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Cristo, nuestro abogado

Hijitos míos(A), les escribo estas cosas para que no pequen(B). Y si alguien peca, tenemos Abogado[a](C) para con el Padre, a Jesucristo el Justo(D). Él mismo es la propiciación[b] por nuestros pecados(E), y no solo por los nuestros, sino también por los del mundo entero(F). Y en esto sabemos(G) que lo hemos llegado a conocer(H): si guardamos Sus mandamientos(I).

Él que dice: «Yo lo he llegado(J) a conocer(K)», y no guarda Sus mandamientos, es un mentiroso(L) y la verdad no está en él(M). Pero el que guarda Su palabra(N), en él verdaderamente se ha perfeccionado el amor de Dios(O). En esto sabemos que estamos en Él(P). El que dice que permanece en Él(Q), debe[c] andar como Él anduvo(R).

Mandamiento sobre el amor fraternal

Amados(S), no les escribo un mandamiento nuevo(T), sino un mandamiento antiguo, que han tenido[d] desde el principio(U). El mandamiento antiguo es la palabra que han oído. Por otra parte[e], les escribo un mandamiento nuevo(V), el cual es verdadero en Él y en ustedes, porque las tinieblas van pasando(W), y la Luz verdadera ya está alumbrando(X). El que dice que está en la Luz y aborrece(Y) a su hermano(Z), está aún[f] en tinieblas. 10 El que ama a su hermano, permanece en la Luz y no hay causa de tropiezo en él(AA). 11 Pero el que aborrece a su hermano, está en tinieblas(AB) y anda en tinieblas(AC), y no sabe adónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos(AD).

No amen lo que está en el mundo

12 Les escribo a ustedes, hijos[g](AE), porque sus pecados les han sido perdonados por el nombre de Cristo(AF). 13 Les escribo a ustedes, padres, porque conocen a Aquel que ha sido desde el principio(AG). Les escribo a ustedes, jóvenes, porque han vencido(AH) al maligno(AI). Les he escrito a ustedes, niños, porque conocen al Padre(AJ). 14 Les he escrito a ustedes, padres, porque conocen a Aquel que ha sido desde el principio(AK). Les he escrito a ustedes, jóvenes, porque son fuertes(AL) y la palabra de Dios permanece en ustedes(AM) y han vencido al maligno(AN).

15 No amen al mundo(AO) ni las cosas que están en el mundo. Si alguien ama al mundo, el amor del Padre no está en él(AP). 16 Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne(AQ), la pasión de los ojos(AR), y la arrogancia de la vida[h](AS), no proviene del Padre, sino del mundo. 17 El mundo pasa(AT), y también sus pasiones, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

Advertencias contra el anticristo

18 Hijitos[i], es la última hora(AU), y así como oyeron que el anticristo viene(AV), también ahora han surgido muchos anticristos(AW). Por eso sabemos que es la última hora. 19 Ellos salieron de nosotros(AX), pero en realidad no eran de nosotros, porque si hubieran sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros. Pero salieron, a fin de que se manifestara[j] que no todos son[k] de nosotros(AY). 20 Pero[l] ustedes tienen la unción(AZ) del Santo(BA), y todos ustedes lo saben(BB).

21 No les he escrito porque ignoren la verdad, sino porque la conocen(BC) y porque[m] ninguna mentira procede de la verdad(BD). 22 ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo[n](BE)? Este es el anticristo(BF), el que niega al Padre y al Hijo. 23 Todo aquel que niega al Hijo tampoco tiene al Padre(BG); el que confiesa al Hijo tiene también al Padre. 24 En cuanto a ustedes, que permanezca en ustedes lo que oyeron desde el principio(BH). Si en ustedes permanece lo que oyeron desde el principio, ustedes también permanecerán en el Hijo y en el Padre(BI). 25 Y esta es la promesa que Él mismo nos hizo[o]: la vida eterna(BJ). 26 Les he escrito estas cosas respecto a los que están tratando de engañarlos(BK).

27 En cuanto a ustedes, la unción que recibieron de Él permanece en ustedes(BL), y no tienen necesidad de que nadie les enseñe. Pero así como Su unción les enseña acerca de todas las cosas(BM), y es verdadera y no mentira(BN), y así como les ha enseñado, ustedes permanecen[p] en Él. 28 Y ahora, hijos[q](BO), permanezcan en Él, para que cuando se manifieste(BP), tengamos confianza(BQ) y no nos apartemos de Él avergonzados[r](BR) en Su venida[s](BS). 29 Si saben que Él es justo(BT), saben también que todo el que hace justicia es nacido[t] de Él(BU).

Footnotes

  1. 1 Juan 2:1 O Intercesor.
  2. 1 Juan 2:2 O satisfacción.
  3. 1 Juan 2:6 Lit. él mismo debe.
  4. 1 Juan 2:7 Lit. tenían.
  5. 1 Juan 2:8 Lit. Otra vez.
  6. 1 Juan 2:9 Lit. hasta ahora.
  7. 1 Juan 2:12 O hijitos.
  8. 1 Juan 2:16 O las riquezas.
  9. 1 Juan 2:18 Lit. Niños.
  10. 1 Juan 2:19 Lit. fueran manifestados.
  11. 1 Juan 2:19 O todos ellos no son.
  12. 1 Juan 2:20 Lit. Y.
  13. 1 Juan 2:21 O sepan que.
  14. 1 Juan 2:22 I.e. el Mesías.
  15. 1 Juan 2:25 Lit. nos prometió.
  16. 1 Juan 2:27 O permanezcan.
  17. 1 Juan 2:28 O hijitos.
  18. 1 Juan 2:28 Lit. no seamos avergonzados de Él.
  19. 1 Juan 2:28 O en su presencia.
  20. 1 Juan 2:29 O engendrado.

Mis queridos hijos, les escribo estas cosas, para que no pequen; pero si alguno peca, tenemos un abogado que defiende nuestro caso ante el Padre. Es Jesucristo, el que es verdaderamente justo. Él mismo es el sacrificio que pagó[a] por nuestros pecados, y no solo los nuestros sino también los de todo el mundo.

Podemos estar seguros de que conocemos a Dios si obedecemos sus mandamientos. Si alguien afirma: «Yo conozco a Dios», pero no obedece los mandamientos de Dios, es un mentiroso y no vive en la verdad; pero los que obedecen la palabra de Dios demuestran verdaderamente cuánto lo aman. Así es como sabemos que vivimos en él. Los que dicen que viven en Dios deben vivir como Jesús vivió.

Un mandamiento nuevo

Queridos amigos, no les escribo un mandamiento nuevo, sino más bien uno antiguo que han tenido desde el principio. Ese mandamiento antiguo—ámense unos a otros—es el mismo mensaje que oyeron antes. Sin embargo, también es un mandamiento nuevo. Jesús vivió la verdad de este mandamiento, y ustedes también la viven. Pues la oscuridad está desapareciendo, y ya brilla la luz verdadera.

Si alguien afirma: «Vivo en la luz», pero odia a otro creyente,[b] esa persona aún vive en la oscuridad. 10 El que ama a otro creyente[c] vive en la luz y no hace que otros tropiecen; 11 pero el que odia a otro creyente todavía vive y camina en la oscuridad. No sabe por dónde ir, pues la oscuridad lo ha cegado.

12 Les escribo a ustedes, que son hijos de Dios,
    porque sus pecados han sido perdonados por medio de Jesús.[d]
13 Les escribo a ustedes, los que son maduros en la fe,[e]
    porque conocen a Cristo, quien existe desde el principio.
Les escribo a ustedes, los que son jóvenes en la fe,
    porque han ganado la batalla contra el maligno.
14 Les he escrito a ustedes, que son hijos de Dios,
    porque conocen al Padre.
Les he escrito a ustedes, los que son maduros en la fe,
    porque conocen a Cristo, quien existe desde el principio.
Les he escrito a ustedes, los que son jóvenes en la fe,
    porque son fuertes;
la palabra de Dios vive en sus corazones,
    y han ganado la batalla contra el maligno.

No amen a este mundo

15 No amen a este mundo ni las cosas que les ofrece, porque cuando aman al mundo no tienen el amor del Padre en ustedes. 16 Pues el mundo solo ofrece un intenso deseo por el placer físico, un deseo insaciable por todo lo que vemos, y el orgullo de nuestros logros y posesiones. Nada de eso proviene del Padre, sino que viene del mundo; 17 y este mundo se acaba junto con todo lo que la gente tanto desea; pero el que hace lo que a Dios le agrada vivirá para siempre.

Cuidado con los anticristos

18 Queridos hijos, llegó la última hora. Ustedes han oído que el Anticristo viene, y ya han surgido muchos anticristos. Por eso sabemos que la última hora ha llegado. 19 Esas personas salieron de nuestras iglesias, pero en realidad nunca fueron parte de nosotros; de haber sido así, se habrían quedado con nosotros. Al irse demostraron que no eran parte de nosotros.

20 Pero ustedes no son así, porque el Santo les ha dado su Espíritu,[f] y todos ustedes conocen la verdad. 21 Así que les escribo no porque no conozcan la verdad, sino porque conocen la diferencia entre la verdad y la mentira. 22 ¿Y quién es un mentiroso? El que dice que Jesús no es el Cristo.[g] El que niega al Padre y al Hijo es un anticristo.[h] 23 El que niega al Hijo tampoco tiene al Padre; pero el que confiesa al Hijo tiene al Padre también.

24 Por lo tanto, ustedes deben seguir fieles a lo que se les ha enseñado desde el principio. Si lo hacen, permanecerán en comunión con el Hijo y con el Padre; 25 y en esta comunión disfrutamos de la vida eterna que él nos prometió.

26 Les escribo estas cosas para advertirles acerca de los que quieren apartarlos del camino. 27 Ustedes han recibido al Espíritu Santo,[i] y él vive dentro de cada uno de ustedes, así que no necesitan que nadie les enseñe lo que es la verdad. Pues el Espíritu[j] les enseña todo lo que necesitan saber, y lo que él enseña es verdad, no mentira. Así que, tal como él les ha enseñado, permanezcan en comunión con Cristo.

Vivan como hijos de Dios

28 Y ahora, queridos hijos, permanezcan en comunión con Cristo para que, cuando él regrese, estén llenos de valor y no se alejen de él avergonzados.

29 Ya que sabemos que Cristo es justo, también sabemos que todos los que hacen lo que es justo son hijos de Dios.

Footnotes

  1. 2:2 En griego Él es la propiciación.
  2. 2:9 En griego odia a su hermano; también en 2:11.
  3. 2:10 En griego ama a su hermano.
  4. 2:12 En griego por medio de su nombre.
  5. 2:13 En griego a ustedes, padres; también en 2:14.
  6. 2:20 En griego Pero ustedes tienen una unción del Santo.
  7. 2:22a O el Mesías.
  8. 2:22b O el anticristo.
  9. 2:27a En griego recibido la unción de parte de él.
  10. 2:27b En griego la unción.

Jesucristo, nuestro defensor

Yo los quiero a ustedes como a hijos. Por eso les escribo esta carta, para que no pequen. Pero si alguno peca, Jesucristo es justo y nos defiende ante Dios el Padre. Dios perdona nuestros pecados, y los de todo el mundo, porque Cristo se ofreció voluntariamente para morir por nosotros.

Nosotros sabemos que conocemos a Dios porque obedecemos sus mandamientos. Si alguien dice: «Yo soy amigo de Dios», y no lo obedece, es un mentiroso y no dice la verdad. En cambio, el que obedece lo que Dios ordena, de veras sabe amar como Dios ama, y puede estar seguro de que es amigo de Dios.

El que dice que es amigo de Dios debe vivir como vivió Jesús.

Un nuevo mandamiento

Hermanos en Cristo, no les estoy dando un mandamiento nuevo. Les estoy repitiendo un mandamiento muy antiguo, que ustedes ya conocen: se trata del mismo mandamiento que Dios les dio desde el principio.

Sin embargo, esto que les escribo es un mandamiento nuevo, y ya saben lo que significa, como también Cristo lo sabe. Él es la luz verdadera, que brilla cada vez más fuerte, y que hace que la oscuridad vaya disminuyendo.

Si alguno dice que vive en la luz, pero odia a otro miembro de la iglesia, en realidad vive en una gran oscuridad. 10 El que ama a los demás, vive bajo la brillante luz de Dios y no causa ningún problema a los de su iglesia. 11 Pero el que odia a otro cristiano, vive en la oscuridad y no sabe a dónde va, porque la oscuridad lo ha dejado ciego.

12 Hijos míos, les escribo porque Dios les ha perdonado sus pecados por medio de lo que hizo Jesucristo.

13-14 A ustedes, los mayores, les escribo porque conocen a Jesús, quien ya existía desde antes de que Dios creara el mundo.

A ustedes, los jóvenes, les escribo también porque han sido valientes, han derrotado al diablo, y han aceptado con sinceridad el mensaje de Dios.

Les he escrito a todos ustedes porque han conocido al Padre.

15 No quieran ustedes ser como los pecadores del mundo, ni tampoco hacer lo que ellos hacen. Quienes lo hacen, no aman a Dios el Padre. 16 Las cosas que ofrece la gente del mundo no vienen de Dios, sino de los pecadores de este mundo. Y éstas son las cosas que el mundo nos ofrece: los malos deseos, la ambición de tener todo lo que vemos, y el orgullo de poseer muchas riquezas. 17 Pero lo malo de este mundo, y de todo lo que ofrece, está por acabarse. En cambio, el que hace lo que Dios manda vive para siempre.

El Enemigo de Cristo

18 Hijos míos, ya estamos viviendo los últimos días, y el mundo pronto se acabará. Ustedes han escuchado que antes del fin vendrá el Enemigo de Cristo. Pues bien, yo quiero decirles que ya han aparecido muchos enemigos de Cristo, y por eso sabemos que estamos en los últimos días.

19 Estos enemigos de Cristo se reunían con nosotros, pero en realidad no eran de nuestro grupo. Si hubieran sido de nuestro grupo, se habrían quedado con nosotros. Pero se apartaron del grupo para mostrar claramente que no todos los que se reúnen con nosotros son de los nuestros.

20 Cristo, el Hijo de Dios,[a] los ha apartado a ustedes del mundo, y les ha dado el Espíritu Santo, y todos ustedes conocen la verdad. 21 Por eso les escribo, porque sé que ustedes conocen la verdad, y saben que quien la conoce no puede mentir.

22 Entonces, ¿quién miente? Pues el que dice que Jesús no es el Mesías. ¡Ése es el Enemigo de Cristo, pues rechaza tanto a Dios el Padre como a Jesús el Hijo! 23 Cualquiera que rechaza al Hijo, también rechaza al Padre. Y si alguien acepta al Hijo, también acepta al Padre.

24 Por eso, no dejen de hacer ustedes lo que se les enseñó desde el principio. Si continúan haciéndolo, entonces vivirán siempre unidos al Hijo y al Padre, 25 pues Cristo nos ha prometido la vida eterna.

26 Les estoy escribiendo para advertirles sobre algunos que quieren engañarlos. 27 Pero ustedes tienen al Espíritu Santo, que Cristo puso en ustedes. Por eso no necesitan que nadie les enseñe, pues el Espíritu de Dios les enseña todo; y lo que él enseña no es mentira, sino la verdad. Por eso, sigan las enseñanzas del Espíritu Santo, y manténganse siempre unidos a Cristo.

28 Ahora, hijos míos, sigan unidos a Cristo. Así, cuando él regrese, lo estaremos esperando confiadamente y no pasaremos por la vergüenza de ser castigados.

Hijos de Dios

29 Como ustedes saben, Jesucristo hace todo lo que le agrada a Dios. Por eso, también deben saber que todo el que hace lo que a Dios le agrada, es hijo de Dios.

Footnotes

  1. 1 Juan 2:20 Hijo de Dios: lit. Santo de Dios. Esta expresión se basa en la relación especial de Jesús como Hijo de Dios.