cuadrados, no redondos. 32 Las cuatro ruedas estaban debajo de los paneles y los ejes de las ruedas estaban unidos a la base. Cada rueda medía un codo y medio de diámetro 33 y estaba hecha de metal fundido, como las ruedas de los carros, con sus ejes, aros, rayos y cubos.

34 Cada base tenía cuatro soportes unidos a ella, uno en cada esquina. 35 En la parte superior de la base había un marco circular de medio codo.[r] Los soportes y paneles formaban una misma pieza con la parte superior de la base. 36 Sobre las superficies de los soportes y sobre los paneles Hiram grabó querubines, leones y palmeras, con guirnaldas alrededor, según el espacio disponible. 37 De esa manera hizo las diez bases, las cuales fueron fundidas en los mismos moldes y eran idénticas en forma y tamaño.

38 Hiram hizo también diez recipientes de bronce, uno para cada base. Cada uno de ellos medía cuatro codos y tenía capacidad para cuarenta batos.[s] 39 Colocó cinco de las bases al lado derecho del templo y cinco al lado izquierdo. La fuente de metal la colocó en la esquina del lado derecho, al sureste del templo. 40 También hizo las ollas,[t] las tenazas y los tazones.

Así Hiram terminó todo el trabajo que había emprendido para el rey Salomón en el templo del Señor, es decir:

41 las dos columnas;

los dos capiteles en forma de tazón que coronaban las columnas;

las dos redes que decoraban los capiteles;

42 las cuatrocientas granadas, dispuestas en dos hileras para cada red que cubrían los tazones que estaban en lo alto de las columnas;

43 las diez bases con sus diez recipientes de bronce;

44 la fuente de metal y los doce bueyes que la sostenían;

45 las ollas, las tenazas y los tazones.

Todos esos utensilios que Hiram hizo para el templo del Señor por orden del rey Salomón eran de bronce pulido. 46 El rey los hizo fundir en moldes de arcilla en la llanura del Jordán, entre Sucot y Saretán. 47 Eran tantos los utensilios que Salomón ni los pesó, así que no fue posible determinar el peso del bronce.

48 Salomón también mandó hacer los otros utensilios que estaban en el templo del Señor, es decir:

el altar de oro;

la mesa de oro sobre la que se ponía el pan de la Presencia;

49 los candelabros de oro puro, cinco en el lado sur y cinco en el lado norte, en frente del santuario interior;

la obra floral, las lámparas y los cortapabilos, que también eran de oro;

50 las vasijas, los cortapabilos, los tazones, la vajilla y los incensarios;

y las bisagras de oro para las puertas del Lugar Santísimo, como también para las puertas de la nave central del templo.

51 Una vez terminada toda la obra que el rey había mandado hacer para el templo del Señor, Salomón hizo traer el oro, la plata y los utensilios que su padre David había consagrado, y los depositó en el tesoro del templo del Señor.

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Footnotes

  1. 7:2 Es decir, aprox. 45 m de largo por 23 de ancho por 14 de alto.
  2. 7:3 cámaras … sobre las cámaras. Alt. vigas, quince en cada hilera; y sobre las vigas.
  3. 7:6 Es decir, aprox. 23 m de largo y 14 de ancho.
  4. 7:10 Es decir, aprox. 4.5 y 3.6 m; también en v. 23.
  5. 7:15 Es decir, aprox. 8 m de alto y 5 m de circunferencia.
  6. 7:16 Es decir, aprox. 2.3 m de alto; también en v. 23.
  7. 7:18 de cada columna (muchos mss. hebreos, LXX y Siríaca); de las granadas (TM).
  8. 7:18 con dos hileras de granadas (dos mss. hebreos y LXX); hizo las columnas y dos hileras (TM).
  9. 7:19 Es decir, aprox. 1.8 m; también en v. 38.
  10. 7:21 Jaquín (que probablemente significa él establece) estaba al sur, y Boaz (probablemente en él hay fuerza) estaba al norte.
  11. 7:23 una fuente. Lit. el mar; así en el resto de este pasaje.
  12. 7:23 Es decir, aprox. 14 m.
  13. 7:26 Es decir, aprox. 7.5 cm.
  14. 7:26 Es decir, aprox. 44 000 l.
  15. 7:27 Es decir, aprox. 1.8 m de largo, 1.8 m de ancho y 1.4 m de alto.
  16. 7:31 Es decir, aprox. 45 cm.
  17. 7:31 Es decir, aprox. 68 cm; también en v. 32.
  18. 7:35 Es decir, aprox. 23 cm.
  19. 7:38 Es decir, aprox. 880 l.
  20. 7:40 las ollas (muchos mss., LXX, Siríaca y Vulgata; véase v. 45); los lavabos (TM).

Otros edificios de Salomón

Después edificó Salomón su propia casa en trece años, y la terminó toda.

Asimismo edificó la casa del bosque del Líbano, la cual tenía cien codos de longitud, cincuenta codos de anchura y treinta codos de altura, sobre cuatro hileras de columnas de cedro, con vigas de cedro sobre las columnas. Y estaba cubierta de tablas de cedro arriba sobre las vigas, que se apoyaban en cuarenta y cinco columnas; cada hilera tenía quince columnas. Y había tres hileras de ventanas, una ventana contra la otra en tres hileras. Todas las puertas y los postes eran cuadrados; y unas ventanas estaban frente a las otras en tres hileras.

También hizo un pórtico de columnas, que tenía cincuenta codos de largo y treinta codos de ancho; y este pórtico estaba delante de las primeras, con sus columnas y maderos correspondientes.

Hizo asimismo el pórtico del trono en que había de juzgar, el pórtico del juicio, y lo cubrió de cedro del suelo al techo.

Y la casa en que él moraba, en otro atrio dentro del pórtico, era de obra semejante a esta. Edificó también Salomón para la hija de Faraón, que había tomado por mujer,(A) una casa de hechura semejante a la del pórtico.

Todas aquellas obras fueron de piedras costosas, cortadas y ajustadas con sierras según las medidas, así por dentro como por fuera, desde el cimiento hasta los remates, y asimismo por fuera hasta el gran atrio. 10 El cimiento era de piedras costosas, piedras grandes, piedras de diez codos y piedras de ocho codos. 11 De allí hacia arriba eran también piedras costosas, labradas conforme a sus medidas, y madera de cedro. 12 Y en el gran atrio alrededor había tres hileras de piedras labradas, y una hilera de vigas de cedro; y así también el atrio interior de la casa de Jehová, y el atrio de la casa.

Salomón emplea a Hiram, de Tiro

(2 Cr. 2.13-14; 3.15-17)

13 Y envió el rey Salomón, e hizo venir de Tiro a Hiram, 14 hijo de una viuda de la tribu de Neftalí. Su padre, que trabajaba en bronce, era de Tiro; e Hiram era lleno de sabiduría, inteligencia y ciencia en toda obra de bronce. Este, pues, vino al rey Salomón, e hizo toda su obra.

15 Y vació dos columnas de bronce; la altura de cada una era de dieciocho codos, y rodeaba a una y otra un hilo de doce codos. 16 Hizo también dos capiteles de fundición de bronce, para que fuesen puestos sobre las cabezas de las columnas; la altura de un capitel era de cinco codos, y la del otro capitel también de cinco codos. 17 Había trenzas a manera de red, y unos cordones a manera de cadenas, para los capiteles que se habían de poner sobre las cabezas de las columnas; siete para cada capitel. 18 Hizo también dos hileras de granadas alrededor de la red, para cubrir los capiteles que estaban en las cabezas de las columnas con las granadas; y de la misma forma hizo en el otro capitel. 19 Los capiteles que estaban sobre las columnas en el pórtico, tenían forma de lirios, y eran de cuatro codos. 20 Tenían también los capiteles de las dos columnas, doscientas granadas en dos hileras alrededor en cada capitel, encima de su globo, el cual estaba rodeado por la red. 21 Estas columnas erigió en el pórtico del templo; y cuando hubo alzado la columna del lado derecho, le puso por nombre Jaquín, y alzando la columna del lado izquierdo, llamó su nombre Boaz. 22 Y puso en las cabezas de las columnas tallado en forma de lirios, y así se acabó la obra de las columnas.

Mobiliario del templo

(2 Cr. 4.1—5.1)

23 Hizo fundir asimismo un mar de diez codos de un lado al otro, perfectamente redondo; su altura era de cinco codos, y lo ceñía alrededor un cordón de treinta codos. 24 Y rodeaban aquel mar por debajo de su borde alrededor unas bolas como calabazas, diez en cada codo, que ceñían el mar alrededor en dos filas, las cuales habían sido fundidas cuando el mar fue fundido. 25 Y descansaba sobre doce bueyes; tres miraban al norte, tres miraban al occidente, tres miraban al sur, y tres miraban al oriente; sobre estos se apoyaba el mar, y las ancas de ellos estaban hacia la parte de adentro. 26 El grueso del mar era de un palmo menor, y el borde era labrado como el borde de un cáliz o de flor de lis; y cabían en él dos mil batos.

27 Hizo también diez basas de bronce, siendo la longitud de cada basa de cuatro codos, y la anchura de cuatro codos, y de tres codos la altura. 28 La obra de las basas era esta: tenían unos tableros, los cuales estaban entre molduras; 29 y sobre aquellos tableros que estaban entre las molduras, había figuras de leones, de bueyes y de querubines; y sobre las molduras de la basa, así encima como debajo de los leones y de los bueyes, había unas añadiduras de bajo relieve. 30 Cada basa tenía cuatro ruedas de bronce, con ejes de bronce, y en sus cuatro esquinas había repisas de fundición que sobresalían de los festones, para venir a quedar debajo de la fuente. 31 Y la boca de la fuente entraba un codo en el remate que salía para arriba de la basa; y la boca era redonda, de la misma hechura del remate, y este de codo y medio. Había también sobre la boca entalladuras con sus tableros, los cuales eran cuadrados, no redondos. 32 Las cuatro ruedas estaban debajo de los tableros, y los ejes de las ruedas nacían en la misma basa. La altura de cada rueda era de un codo y medio. 33 Y la forma de las ruedas era como la de las ruedas de un carro; sus ejes, sus rayos, sus cubos y sus cinchos, todo era de fundición. 34 Asimismo las cuatro repisas de las cuatro esquinas de cada basa; y las repisas eran parte de la misma basa. 35 Y en lo alto de la basa había una pieza redonda de medio codo de altura, y encima de la basa sus molduras y tableros, los cuales salían de ella misma. 36 E hizo en las tablas de las molduras, y en los tableros, entalladuras de querubines, de leones y de palmeras, con proporción en el espacio de cada una, y alrededor otros adornos. 37 De esta forma hizo diez basas, fundidas de una misma manera, de una misma medida y de una misma entalladura.

38 Hizo también diez fuentes de bronce;(B) cada fuente contenía cuarenta batos, y cada una era de cuatro codos; y colocó una fuente sobre cada una de las diez basas. 39 Y puso cinco basas a la mano derecha de la casa, y las otras cinco a la mano izquierda; y colocó el mar al lado derecho de la casa, al oriente, hacia el sur.

40 Asimismo hizo Hiram fuentes, y tenazas, y cuencos. Así terminó toda la obra que hizo a Salomón para la casa de Jehová: 41 dos columnas, y los capiteles redondos que estaban en lo alto de las dos columnas; y dos redes que cubrían los dos capiteles redondos que estaban sobre la cabeza de las columnas; 42 cuatrocientas granadas para las dos redes, dos hileras de granadas en cada red, para cubrir los dos capiteles redondos que estaban sobre las cabezas de las columnas; 43 las diez basas, y las diez fuentes sobre las basas; 44 un mar, con doce bueyes debajo del mar; 45 y calderos, paletas, cuencos, y todos los utensilios que Hiram hizo al rey Salomón, para la casa de Jehová, de bronce bruñido. 46 Todo lo hizo fundir el rey en la llanura del Jordán, en tierra arcillosa, entre Sucot y Saretán. 47 Y no inquirió Salomón el peso del bronce de todos los utensilios, por la gran cantidad de ellos.

48 Entonces hizo Salomón todos los enseres que pertenecían a la casa de Jehová: un altar de oro,(C) y una mesa también de oro,(D) sobre la cual estaban los panes de la proposición; 49 cinco candeleros(E) de oro purísimo a la mano derecha, y otros cinco a la izquierda, frente al lugar santísimo; con las flores, las lámparas y tenazas de oro. 50 Asimismo los cántaros, despabiladeras, tazas, cucharillas e incensarios, de oro purísimo; también de oro los quiciales de las puertas de la casa de adentro, del lugar santísimo, y los de las puertas del templo.

51 Así se terminó toda la obra que dispuso hacer el rey Salomón para la casa de Jehová. Y metió Salomón lo que David su padre había dedicado,(F) plata, oro y utensilios; y depositó todo en las tesorerías de la casa de Jehová.

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Mobiliario del templo(A)

Él mandó a hacer un altar de bronce que medía veinte codos de largo por veinte de ancho y diez de alto.[a] Hizo también una fuente[b] circular de metal fundido que medía diez codos de diámetro y cinco codos[c] de alto. Su circunferencia, medida a cordel, era de treinta codos.[d] Debajo del borde hizo dos hileras de figuras de bueyes, diez por cada codo,[e] las cuales estaban fundidas en una sola pieza con la fuente.

La fuente descansaba sobre doce bueyes que tenían sus cuartos traseros hacia adentro. Tres bueyes miraban al norte, tres al oeste, tres al sur y tres al este. El grosor de la fuente era de un palmo[f] y su borde, en forma de copa, se asemejaba a un capullo de azucena. Tenía una capacidad de tres mil batos.[g]

También mandó a hacer diez recipientes para lavado; puso cinco en el lado sur y cinco en el lado norte. En ellos se lavaba todo el material de los holocaustos, mientras que en la fuente se lavaban los sacerdotes.

Hizo además diez candelabros de oro, según el modelo ordenado, y los colocó en el templo, cinco en el lado sur y cinco en el lado norte.

Hizo, además, diez mesas y las colocó en el templo, cinco en el lado sur y cinco en el lado norte. También hizo cien tazones de oro.

Edificó el atrio de los sacerdotes y el atrio mayor con sus puertas, las cuales recubrió de bronce. 10 La fuente de metal la colocó en la esquina del lado derecho, que da al sureste.

11 También hizo las ollas, las tenazas y los tazones.

Así Hiram terminó todo el trabajo que había emprendido para el rey Salomón en el templo de Dios, es decir:

12 las dos columnas;

los dos capiteles en forma de tazón que coronaban las columnas;

las dos redes que decoraban los capiteles;

13 para cubrir las fuentes que estaban en lo alto de las columnas, las cuatrocientas granadas, dispuestas en dos hileras para cada red;

14 las bases con sus recipientes;

15 la fuente de metal y los doce bueyes que la sostenían;

16 las ollas, las tenazas y los tazones.

Todos los utensilios que Hiram Abí hizo para el templo del Señor por orden del rey Salomón eran de bronce pulido. 17 El rey los hizo fundir en moldes de arcilla en la llanura del Jordán, entre Sucot y Saretán.[h] 18 Eran tantos los utensilios que hizo Salomón que no fue posible determinar el peso del bronce.

19 Salomón también mandó hacer los otros utensilios que estaban en el templo de Dios, es decir:

el altar de oro;

las mesas sobre las cuales se ponía el pan de la Presencia;

20 los candelabros de oro puro con sus respectivas lámparas, para encenderlas en frente del santuario interior, tal como está ordenado;

21 la obra floral, las lámparas y los cortapabilos, que también eran de oro puro;

22 los cortapabilos, los tazones, la vajilla y los incensarios; y la entrada del templo, es decir, las puertas interiores del Lugar Santísimo y las puertas de la nave central del templo, las cuales eran de oro puro.

Footnotes

  1. 4:1 Es decir, aprox. 9 m de largo y ancho por 4.5 m de alto.
  2. 4:2 una fuente. Lit. el mar; así en el resto de este pasaje.
  3. 4:2 Es decir, aprox. 2.3 m.
  4. 4:2 Es decir, aprox. 14 m.
  5. 4:3 Es decir, aprox. 45 cm.
  6. 4:5 Es decir, aprox. 7.5 cm.
  7. 4:5 Es decir, aprox. 66 000 l.
  8. 4:17 Saretán (véanse 1R 7:46 y Vetus Latina); Seredata (TM).

Mobiliario del templo

(1 R. 7.23-51)

Hizo además un altar de bronce(A) de veinte codos de longitud, veinte codos de anchura, y diez codos de altura. También hizo un mar de fundición, el cual tenía diez codos de un borde al otro, enteramente redondo; su altura era de cinco codos, y un cordón de treinta codos de largo lo ceñía alrededor. Y debajo del mar había figuras de calabazas que lo circundaban, diez en cada codo alrededor; eran dos hileras de calabazas fundidas juntamente con el mar. Estaba asentado sobre doce bueyes, tres de los cuales miraban al norte, tres al occidente, tres al sur, y tres al oriente; y el mar descansaba sobre ellos, y las ancas de ellos estaban hacia adentro. Y tenía de grueso un palmo menor, y el borde tenía la forma del borde de un cáliz, o de una flor de lis. Y le cabían tres mil batos. Hizo también diez fuentes,(B) y puso cinco a la derecha y cinco a la izquierda, para lavar y limpiar en ellas lo que se ofrecía en holocausto; pero el mar era para que los sacerdotes se lavaran en él.

Hizo asimismo diez candeleros de oro(C) según su forma, los cuales puso en el templo, cinco a la derecha y cinco a la izquierda. Además hizo diez mesas(D) y las puso en el templo, cinco a la derecha y cinco a la izquierda; igualmente hizo cien tazones de oro. También hizo el atrio de los sacerdotes, y el gran atrio, y las portadas del atrio, y cubrió de bronce las puertas de ellas. 10 Y colocó el mar al lado derecho, hacia el sureste de la casa.

11 Hiram también hizo calderos, y palas, y tazones; y acabó Hiram la obra que hacía al rey Salomón para la casa de Dios. 12 Dos columnas, y los cordones, los capiteles sobre las cabezas de las dos columnas, y dos redes para cubrir las dos esferas de los capiteles que estaban encima de las columnas; 13 cuatrocientas granadas en las dos redes, dos hileras de granadas en cada red, para que cubriesen las dos esferas de los capiteles que estaban encima de las columnas. 14 Hizo también las basas, sobre las cuales colocó las fuentes; 15 un mar, y los doce bueyes debajo de él; 16 y calderos, palas y garfios; de bronce muy fino hizo todos sus enseres Hiram-abi al rey Salomón para la casa de Jehová. 17 Los fundió el rey en los llanos del Jordán, en tierra arcillosa, entre Sucot y Seredata. 18 Y Salomón hizo todos estos enseres en número tan grande, que no pudo saberse el peso del bronce.

19 Así hizo Salomón todos los utensilios para la casa de Dios, y el altar de oro, y las mesas sobre las cuales se ponían los panes de la proposición; 20 asimismo los candeleros y sus lámparas, de oro puro, para que las encendiesen delante del lugar santísimo conforme a la ordenanza. 21 Las flores, lamparillas y tenazas se hicieron de oro, de oro finísimo; 22 también las despabiladeras, los lebrillos, las cucharas y los incensarios eran de oro puro. Y de oro también la entrada de la casa, sus puertas interiores para el lugar santísimo, y las puertas de la casa del templo.

El culto en el santuario terrenal

El primer pacto tenía sus normas para el culto y un santuario terrenal. Se habilitó ese santuario de tal modo que en su primera parte, llamada el Lugar Santo, estaban el candelabro, la mesa y los panes consagrados. Tras la segunda cortina estaba la parte llamada el Lugar Santísimo, el cual tenía el altar de oro para el incienso y el arca del pacto, toda recubierta de oro. Dentro del arca había una vasija de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que había retoñado y las tablas del pacto. Encima del arca estaban los querubines de la gloria, que cubrían con su sombra la tapa del arca. Pero ahora no se puede hablar de eso en detalle.

Así dispuestas todas estas cosas, los sacerdotes entran continuamente en la primera parte del santuario para celebrar el culto. Pero en la segunda parte entra únicamente el sumo sacerdote, y solo una vez al año, provisto siempre de sangre que ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia cometidos por el pueblo. Con esto el Espíritu Santo da a entender que, mientras siga en pie el primer santuario, aún no se habrá revelado el camino que conduce al Lugar Santísimo. Esto nos ilustra hoy día que las ofrendas y los sacrificios que allí se ofrecen no tienen poder alguno para perfeccionar la conciencia de los que celebran ese culto. 10 No se trata más que de regulaciones externas relacionadas con alimentos, bebidas y diversas ceremonias de purificación, que son válidas solo hasta el tiempo señalado para reformarlo todo.

La sangre de Cristo

11 Pero Cristo, al presentarse como sumo sacerdote de los bienes definitivos[a] en el santuario más excelente y perfecto, no hecho por manos humanas (es decir, que no es de esta creación), 12 entró una sola vez y para siempre en el Lugar Santísimo. No lo hizo con sangre de machos cabríos y becerros, sino con su propia sangre, logrando así un rescate eterno. 13 La sangre de machos cabríos y de toros, y las cenizas de una novilla rociadas sobre personas impuras, las santifican de modo que quedan limpias por fuera. 14 Si esto es así, ¡cuánto más la sangre de Cristo, quien por medio del Espíritu eterno se ofreció sin mancha a Dios, purificará nuestra conciencia de las obras que conducen a la muerte, a fin de que sirvamos al Dios viviente!

15 Por eso Cristo es mediador de un nuevo pacto, para que los llamados reciban la herencia eterna prometida, ahora que él ha muerto para liberarlos de las transgresiones cometidas bajo el primer pacto.

16 En el caso de un testamento,[b] es necesario constatar la muerte del testador, 17 pues un testamento solo adquiere validez cuando el que lo hizo muere y no entra en vigor mientras vive. 18 De ahí que ni siquiera el primer pacto se haya establecido sin sangre. 19 Después de promulgar todos los mandamientos de la Ley a todo el pueblo, Moisés tomó la sangre de los becerros junto con agua, lana escarlata y ramas de hisopo, y roció el libro de la Ley y a todo el pueblo, 20 diciendo: «Esta es la sangre del pacto que Dios ha mandado que ustedes cumplan».[c] 21 De la misma manera, roció con la sangre el santuario y todos los objetos que se usaban en el culto. 22 De hecho, la Ley exige que casi todo sea purificado con sangre, pues sin derramamiento de sangre no hay perdón.

23 Así que era necesario que los modelos de las realidades celestiales fueran purificados con esos sacrificios, pero que las realidades mismas lo fueran con sacrificios superiores a aquellos.

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Footnotes

  1. 9:11 definitivos. Var. venideros.
  2. 9:15-16 En griego la misma palabra se emplea para pacto y para testamento; también en v. 17.
  3. 9:20 Éx 24:8.

Ahora bien, aun el primer pacto tenía ordenanzas de culto y un santuario terrenal. Porque el tabernáculo(A) estaba dispuesto así: en la primera parte, llamada el Lugar Santo, estaban el candelabro,(B) la mesa y los panes de la proposición.(C) Tras el segundo velo estaba la parte del tabernáculo llamada el Lugar Santísimo,(D) el cual tenía un incensario de oro(E) y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes,(F) en la que estaba una urna de oro que contenía el maná,(G) la vara de Aarón que reverdeció,(H) y las tablas del pacto;(I) y sobre ella los querubines de gloria que cubrían el propiciatorio;(J) de las cuales cosas no se puede ahora hablar en detalle.

Y así dispuestas estas cosas, en la primera parte del tabernáculo entran los sacerdotes continuamente para cumplir los oficios del culto;(K) pero en la segunda parte, sólo el sumo sacerdote una vez al año, no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo;(L) dando el Espíritu Santo a entender con esto que aún no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo, entre tanto que la primera parte del tabernáculo estuviese en pie. Lo cual es símbolo para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y sacrificios que no pueden hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que practica ese culto, 10 ya que consiste solo de comidas y bebidas, de diversas abluciones, y ordenanzas acerca de la carne, impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas.

11 Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación, 12 y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención. 13 Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos,(M) y las cenizas de la becerra(N) rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne, 14 ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?

15 Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto,[a] para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna. 16 Porque donde hay testamento,[b] es necesario que intervenga muerte del testador. 17 Porque el testamento con la muerte se confirma; pues no es válido entre tanto que el testador vive. 18 De donde ni aun el primer pacto fue instituido sin sangre. 19 Porque habiendo anunciado Moisés todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el mismo libro y también a todo el pueblo, 20 diciendo: Esta es la sangre del pacto que Dios os ha mandado.(O) 21 Y además de esto, roció también con la sangre el tabernáculo y todos los vasos del ministerio.(P) 22 Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.(Q)

El sacrificio de Cristo quita el pecado

23 Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas así; pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos.

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Footnotes

  1. Hebreos 9:15 La misma palabra griega significa tanto pacto   como testamento.
  2. Hebreos 9:16 La misma palabra griega significa tanto pacto   como testamento.

22 No vi ningún templo en la ciudad, porque el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero son su templo. 23 La ciudad no necesita ni sol ni luna que la alumbren, porque la gloria de Dios la ilumina y el Cordero es su lumbrera. 24 Las naciones caminarán a la luz de la ciudad, y los reyes de la tierra le entregarán sus espléndidas riquezas.[a] 25 Sus puertas estarán abiertas todo el día, pues allí no habrá noche. 26 Y llevarán a ella todas las riquezas[b] y el honor de las naciones. 27 Nunca entrará en ella nada impuro, ni los idólatras ni los farsantes, sino solo aquellos que tienen su nombre escrito en el libro de la vida, el libro del Cordero.

El río de vida

22 Luego el ángel me mostró un río de agua de vida, claro como el cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero y corría por el centro de la calle[c] principal de la ciudad. A cada lado del río estaba el árbol de la vida, que produce doce cosechas al año, una por mes; y las hojas del árbol son para la salud de las naciones. Ya no habrá maldición. El trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad. Sus siervos lo adorarán; lo verán cara a cara y llevarán su nombre en la frente. Ya no habrá noche; no necesitarán luz de lámpara ni de sol, porque el Señor Dios los alumbrará. Y reinarán por los siglos de los siglos.

Footnotes

  1. 21:24 entregarán … riquezas. Lit. llevarán su gloria.
  2. 21:26 todas las riquezas. Lit. la gloria.
  3. 22:2 calle. Alt. plaza.

22 Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero. 23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina,(A) y el Cordero es su lumbrera. 24 Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella. 25 Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche. 26 Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella.(B) 27 No entrará en ella ninguna cosa inmunda,(C) o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.

22 Después me mostró un río limpio de agua de vida,(D) resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida,(E) que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. Y no habrá más maldición;(F) y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará;(G) y reinarán por los siglos de los siglos.(H)

Traslado del arca al templo(A)

Entonces el rey Salomón mandó que los jefes de Israel, todos los jefes de las tribus y los patriarcas de las familias israelitas se congregaran ante él en Jerusalén para trasladar el arca del pacto del Señor desde Sión, la Ciudad de David. Así que, en el mes de etanim, durante la fiesta del mes séptimo, todos los israelitas se congregaron ante el rey Salomón.

Cuando llegaron todos los jefes de Israel, los sacerdotes alzaron el arca. Entonces los sacerdotes y los levitas trasladaron el arca del Señor junto con la Tienda de reunión y con todos los utensilios sagrados que había en ella. El rey Salomón y toda la asamblea de Israel reunida con él delante del arca sacrificaron ovejas y bueyes en tal cantidad que fue imposible llevar la cuenta.

Luego los sacerdotes llevaron el arca del pacto del Señor a su lugar en el santuario interior del templo, que es el Lugar Santísimo, y la pusieron bajo las alas de los querubines. Con sus alas extendidas sobre ese lugar, los querubines cubrían el arca y sus varas. Las varas eran tan largas que sus extremos se podían ver desde el Lugar Santo, delante del Lugar Santísimo, aunque no desde afuera; y ahí han permanecido hasta hoy. En el arca solo estaban las dos tablas de piedra que Moisés había colocado en ella en Horeb, donde el Señor hizo un pacto con los israelitas cuando salieron de Egipto.

10 Cuando los sacerdotes se retiraron del Lugar Santo, la nube llenó el Templo del Señor. 11 Por causa de la nube, los sacerdotes no pudieron celebrar el culto, pues la gloria del Señor había llenado el Templo.

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Salomón traslada el arca al templo

(2 Cr. 5.2-14)

Entonces Salomón reunió ante sí en Jerusalén a los ancianos de Israel, a todos los jefes de las tribus, y a los principales de las familias de los hijos de Israel, para traer el arca del pacto de Jehová de la ciudad de David,(A) la cual es Sion. Y se reunieron con el rey Salomón todos los varones de Israel en el mes de Etanim, que es el mes séptimo, en el día de la fiesta solemne. Y vinieron todos los ancianos de Israel, y los sacerdotes tomaron el arca. Y llevaron el arca de Jehová, y el tabernáculo de reunión, y todos los utensilios sagrados que estaban en el tabernáculo, los cuales llevaban los sacerdotes y levitas. Y el rey Salomón, y toda la congregación de Israel que se había reunido con él, estaban con él delante del arca, sacrificando ovejas y bueyes, que por la multitud no se podían contar ni numerar. Y los sacerdotes metieron el arca del pacto de Jehová en su lugar, en el santuario de la casa, en el lugar santísimo, debajo de las alas de los querubines. Porque los querubines tenían extendidas las alas sobre el lugar del arca, y así cubrían los querubines el arca y sus varas por encima. Y sacaron las varas, de manera que sus extremos se dejaban ver desde el lugar santo, que está delante del lugar santísimo, pero no se dejaban ver desde más afuera; y así quedaron hasta hoy. En el arca ninguna cosa había sino las dos tablas de piedra que allí había puesto Moisés en Horeb,(B) donde Jehová hizo pacto con los hijos de Israel, cuando salieron de la tierra de Egipto. 10 Y cuando los sacerdotes salieron del santuario, la nube llenó la casa de Jehová. 11 Y los sacerdotes no pudieron permanecer para ministrar por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová.(C)

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22 Yo me reuniré allí contigo en medio de los dos querubines que están sobre el arca donde están las tablas del pacto. Desde la parte superior de la tapa del arca te daré todas las instrucciones que habrás de comunicarles a los israelitas.

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22 Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel.

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21 Pero por causa de la captura del arca de Dios y por la muerte de su suegro y de su esposo, puso al niño el nombre de Icabod[a] para indicar que la gloria de Israel había sido desterrada. 22 Exclamó: «¡Se han llevado la gloria de Israel! ¡El arca de Dios ha sido capturada!».

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Footnotes

  1. 4:21 En hebreo, Icabod significa sin gloria.

21 Y llamó al niño Icabod,[a] diciendo: ¡Traspasada es la gloria de Israel! por haber sido tomada el arca de Dios, y por la muerte de su suegro y de su marido. 22 Dijo, pues: Traspasada es la gloria de Israel; porque ha sido tomada el arca de Dios.

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Footnotes

  1. 1 Samuel 4:21 Esto es, Sin gloria.

Los filisteos devuelven el arca a Israel

El arca del Señor estuvo en territorio filisteo siete meses. Entonces los filisteos convocaron a los sacerdotes y a los adivinos para preguntarles:

—¿Qué vamos a hacer con el arca del Señor? Dígannos de qué modo hay que devolverla a su lugar.

—Si piensan devolverla —contestaron—, no la manden sin nada; tienen que presentarle a Dios un sacrificio por la culpa. Entonces recobrarán la salud y sabrán por qué Dios no ha dejado de castigarlos.

—¿Y qué debemos ofrecer como sacrificio por la culpa? —preguntaron los filisteos.

—Cinco figuras de oro en forma de tumor —respondieron aquellos— y otras cinco en forma de rata, conforme al número de jefes filisteos, pues la misma plaga los ha azotado a ustedes y a sus jefes. Así que hagan imágenes de los tumores y de las ratas que han devastado el país, y den honra al Dios de Israel. Tal vez suavice su castigo contra ustedes, sus dioses y su tierra. ¿Por qué se van a obstinar como lo hicieron los egipcios y el faraón? ¿No es cierto que Dios tuvo que hacerles daño para que dejaran ir a los israelitas?

»Ahora manden a construir una carreta nueva. Escojan también dos vacas con cría y que nunca hayan llevado yugo. Aten las vacas a la carreta, pero encierren los becerros en el establo. Tomen luego el arca del Señor y pónganla en la carreta. Coloquen una caja junto al arca, con los objetos de oro que van a entregarle a Dios como sacrificio por la culpa. Luego dejen que la carreta se vaya sola y obsérvenla. Si se va en dirección de Bet Semes, su propio territorio, eso quiere decir que el Señor es quien nos ha causado esta calamidad tan terrible. Pero si la carreta se desvía para otro lugar, sabremos que no fue él quien nos hizo daño, sino que todo ha sido por casualidad».

10 Así lo hicieron. Tomaron dos vacas con cría y las ataron a la carreta, pero encerraron los becerros en el establo. 11 Además, en la carreta pusieron el arca del Señor y la caja que contenía las figuras de ratas y de tumores de oro. 12 ¡Y las vacas se fueron mugiendo por todo el camino, directamente a Bet Semes! Siguieron esa ruta sin desviarse para ningún lado. Los jefes de los filisteos se fueron detrás de la carreta, hasta llegar al territorio de Bet Semes.

13 Los habitantes de Bet Semes, que estaban en el valle cosechando el trigo, alzaron la vista y, al ver el arca, se llenaron de alegría. 14 La carreta llegó hasta el campo de Josué de Bet Semes, donde había una gran piedra, y allí se detuvo. Entonces la gente del pueblo usó la madera de la carreta como leña y ofreció las vacas en holocausto al Señor. 15 Los levitas que habían descargado la carreta pusieron el arca del Señor sobre la gran piedra, junto con la caja que contenía las figuras de oro. Aquel día los habitantes de Bet Semes ofrecieron holocaustos y sacrificios al Señor. 16 Los cinco jefes filisteos vieron todo esto y regresaron a Ecrón ese mismo día.

17 Las figuras de oro en forma de tumor, que los filisteos entregaron al Señor como sacrificio por la culpa, correspondían a cada una de estas ciudades: Asdod, Gaza, Ascalón, Gat y Ecrón. 18 Así mismo, el número de las ratas de oro correspondía al de las ciudades filisteas que pertenecían a los cinco jefes, tanto las ciudades fortificadas como las aldeas sin murallas. Y la gran piedra donde depositaron el arca del Señor permanece hasta el día de hoy, como testimonio, en el campo de Josué de Bet Semes.

19 Algunos hombres de ese lugar se atrevieron a mirar dentro del arca del Señor, y Dios los mató. Fueron setenta[a] los que perecieron. El pueblo hizo duelo por el terrible castigo que el Señor había enviado, 20 y los habitantes de Bet Semes dijeron: «El Señor es un Dios santo. ¿Quién podrá presentarse ante él? ¿Y a dónde podremos enviar el arca para que no se quede entre nosotros?».

21 Así que mandaron este mensaje a los habitantes de Quiriat Yearín: «Los filisteos han devuelto el arca del Señor; vengan y llévensela».

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Footnotes

  1. 6:19 setenta (mss. hebreos); cincuenta mil setenta (TM).

Los filisteos devuelven el arca

Estuvo el arca de Jehová en la tierra de los filisteos siete meses. Entonces los filisteos, llamando a los sacerdotes y adivinos, preguntaron: ¿Qué haremos del arca de Jehová? Hacednos saber de qué manera la hemos de volver a enviar a su lugar. Ellos dijeron: Si enviáis el arca del Dios de Israel, no la enviéis vacía, sino pagadle la expiación; entonces seréis sanos, y conoceréis por qué no se apartó de vosotros su mano. Y ellos dijeron: ¿Y qué será la expiación que le pagaremos? Ellos respondieron: Conforme al número de los príncipes de los filisteos, cinco tumores de oro, y cinco ratones de oro, porque una misma plaga ha afligido a todos vosotros y a vuestros príncipes. Haréis, pues, figuras de vuestros tumores, y de vuestros ratones que destruyen la tierra, y daréis gloria al Dios de Israel; quizá aliviará su mano de sobre vosotros y de sobre vuestros dioses, y de sobre vuestra tierra. ¿Por qué endurecéis vuestro corazón, como los egipcios y Faraón endurecieron su corazón? Después que los había tratado así, ¿no los dejaron ir, y se fueron? Haced, pues, ahora un carro nuevo, y tomad luego dos vacas que críen, a las cuales no haya sido puesto yugo, y uncid las vacas al carro, y haced volver sus becerros de detrás de ellas a casa. Tomaréis luego el arca de Jehová, y la pondréis sobre el carro, y las joyas de oro que le habéis de pagar en ofrenda por la culpa, las pondréis en una caja al lado de ella; y la dejaréis que se vaya. Y observaréis; si sube por el camino de su tierra a Bet-semes, él nos ha hecho este mal tan grande; y si no, sabremos que no es su mano la que nos ha herido, sino que esto ocurrió por accidente.

10 Y aquellos hombres lo hicieron así; tomando dos vacas que criaban, las uncieron al carro, y encerraron en casa sus becerros. 11 Luego pusieron el arca de Jehová sobre el carro, y la caja con los ratones de oro y las figuras de sus tumores. 12 Y las vacas se encaminaron por el camino de Bet-semes, y seguían camino recto, andando y bramando, sin apartarse ni a derecha ni a izquierda; y los príncipes de los filisteos fueron tras ellas hasta el límite de Bet-semes. 13 Y los de Bet-semes segaban el trigo en el valle; y alzando los ojos vieron el arca, y se regocijaron cuando la vieron. 14 Y el carro vino al campo de Josué de Bet-semes, y paró allí donde había una gran piedra; y ellos cortaron la madera del carro, y ofrecieron las vacas en holocausto a Jehová. 15 Y los levitas bajaron el arca de Jehová, y la caja que estaba junto a ella, en la cual estaban las joyas de oro, y las pusieron sobre aquella gran piedra; y los hombres de Bet-semes sacrificaron holocaustos y dedicaron sacrificios a Jehová en aquel día. 16 Cuando vieron esto los cinco príncipes de los filisteos, volvieron a Ecrón el mismo día.

17 Estos fueron los tumores de oro que pagaron los filisteos en expiación a Jehová: por Asdod uno, por Gaza uno, por Ascalón uno, por Gat uno, por Ecrón uno. 18 Y los ratones de oro fueron conforme al número de todas las ciudades de los filisteos pertenecientes a los cinco príncipes, así las ciudades fortificadas como las aldeas sin muro. La gran piedra sobre la cual pusieron el arca de Jehová está en el campo de Josué de Bet-semes hasta hoy.

19 Entonces Dios hizo morir a los hombres de Bet-semes, porque habían mirado dentro del arca de Jehová; hizo morir del pueblo a cincuenta mil setenta hombres. Y lloró el pueblo, porque Jehová lo había herido con tan gran mortandad. 20 Y dijeron los de Bet-semes: ¿Quién podrá estar delante de Jehová el Dios santo? ¿A quién subirá desde nosotros? 21 Y enviaron mensajeros a los habitantes de Quiriat-jearim, diciendo: Los filisteos han devuelto el arca de Jehová; descended, pues, y llevadla a vosotros.

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29 Mi Padre, que me las ha dado, es más grande que todos;[a] y de la mano del Padre nadie las puede arrebatar.

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Footnotes

  1. 10:29 Mi Padre … todos. Var. Lo que mi Padre me ha dado es más grande que todo.

29 Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.

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16 ¿En qué concuerdan el templo de Dios y los ídolos? Porque nosotros somos templo del Dios viviente. Como él ha dicho:

«Viviré con ellos
    y caminaré entre ellos.
Yo seré su Dios
    y ellos serán mi pueblo».[a]

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16 ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente,(A) como Dios dijo:

Habitaré y andaré entre ellos,

Y seré su Dios,

Y ellos serán mi pueblo.(B)

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11 Por causa de la nube, los sacerdotes no pudieron celebrar el culto, pues la gloria del Señor había llenado el Templo.

12 Entonces Salomón declaró: «Señor, tú has dicho que habitarías en la densa oscuridad de una nube, 13 pero yo te he construido un excelso templo, un lugar donde habites para siempre».

14 Luego se puso de frente para bendecir a toda la asamblea de Israel que estaba allí de pie 15 y dijo:

«Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que con su mano ha cumplido ahora lo que con su boca había prometido a mi padre David cuando le dijo: 16 “Desde el día en que saqué de Egipto a mi pueblo Israel, no elegí ninguna ciudad de las tribus de Israel para que en ella se me construyera un templo en honor de mi Nombre, sino que elegí a David para que gobernara a mi pueblo Israel”.

17 »Pues bien, mi padre David tuvo mucho interés en construir un templo en honor al nombre del Señor, Dios de Israel, 18 pero el Señor le dijo: “Me agrada que te hayas interesado en construir un templo en honor de mi Nombre. 19 Sin embargo, no serás tú quien me lo construya, sino un hijo de tus entrañas; él será quien construya el templo en honor de mi Nombre”.

20 »Ahora el Señor ha cumplido su promesa: Tal como lo prometió, he sucedido a mi padre David en el trono de Israel y he construido el Templo en honor al nombre del Señor, Dios de Israel. 21 Allí he fijado un lugar para el arca, en la cual está el pacto que el Señor hizo con nuestros antepasados cuando los sacó de Egipto».

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11 Y los sacerdotes no pudieron permanecer para ministrar por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová.(A)

Dedicación del templo

(2 Cr. 6.1—7.10)

12 Entonces dijo Salomón: Jehová ha dicho que él habitaría en la oscuridad. 13 Yo he edificado casa por morada para ti, sitio en que tú habites para siempre. 14 Y volviendo el rey su rostro, bendijo a toda la congregación de Israel; y toda la congregación de Israel estaba de pie. 15 Y dijo: Bendito sea Jehová, Dios de Israel, que habló a David mi padre lo que con su mano ha cumplido, diciendo: 16 Desde el día que saqué de Egipto a mi pueblo Israel, no he escogido ciudad de todas las tribus de Israel para edificar casa en la cual estuviese mi nombre, aunque escogí a David para que presidiese en mi pueblo Israel.(B) 17 Y David mi padre tuvo en su corazón edificar casa al nombre de Jehová Dios de Israel. 18 Pero Jehová dijo a David mi padre: Cuanto a haber tenido en tu corazón edificar casa a mi nombre, bien has hecho en tener tal deseo.(C) 19 Pero tú no edificarás la casa, sino tu hijo que saldrá de tus lomos, él edificará casa a mi nombre.(D) 20 Y Jehová ha cumplido su palabra que había dicho; porque yo me he levantado en lugar de David mi padre, y me he sentado en el trono de Israel, como Jehová había dicho, y he edificado la casa al nombre de Jehová Dios de Israel. 21 Y he puesto en ella lugar para el arca, en la cual está el pacto de Jehová que él hizo con nuestros padres cuando los sacó de la tierra de Egipto.

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15 En cuanto Moisés subió, una nube cubrió el monte 16 y la gloria del Señor se posó sobre el Sinaí. Seis días la nube cubrió el monte. Al séptimo día, el Señor llamó a Moisés desde el interior de la nube. 17 A los ojos de los israelitas, la gloria del Señor en la cumbre del monte parecía un fuego consumidor. 18 Moisés se internó en la nube, subió al monte y allí permaneció cuarenta días y cuarenta noches.

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15 Entonces Moisés subió al monte, y una nube cubrió el monte. 16 Y la gloria de Jehová reposó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días; y al séptimo día llamó a Moisés de en medio de la nube. 17 Y la apariencia de la gloria de Jehová era como un fuego abrasador en la cumbre del monte, a los ojos de los hijos de Israel. 18 Y entró Moisés en medio de la nube, y subió al monte; y estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches.(A)

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La Tienda de reunión

Moisés tomó una tienda de campaña y la armó a cierta distancia fuera del campamento. La llamó la «Tienda de reunión». Cuando alguien quería consultar al Señor, tenía que salir del campamento e ir a la Tienda. Siempre que Moisés se dirigía a ella, todo el pueblo se quedaba de pie a la entrada de su tienda y seguía a Moisés con la mirada, hasta que este entraba en la Tienda de reunión. En cuanto Moisés entraba en ella, la columna de nube descendía y se detenía en la entrada, mientras el Señor hablaba con Moisés. 10 Cuando los israelitas veían que la columna de nube se detenía a la entrada de la Tienda de reunión, todos ellos se postraban a la entrada de su tienda de campaña y adoraban. 11 Y hablaba el Señor con Moisés cara a cara, como quien habla con un amigo. Después de eso, Moisés regresaba al campamento; pero Josué, hijo de Nun, su joven asistente, nunca se apartaba de la Tienda de reunión.

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Y Moisés tomó el tabernáculo, y lo levantó lejos, fuera del campamento, y lo llamó el Tabernáculo de Reunión. Y cualquiera que buscaba a Jehová, salía al tabernáculo de reunión que estaba fuera del campamento. Y sucedía que cuando salía Moisés al tabernáculo, todo el pueblo se levantaba, y cada cual estaba en pie a la puerta de su tienda, y miraban en pos de Moisés, hasta que él entraba en el tabernáculo. Cuando Moisés entraba en el tabernáculo, la columna de nube descendía y se ponía a la puerta del tabernáculo, y Jehová hablaba con Moisés. 10 Y viendo todo el pueblo la columna de nube que estaba a la puerta del tabernáculo, se levantaba cada uno a la puerta de su tienda y adoraba. 11 Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y él volvía al campamento; pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo.

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