馬可福音 10
Chinese Standard Bible (Traditional)
論離婚
10 後來,耶穌從那裡起身,來到猶太地區和約旦河對岸。人群又聚集到他那裡,他又照常教導他們。 2 有些法利賽人前來試探耶穌,問他:「人是否可以休妻呢?」 3 耶穌回答他們,說:「摩西是怎麼吩咐你們的?」
4 他們說:「摩西准許人寫一份休書就可以休妻。」
5 耶穌對他們說:「摩西因著你們的心裡剛硬,才給你們定下這條誡命。 6 從創世之初,『神[a]把人[b]造成男的和女的』[c],
這樣,夫妻不再是兩個人,而是一體了。 9 因此,神所配合的,人不可分開。」
10 進了屋子,門徒們又向耶穌問起這件事。 11 耶穌就說:「如果有人休妻,另娶別人,就是犯通姦罪觸犯妻子。 12 女人如果離棄丈夫,另嫁別人,也是犯通姦罪。」
祝福小孩子
13 有些人把小孩子帶到耶穌那裡,好讓耶穌摸他們一下。門徒們卻責備那些人[f]。 14 耶穌看見了就很不滿,對門徒們說:「讓小孩子到我這裡來,不要阻止他們,因為神的國正屬於這樣的人。 15 我確實地告訴你們:無論誰不像小孩子一樣接受神的國,就絕不能進去。」 16 於是,他把孩子們摟在懷中,按手在他們身上,祝福了他們。
富有的青年官員
17 耶穌剛出門上路,有一個人跑過去向他跪下,問他:「良善的老師,我該做什麼才能繼承永恆的生命呢?」
18 耶穌對他說:「你為什麼稱我是良善的呢?除了神一位之外,沒有一個是良善的。 19 你是知道這些誡命的:
『不可殺人、
不可通姦、
不可偷竊、
不可做偽證、
不可虧負人、
要孝敬父母。』[g]」
20 那個人對耶穌說:「老師,這一切我從年少就遵守了。」
21 耶穌注視著他,就愛他,對他說:「你還缺少一件:去賣掉你所擁有的,分給窮人,這樣你將有財寶在天上;然後你[h]來跟從我。」 22 那個人因這話,臉色就變得陰沉,憂憂愁愁地走開了,因為他有很多財產。
財富與天國
23 耶穌環視周圍,對他的門徒們說:「有錢財的人進入神的國,是多麼困難!」 24 門徒們因這些話,就驚訝不已。耶穌又對他們說:「孩子們,[i]進入神的國是多麼困難! 25 駱駝穿過針眼,比富有的人進入神的國更容易呢!」
26 門徒們越發驚訝,彼此說:「那麼,誰能得救呢?」
27 耶穌注視著他們,說:「在人不可能,但在神卻不然;因為在神,凡事都可能。」
28 彼得就對耶穌說:「看,我們捨棄一切跟從了你!」
29 耶穌說:「我確實地告訴你們:無論誰為我的緣故、為福音的緣故而捨棄房屋,或兄弟,或姐妹,或母親,或父親,[j]或兒女,或田產, 30 都必定在今世得到百倍,就是房屋、兄弟、姐妹、母親、兒女和田產,也會有逼迫;但在來世得到永恆的生命。 31 不過許多在前的,將要在後;許多在後的,將要在前。」
第三次預言受難
32 在上耶路撒冷的路途中,耶穌一直走在前頭,門徒們驚訝不已,跟著的人也懼怕了。耶穌又把十二使徒[k]帶到一邊,開始告訴他們將要發生在他身上的事, 33 說:「看,我們現在上耶路撒冷去,人子將被出賣給祭司長們和經文士們。他們要定他死罪,並且要把他交給外邦人。 34 他們要戲弄他、向他吐唾沫、鞭打他,並殺害他;然後在第三天[l],他要復活。」
受苦與服事
35 這時候,西庇太的兒子雅各和約翰來到耶穌面前,說:「老師,如果我們向你求什麼,希望你為我們成全。」
36 耶穌問他們:「要我為你們做什麼呢?」
37 他們說:「請准許我們在你的榮耀裡,一個坐在你的右邊,一個坐在你的[m]左邊。」
38 耶穌就說:「你們不知道自己在求什麼。我所喝的杯,你們能喝嗎?我所受的洗禮,你們能受嗎?」
39 他們回答說:「我們能。」
耶穌就說:「我所喝的杯你們將要喝,我所受的洗禮你們將要受。 40 但是坐在我的右邊或左邊,不是我所賜的,而是已經預備給誰,就賜給誰。」 41 其他十個使徒聽了,就開始對雅各和約翰很不滿。
42 於是耶穌把他們召來,對他們說:「你們知道,外邦人有所謂為首的壓制他們,也有為大的管轄他們。 43 但你們當中卻不是這樣;相反,無論誰想在你們當中為大,誰就該做你們的僕人; 44 無論誰想在你們當中為首,誰就該做大家的奴僕。 45 要知道,就是人子來,也不是為了受人的服事,而是為了服事人,並且獻上自己的生命,替許多人做救贖的代價。」
治癒耶利哥的盲人
46 他們來到了耶利哥。當耶穌與他的門徒們和一大群人要離開那裡的時候,有一個瞎眼的乞丐坐在路邊,他是提邁的兒子巴提邁。 47 他一聽說是拿撒勒人耶穌,就開始呼叫說:「大衛的後裔[n]——耶穌,可憐我吧!」 48 許多人責備他,叫他不要做聲。可是他更加大聲呼叫:「大衛的後裔[o],可憐我吧!」
49 耶穌就停住,說:「叫他過來吧。」
他們就叫那瞎眼的說:「鼓起勇氣吧!起來,他叫你呢。」 50 他就丟下外衣跳起來,來到耶穌面前。
51 耶穌問他說:「你要我為你做什麼呢?」
那瞎眼的說:「拉波尼[p],我要重見光明!」
52 耶穌對他說:「你去吧!你的信救了你。」他立刻重見光明,於是一路跟隨了耶穌。
Footnotes
- 馬可福音 10:6 神——有古抄本作「他」。
- 馬可福音 10:6 人——原文直譯「他們」。
- 馬可福音 10:6 《創世記》1:27;5:2。
- 馬可福音 10:7 有古抄本沒有「與妻子結合」。
- 馬可福音 10:8 《創世記》2:24。
- 馬可福音 10:13 那些人——有古抄本作「那些帶他們來的人」。
- 馬可福音 10:19 《出埃及記》20:12-16;《申命記》5:16-20。
- 馬可福音 10:21 有古抄本附「背起十字架」。
- 馬可福音 10:24 有古抄本附「依靠錢財的人」。
- 馬可福音 10:29 有古抄本附「或妻子,」。
- 馬可福音 10:32 使徒——輔助詞語。
- 馬可福音 10:34 在第三天——有古抄本作「三天后」。
- 馬可福音 10:37 有古抄本沒有「你的」。
- 馬可福音 10:47 大衛的後裔——或譯作「大衛之子」。
- 馬可福音 10:48 大衛的後裔——或譯作「大衛之子」。
- 馬可福音 10:51 拉波尼——希伯來文詞語;意思為「我的老師」。
Marcos 10
Nueva Versión Internacional
El divorcio(A)
10 Jesús partió de aquel lugar y se fue a la región de Judea y al otro lado del Jordán. Otra vez se reunieron las multitudes y, como era su costumbre, les enseñaba.
2 Algunos fariseos se acercaron y, para ponerlo a prueba, le preguntaron:
—¿Está permitido que un hombre se divorcie de su esposa?
3 —¿Qué les mandó Moisés? —respondió Jesús.
4 —Moisés permitió que un hombre le escribiera un certificado de divorcio y la despidiera —contestaron ellos.
5 —Ese mandamiento lo escribió Moisés para ustedes por lo obstinados que son[a] —respondió Jesús—. 6 Pero al principio de la creación Dios “los creó hombre y mujer”.[b] 7 “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer[c] 8 y los dos llegarán a ser uno solo”.[d] Así que ya no son dos, sino uno solo. 9 Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.
10 Vueltos a casa, los discípulos preguntaron a Jesús sobre este asunto.
11 —El que se divorcia de su esposa y se casa con otra comete adulterio contra la primera —respondió—. 12 Y, si la mujer se divorcia de su esposo y se casa con otro, comete adulterio.
Jesús y los niños(B)
13 Empezaron a llevarle niños a Jesús para que los tocara, pero los discípulos reprendían a quienes los llevaban. 14 Cuando Jesús se dio cuenta, se indignó y dijo: «Dejen que los niños vengan a mí; no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos. 15 Les aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño, de ninguna manera entrará en él». 16 Y después de abrazarlos, los bendecía poniendo las manos sobre ellos.
El joven rico(C)
17 Cuando Jesús estaba ya para irse, un hombre llegó corriendo y se arrodilló delante de él.
—Maestro bueno —le preguntó—, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?
18 —¿Por qué me llamas bueno? —respondió Jesús—. Nadie es bueno sino solo Dios. 19 Ya sabes los mandamientos: “No mates, no cometas adulterio, no robes, no presentes falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre”.[e]
20 —Maestro —dijo el hombre—, todo eso lo he cumplido desde que era joven.
21 Jesús lo miró con amor y añadió:
—Una sola cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.
22 Al oír esto, el hombre se desanimó y se fue triste porque tenía muchas riquezas.
23 Jesús miró alrededor y comentó a sus discípulos:
—¡Qué difícil es para los ricos entrar en el reino de Dios!
24 Los discípulos se asombraron de sus palabras.
—Hijos, ¡qué difícil es entrar[f] en el reino de Dios! —repitió Jesús—. 25 Le resulta más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios.
26 Los discípulos se asombraron aún más y decían entre sí: «Entonces, ¿quién podrá salvarse?».
27 —Para los hombres es imposible —aclaró Jesús, mirándolos fijamente—, pero no para Dios; de hecho, para Dios todo es posible.
28 —¿Qué de nosotros, que lo hemos dejado todo y te hemos seguido? —comenzó a decirle Pedro.
29 —Les aseguro —respondió Jesús— que todo el que por mi causa y la del evangelio haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o terrenos 30 recibirá cien veces más ahora en este tiempo (casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y terrenos, aunque con persecuciones); y en la edad venidera, la vida eterna. 31 Pero muchos de los primeros serán últimos y los últimos serán primeros.
Jesús predice de nuevo su muerte(D)
32 Iban de camino subiendo a Jerusalén y Jesús se les adelantó. Los discípulos estaban asombrados y los otros que venían detrás tenían miedo. De nuevo tomó aparte a los doce y comenzó a decirles lo que sucedería. 33 «Ahora vamos subiendo a Jerusalén y el Hijo del hombre será entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la Ley. Ellos lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles. 34 Se burlarán de él, le escupirán, lo azotarán y lo matarán. Pero al tercer día resucitará».
La petición de Santiago y Juan(E)
35 Se acercaron Santiago y Juan, hijos de Zebedeo.
—Maestro —dijeron—, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir.
36 —¿Qué quieren que haga por ustedes?
37 —Concédenos que en tu glorioso reino uno de nosotros se siente a tu derecha y el otro a tu izquierda.
38 —Ustedes no saben lo que están pidiendo —respondió Jesús—. ¿Pueden acaso beber el trago amargo de la copa que yo bebo o pasar por la prueba del bautismo con el que voy a ser bautizado?
39 Ellos dijeron:
—Sí, podemos.
—Ustedes beberán de la copa que yo bebo —respondió Jesús— y pasarán por la prueba del bautismo con el que voy a ser bautizado, 40 pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde concederlo. Eso ya está decidido.[g]
41 Cuando lo oyeron los otros diez, se indignaron con Santiago y Juan. 42 Así que Jesús los llamó y dijo:
—Como ustedes saben, los que se consideran gobernantes de las naciones oprimen al pueblo y los altos oficiales abusan de su autoridad. 43 Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor, 44 y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de todos. 45 Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.
El ciego Bartimeo recibe la vista(F)
46 Después llegaron a Jericó. Más tarde, salió Jesús de la ciudad acompañado de sus discípulos y de una gran multitud. Un mendigo ciego llamado Bartimeo (el hijo de Timeo) estaba sentado junto al camino. 47 Al oír que el que venía era Jesús de Nazaret, se puso a gritar:
—¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!
48 Muchos lo reprendían para que se callara, pero él se puso a gritar aún más fuerte:
—¡Hijo de David, ten compasión de mí!
49 Jesús se detuvo y dijo:
—Llámenlo.
Así que llamaron al ciego.
—¡Ánimo! —le dijeron—. ¡Levántate! Te llama.
50 Él, arrojando la capa, dio un salto y se acercó a Jesús.
51 —¿Qué quieres que haga por ti? —le preguntó.
—Raboni, quiero ver —respondió el ciego.
52 —Puedes irte —dijo Jesús—, tu fe te ha sanado.
Al instante recobró la vista y comenzó a seguir a Jesús por el camino.
Footnotes
- 10:5 por lo obstinados que son. Lit. por su dureza de corazón.
- 10:6 Gn 1:27.
- 10:7 Var. no incluye: se unirá a su mujer.
- 10:8 Gn 2:24.
- 10:19 Éx 20:12-16; Dt 5:16-20.
- 10:24 es entrar. Var. es para los que confían en las riquezas entrar.
- 10:40 concederlo. … decidido. Lit. concederlo, sino para quienes está preparado.
Marcos 10
Nueva Versión Internacional (Castilian)
El divorcio(A)
10 Jesús partió de aquel lugar y se fue a la región de Judea y al otro lado del Jordán. Otra vez concurrieron a él las multitudes y, como era su costumbre, les enseñaba.
2 En eso, unos fariseos se le acercaron y, para ponerlo a prueba, le preguntaron:
―¿Está permitido que un hombre se divorcie de su esposa?
3 ―¿Qué os mandó Moisés? —replicó Jesús.
4 ―Moisés permitió que un hombre escribiera un certificado de divorcio y la despidiera —contestaron ellos.
5 ―Esa ley la escribió Moisés para vosotros por lo obstinados que sois[a] —aclaró Jesús—. 6 Pero al principio de la creación Dios “los hizo hombre y mujer”.[b] 7 “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa,[c] 8 y los dos llegarán a ser un solo cuerpo”.[d] Así que ya no son dos, sino uno solo. 9 Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.
10 Vueltos a casa, los discípulos le preguntaron a Jesús sobre este asunto.
11 ―El que se divorcia de su esposa y se casa con otra comete adulterio contra la primera —respondió—. 12 Y, si la mujer se divorcia de su esposo y se casa con otro, comete adulterio.
Jesús y los niños(B)
13 Empezaron a llevarle niños a Jesús para que los tocara, pero los discípulos reprendían a quienes los llevaban. 14 Cuando Jesús se dio cuenta, se indignó y les dijo: «Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos. 15 Os aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño de ninguna manera entrará en él». 16 Y después de abrazarlos, los bendecía poniendo las manos sobre ellos.
El joven rico(C)
17 Cuando Jesús estaba ya para irse, un hombre llegó corriendo y se postró delante de él.
―Maestro bueno —le preguntó—, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?
18 ―¿Por qué me llamas bueno? —respondió Jesús—. Nadie es bueno sino solo Dios. 19 Ya sabes los mandamientos: “No mates, no cometas adulterio, no robes, no presentes falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre”.[e]
20 ―Maestro —dijo el hombre—, todo eso lo he cumplido desde que era joven.
21 Jesús lo miró con amor y añadió:
―Una sola cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.
22 Al oír esto, el hombre se desanimó y se fue triste, porque tenía muchas riquezas.
23 Jesús miró alrededor y comentó a sus discípulos:
―¡Qué difícil es para los ricos entrar en el reino de Dios!
24 Los discípulos se asombraron de sus palabras.
―Hijos, ¡qué difícil es entrar[f] en el reino de Dios! —repitió Jesús—. 25 Le resulta más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios.
26 Los discípulos se asombraron aún más, y decían entre sí: «Entonces, ¿quién podrá salvarse?»
27 ―Para los hombres es imposible —aclaró Jesús, mirándolos fijamente—, pero no para Dios; de hecho, para Dios todo es posible.
28 ―¿Qué de nosotros, que lo hemos dejado todo y te hemos seguido? —comenzó a reclamarle Pedro.
29 ―Os aseguro —respondió Jesús— que todo el que por mi causa y la del evangelio haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o terrenos 30 recibirá cien veces más ahora en este tiempo (casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y terrenos, aunque con persecuciones); y en la edad venidera, la vida eterna. 31 Pero muchos de los primeros serán últimos, y de los últimos, primeros.
Jesús predice de nuevo su muerte(D)
32 Iban de camino subiendo a Jerusalén, y Jesús se les adelantó. Los discípulos estaban asombrados, y los otros que venían detrás tenían miedo. De nuevo tomó aparte a los doce y comenzó a decirles lo que le iba a suceder. 33 «Ahora vamos rumbo a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley. Ellos lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles. 34 Se burlarán de él, le escupirán, lo azotarán y lo matarán. Pero a los tres días resucitará».
La petición de Jacobo y Juan(E)
35 Se le acercaron Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo.
―Maestro —le dijeron—, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir.
36 ―¿Qué queréis que haga por vosotros?
37 ―Concédenos que en tu glorioso reino uno de nosotros se siente a tu derecha y el otro a tu izquierda.
38 ―No sabéis lo que estáis pidiendo —les replicó Jesús—. ¿Podéis acaso beber el trago amargo de la copa que yo bebo, o pasar por la prueba del bautismo con el que voy a ser probado?[g]
39 ―Sí, podemos.
―Beberéis de la copa que yo bebo —les respondió Jesús— y pasaréis por la prueba del bautismo con el que voy a ser probado, 40 pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde a mí concederlo. Eso ya está decidido.[h]
41 Los otros diez, al oír la conversación, se indignaron contra Jacobo y Juan. 42 Así que Jesús los llamó y les dijo:
―Como vosotros sabéis, los que se consideran jefes de las naciones oprimen a los súbditos, y los altos oficiales abusan de su autoridad. 43 Pero entre vosotros no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre vosotros deberá ser vuestro servidor, 44 y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de todos. 45 Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.
El ciego Bartimeo recibe la vista(F)
46 Después llegaron a Jericó. Más tarde, salió Jesús de la ciudad acompañado de sus discípulos y de una gran multitud. Un mendigo ciego llamado Bartimeo (el hijo de Timeo) estaba sentado junto al camino. 47 Al oír que el que venía era Jesús de Nazaret, se puso a gritar:
―¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!
48 Muchos lo reprendían para que se callara, pero él se puso a gritar aún más:
―¡Hijo de David, ten compasión de mí!
49 Jesús se detuvo y dijo:
―Llamadlo.
Así que llamaron al ciego.
―¡Ánimo! —le dijeron—. ¡Levántate! Te llama.
50 Él, arrojando la capa, dio un salto y se acercó a Jesús.
51 ―¿Qué quieres que haga por ti? —le preguntó.
―Rabí, quiero ver —respondió el ciego.
52 ―Puedes irte —le dijo Jesús—; tu fe te ha sanado.
Al momento recobró la vista y empezó a seguir a Jesús por el camino.
Footnotes
- 10:5 por lo obstinados que sois. Lit. por su dureza de corazón.
- 10:6 Gn 1:27
- 10:7 Var. no incluye: y se unirá a su esposa.
- 10:8 Gn 2:24
- 10:19 Éx 20:12-16; Dt 5:16-20
- 10:24 es entrar. Var. es para los que confían en las riquezas entrar.
- 10:38 beber … probado? Lit. beber la copa que yo bebo, o ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? También en v. 39.
- 10:40 concederlo. Eso ya está decidido. Lit. concederlo, sino para quienes está preparado.
Marcos 10
Reina-Valera 1960
Jesús enseña sobre el divorcio
(Mt. 19.1-12; Lc. 16.18)
10 Levantándose de allí, vino a la región de Judea y al otro lado del Jordán; y volvió el pueblo a juntarse a él, y de nuevo les enseñaba como solía.
2 Y se acercaron los fariseos y le preguntaron, para tentarle, si era lícito al marido repudiar a su mujer. 3 Él, respondiendo, les dijo: ¿Qué os mandó Moisés? 4 Ellos dijeron: Moisés permitió dar carta de divorcio, y repudiarla.(A) 5 Y respondiendo Jesús, les dijo: Por la dureza de vuestro corazón os escribió este mandamiento; 6 pero al principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios.(B) 7 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, 8 y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno.(C) 9 Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.
10 En casa volvieron los discípulos a preguntarle de lo mismo, 11 y les dijo: Cualquiera que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra ella; 12 y si la mujer repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio.(D)
Jesús bendice a los niños
(Mt. 19.13-15; Lc. 18.15-17)
13 Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban. 14 Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. 15 De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.(E) 16 Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía.
El joven rico
(Mt. 19.16-30; Lc. 18.18-30)
17 Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? 18 Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino solo uno, Dios. 19 Los mandamientos sabes: No adulteres.(F) No mates.(G) No hurtes.(H) No digas falso testimonio.(I) No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre.(J) 20 Él entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. 21 Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. 22 Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
23 Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! 24 Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas! 25 Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. 26 Ellos se asombraban aún más, diciendo entre sí: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? 27 Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios. 28 Entonces Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido. 29 Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, 30 que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna. 31 Pero muchos primeros serán postreros, y los postreros, primeros.(K)
Nuevamente Jesús anuncia su muerte
(Mt. 20.17-19; Lc. 18.31-34)
32 Iban por el camino subiendo a Jerusalén; y Jesús iba delante, y ellos se asombraron, y le seguían con miedo. Entonces volviendo a tomar a los doce aparte, les comenzó a decir las cosas que le habían de acontecer: 33 He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte, y le entregarán a los gentiles; 34 y le escarnecerán, le azotarán, y escupirán en él, y le matarán; mas al tercer día resucitará.
Petición de Santiago y de Juan
(Mt. 20.20-28)
35 Entonces Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, se le acercaron, diciendo: Maestro, querríamos que nos hagas lo que pidiéremos. 36 Él les dijo: ¿Qué queréis que os haga? 37 Ellos le dijeron: Concédenos que en tu gloria nos sentemos el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda. 38 Entonces Jesús les dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo bebo, o ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado?(L) 39 Ellos dijeron: Podemos. Jesús les dijo: A la verdad, del vaso que yo bebo, beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; 40 pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado. 41 Cuando lo oyeron los diez, comenzaron a enojarse contra Jacobo y contra Juan. 42 Mas Jesús, llamándolos, les dijo: Sabéis que los que son tenidos por gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y sus grandes ejercen sobre ellas potestad. 43 Pero no será así entre vosotros,(M) sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, 44 y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos.(N) 45 Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
El ciego Bartimeo recibe la vista
(Mt. 20.29-34; Lc. 18.35-43)
46 Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando. 47 Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! 48 Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí! 49 Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama. 50 Él entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús. 51 Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista. 52 Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.
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