1-2 提阿非羅大人,已經有很多人根據最初的目擊者和傳道者給我們的口述,把我們中間發生的事記載下來。 我把一切事情從頭至尾仔細查考之後,決定按次序寫出來, 使你知道自己所學的道都是有真憑實據的。

天使預告施洗者約翰出生

猶太王希律執政期間,亞比雅的班裡有位祭司名叫撒迦利亞,他妻子伊莉莎白是亞倫的後裔。 夫妻二人遵行主的一切誡命和條例,無可指責,在上帝眼中是義人。 但他們沒有孩子,因為伊莉莎白不能生育,二人又年紀老邁。

有一天,輪到撒迦利亞他們那一班祭司當值, 他們按照祭司的規矩抽籤,抽中撒迦利亞到主的殿裡去燒香。 10 眾百姓都在外面禱告。 11 那時,主的天使在香壇的右邊向撒迦利亞顯現, 12 撒迦利亞見了,驚慌害怕起來。

13 天使對他說:「撒迦利亞,不要害怕,你的禱告已蒙垂聽。你的妻子伊莉莎白要為你生一個兒子,你要給他取名叫約翰。 14 你必歡喜快樂,許多人也會因為他的誕生而欣喜雀躍, 15 因為他將成為主偉大的僕人。他必滴酒不沾,並且在母腹裡就被聖靈充滿。 16 他將勸導許多以色列人回心轉意,歸順主——他們的上帝。 17 他將以先知以利亞的心志和能力作主的先鋒,使父親的心轉向兒女,使叛逆的人回轉、順從義人的智慧,為主預備合用的子民。」

18 撒迦利亞對天使說:「我已經老了,我的妻子也上了年紀,我如何知道這是真的呢?」 19 天使回答說:「我是侍立在上帝面前的加百列,奉命來向你報這喜訊。 20 我說的這些話到時候必定應驗。但因為你不肯相信我的話,所以這事成就以前,你將變成啞巴,不能說話。」

21 人們在等候撒加利亞,見他在聖殿裡遲遲不出來,都感到奇怪。 22 後來他出來了,卻成了啞巴,不能說話,只能打手勢,大家意識到他在聖殿裡看見了異象。 23 撒迦利亞供職期滿,就回家去了。 24 不久,伊莉莎白果然懷了孕,她有五個月閉門不出。 25 她說:「主真是眷顧我,除掉了我不生育的羞恥。」

天使預告耶穌降生

26 伊莉莎白懷孕六個月的時候,天使加百列又奉上帝的命令到加利利的拿撒勒, 27 去見一位童貞女,她叫瑪麗亞。瑪麗亞已經和大衛的後裔約瑟訂了婚。

28 天使到了瑪麗亞那裡,說:「恭喜你!蒙大恩的女子,主與你同在!」

29 瑪麗亞聽了覺得十分困惑,反覆思想這話的意思。

30 天使對她說:「瑪麗亞,不要害怕,你在上帝面前已經蒙恩了。 31 你要懷孕生子,並給祂取名叫耶穌。 32 祂偉大無比,將被稱為至高者的兒子,主上帝要把祂祖先大衛的王位賜給祂。 33 祂要永遠統治以色列[a],祂的國度永無窮盡。」

34 瑪麗亞對天使說:「這怎麼可能呢?我還是童貞女。」

35 天使回答說:「聖靈要臨到你身上,至高者的能力要蔭庇你,所以你要生的那聖嬰必稱為上帝的兒子。 36 看啊,你的親戚伊莉莎白年紀老邁,一向不能生育,現在已經懷男胎六個月了。 37 因為上帝無所不能。」

38 瑪麗亞說:「我是主的婢女,願你所說的話在我身上成就。」於是天使離開了她。

瑪麗亞看望伊莉莎白

39 不久,瑪麗亞便動身趕到猶太山區的一座城, 40 進了撒迦利亞的家,向伊莉莎白請安。 41 伊莉莎白一聽見瑪麗亞的問安,腹中的胎兒便跳動起來,伊莉莎白被聖靈充滿, 42 高聲喊著說:「在婦女中你是最蒙福的!你腹中的孩子也是蒙福的! 43 我主的母親來探望我,我怎麼敢當呢? 44 我一聽到你問安的聲音,腹中的孩子就歡喜跳動。 45 相信主所說的話必實現的女子有福了!」

46 瑪麗亞說:
「我的心尊主為大,
47 我的靈因我的救主上帝而歡喜,
48 因祂眷顧我這卑微的婢女,
從今以後,
世世代代都要稱我是有福的。
49 全能者在我身上行了奇事,
祂的名是神聖的。
50 祂憐憫敬畏祂的人,
直到世世代代。
51 祂伸出臂膀,施展大能,
驅散心驕氣傲的人。
52 祂使當權者失勢,
叫謙卑的人升高。
53 祂使饑餓的得飽足,
叫富足的空手而去。
54 祂扶助了自己的僕人以色列,
55 祂要施憐憫給亞伯拉罕和他的子孫,
直到永遠,
正如祂對我們祖先的應許。」

56 瑪麗亞和伊莉莎白同住了約三個月,便回家去了。

施洗者約翰出生

57 伊莉莎白的產期到了,生下一個兒子。 58 親戚和鄰居聽見主向她大施憐憫,都和她一同歡樂。 59 到了第八天,他們來給孩子行割禮,想照他父親的名字給他取名叫撒迦利亞。

60 但伊莉莎白說:「不!要叫他約翰。」

61 他們說:「你們家族中沒有人用這個名字啊!」 62 他們便向他父親打手勢,問他要給孩子起什麼名字。 63 撒迦利亞就要了一塊寫字板,寫上:「他的名字叫約翰。」大家看了都很驚奇。 64 就在那時,撒迦利亞恢複了說話的能力,便開口讚美上帝。 65 住在周圍的人都很懼怕,這消息很快就傳遍了整個猶太山區。 66 聽見的人都在想:「這孩子將來會怎樣呢?因為主與他同在。」

撒迦利亞的預言

67 孩子的父親撒迦利亞被聖靈充滿,便預言說:

68 「主——以色列的上帝當受稱頌,
因祂眷顧、救贖了自己的子民,
69 在祂僕人大衛的家族中為我們興起了一位大能的拯救者[b]
70 正如祂從亙古藉著祂聖先知們的口所說的。
71 祂要從仇敵和一切恨我們之人手中拯救我們。
72 祂憐憫我們的祖先,
持守自己的聖約,
73 就是祂對我們的先祖亞伯拉罕所起的誓,
74 要把我們從仇敵手中拯救出來,
75 使我們一生一世在聖潔和公義中坦然無懼地事奉祂。
76 至於你,我的兒子啊!
你將要被稱為至高者的先知,
因為你要走在主的前面,
為祂預備道路,
77 使百姓因罪得赦免而明白救恩的真諦。
78 由於上帝的憐憫,
清晨的曙光必從高天普照我們,
79 照亮那些生活在黑暗中和死亡陰影下的人,
帶領我們走平安的道路。」

80 那孩子漸漸長大,心靈強健,在向以色列人公開露面之前,一直住在曠野。

Footnotes

  1. 1·33 以色列」希臘文是「雅各的家」。
  2. 1·69 拯救者」希臘文是「拯救的角」。

Prólogo

Muchos han emprendido la tarea de escribir la historia de los hechos que Dios ha llevado a cabo entre nosotros, según nos los transmitieron quienes desde el comienzo fueron testigos presenciales y después recibieron el encargo de anunciar el mensaje. Yo también, excelentísimo Teófilo, lo he investigado todo con cuidado desde el principio, y me ha parecido conveniente escribirte estas cosas ordenadamente, para que conozcas bien la verdad de lo que te han enseñado.

Un ángel anuncia el nacimiento de Juan el Bautista

En el tiempo en que Herodes era rey del país de los judíos, vivía un sacerdote llamado Zacarías, perteneciente al turno de Abías. Su esposa, llamada Isabel, descendía de Aarón. Los dos eran justos delante de Dios y obedecían los mandatos y leyes del Señor de manera intachable. Pero no tenían hijos, porque Isabel era estéril; además, los dos eran ya muy ancianos.

Un día en que al grupo sacerdotal de Zacarías le tocó el turno de oficiar delante de Dios, según era costumbre entre los sacerdotes, le tocó en suerte a Zacarías entrar en el santuario del templo del Señor para quemar incienso. 10 Mientras se quemaba el incienso, todo el pueblo estaba orando afuera. 11 En esto se le apareció a Zacarías un ángel del Señor, de pie al lado derecho del altar del incienso. 12 Al ver al ángel, Zacarías se quedó sorprendido y lleno de miedo. 13 Pero el ángel le dijo:

—Zacarías, no tengas miedo, porque Dios ha oído tu oración, y tu esposa Isabel te va a dar un hijo, al que pondrás por nombre Juan. 14 Tú te llenarás de gozo, y muchos se alegrarán de su nacimiento, 15 porque tu hijo va a ser grande delante del Señor. No tomará vino ni licor, y estará lleno del Espíritu Santo desde antes de nacer. 16 Hará que muchos de la nación de Israel se vuelvan al Señor su Dios. 17 Este Juan irá delante del Señor, con el espíritu y el poder del profeta Elías, para reconciliar a los padres con los hijos y para que los rebeldes aprendan a obedecer. De este modo preparará al pueblo para recibir al Señor.

18 Zacarías preguntó al ángel:

—¿Cómo puedo estar seguro de esto? Porque yo soy muy anciano y mi esposa también.

19 El ángel le contestó:

—Yo soy Gabriel, y estoy al servicio de Dios; él me mandó a hablar contigo y darte estas buenas noticias. 20 Pero ahora, como no has creído lo que te he dicho, vas a quedarte mudo; no podrás hablar hasta que, a su debido tiempo, suceda todo esto.

21 Mientras tanto, la gente estaba afuera esperando a Zacarías y preguntándose por qué tardaba tanto en salir del santuario. 22 Cuando al fin salió, no les podía hablar; entonces se dieron cuenta de que había tenido una visión en el santuario, pues les hablaba por señas; y siguió así, sin poder hablar.

23 Cumplido su servicio, Zacarías se fue a su casa. 24 Después de esto, su esposa Isabel quedó encinta, y durante cinco meses no salió de su casa, pensando: 25 «El Señor me ha hecho esto ahora, para que la gente ya no me desprecie.»

Un ángel anuncia el nacimiento de Jesús

26 A los seis meses, Dios mandó al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea llamado Nazaret, 27 donde vivía una joven llamada María; era virgen, pero estaba comprometida para casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey David. 28 El ángel entró en el lugar donde ella estaba, y le dijo:

—¡Salve, llena de gracia! El Señor está contigo.

29 María se sorprendió de estas palabras, y se preguntaba qué significaría aquel saludo. 30 El ángel le dijo:

—María, no tengas miedo, pues tú gozas del favor de Dios. 31 Ahora vas a quedar encinta: tendrás un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. 32 Será un gran hombre, al que llamarán Hijo del Dios altísimo, y Dios el Señor lo hará Rey, como a su antepasado David, 33 para que reine por siempre sobre el pueblo de Jacob. Su reinado no tendrá fin.

34 María preguntó al ángel:

—¿Cómo podrá suceder esto, si no vivo con ningún hombre?

35 El ángel le contestó:

—El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Dios altísimo se posará sobre ti. Por eso, el niño que va a nacer será llamado Santo e Hijo de Dios. 36 También tu parienta Isabel va a tener un hijo, a pesar de que es anciana; la que decían que no podía tener hijos, está encinta desde hace seis meses. 37 Para Dios no hay nada imposible.

38 Entonces María dijo:

—Yo soy esclava del Señor; que Dios haga conmigo como me has dicho.

Con esto, el ángel se fue.

María visita a Isabel

39 Por aquellos días, María se fue de prisa a un pueblo de la región montañosa de Judea, 40 y entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. 41 Cuando Isabel oyó el saludo de María, la criatura se le estremeció en el vientre, y ella quedó llena del Espíritu Santo. 42 Entonces, con voz muy fuerte, dijo:

—¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y ha bendecido a tu hijo! 43 ¿Quién soy yo, para que venga a visitarme la madre de mi Señor? 44 Pues tan pronto como oí tu saludo, mi hijo se estremeció de alegría en mi vientre. 45 ¡Dichosa tú por haber creído que han de cumplirse las cosas que el Señor te ha dicho!

46 María dijo:

«Mi alma alaba la grandeza del Señor;
47 mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador.
48 Porque Dios ha puesto sus ojos en mí, su humilde esclava,
y desde ahora siempre me llamarán dichosa;
49 porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas.
¡Santo es su nombre!
50 Dios tiene siempre misericordia
de quienes lo reverencian.
51 Actuó con todo su poder:
deshizo los planes de los orgullosos,
52 derribó a los reyes de sus tronos
y puso en alto a los humildes.
53 Llenó de bienes a los hambrientos
y despidió a los ricos con las manos vacías.
54 Ayudó al pueblo de Israel, su siervo,
y no se olvidó de tratarlo con misericordia.
55 Así lo había prometido a nuestros antepasados,
a Abraham y a sus futuros descendientes.»

56 María se quedó con Isabel unos tres meses, y después regresó a su casa.

Nacimiento de Juan el Bautista

57 Al cumplirse el tiempo en que Isabel debía dar a luz, tuvo un hijo. 58 Sus vecinos y parientes fueron a felicitarla cuando supieron que el Señor había sido tan bueno con ella. 59 A los ocho días, llevaron a circuncidar al niño, y querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías. 60 Pero su madre dijo:

—No. Tiene que llamarse Juan.

61 Le contestaron:

—No hay nadie en tu familia con ese nombre.

62 Entonces preguntaron por señas al padre del niño, para saber qué nombre quería ponerle. 63 El padre pidió una tabla para escribir, y escribió: “Su nombre es Juan.” Y todos se quedaron admirados. 64 En aquel mismo momento Zacarías volvió a hablar, y comenzó a alabar a Dios. 65 Todos los vecinos estaban asombrados, y en toda la región montañosa de Judea se contaba lo sucedido. 66 Todos los que lo oían se preguntaban a sí mismos: «¿Qué llegará a ser este niño?» Porque ciertamente el Señor mostraba su poder en favor de él.

El himno de Zacarías

67 Zacarías, el padre del niño, lleno del Espíritu Santo y hablando proféticamente, dijo:

68 «¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha venido a rescatar a su pueblo!
69 Nos ha enviado un poderoso salvador,
un descendiente de David, su siervo.
70 Esto es lo que había prometido en el pasado
por medio de sus santos profetas:
71 que nos salvaría de nuestros enemigos
y de todos los que nos odian,
72 que tendría compasión de nuestros antepasados
y que no se olvidaría de su santa alianza.
73 Y éste es el juramento que había hecho
a nuestro padre Abraham:
que nos permitiría
74 vivir sin temor alguno,
libres de nuestros enemigos,
para servirle
75 con santidad y justicia,
y estar en su presencia toda nuestra vida.
76 En cuanto a ti, hijito mío,
serás llamado profeta del Dios altísimo,
porque irás delante del Señor
preparando sus caminos,
77 para hacer saber a su pueblo
que Dios les perdona sus pecados
y les da la salvación.
78 Porque nuestro Dios, en su gran misericordia,
nos trae de lo alto el sol de un nuevo día,
79 para dar luz a los que viven
en la más profunda oscuridad,
y dirigir nuestros pasos
por el camino de la paz.»

80 El niño crecía y se hacía fuerte espiritualmente, y vivió en los desiertos hasta el día en que se dio a conocer a los israelitas.