論婚姻

10 耶穌離開那裡,來到猶太地區和約旦河河東岸,人群又聚集到祂那裡。耶穌像往常一樣教導他們。 一些法利賽人想試探耶穌,就來問祂:「男人可以休妻嗎?」 耶穌反問道:「摩西怎麼吩咐你們的?」

他們說:「摩西准許人寫休書休妻。」

耶穌說:「摩西因為你們心硬,才給你們寫了這條誡命。 太初創造時,『上帝造了男人和女人。』 『因此,人要離開父母,與妻子結合, 二人成為一體。』這樣,夫妻不再是兩個人,而是一體了。 因此,上帝配合的,人不可分開。」

10 回到屋裡後,門徒追問耶穌這件事。 11 耶穌說:「任何人休妻另娶,就是對妻子不忠,是犯通姦罪。 12 同樣,妻子若離棄丈夫另嫁,也是犯通姦罪。」

祝福孩童

13 有人帶著小孩子來要讓耶穌摸一摸,門徒卻責備他們。 14 耶穌看見後很生氣,對門徒說:「讓小孩子到我這裡來,不要阻止他們,因為上帝的國屬於這樣的人。 15 我實在告訴你們,人若不像小孩子一樣接受上帝的國,絕不能進去。」 16 於是,耶穌抱起小孩子,把手按在他們身上,為他們祝福。

永生的代價

17 耶穌正要上路,有一個人跑來跪在祂跟前,問祂:「良善的老師,我該做什麼才能承受永生?」

18 耶穌說:「你為什麼稱呼我『良善的老師』呢?只有上帝是良善的。 19 你知道『不可殺人,不可通姦,不可偷盜,不可作偽證,不可欺詐,要孝敬父母』這些誡命。」

20 那人說:「老師,我從小就遵行這些誡命。」

21 耶穌望著他,心中愛他,便說:「你還有一件事沒有做,就是變賣你所有的產業,送給窮人,你必有財寶存在天上,然後你還要來跟從我。」

22 那人聽了,臉色驟變,便沮喪地走了,因為他有許多產業。 23 耶穌看看周圍的人,對門徒說:「有錢人進上帝的國真難啊!」

24 門徒聽了感到驚奇,耶穌便再次對他們說:「孩子們,[a]進上帝的國多麼難啊! 25 駱駝穿過針眼比有錢人進上帝的國還容易呢!」

26 門徒更加驚奇,便議論說:「這樣,誰能得救呢?」

27 耶穌看著他們說:「對人而言,這不可能,但對上帝而言,凡事都可能。」

28 彼得說:「你看,我們已經撇下一切來跟從你了。」

29 耶穌說:「我實在告訴你們,任何人為了我和福音而撇下房屋、弟兄、姊妹、父母、兒女或田地, 30 今世必在房屋、弟兄、姊妹、父母、兒女或田地方面獲得百倍的回報,來世必得永生。當然他也會受到迫害。 31 然而,許多為首的將要殿後,殿後的將要為首。」

耶穌第三次預言自己的受難

32 在前往耶路撒冷的路上,耶穌走在眾人前面,門徒感到驚奇,其他跟隨的人也很害怕。

耶穌把十二個門徒叫到一旁,再把自己將要遭遇的事告訴他們,說: 33 「聽著,我們現在前往耶路撒冷。人子將被交在祭司長和律法教師的手中,他們要判祂死刑,把祂交給外族人。 34 他們會嘲弄祂,向祂吐唾沫,鞭打祂,殺害祂。但是,三天之後祂必復活!」

雅各與約翰的請求

35 西庇太的兩個兒子雅各和約翰上前對耶穌說:「老師,請你答應我們一個要求。」

36 耶穌問:「什麼要求?」

37 他們說:「在你的榮耀中,求你讓我們一個坐在你右邊,一個坐在你左邊。」

38 耶穌說:「你們不知道自己在求什麼。我要喝的那杯,你們能喝嗎?我要受的洗,你們能受嗎?」

39 他們說:「我們能。」

耶穌說:「我要喝的那杯,你們也要喝;我所受的洗,你們也要受。 40 不過誰坐在我的左右不是我來定,而是為誰預備的,就讓誰坐。」

41 其他十個門徒聽見這事後,很生雅各和約翰的氣。 42 於是,耶穌把他們叫來,對他們說:「你們知道,外族人有君王統治他們,有大臣管理他們, 43 但你們不可這樣。你們中間誰要當首領,誰就要做大家的僕人; 44 誰要居首位,誰就要做大家的奴僕。 45 因為就連人子也不是來受人服侍,而是來服侍人,並且犧牲性命,作許多人的贖價。」

治好瞎子巴底買

46 耶穌和門徒來到耶利哥。當耶穌和門徒及眾人出城的時候,碰到一個瞎眼的乞丐坐在路旁乞討,他的名字叫巴底買,是底買的兒子。 47 巴底買一聽到經過的是拿撒勒人耶穌,就喊道:「大衛的後裔耶穌啊,可憐我吧!」

48 許多人都責備他,叫他不要吵,但他卻更加大聲喊道:「大衛的後裔啊,可憐我吧!」

49 耶穌停下腳步,叫人帶他過來。

他們就對瞎子巴底買說:「好了,起來吧,祂叫你呢。」

50 巴底買丟下外衣,跳了起來,走到耶穌面前。

51 耶穌問他:「你要我為你做什麼?」

瞎子說:「老師,我想能夠看見。」

52 耶穌說:「回去吧!你的信心救[b]了你。」那人立刻得見光明,在路上跟從了耶穌。

Footnotes

  1. 10·24 有古卷此處有「依靠錢財的人」。
  2. 10·52 」或譯「醫治」。

 神配合的人不可分开(A)

10 耶稣从那里动身,来到约旦河东的犹太境内。许多人又聚集到他那里,他像平常一样教导他们。 有法利赛人前来试探耶稣,问他:“丈夫可以休妻吗?” 耶稣回答:“摩西吩咐你们的是甚么呢?” 他们说:“摩西准许‘人写了休书就可以休妻’。” 耶稣说:“因为你们的心硬,摩西才写这条例给你们。 但从起初创造的时候, 神是‘造男造女’。 ‘因此人要离开父母,与妻子连合, 二人成为一体了。’这样,他们不再是两个人,而是一体的了。 所以 神所配合的,人不可分开。” 10 回到屋子里,门徒再提起这件事来问他。 11 他对他们说:“谁休妻另娶,谁就是犯奸淫,得罪了妻子。 12 如果妻子弃夫另嫁,也是犯了奸淫。”

为小孩子按手祝福(B)

13 有人带着小孩子到耶稣跟前,要他触摸他们;门徒却责备那些人。 14 耶稣看见了就生气,对门徒说:“让小孩子到我这里来,不要禁止他们,因为 神的国是属于这样的人的。 15 我实在告诉你们,凡是不像小孩子一样接受 神的国的,绝对不能进去。” 16 于是耶稣把小孩子抱起来,为他们按手祝福。

有钱的人难进 神的国(C)

17 耶稣又开始他的行程。那时,有一个人跑过来,跪在他面前,问他说:“良善的老师,我当作甚么,才可以承受永生?” 18 耶稣对他说:“你为甚么称我是良善的?除了 神一位以外,没有良善的。 19 诫命你是知道的:不可杀人,不可奸淫,不可偷盗,不可作假证供,不可欺诈,当孝敬父母。” 20 他对耶稣说:“老师,这一切我从小都遵守了。” 21 耶稣看着他,就爱他,对他说:“你还缺少一件:去变卖你所有的,分给穷人,就必定有财宝在天上,而且你要来跟从我。” 22 那人听见这话,就变了脸色,忧忧愁愁地走了,因为他的财产很多。

23 耶稣周围观看,对门徒说:“富有的人要进 神的国,是多么难哪!” 24 门徒都希奇他的话,耶稣又对他们说:“孩子们哪,(有些抄本在此有“倚靠钱财的人”一句)要进 神的国,是多么困难! 25 骆驼穿过针眼,比有钱的人进 神的国还容易呢!” 26 门徒就更加惊奇,彼此说:“这样,谁可以得救呢?” 27 耶稣看着他们,说:“在人不能,在 神却不然,因为在 神凡事都能。” 28 彼得对他说:“你看,我们已经舍弃了一切,而且来跟从你了。” 29 耶稣说:“我实在告诉你们,人为着我和福音舍弃了房屋、弟兄、姊妹、母亲、父亲、儿女、田地, 30 没有不在今生得百倍─就是房屋、弟兄、姊妹、母亲、儿女、田地,同时要受迫害─在来世还要得永生。 31 然而许多在前的将要在后,在后的将要在前。”

第三次预言受难及复活(D)

32 在上耶路撒冷的路途中,耶稣走在前面,门徒希奇,跟从的人也害怕。耶稣又把十二门徒带到一边,把自己将要遭遇的事告诉他们, 33 说:“我们现在上耶路撒冷去,人子要被交给祭司长和经学家,他们要定他的罪,并且把他交给外族人。 34 他们要凌辱他,向他吐唾沫,鞭打他,杀害他,三天以后,他要复活。”

不是要人服事而是要服事人(E)

35 西庇太的儿子雅各、约翰,来到耶稣跟前,对他说:“老师,我们无论向你求甚么,愿你为我们作成。” 36 耶稣说:“要我为你们作甚么?” 37 他们说:“在你的荣耀里,让我们一个坐在你的右边,一个坐在你的左边。” 38 耶稣说:“你们不知道你们求的是甚么。我喝的杯,你们能喝吗?我受的洗,你们能受吗?” 39 他们说:“能。”耶稣说:“我喝的杯,你们固然要喝;我受的洗,你们也要受。 40 只是坐在我的左右,不是我可以赐的,而是 神预备赐给谁,就赐给谁。” 41 其他十个门徒听见了,就向雅各、约翰生气。 42 耶稣把他们叫过来,对他们说:“你们知道各国都有被尊为元首的统治他们,也有官长管辖他们。 43 但你们中间却不要这样;谁想在你们中间为大的,就要作你们的仆役, 44 谁想在你们中间为首的,就要作大家的奴仆。 45 因为人子来,不是要受人服事,而是要服事人,并且要舍命,作许多人的赎价。”

治好瞎眼的巴底买(F)

46 他们进了耶利哥。耶稣、门徒和一大群人从耶利哥出来的时候,有一个瞎眼的人,是底买的儿子,名叫巴底买,坐在路旁讨饭。 47 他听见是拿撒勒人耶稣,就喊叫,说:“大卫的子孙耶稣啊,可怜我吧!” 48 许多人斥责他,叫他不要出声;他却更加放声喊叫:“大卫的子孙啊,可怜我吧!” 49 耶稣就站住,说:“把他叫过来。”他们就叫那瞎眼的人,对他说:“放心吧,起来,他叫你了。” 50 他就丢下衣服,跳起来,走到耶稣那里。 51 耶稣对他说:“你要我为你作甚么呢?”瞎眼的人对他说:“拉波尼,我要能看见。” 52 耶稣说:“去吧,你的信使你痊愈了。”他立刻看见了,就在路上跟随耶稣。

El divorcio(A)

10 Jesús partió de aquel lugar y se fue a la región de Judea y al otro lado del Jordán. Otra vez se reunieron las multitudes y, como era su costumbre, les enseñaba.

Algunos fariseos se acercaron y, para ponerlo a prueba, le preguntaron:

—¿Está permitido que un hombre se divorcie de su esposa?

—¿Qué les mandó Moisés? —respondió Jesús.

—Moisés permitió que un hombre le escribiera un certificado de divorcio y la despidiera —contestaron ellos.

—Ese mandamiento lo escribió Moisés para ustedes por lo obstinados que son[a] —respondió Jesús—. Pero al principio de la creación Dios “los creó hombre y mujer”.[b] “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer[c] y los dos llegarán a ser uno solo”.[d] Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.

10 Vueltos a casa, los discípulos preguntaron a Jesús sobre este asunto.

11 —El que se divorcia de su esposa y se casa con otra comete adulterio contra la primera —respondió—. 12 Y, si la mujer se divorcia de su esposo y se casa con otro, comete adulterio.

Jesús y los niños(B)

13 Empezaron a llevarle niños a Jesús para que los tocara, pero los discípulos reprendían a quienes los llevaban. 14 Cuando Jesús se dio cuenta, se indignó y dijo: «Dejen que los niños vengan a mí; no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos. 15 Les aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño, de ninguna manera entrará en él». 16 Y después de abrazarlos, los bendecía poniendo las manos sobre ellos.

El joven rico(C)

17 Cuando Jesús estaba ya para irse, un hombre llegó corriendo y se arrodilló delante de él.

—Maestro bueno —le preguntó—, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?

18 —¿Por qué me llamas bueno? —respondió Jesús—. Nadie es bueno sino solo Dios. 19 Ya sabes los mandamientos: “No mates, no cometas adulterio, no robes, no presentes falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre”.[e]

20 —Maestro —dijo el hombre—, todo eso lo he cumplido desde que era joven.

21 Jesús lo miró con amor y añadió:

—Una sola cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.

22 Al oír esto, el hombre se desanimó y se fue triste porque tenía muchas riquezas.

23 Jesús miró alrededor y comentó a sus discípulos:

—¡Qué difícil es para los ricos entrar en el reino de Dios!

24 Los discípulos se asombraron de sus palabras.

—Hijos, ¡qué difícil es entrar[f] en el reino de Dios! —repitió Jesús—. 25 Le resulta más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios.

26 Los discípulos se asombraron aún más y decían entre sí: «Entonces, ¿quién podrá salvarse?».

27 —Para los hombres es imposible —aclaró Jesús, mirándolos fijamente—, pero no para Dios; de hecho, para Dios todo es posible.

28 —¿Qué de nosotros, que lo hemos dejado todo y te hemos seguido? —comenzó a decirle Pedro.

29 —Les aseguro —respondió Jesús— que todo el que por mi causa y la del evangelio haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o terrenos 30 recibirá cien veces más ahora en este tiempo (casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y terrenos, aunque con persecuciones); y en la edad venidera, la vida eterna. 31 Pero muchos de los primeros serán últimos y los últimos serán primeros.

Jesús predice de nuevo su muerte(D)

32 Iban de camino subiendo a Jerusalén y Jesús se les adelantó. Los discípulos estaban asombrados y los otros que venían detrás tenían miedo. De nuevo tomó aparte a los doce y comenzó a decirles lo que sucedería. 33 «Ahora vamos subiendo a Jerusalén y el Hijo del hombre será entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la Ley. Ellos lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles. 34 Se burlarán de él, le escupirán, lo azotarán y lo matarán. Pero al tercer día resucitará».

La petición de Santiago y Juan(E)

35 Se acercaron Santiago y Juan, hijos de Zebedeo.

—Maestro —dijeron—, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir.

36 —¿Qué quieren que haga por ustedes?

37 —Concédenos que en tu glorioso reino uno de nosotros se siente a tu derecha y el otro a tu izquierda.

38 —Ustedes no saben lo que están pidiendo —respondió Jesús—. ¿Pueden acaso beber el trago amargo de la copa que yo bebo o pasar por la prueba del bautismo con el que voy a ser bautizado?

39 Ellos dijeron:

—Sí, podemos.

—Ustedes beberán de la copa que yo bebo —respondió Jesús— y pasarán por la prueba del bautismo con el que voy a ser bautizado, 40 pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde concederlo. Eso ya está decidido.[g]

41 Cuando lo oyeron los otros diez, se indignaron con Santiago y Juan. 42 Así que Jesús los llamó y dijo:

—Como ustedes saben, los que se consideran gobernantes de las naciones oprimen al pueblo y los altos oficiales abusan de su autoridad. 43 Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor, 44 y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de todos. 45 Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.

El ciego Bartimeo recibe la vista(F)

46 Después llegaron a Jericó. Más tarde, salió Jesús de la ciudad acompañado de sus discípulos y de una gran multitud. Un mendigo ciego llamado Bartimeo (el hijo de Timeo) estaba sentado junto al camino. 47 Al oír que el que venía era Jesús de Nazaret, se puso a gritar:

—¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!

48 Muchos lo reprendían para que se callara, pero él se puso a gritar aún más fuerte:

—¡Hijo de David, ten compasión de mí!

49 Jesús se detuvo y dijo:

—Llámenlo.

Así que llamaron al ciego.

—¡Ánimo! —le dijeron—. ¡Levántate! Te llama.

50 Él, arrojando la capa, dio un salto y se acercó a Jesús.

51 —¿Qué quieres que haga por ti? —le preguntó.

—Raboni, quiero ver —respondió el ciego.

52 —Puedes irte —dijo Jesús—, tu fe te ha sanado.

Al instante recobró la vista y comenzó a seguir a Jesús por el camino.

Footnotes

  1. 10:5 por lo obstinados que son. Lit. por su dureza de corazón.
  2. 10:6 Gn 1:27.
  3. 10:7 Var. no incluye: se unirá a su mujer.
  4. 10:8 Gn 2:24.
  5. 10:19 Éx 20:12-16; Dt 5:16-20.
  6. 10:24 es entrar. Var. es para los que confían en las riquezas entrar.
  7. 10:40 concederlo. … decidido. Lit. concederlo, sino para quienes está preparado.

Jesús enseña sobre el divorcio(A)

10 Jesús salió de Cafarnaúm y fue a la región de Judea y a la tierra que está al oriente del Jordán. Allí volvió a reunírsele la gente, y él comenzó de nuevo a enseñar, como tenía por costumbre. Algunos fariseos se acercaron a Jesús y, para tenderle una trampa, le preguntaron si al esposo le está permitido divorciarse de su esposa. Él les contestó:

—¿Qué les mandó a ustedes Moisés?

Dijeron:

—Moisés permitió divorciarse de la esposa dándole un certificado de divorcio.

Entonces Jesús les dijo:

—Moisés les dio ese mandato por lo tercos que son ustedes. Pero en el principio de la creación, “Dios los creó hombre y mujer. Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su esposa, y los dos serán como una sola persona.” Así que ya no son dos, sino uno solo. De modo que el hombre no debe separar lo que Dios ha unido.

10 Cuando ya estaban en casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre este asunto. 11 Jesús les dijo:

—El que se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio contra la primera; 12 y si la mujer deja a su esposo y se casa con otro, también comete adulterio.

Jesús bendice a los niños(B)

13 Llevaron unos niños a Jesús, para que los tocara; pero los discípulos comenzaron a reprender a quienes los llevaban. 14 Jesús, viendo esto, se enojó y les dijo:

—Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos. 15 Les aseguro que el que no acepta el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

16 Y tomó en sus brazos a los niños, y los bendijo poniendo las manos sobre ellos.

Un hombre rico habla con Jesús(C)

17 Cuando Jesús iba a seguir su viaje, llegó un hombre corriendo, se puso de rodillas delante de él y le preguntó:

—Maestro bueno, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?

18 Jesús le contestó:

—¿Por qué me llamas bueno? Bueno solamente hay uno: Dios. 19 Ya sabes los mandamientos: “No mates, no cometas adulterio, no robes, no digas mentiras en perjuicio de nadie ni engañes; honra a tu padre y a tu madre.”

20 El hombre le dijo:

—Maestro, todo eso lo he cumplido desde joven.

21 Jesús lo miró con cariño, y le contestó:

—Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres. Así tendrás riqueza en el cielo. Luego ven y sígueme.

22 El hombre se afligió al oír esto; y se fue triste, porque era muy rico.

23 Jesús miró entonces alrededor, y dijo a sus discípulos:

—¡Qué difícil va a ser para los ricos entrar en el reino de Dios!

24 Estas palabras dejaron asombrados a los discípulos, pero Jesús les volvió a decir:

—Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de Dios! 25 Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja, que para un rico entrar en el reino de Dios.

26 Al oírlo, se asombraron más aún, y se preguntaban unos a otros:

—¿Y quién podrá salvarse?

27 Jesús los miró y les contestó:

—Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para él todo es posible.

28 Pedro comenzó a decirle:

—Nosotros hemos dejado todo lo que teníamos, y te hemos seguido.

29 Jesús respondió:

—Les aseguro que cualquiera que por mi causa y por aceptar el evangelio haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o madre, o padre, o hijos, o terrenos, 30 recibirá ahora en la vida presente cien veces más en casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y terrenos, aunque con persecuciones; y en la vida venidera recibirá la vida eterna. 31 Pero muchos que ahora son los primeros, serán los últimos; y muchos que ahora son los últimos, serán los primeros.

Jesús anuncia por tercera vez su muerte(D)

32 Se dirigían a Jerusalén, y Jesús caminaba delante de los discípulos. Ellos estaban asombrados, y los que iban detrás tenían miedo. Jesús volvió a llamar aparte a los doce discípulos, y comenzó a decirles lo que le iba a pasar: 33 «Como ustedes ven, ahora vamos a Jerusalén, donde el Hijo del hombre va a ser entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley, que lo condenarán a muerte y lo entregarán a los extranjeros. 34 Se burlarán de él, lo escupirán, lo golpearán y lo matarán; pero tres días después resucitará.»

Jesús responde a Santiago y Juan(E)

35 Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron:

—Maestro, queremos que nos hagas el favor que vamos a pedirte.

36 Él les preguntó:

—¿Qué quieren que haga por ustedes?

37 Le dijeron:

—Concédenos que en tu reino glorioso nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda.

38 Jesús les contestó:

—Ustedes no saben lo que piden. ¿Pueden beber este trago amargo que voy a beber yo, y recibir el bautismo que yo voy a recibir?

39 Ellos contestaron:

—Podemos.

Jesús les dijo:

—Ustedes beberán este trago amargo, y recibirán el bautismo que yo voy a recibir; 40 pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde a mí darlo, sino que les será dado a aquellos para quienes está preparado.

41 Cuando los otros diez discípulos oyeron esto, se enojaron con Santiago y Juan. 42 Pero Jesús los llamó, y les dijo:

—Como ustedes saben, entre los paganos hay jefes que se creen con derecho a gobernar con tiranía a sus súbditos, y los grandes hacen sentir su autoridad sobre ellos. 43 Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera ser grande entre ustedes, deberá servir a los demás, 44 y el que entre ustedes quiera ser el primero, deberá ser el esclavo de los demás. 45 Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud.

Jesús sana a Bartimeo el ciego(F)

46 Llegaron a Jericó. Y cuando Jesús ya salía de la ciudad, seguido de sus discípulos y de mucha gente, un mendigo ciego llamado Bartimeo, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino. 47 Al oír que era Jesús de Nazaret, el ciego comenzó a gritar:

—¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!

48 Muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más todavía:

—¡Hijo de David, ten compasión de mí!

49 Entonces Jesús se detuvo, y dijo:

—Llámenlo.

Llamaron al ciego, diciéndole:

—Ánimo, levántate; te está llamando.

50 El ciego arrojó su capa, y dando un salto se acercó a Jesús, 51 que le preguntó:

—¿Qué quieres que haga por ti?

El ciego le contestó:

—Maestro, quiero recobrar la vista.

52 Jesús le dijo:

—Puedes irte; por tu fe has sido sanado.

En aquel mismo instante el ciego recobró la vista, y siguió a Jesús por el camino.