論婚姻

10 耶穌離開那裡,來到猶太地區和約旦河河東岸,人群又聚集到祂那裡。耶穌像往常一樣教導他們。 一些法利賽人想試探耶穌,就來問祂:「男人可以休妻嗎?」 耶穌反問道:「摩西怎麼吩咐你們的?」

他們說:「摩西准許人寫休書休妻。」

耶穌說:「摩西因為你們心硬,才給你們寫了這條誡命。 太初創造時,『上帝造了男人和女人。』 『因此,人要離開父母,與妻子結合, 二人成為一體。』這樣,夫妻不再是兩個人,而是一體了。 因此,上帝配合的,人不可分開。」

10 回到屋裡後,門徒追問耶穌這件事。 11 耶穌說:「任何人休妻另娶,就是對妻子不忠,是犯通姦罪。 12 同樣,妻子若離棄丈夫另嫁,也是犯通姦罪。」

祝福孩童

13 有人帶著小孩子來要讓耶穌摸一摸,門徒卻責備他們。 14 耶穌看見後很生氣,對門徒說:「讓小孩子到我這裡來,不要阻止他們,因為上帝的國屬於這樣的人。 15 我實在告訴你們,人若不像小孩子一樣接受上帝的國,絕不能進去。」 16 於是,耶穌抱起小孩子,把手按在他們身上,為他們祝福。

永生的代價

17 耶穌正要上路,有一個人跑來跪在祂跟前,問祂:「良善的老師,我該做什麼才能承受永生?」

18 耶穌說:「你為什麼稱呼我『良善的老師』呢?只有上帝是良善的。 19 你知道『不可殺人,不可通姦,不可偷盜,不可作偽證,不可欺詐,要孝敬父母』這些誡命。」

20 那人說:「老師,我從小就遵行這些誡命。」

21 耶穌望著他,心中愛他,便說:「你還有一件事沒有做,就是變賣你所有的產業,送給窮人,你必有財寶存在天上,然後你還要來跟從我。」

22 那人聽了,臉色驟變,便沮喪地走了,因為他有許多產業。 23 耶穌看看周圍的人,對門徒說:「有錢人進上帝的國真難啊!」

24 門徒聽了感到驚奇,耶穌便再次對他們說:「孩子們,[a]進上帝的國多麼難啊! 25 駱駝穿過針眼比有錢人進上帝的國還容易呢!」

26 門徒更加驚奇,便議論說:「這樣,誰能得救呢?」

27 耶穌看著他們說:「對人而言,這不可能,但對上帝而言,凡事都可能。」

28 彼得說:「你看,我們已經撇下一切來跟從你了。」

29 耶穌說:「我實在告訴你們,任何人為了我和福音而撇下房屋、弟兄、姊妹、父母、兒女或田地, 30 今世必在房屋、弟兄、姊妹、父母、兒女或田地方面獲得百倍的回報,來世必得永生。當然他也會受到迫害。 31 然而,許多為首的將要殿後,殿後的將要為首。」

耶穌第三次預言自己的受難

32 在前往耶路撒冷的路上,耶穌走在眾人前面,門徒感到驚奇,其他跟隨的人也很害怕。

耶穌把十二個門徒叫到一旁,再把自己將要遭遇的事告訴他們,說: 33 「聽著,我們現在前往耶路撒冷。人子將被交在祭司長和律法教師的手中,他們要判祂死刑,把祂交給外族人。 34 他們會嘲弄祂,向祂吐唾沫,鞭打祂,殺害祂。但是,三天之後祂必復活!」

雅各與約翰的請求

35 西庇太的兩個兒子雅各和約翰上前對耶穌說:「老師,請你答應我們一個要求。」

36 耶穌問:「什麼要求?」

37 他們說:「在你的榮耀中,求你讓我們一個坐在你右邊,一個坐在你左邊。」

38 耶穌說:「你們不知道自己在求什麼。我要喝的那杯,你們能喝嗎?我要受的洗,你們能受嗎?」

39 他們說:「我們能。」

耶穌說:「我要喝的那杯,你們也要喝;我所受的洗,你們也要受。 40 不過誰坐在我的左右不是我來定,而是為誰預備的,就讓誰坐。」

41 其他十個門徒聽見這事後,很生雅各和約翰的氣。 42 於是,耶穌把他們叫來,對他們說:「你們知道,外族人有君王統治他們,有大臣管理他們, 43 但你們不可這樣。你們中間誰要當首領,誰就要做大家的僕人; 44 誰要居首位,誰就要做大家的奴僕。 45 因為就連人子也不是來受人服侍,而是來服侍人,並且犧牲性命,作許多人的贖價。」

治好瞎子巴底買

46 耶穌和門徒來到耶利哥。當耶穌和門徒及眾人出城的時候,碰到一個瞎眼的乞丐坐在路旁乞討,他的名字叫巴底買,是底買的兒子。 47 巴底買一聽到經過的是拿撒勒人耶穌,就喊道:「大衛的後裔耶穌啊,可憐我吧!」

48 許多人都責備他,叫他不要吵,但他卻更加大聲喊道:「大衛的後裔啊,可憐我吧!」

49 耶穌停下腳步,叫人帶他過來。

他們就對瞎子巴底買說:「好了,起來吧,祂叫你呢。」

50 巴底買丟下外衣,跳了起來,走到耶穌面前。

51 耶穌問他:「你要我為你做什麼?」

瞎子說:「老師,我想能夠看見。」

52 耶穌說:「回去吧!你的信心救[b]了你。」那人立刻得見光明,在路上跟從了耶穌。

Footnotes

  1. 10·24 有古卷此處有「依靠錢財的人」。
  2. 10·52 」或譯「醫治」。

El divorcio(A)

10 Jesús partió de aquel lugar y se fue a la región de Judea y al otro lado del Jordán. Otra vez se reunieron las multitudes y, como era su costumbre, les enseñaba.

Algunos fariseos se acercaron y, para ponerlo a prueba, le preguntaron:

—¿Está permitido que un hombre se divorcie de su esposa?

—¿Qué les mandó Moisés? —respondió Jesús.

—Moisés permitió que un hombre le escribiera un certificado de divorcio y la despidiera —contestaron ellos.

—Ese mandamiento lo escribió Moisés para ustedes por lo obstinados que son[a] —respondió Jesús—. Pero al principio de la creación Dios “los creó hombre y mujer”.[b] “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer[c] y los dos llegarán a ser uno solo”.[d] Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.

10 Vueltos a casa, los discípulos preguntaron a Jesús sobre este asunto.

11 —El que se divorcia de su esposa y se casa con otra comete adulterio contra la primera —respondió—. 12 Y, si la mujer se divorcia de su esposo y se casa con otro, comete adulterio.

Jesús y los niños(B)

13 Empezaron a llevarle niños a Jesús para que los tocara, pero los discípulos reprendían a quienes los llevaban. 14 Cuando Jesús se dio cuenta, se indignó y dijo: «Dejen que los niños vengan a mí; no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos. 15 Les aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño, de ninguna manera entrará en él». 16 Y después de abrazarlos, los bendecía poniendo las manos sobre ellos.

El joven rico(C)

17 Cuando Jesús estaba ya para irse, un hombre llegó corriendo y se arrodilló delante de él.

—Maestro bueno —le preguntó—, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?

18 —¿Por qué me llamas bueno? —respondió Jesús—. Nadie es bueno sino solo Dios. 19 Ya sabes los mandamientos: “No mates, no cometas adulterio, no robes, no presentes falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre”.[e]

20 —Maestro —dijo el hombre—, todo eso lo he cumplido desde que era joven.

21 Jesús lo miró con amor y añadió:

—Una sola cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.

22 Al oír esto, el hombre se desanimó y se fue triste porque tenía muchas riquezas.

23 Jesús miró alrededor y comentó a sus discípulos:

—¡Qué difícil es para los ricos entrar en el reino de Dios!

24 Los discípulos se asombraron de sus palabras.

—Hijos, ¡qué difícil es entrar[f] en el reino de Dios! —repitió Jesús—. 25 Le resulta más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios.

26 Los discípulos se asombraron aún más y decían entre sí: «Entonces, ¿quién podrá salvarse?».

27 —Para los hombres es imposible —aclaró Jesús, mirándolos fijamente—, pero no para Dios; de hecho, para Dios todo es posible.

28 —¿Qué de nosotros, que lo hemos dejado todo y te hemos seguido? —comenzó a decirle Pedro.

29 —Les aseguro —respondió Jesús— que todo el que por mi causa y la del evangelio haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o terrenos 30 recibirá cien veces más ahora en este tiempo (casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y terrenos, aunque con persecuciones); y en la edad venidera, la vida eterna. 31 Pero muchos de los primeros serán últimos y los últimos serán primeros.

Jesús predice de nuevo su muerte(D)

32 Iban de camino subiendo a Jerusalén y Jesús se les adelantó. Los discípulos estaban asombrados y los otros que venían detrás tenían miedo. De nuevo tomó aparte a los doce y comenzó a decirles lo que sucedería. 33 «Ahora vamos subiendo a Jerusalén y el Hijo del hombre será entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la Ley. Ellos lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles. 34 Se burlarán de él, le escupirán, lo azotarán y lo matarán. Pero al tercer día resucitará».

La petición de Santiago y Juan(E)

35 Se acercaron Santiago y Juan, hijos de Zebedeo.

—Maestro —dijeron—, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir.

36 —¿Qué quieren que haga por ustedes?

37 —Concédenos que en tu glorioso reino uno de nosotros se siente a tu derecha y el otro a tu izquierda.

38 —Ustedes no saben lo que están pidiendo —respondió Jesús—. ¿Pueden acaso beber el trago amargo de la copa que yo bebo o pasar por la prueba del bautismo con el que voy a ser bautizado?

39 Ellos dijeron:

—Sí, podemos.

—Ustedes beberán de la copa que yo bebo —respondió Jesús— y pasarán por la prueba del bautismo con el que voy a ser bautizado, 40 pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde concederlo. Eso ya está decidido.[g]

41 Cuando lo oyeron los otros diez, se indignaron con Santiago y Juan. 42 Así que Jesús los llamó y dijo:

—Como ustedes saben, los que se consideran gobernantes de las naciones oprimen al pueblo y los altos oficiales abusan de su autoridad. 43 Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor, 44 y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de todos. 45 Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.

El ciego Bartimeo recibe la vista(F)

46 Después llegaron a Jericó. Más tarde, salió Jesús de la ciudad acompañado de sus discípulos y de una gran multitud. Un mendigo ciego llamado Bartimeo (el hijo de Timeo) estaba sentado junto al camino. 47 Al oír que el que venía era Jesús de Nazaret, se puso a gritar:

—¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!

48 Muchos lo reprendían para que se callara, pero él se puso a gritar aún más fuerte:

—¡Hijo de David, ten compasión de mí!

49 Jesús se detuvo y dijo:

—Llámenlo.

Así que llamaron al ciego.

—¡Ánimo! —le dijeron—. ¡Levántate! Te llama.

50 Él, arrojando la capa, dio un salto y se acercó a Jesús.

51 —¿Qué quieres que haga por ti? —le preguntó.

—Raboni, quiero ver —respondió el ciego.

52 —Puedes irte —dijo Jesús—, tu fe te ha sanado.

Al instante recobró la vista y comenzó a seguir a Jesús por el camino.

Footnotes

  1. 10:5 por lo obstinados que son. Lit. por su dureza de corazón.
  2. 10:6 Gn 1:27.
  3. 10:7 Var. no incluye: se unirá a su mujer.
  4. 10:8 Gn 2:24.
  5. 10:19 Éx 20:12-16; Dt 5:16-20.
  6. 10:24 es entrar. Var. es para los que confían en las riquezas entrar.
  7. 10:40 concederlo. … decidido. Lit. concederlo, sino para quienes está preparado.

Jesús enseña sobre el divorcio(A)

10 Jesús salió de Cafarnaúm y fue a la región de Judea y a la tierra que está al oriente del Jordán. Allí volvió a reunírsele la gente, y él comenzó de nuevo a enseñar, como tenía por costumbre. Algunos fariseos se acercaron a Jesús y, para tenderle una trampa, le preguntaron si al esposo le está permitido divorciarse de su esposa. Él les contestó:

—¿Qué les mandó a ustedes Moisés?

Dijeron:

—Moisés permitió divorciarse de la esposa dándole un certificado de divorcio.

Entonces Jesús les dijo:

—Moisés les dio ese mandato por lo tercos que son ustedes. Pero en el principio de la creación, “Dios los creó hombre y mujer. Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su esposa, y los dos serán como una sola persona.” Así que ya no son dos, sino uno solo. De modo que el hombre no debe separar lo que Dios ha unido.

10 Cuando ya estaban en casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre este asunto. 11 Jesús les dijo:

—El que se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio contra la primera; 12 y si la mujer deja a su esposo y se casa con otro, también comete adulterio.

Jesús bendice a los niños(B)

13 Llevaron unos niños a Jesús, para que los tocara; pero los discípulos comenzaron a reprender a quienes los llevaban. 14 Jesús, viendo esto, se enojó y les dijo:

—Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos. 15 Les aseguro que el que no acepta el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

16 Y tomó en sus brazos a los niños, y los bendijo poniendo las manos sobre ellos.

Un hombre rico habla con Jesús(C)

17 Cuando Jesús iba a seguir su viaje, llegó un hombre corriendo, se puso de rodillas delante de él y le preguntó:

—Maestro bueno, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?

18 Jesús le contestó:

—¿Por qué me llamas bueno? Bueno solamente hay uno: Dios. 19 Ya sabes los mandamientos: “No mates, no cometas adulterio, no robes, no digas mentiras en perjuicio de nadie ni engañes; honra a tu padre y a tu madre.”

20 El hombre le dijo:

—Maestro, todo eso lo he cumplido desde joven.

21 Jesús lo miró con cariño, y le contestó:

—Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres. Así tendrás riqueza en el cielo. Luego ven y sígueme.

22 El hombre se afligió al oír esto; y se fue triste, porque era muy rico.

23 Jesús miró entonces alrededor, y dijo a sus discípulos:

—¡Qué difícil va a ser para los ricos entrar en el reino de Dios!

24 Estas palabras dejaron asombrados a los discípulos, pero Jesús les volvió a decir:

—Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de Dios! 25 Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja, que para un rico entrar en el reino de Dios.

26 Al oírlo, se asombraron más aún, y se preguntaban unos a otros:

—¿Y quién podrá salvarse?

27 Jesús los miró y les contestó:

—Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para él todo es posible.

28 Pedro comenzó a decirle:

—Nosotros hemos dejado todo lo que teníamos, y te hemos seguido.

29 Jesús respondió:

—Les aseguro que cualquiera que por mi causa y por aceptar el evangelio haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o madre, o padre, o hijos, o terrenos, 30 recibirá ahora en la vida presente cien veces más en casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y terrenos, aunque con persecuciones; y en la vida venidera recibirá la vida eterna. 31 Pero muchos que ahora son los primeros, serán los últimos; y muchos que ahora son los últimos, serán los primeros.

Jesús anuncia por tercera vez su muerte(D)

32 Se dirigían a Jerusalén, y Jesús caminaba delante de los discípulos. Ellos estaban asombrados, y los que iban detrás tenían miedo. Jesús volvió a llamar aparte a los doce discípulos, y comenzó a decirles lo que le iba a pasar: 33 «Como ustedes ven, ahora vamos a Jerusalén, donde el Hijo del hombre va a ser entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley, que lo condenarán a muerte y lo entregarán a los extranjeros. 34 Se burlarán de él, lo escupirán, lo golpearán y lo matarán; pero tres días después resucitará.»

Jesús responde a Santiago y Juan(E)

35 Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron:

—Maestro, queremos que nos hagas el favor que vamos a pedirte.

36 Él les preguntó:

—¿Qué quieren que haga por ustedes?

37 Le dijeron:

—Concédenos que en tu reino glorioso nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda.

38 Jesús les contestó:

—Ustedes no saben lo que piden. ¿Pueden beber este trago amargo que voy a beber yo, y recibir el bautismo que yo voy a recibir?

39 Ellos contestaron:

—Podemos.

Jesús les dijo:

—Ustedes beberán este trago amargo, y recibirán el bautismo que yo voy a recibir; 40 pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde a mí darlo, sino que les será dado a aquellos para quienes está preparado.

41 Cuando los otros diez discípulos oyeron esto, se enojaron con Santiago y Juan. 42 Pero Jesús los llamó, y les dijo:

—Como ustedes saben, entre los paganos hay jefes que se creen con derecho a gobernar con tiranía a sus súbditos, y los grandes hacen sentir su autoridad sobre ellos. 43 Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera ser grande entre ustedes, deberá servir a los demás, 44 y el que entre ustedes quiera ser el primero, deberá ser el esclavo de los demás. 45 Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud.

Jesús sana a Bartimeo el ciego(F)

46 Llegaron a Jericó. Y cuando Jesús ya salía de la ciudad, seguido de sus discípulos y de mucha gente, un mendigo ciego llamado Bartimeo, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino. 47 Al oír que era Jesús de Nazaret, el ciego comenzó a gritar:

—¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!

48 Muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más todavía:

—¡Hijo de David, ten compasión de mí!

49 Entonces Jesús se detuvo, y dijo:

—Llámenlo.

Llamaron al ciego, diciéndole:

—Ánimo, levántate; te está llamando.

50 El ciego arrojó su capa, y dando un salto se acercó a Jesús, 51 que le preguntó:

—¿Qué quieres que haga por ti?

El ciego le contestó:

—Maestro, quiero recobrar la vista.

52 Jesús le dijo:

—Puedes irte; por tu fe has sido sanado.

En aquel mismo instante el ciego recobró la vista, y siguió a Jesús por el camino.

Divorce(A)

10 Jesus then left that place and went into the region of Judea and across the Jordan.(B) Again crowds of people came to him, and as was his custom, he taught them.(C)

Some Pharisees(D) came and tested him by asking, “Is it lawful for a man to divorce his wife?”

“What did Moses command you?” he replied.

They said, “Moses permitted a man to write a certificate of divorce and send her away.”(E)

“It was because your hearts were hard(F) that Moses wrote you this law,” Jesus replied. “But at the beginning of creation God ‘made them male and female.’[a](G) ‘For this reason a man will leave his father and mother and be united to his wife,[b] and the two will become one flesh.’[c](H) So they are no longer two, but one flesh. Therefore what God has joined together, let no one separate.”

10 When they were in the house again, the disciples asked Jesus about this. 11 He answered, “Anyone who divorces his wife and marries another woman commits adultery against her.(I) 12 And if she divorces her husband and marries another man, she commits adultery.”(J)

The Little Children and Jesus(K)

13 People were bringing little children to Jesus for him to place his hands on them, but the disciples rebuked them. 14 When Jesus saw this, he was indignant. He said to them, “Let the little children come to me, and do not hinder them, for the kingdom of God belongs to such as these.(L) 15 Truly I tell you, anyone who will not receive the kingdom of God like a little child will never enter it.”(M) 16 And he took the children in his arms,(N) placed his hands on them and blessed them.

The Rich and the Kingdom of God(O)

17 As Jesus started on his way, a man ran up to him and fell on his knees(P) before him. “Good teacher,” he asked, “what must I do to inherit eternal life?”(Q)

18 “Why do you call me good?” Jesus answered. “No one is good—except God alone. 19 You know the commandments: ‘You shall not murder, you shall not commit adultery, you shall not steal, you shall not give false testimony, you shall not defraud, honor your father and mother.’[d](R)

20 “Teacher,” he declared, “all these I have kept since I was a boy.”

21 Jesus looked at him and loved him. “One thing you lack,” he said. “Go, sell everything you have and give to the poor,(S) and you will have treasure in heaven.(T) Then come, follow me.”(U)

22 At this the man’s face fell. He went away sad, because he had great wealth.

23 Jesus looked around and said to his disciples, “How hard it is for the rich(V) to enter the kingdom of God!”

24 The disciples were amazed at his words. But Jesus said again, “Children, how hard it is[e] to enter the kingdom of God!(W) 25 It is easier for a camel to go through the eye of a needle than for someone who is rich to enter the kingdom of God.”(X)

26 The disciples were even more amazed, and said to each other, “Who then can be saved?”

27 Jesus looked at them and said, “With man this is impossible, but not with God; all things are possible with God.”(Y)

28 Then Peter spoke up, “We have left everything to follow you!”(Z)

29 “Truly I tell you,” Jesus replied, “no one who has left home or brothers or sisters or mother or father or children or fields for me and the gospel 30 will fail to receive a hundred times as much(AA) in this present age: homes, brothers, sisters, mothers, children and fields—along with persecutions—and in the age to come(AB) eternal life.(AC) 31 But many who are first will be last, and the last first.”(AD)

Jesus Predicts His Death a Third Time(AE)

32 They were on their way up to Jerusalem, with Jesus leading the way, and the disciples were astonished, while those who followed were afraid. Again he took the Twelve(AF) aside and told them what was going to happen to him. 33 “We are going up to Jerusalem,”(AG) he said, “and the Son of Man(AH) will be delivered over to the chief priests and the teachers of the law.(AI) They will condemn him to death and will hand him over to the Gentiles, 34 who will mock him and spit on him, flog him(AJ) and kill him.(AK) Three days later(AL) he will rise.”(AM)

The Request of James and John(AN)

35 Then James and John, the sons of Zebedee, came to him. “Teacher,” they said, “we want you to do for us whatever we ask.”

36 “What do you want me to do for you?” he asked.

37 They replied, “Let one of us sit at your right and the other at your left in your glory.”(AO)

38 “You don’t know what you are asking,”(AP) Jesus said. “Can you drink the cup(AQ) I drink or be baptized with the baptism I am baptized with?”(AR)

39 “We can,” they answered.

Jesus said to them, “You will drink the cup I drink and be baptized with the baptism I am baptized with,(AS) 40 but to sit at my right or left is not for me to grant. These places belong to those for whom they have been prepared.”

41 When the ten heard about this, they became indignant with James and John. 42 Jesus called them together and said, “You know that those who are regarded as rulers of the Gentiles lord it over them, and their high officials exercise authority over them. 43 Not so with you. Instead, whoever wants to become great among you must be your servant,(AT) 44 and whoever wants to be first must be slave of all. 45 For even the Son of Man did not come to be served, but to serve,(AU) and to give his life as a ransom for many.”(AV)

Blind Bartimaeus Receives His Sight(AW)

46 Then they came to Jericho. As Jesus and his disciples, together with a large crowd, were leaving the city, a blind man, Bartimaeus (which means “son of Timaeus”), was sitting by the roadside begging. 47 When he heard that it was Jesus of Nazareth,(AX) he began to shout, “Jesus, Son of David,(AY) have mercy on me!”

48 Many rebuked him and told him to be quiet, but he shouted all the more, “Son of David, have mercy on me!”

49 Jesus stopped and said, “Call him.”

So they called to the blind man, “Cheer up! On your feet! He’s calling you.” 50 Throwing his cloak aside, he jumped to his feet and came to Jesus.

51 “What do you want me to do for you?” Jesus asked him.

The blind man said, “Rabbi,(AZ) I want to see.”

52 “Go,” said Jesus, “your faith has healed you.”(BA) Immediately he received his sight and followed(BB) Jesus along the road.

Footnotes

  1. Mark 10:6 Gen. 1:27
  2. Mark 10:7 Some early manuscripts do not have and be united to his wife.
  3. Mark 10:8 Gen. 2:24
  4. Mark 10:19 Exodus 20:12-16; Deut. 5:16-20
  5. Mark 10:24 Some manuscripts is for those who trust in riches