Eclesiastés 10:1-11:8
Nueva Biblia Viva
Dichos de sabiduría
10 Las moscas muertas dan mal olor y echan a perder el perfume. Un pequeño error puede pesar más que gran sabiduría y honra. 2 El corazón del sabio lo impulsa al bien; el del necio, lo lleva al mal. 3 Al necio se le conoce con sólo ver cómo camina por la calle.
4 Si el patrón se enoja contigo, no renuncies. El espíritu sereno apaciguará el enojo. 5 Otro mal he visto al observar el acontecer del mundo, algo triste relativo a reyes y gobernantes: 6 pues he visto otorgar mucha autoridad a los necios, y que a los ricos no se les concede el puesto de honor que les corresponde. 7 ¡Hasta he visto sirvientes a caballo, mientras los príncipes marchaban como sirvientes!
8-9 Cavas un pozo, y caes en él; derribas un muro viejo, y una serpiente te muerde. Trabajas en la cantera, y cae una piedra y te aplasta. Hay peligro en cada golpe de hacha que das.
10 Si el hacha no tiene filo, se necesita mucha fuerza; sé inteligente: afílala.
11 Si la serpiente muere antes de ser hechizada, de nada sirve el encantador.
12-13 Es agradable oír las palabras sabias; pero los labios del necio lo llevan a la ruina. Puesto que su premisa es necia; su conclusión es locura. 14 El necio lo sabe todo respecto al futuro y a todo el mundo le da los detalles. Pero, ¿quién podrá realmente saber lo que va a ocurrir? 15 Al necio le preocupa tanto el mínimo trabajo, que no tiene fuerzas para el asunto más sencillo.
16-17 ¡Ay de la nación que tiene por rey a un niño y cuyos dirigentes están embriagados desde la mañana! Dichosa la nación cuyo rey es un noble, y cuyos dirigentes trabajan empeñosamente antes de andar en fiestas y en bebidas, a no ser para fortalecerse para sus tareas. 18 Por causa del ocio se cae el techo. 19 En la fiesta hay risa; el vino da alegría y con dinero todo se obtiene. 20 Jamás, ni de pensamiento, maldigas al rey; tampoco al rico, pues no faltará pajarito que se lo cuente.
11 Sé generoso en dar, pues más tarde volverán a ti tus regalos. 2 Reparte tus regalos entre muchos pues no sabes si tú mismo estarás mañana en necesidad. 3 Cuando las nubes están cargadas, cae la lluvia; y si un árbol cae, sea hacia el norte o hacia el sur, allí se queda, su suerte está echada. 4 Si esperas condiciones perfectas, nunca realizarás nada. 5 Los caminos de Dios son misteriosos como la senda del viento, o como la forma en que el espíritu humano se infunde en el cuerpo del niño aún en el vientre de su madre. 6 Persevera en la siembra, pues no sabes cuál semilla germinará; quizá germinen todas.
7 Maravilloso es estar vivo. 8 El que llegue a muy anciano regocíjese cada día de su vida, pero recuerde también que la eternidad es mucho más larga y que comparado con ella todo lo de este mundo es vano.
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