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序言(參(A)

尊敬的提阿非羅先生,因為有許多人,已經把在我們中間成就了的事, 按照起初親眼看見的傳道人所傳給我們的,編著成書; 我已經把這些事從頭考查過,認為也應該按著次序寫給你, 讓你曉得所學到的道理,都是確實的。

天使預言施洗約翰出生

猶太王希律在位的日子,亞比雅班裡有一個祭司,名叫撒迦利亞,他妻子是亞倫的後代,名叫以利沙伯。 他們在 神面前都是義人,遵行主的一切誡命規條,無可指摘, 只是沒有孩子,因為以利沙伯不生育,二人又都上了年紀。

有一次,撒迦利亞在 神面前按著班次執行祭司的職務, 照祭司的慣例抽中了籤,進入主的聖殿燒香。 10 燒香的時候,眾人都在外面祈禱。 11 有主的使者站在香壇右邊,向他顯現。 12 撒迦利亞一見就驚慌起來,十分害怕。 13 天使說:“撒迦利亞,不要怕,因為你的祈求已蒙垂聽,你妻子以利沙伯要給你生一個兒子,你要給他起名叫約翰。 14 你必歡喜快樂,許多人因他出生,也必喜樂。 15 他在主面前要被尊為大,淡酒濃酒都不喝,未出母腹就被聖靈充滿。 16 他要使許多以色列人轉向主他們的 神。 17 他必有以利亞的靈和能力,行在主的前面,叫父親的心轉向兒女,叫悖逆的轉向義人的意念,為主安排那預備好了的人民。” 18 撒迦利亞對天使說:“我怎麼能知道這事呢?我已經老了,我妻子也上了年紀。” 19 天使回答:“我是站在 神面前的加百列,奉差遣向你說話,報給你這好消息。 20 看吧!到了時候我的話必要應驗;因為你不信我的話,你必成為啞巴,直到這些事成就的那一天,才能說話。”

21 眾人等候撒迦利亞;因他在聖殿裡遲遲不出來,覺得奇怪。 22 等到他出來,卻不能講話,竟成了啞巴,不斷地向他們打手式,他們就知道他在聖殿裡見了異象。 23 供職的日子滿了,他就回家去。 24 過了幾天,他妻子以利沙伯懷了孕,隱藏了五個月,說: 25 “主在眷顧的日子,這樣看待我,要把我在人間的羞恥除掉。”

天使預言耶穌降生

26 到了第六個月,天使加百列奉 神差遣,往加利利的拿撒勒城去, 27 到了一個童貞女那裡,她已經和大衛家一個名叫約瑟的人訂了婚,童貞女的名字是馬利亞。 28 天使進去,對她說:“恭喜!蒙大恩的女子,主與你同在!” 29 她卻因這話驚慌起來,反覆思想這樣祝賀是甚麼意思。 30 天使說:“馬利亞,不要怕!因你已從 神那裡蒙了恩。 31 你將懷孕生子,要給他起名叫耶穌。 32 他將要被尊為大,稱為至高者的兒子,主 神要把他祖大衛的王位賜給他, 33 他要作王統治雅各家,直到永遠,他的國沒有窮盡。” 34 馬利亞對天使說:“我還沒有出嫁(“我還沒有出嫁”原文作“我不認識男人”),怎能有這事呢?” 35 天使回答:“聖靈要臨到你,至高者的能力要覆庇你,因此那將要出生的聖者,必稱為 神的兒子。 36 你看,你親戚以利沙伯,被稱為不生育的,在老年也懷了男胎,現在已是第六個月了, 37 因為在 神沒有一件事是不可能的。” 38 馬利亞說:“我是主的婢女,願照你的話成就在我身上!”天使就離開她去了。

馬利亞往見以利沙伯

39 後來,馬利亞就起身,急忙向山地去,來到猶大的一座城, 40 進了撒迦利亞的家,向以利沙伯問安。 41 以利沙伯一聽見馬利亞的問安,腹中的胎兒就跳動,以利沙伯也被聖靈充滿, 42 就高聲說:“你在女子中是有福的!你腹中的胎兒也是有福的! 43 我主的母親竟然到我這裡來。這事怎會臨到我呢? 44 你看,你問安的聲音一進我的耳朵,我腹中的胎兒就歡喜跳躍。 45 這相信主傳給她的話必要成就的女子是有福的。”

馬利亞尊主為大(參(B)

46 馬利亞說:

“我心尊主為大,

47 我靈以 神我的救主為樂,

48 因為他垂顧他婢女的卑微,

看哪!今後萬代都要稱我為有福。

49 全能者為我行了大事,他的名為聖;

50 他的憐憫世世代代歸與敬畏他的人。

51 他用膀臂施展大能,

驅散心裡妄想的狂傲人。

52 他使有權能的失位,

叫卑微的升高,

53 讓飢餓的得飽美食,

使富足的空手回去。

54 他扶助了他的僕人以色列,

為要記念他的憐憫,

55 正如他向我們列祖所說的,

恩待亞伯拉罕和他的後裔,直到永遠。”

56 馬利亞和以利沙伯同住約有三個月,就回家去了。

施洗約翰出生

57 以利沙伯的產期到了,生了一個兒子。 58 鄰里親戚,聽見主向她大施憐憫,都和她一同歡樂。 59 到了第八天,他們來給孩子行割禮,要照他父親的名字,叫他撒迦利亞。 60 但他母親說:“不可,要叫他約翰。” 61 他們說:“你親族裡沒有叫這名字的。” 62 他們就向孩子的父親打手式,看他要叫他甚麼。 63 他要了一塊寫字版,寫上說:“他的名字是約翰。”眾人都希奇。 64 撒迦利亞的口舌立刻開了,就出聲稱頌 神。 65 住在周圍的人都害怕,這一切事傳遍了整個猶太山地, 66 凡聽見的就把這些事放在心裡,說:“這孩子將會成為怎樣的人呢?因為主的手與他同在。”

撒迦利亞的預言

67 他的父親撒迦利亞被聖靈充滿,預言說:

68 “主,以色列的 神,是應當稱頌的,

因他眷顧自己的子民,施行救贖,

69 在他僕人大衛家中,

為我們興起救恩的角,

70 正如主自古以來藉聖先知口中所說的,

71 救我們脫離仇敵,和恨我們的人的手;

72 向我們列祖施憐憫,記念他的聖約,

73 就是他對我們祖先亞伯拉罕所起的誓,

74 把我們從仇敵手中救拔出來,

叫我們可以坦然無懼,用聖潔公義,

75 在他面前一生一世敬拜他。

76 孩子啊,你要稱為至高者的先知,

因為你要行在主的面前,預備他的路,

77 使他的子民,因罪得赦,就知道救恩。

78 因我們 神的憐憫,

使清晨的陽光從高天臨到我們,

79 光照那坐在黑暗中死蔭裡的人,

引導我們的腳,走上平安的路。”

80 這孩子漸漸長大,心靈健壯,住在曠野,直到他在以色列人中公開露面的日子。

Prólogo

Muchos han intentado hacer un relato de las cosas que han sucedido[a] entre nosotros, tal y como nos las transmitieron los que desde el principio fueron testigos presenciales y servidores de la palabra. Por lo tanto, yo también, excelentísimo Teófilo, habiendo investigado todo esto con esmero desde su origen, he decidido escribírtelo ordenadamente, para que llegues a tener plena seguridad de lo que te enseñaron.

Anuncio del nacimiento de Juan el Bautista

En tiempos de Herodes, rey de Judea, hubo un sacerdote llamado Zacarías, miembro del grupo de Abías. Su esposa Elisabet también era descendiente de Aarón. Ambos eran rectos e intachables delante de Dios; obedecían todos los mandamientos y preceptos del Señor. Pero no tenían hijos, porque Elisabet era estéril; y los dos eran de edad avanzada.

Un día en que Zacarías, por haber llegado el turno de su grupo, oficiaba como sacerdote delante de Dios, le tocó en suerte, según la costumbre del sacerdocio, entrar en el santuario del Señor para quemar incienso. 10 Cuando llegó la hora de ofrecer el incienso, la multitud reunida afuera estaba orando. 11 En esto, un ángel del Señor se apareció a Zacarías a la derecha del altar del incienso. 12 Al verlo, Zacarías se asustó, y el temor se apoderó de él. 13 El ángel le dijo:

―No tengas miedo, Zacarías, pues ha sido escuchada tu oración. Tu esposa Elisabet te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan. 14 Tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán por su nacimiento, 15 porque él será un gran hombre delante del Señor. Jamás tomará vino ni licor, y será lleno del Espíritu Santo aun desde su nacimiento.[b] 16 Hará que muchos israelitas se vuelvan al Señor su Dios. 17 Él irá primero, delante del Señor, con el espíritu y el poder de Elías, para reconciliar a[c] los padres con los hijos y guiar a los desobedientes a la sabiduría de los justos. De este modo preparará un pueblo bien dispuesto para recibir al Señor.

18 ―¿Cómo podré estar seguro de esto? —preguntó Zacarías al ángel—. Ya soy anciano y mi esposa también es de edad avanzada.

19 ―Yo soy Gabriel y estoy a las órdenes de Dios —le contestó el ángel—. He sido enviado para hablar contigo y darte estas buenas noticias. 20 Pero, como no creíste en mis palabras, las cuales se cumplirán a su debido tiempo, te vas a quedar mudo. No podrás hablar hasta el día en que todo esto suceda.

21 Mientras tanto, el pueblo estaba esperando a Zacarías y les extrañaba que se demorara tanto en el santuario. 22 Cuando por fin salió, no podía hablarles, así que se dieron cuenta de que allí había tenido una visión. Se podía comunicar solo por señas, pues seguía mudo.

23 Cuando terminaron los días de su servicio, regresó a su casa. 24 Poco después, su esposa Elisabet concibió y se mantuvo recluida por cinco meses. 25 «Esto —decía ella— es obra del Señor, que ahora ha mostrado su bondad al quitarme la vergüenza que yo tenía ante los demás».

Anuncio del nacimiento de Jesús

26 A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, pueblo de Galilea, 27 a visitar a una joven virgen comprometida para casarse con un hombre que se llamaba José, descendiente de David. La virgen se llamaba María. 28 El ángel se acercó a ella y le dijo:

―¡Te saludo,[d] tú que has recibido el favor de Dios! El Señor está contigo.[e]

29 Ante estas palabras, María se perturbó, y se preguntaba qué podría significar este saludo.

30 ―No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor —le dijo el ángel—. 31 Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. 32 Él será un gran hombre, y lo llamarán Hijo del Altísimo. Dios el Señor le dará el trono de su padre David, 33 y reinará sobre el pueblo de Jacob para siempre. Su reinado no tendrá fin.

34 ―¿Cómo podrá suceder esto —le preguntó María al ángel—, puesto que soy virgen?[f]

35 ―El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Así que al santo niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios. 36 También tu parienta Elisabet va a tener un hijo en su vejez; de hecho, la que decían que era estéril ya está en el sexto mes de embarazo. 37 Porque para Dios no hay nada imposible.

38 ―Aquí tienes a la sierva del Señor —contestó María—. Que él haga conmigo como me has dicho.

Después de esto, el ángel la dejó.

María visita a Elisabet

39 A los pocos, días María emprendió viaje y se fue de prisa a un pueblo en la región montañosa de Judea. 40 Al llegar, entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabet. 41 Tan pronto como Elisabet oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre. Entonces Elisabet, llena del Espíritu Santo, 42 exclamó:

―¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el hijo que darás a luz![g] 43 Pero ¿cómo es esto, que la madre de mi Señor venga a verme? 44 Te digo que, tan pronto como llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de alegría la criatura que llevo en el vientre. 45 ¡Dichosa tú que has creído, porque lo que el Señor te ha dicho se cumplirá!

El cántico de María(A)

46 Entonces dijo María:

«Mi alma glorifica al Señor,
47     y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador,
48 porque se ha dignado fijarse en su humilde sierva.
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones,
49     porque el Poderoso ha hecho grandes cosas por mí.
    ¡Santo es su nombre!
50 De generación en generación
    se extiende su misericordia a los que le temen.
51 Hizo proezas con su brazo;
    desbarató las intrigas de los soberbios.[h]
52 De sus tronos derrocó a los poderosos,
    mientras que ha exaltado a los humildes.
53 A los hambrientos los colmó de bienes,
    y a los ricos los despidió con las manos vacías.
54-55 Acudió en ayuda de su siervo Israel
    y, cumpliendo su promesa a nuestros padres,
mostró[i] su misericordia a Abraham
    y a su descendencia para siempre».

56 María se quedó con Elisabet unos tres meses y luego regresó a su casa.

Nacimiento de Juan el Bautista

57 Cuando se le cumplió el tiempo, Elisabet dio a luz un hijo. 58 Sus vecinos y parientes se enteraron de que el Señor le había mostrado gran misericordia, y compartieron su alegría.

59 A los ocho días llevaron a circuncidar al niño. Como querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías, 60 su madre se opuso.

―¡No! —dijo ella—. Tiene que llamarse Juan.

61 ―Pero si nadie en tu familia tiene ese nombre —le dijeron.

62 Entonces le hicieron señas a su padre, para saber qué nombre quería ponerle al niño. 63 Él pidió una tablilla, en la que escribió: «Su nombre es Juan». Y todos quedaron asombrados. 64 Al instante se le desató la lengua, recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios. 65 Todos los vecinos se llenaron de temor, y por toda la región montañosa de Judea se comentaba lo sucedido. 66 Quienes lo oían se preguntaban: «¿Qué llegará a ser este niño?» Porque la mano del Señor lo protegía.

El cántico de Zacarías

67 Entonces su padre Zacarías, lleno del Espíritu Santo, profetizó:

68 «Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
    porque ha venido a redimir[j] a su pueblo.
69 Nos envió un poderoso Salvador[k]
    en la casa de David su siervo
70 (como lo prometió en el pasado por medio de sus santos profetas),
71 para librarnos de nuestros enemigos
    y del poder de todos los que nos aborrecen;
72 para mostrar misericordia a nuestros padres
    al acordarse de su santo pacto.
73     Así lo juró a Abraham nuestro padre:
74 nos concedió que fuéramos libres del temor,
    al rescatarnos del poder de nuestros enemigos,
para que le sirviéramos 75 con santidad y justicia,
    viviendo en su presencia todos nuestros días.

76 »Y tú, hijito mío, serás llamado profeta del Altísimo,
    porque irás delante del Señor para prepararle el camino.
77 Darás a conocer a su pueblo la salvación
    mediante el perdón de sus pecados,
78 gracias a la entrañable misericordia de nuestro Dios.
    Así nos visitará desde el cielo el sol naciente,
79 para dar luz a los que viven en tinieblas,
    en la más terrible oscuridad,[l]
para guiar nuestros pasos por la senda de la paz».

80 El niño crecía y se fortalecía en espíritu; y vivió en el desierto hasta el día en que se presentó públicamente al pueblo de Israel.

Footnotes

  1. 1:1 han sucedido. Alt. se han recibido con convicción.
  2. 1:15 desde su nacimiento. Alt. antes de nacer. Lit. desde el vientre de su madre.
  3. 1:17 reconciliar a. Lit. hacer volver los corazones de; véase Mal 4:6.
  4. 1:28 ¡Te saludo. Alt. ¡Alégrate.
  5. 1:28 contigo. Var. contigo; bendita tú entre las mujeres.
  6. 1:34 soy virgen? Lit. no conozco a hombre?
  7. 1:42 el hijo que darás a luz! Lit. el fruto de tu vientre!
  8. 1:51 desbarató … soberbios. Lit. dispersó a los orgullosos en el pensamiento del corazón de ellos.
  9. 1:54-55 mostró. Lit. recordó.
  10. 1:68 ha venido a redimir. Lit. ha visitado y ha redimido.
  11. 1:69 envió un poderoso Salvador. Lit. levantó un cuerno de salvación.
  12. 1:79 en la más terrible oscuridad. Lit. y en sombra de muerte.

Dedicatoria a Teófilo

Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra, me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo, para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido.

Anuncio del nacimiento de Juan

Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías;(A) su mujer era de las hijas de Aarón, y se llamaba Elisabet. Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor. Pero no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad avanzada. Aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios según el orden de su clase, conforme a la costumbre del sacerdocio, le tocó en suerte ofrecer el incienso, entrando en el santuario del Señor. 10 Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso. 11 Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso. 12 Y se turbó Zacarías al verle, y le sobrecogió temor. 13 Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan. 14 Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento; 15 porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra,(B) y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre. 16 Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos. 17 E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos,(C) y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto. 18 Dijo Zacarías al ángel: ¿En qué conoceré esto? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada. 19 Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel,(D) que estoy delante de Dios; y he sido enviado a hablarte, y darte estas buenas nuevas. 20 Y ahora quedarás mudo y no podrás hablar, hasta el día en que esto se haga, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo. 21 Y el pueblo estaba esperando a Zacarías, y se extrañaba de que él se demorase en el santuario. 22 Pero cuando salió, no les podía hablar; y comprendieron que había visto visión en el santuario. Él les hablaba por señas, y permaneció mudo. 23 Y cumplidos los días de su ministerio, se fue a su casa.

24 Después de aquellos días concibió su mujer Elisabet, y se recluyó en casa por cinco meses, diciendo: 25 Así ha hecho conmigo el Señor en los días en que se dignó quitar mi afrenta entre los hombres.

Anuncio del nacimiento de Jesús

26 Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 27 a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María.(E) 28 Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. 29 Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. 30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS.(F) 32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; 33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.(G) 34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. 35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. 36 Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril; 37 porque nada hay imposible para Dios.(H) 38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.

María visita a Elisabet

39 En aquellos días, levantándose María, fue de prisa a la montaña, a una ciudad de Judá; 40 y entró en casa de Zacarías, y saludó a Elisabet. 41 Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo, 42 y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre. 43 ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? 44 Porque tan pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. 45 Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor.

46 Entonces María dijo:(I)

Engrandece mi alma al Señor;

47 Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.

48 Porque ha mirado la bajeza de su sierva;

Pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones.

49 Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso;

Santo es su nombre,

50 Y su misericordia es de generación en generación

A los que le temen.

51 Hizo proezas con su brazo;

Esparció a los soberbios en el pensamiento de sus corazones.

52 Quitó de los tronos a los poderosos,

Y exaltó a los humildes.

53 A los hambrientos colmó de bienes,

Y a los ricos envió vacíos.

54 Socorrió a Israel su siervo,

Acordándose de la misericordia

55 De la cual habló a nuestros padres,

Para con Abraham(J) y su descendencia para siempre.

56 Y se quedó María con ella como tres meses; después se volvió a su casa.

Nacimiento de Juan el Bautista

57 Cuando a Elisabet se le cumplió el tiempo de su alumbramiento, dio a luz un hijo. 58 Y cuando oyeron los vecinos y los parientes que Dios había engrandecido para con ella su misericordia, se regocijaron con ella. 59 Aconteció que al octavo día vinieron para circuncidar al niño;(K) y le llamaban con el nombre de su padre, Zacarías; 60 pero respondiendo su madre, dijo: No; se llamará Juan. 61 Le dijeron: ¿Por qué? No hay nadie en tu parentela que se llame con ese nombre. 62 Entonces preguntaron por señas a su padre, cómo le quería llamar. 63 Y pidiendo una tablilla, escribió, diciendo: Juan es su nombre. Y todos se maravillaron. 64 Al momento fue abierta su boca y suelta su lengua, y habló bendiciendo a Dios. 65 Y se llenaron de temor todos sus vecinos; y en todas las montañas de Judea se divulgaron todas estas cosas. 66 Y todos los que las oían las guardaban en su corazón, diciendo: ¿Quién, pues, será este niño? Y la mano del Señor estaba con él.

Profecía de Zacarías

67 Y Zacarías su padre fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó, diciendo:

68 Bendito el Señor Dios de Israel,

Que ha visitado y redimido a su pueblo,

69 Y nos levantó un poderoso Salvador

En la casa de David su siervo,

70 Como habló por boca de sus santos profetas que fueron desde el principio;

71 Salvación de nuestros enemigos, y de la mano de todos los que nos aborrecieron;

72 Para hacer misericordia con nuestros padres,

Y acordarse de su santo pacto;

73 Del juramento que hizo a Abraham nuestro padre,

Que nos había de conceder

74 Que, librados de nuestros enemigos,

Sin temor le serviríamos

75 En santidad y en justicia delante de él, todos nuestros días.

76 Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado;

Porque irás delante de la presencia del Señor, para preparar sus caminos;(L)

77 Para dar conocimiento de salvación a su pueblo,

Para perdón de sus pecados,

78 Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,

Con que nos visitó desde lo alto la aurora,

79 Para dar luz a los que habitan en tinieblas(M) y en sombra de muerte;

Para encaminar nuestros pies por camino de paz.

80 Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu; y estuvo en lugares desiertos hasta el día de su manifestación a Israel.

Forasmuch as many have taken in hand to set forth in order a declaration of those things which are most surely believed among us,

Even as they delivered them unto us, which from the beginning were eyewitnesses, and ministers of the word;

It seemed good to me also, having had perfect understanding of all things from the very first, to write unto thee in order, most excellent Theophilus,

That thou mightest know the certainty of those things, wherein thou hast been instructed.

There was in the days of Herod, the king of Judaea, a certain priest named Zacharias, of the course of Abia: and his wife was of the daughters of Aaron, and her name was Elisabeth.

And they were both righteous before God, walking in all the commandments and ordinances of the Lord blameless.

And they had no child, because that Elisabeth was barren, and they both were now well stricken in years.

And it came to pass, that while he executed the priest's office before God in the order of his course,

According to the custom of the priest's office, his lot was to burn incense when he went into the temple of the Lord.

10 And the whole multitude of the people were praying without at the time of incense.

11 And there appeared unto him an angel of the Lord standing on the right side of the altar of incense.

12 And when Zacharias saw him, he was troubled, and fear fell upon him.

13 But the angel said unto him, Fear not, Zacharias: for thy prayer is heard; and thy wife Elisabeth shall bear thee a son, and thou shalt call his name John.

14 And thou shalt have joy and gladness; and many shall rejoice at his birth.

15 For he shall be great in the sight of the Lord, and shall drink neither wine nor strong drink; and he shall be filled with the Holy Ghost, even from his mother's womb.

16 And many of the children of Israel shall he turn to the Lord their God.

17 And he shall go before him in the spirit and power of Elias, to turn the hearts of the fathers to the children, and the disobedient to the wisdom of the just; to make ready a people prepared for the Lord.

18 And Zacharias said unto the angel, Whereby shall I know this? for I am an old man, and my wife well stricken in years.

19 And the angel answering said unto him, I am Gabriel, that stand in the presence of God; and am sent to speak unto thee, and to shew thee these glad tidings.

20 And, behold, thou shalt be dumb, and not able to speak, until the day that these things shall be performed, because thou believest not my words, which shall be fulfilled in their season.

21 And the people waited for Zacharias, and marvelled that he tarried so long in the temple.

22 And when he came out, he could not speak unto them: and they perceived that he had seen a vision in the temple: for he beckoned unto them, and remained speechless.

23 And it came to pass, that, as soon as the days of his ministration were accomplished, he departed to his own house.

24 And after those days his wife Elisabeth conceived, and hid herself five months, saying,

25 Thus hath the Lord dealt with me in the days wherein he looked on me, to take away my reproach among men.

26 And in the sixth month the angel Gabriel was sent from God unto a city of Galilee, named Nazareth,

27 To a virgin espoused to a man whose name was Joseph, of the house of David; and the virgin's name was Mary.

28 And the angel came in unto her, and said, Hail, thou that art highly favoured, the Lord is with thee: blessed art thou among women.

29 And when she saw him, she was troubled at his saying, and cast in her mind what manner of salutation this should be.

30 And the angel said unto her, Fear not, Mary: for thou hast found favour with God.

31 And, behold, thou shalt conceive in thy womb, and bring forth a son, and shalt call his name Jesus.

32 He shall be great, and shall be called the Son of the Highest: and the Lord God shall give unto him the throne of his father David:

33 And he shall reign over the house of Jacob for ever; and of his kingdom there shall be no end.

34 Then said Mary unto the angel, How shall this be, seeing I know not a man?

35 And the angel answered and said unto her, The Holy Ghost shall come upon thee, and the power of the Highest shall overshadow thee: therefore also that holy thing which shall be born of thee shall be called the Son of God.

36 And, behold, thy cousin Elisabeth, she hath also conceived a son in her old age: and this is the sixth month with her, who was called barren.

37 For with God nothing shall be impossible.

38 And Mary said, Behold the handmaid of the Lord; be it unto me according to thy word. And the angel departed from her.

39 And Mary arose in those days, and went into the hill country with haste, into a city of Juda;

40 And entered into the house of Zacharias, and saluted Elisabeth.

41 And it came to pass, that, when Elisabeth heard the salutation of Mary, the babe leaped in her womb; and Elisabeth was filled with the Holy Ghost:

42 And she spake out with a loud voice, and said, Blessed art thou among women, and blessed is the fruit of thy womb.

43 And whence is this to me, that the mother of my Lord should come to me?

44 For, lo, as soon as the voice of thy salutation sounded in mine ears, the babe leaped in my womb for joy.

45 And blessed is she that believed: for there shall be a performance of those things which were told her from the Lord.

46 And Mary said, My soul doth magnify the Lord,

47 And my spirit hath rejoiced in God my Saviour.

48 For he hath regarded the low estate of his handmaiden: for, behold, from henceforth all generations shall call me blessed.

49 For he that is mighty hath done to me great things; and holy is his name.

50 And his mercy is on them that fear him from generation to generation.

51 He hath shewed strength with his arm; he hath scattered the proud in the imagination of their hearts.

52 He hath put down the mighty from their seats, and exalted them of low degree.

53 He hath filled the hungry with good things; and the rich he hath sent empty away.

54 He hath helped his servant Israel, in remembrance of his mercy;

55 As he spake to our fathers, to Abraham, and to his seed for ever.

56 And Mary abode with her about three months, and returned to her own house.

57 Now Elisabeth's full time came that she should be delivered; and she brought forth a son.

58 And her neighbours and her cousins heard how the Lord had shewed great mercy upon her; and they rejoiced with her.

59 And it came to pass, that on the eighth day they came to circumcise the child; and they called him Zacharias, after the name of his father.

60 And his mother answered and said, Not so; but he shall be called John.

61 And they said unto her, There is none of thy kindred that is called by this name.

62 And they made signs to his father, how he would have him called.

63 And he asked for a writing table, and wrote, saying, His name is John. And they marvelled all.

64 And his mouth was opened immediately, and his tongue loosed, and he spake, and praised God.

65 And fear came on all that dwelt round about them: and all these sayings were noised abroad throughout all the hill country of Judaea.

66 And all they that heard them laid them up in their hearts, saying, What manner of child shall this be! And the hand of the Lord was with him.

67 And his father Zacharias was filled with the Holy Ghost, and prophesied, saying,

68 Blessed be the Lord God of Israel; for he hath visited and redeemed his people,

69 And hath raised up an horn of salvation for us in the house of his servant David;

70 As he spake by the mouth of his holy prophets, which have been since the world began:

71 That we should be saved from our enemies, and from the hand of all that hate us;

72 To perform the mercy promised to our fathers, and to remember his holy covenant;

73 The oath which he sware to our father Abraham,

74 That he would grant unto us, that we being delivered out of the hand of our enemies might serve him without fear,

75 In holiness and righteousness before him, all the days of our life.

76 And thou, child, shalt be called the prophet of the Highest: for thou shalt go before the face of the Lord to prepare his ways;

77 To give knowledge of salvation unto his people by the remission of their sins,

78 Through the tender mercy of our God; whereby the dayspring from on high hath visited us,

79 To give light to them that sit in darkness and in the shadow of death, to guide our feet into the way of peace.

80 And the child grew, and waxed strong in spirit, and was in the deserts till the day of his shewing unto Israel.