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No te olvides de tu pueblo

Un poema de Asaf.

¿Por qué nos has dejado solos para siempre, Dios mío?
    ¿Por qué estás tan enojado con las ovejas de tu prado?
No te olvides del pueblo que adquiriste desde tiempos antiguos,
    al que rescataste para hacerlo tu tribu.
    Y recuerda el monte Sion, el lugar donde vivías.
Ven a caminar por estas ruinas antiguas;
    mira, el enemigo destruyó todo el Lugar Santo.

Ruge el enemigo en tu templo,
    y ha puesto sus banderas para demostrar que ha vencido.
Los soldados enemigos usaron hachas y machetes contra las puertas,
    como si estuvieran derribando bosque.
Con hachas y martillos
    destruyeron todas las piezas labradas en madera que había en tu templo.
Quemaron tu santuario;
    no respetaron el lugar que fue construido para honrar tu nombre.
Los enemigos decidieron destruirnos por completo;
    quemaron todos los sitios sagrados que había en el país.
Ya no vemos tus señales, ya no tenemos profetas.
    No sabemos cuánto tiempo más durará esta situación.

10 Dios mío, ¿hasta cuándo seguirá el enemigo burlándose de ti?
    ¿Va a seguir insultándote toda la vida?
11 ¿Por qué has retirado tu mano protectora?
    ¿Por qué te quedas cruzado de brazos?

12 Dios mío, tú has sido nuestro Rey desde hace muchísimo tiempo;
    nos has salvado muchas veces.
13 Con tu poder abriste el mar Rojo;
    derrotaste a los monstruos del mar.
14 Aplastaste las cabezas de Leviatán,
    e hiciste que lo devoraran las fieras del desierto.
15 Tú hiciste fluir los manantiales y los riachuelos
    y también secaste ríos inagotables;
16 controlas el día y la noche;
    creaste el sol y la luna.
17 Tú pusiste límites a la tierra;
    creaste el verano y el invierno.

18 Recuerda esto, SEÑOR, fue el enemigo quien se burló de ti;
    y es un pueblo insensato el que odia tu nombre.
19 No permitas que esos animales salvajes maten a tu paloma;
    no eches al olvido a tu pobre pueblo.
20 Recuerda tu pacto y protégenos,
    porque hay violencia en todas las esquinas de este país.
21 No permitas que humillen más al oprimido;
    haz que te alaben los pobres y los necesitados.

22 ¡Levántate, Dios mío! ¡Defiende tu causa!
    Recuerda que esos insensatos te han ofendido demasiado.
23 No te olvides de los gritos de tus enemigos,
    ni del rugido continuo de los rebeldes.

Psalm 74

Templets förstöring

En sång av Asaf.

Gud, varför har du förkastat oss för alltid?
Varför ryker din vrede mot fåren i din hjord?
Tänk på din menighet
    som du förvärvade för länge sedan,
som du återlöste till att vara din arvedel.
Tänk på Sions berg, där du har din boning.

Vänd dina steg till den plats där evig förödelse råder.
Allt i helgedomen har fienden förstört.
Dina fiender har skränat på den plats där du möter oss,
de har satt upp sina egna tecken som rätta tecken.
Det var en syn som när man höjer yxor i en tät skog.
Alla snidade verk har de förstört
    med yxa och bila.
De har satt eld på din helgedom,
    ända till grunden har de orenat ditt namns boning.
De har sagt i sina hjärtan: "Vi skall kuva dem fullständigt!"
Alla Guds heliga platser har de bränt ner i landet.
Våra tecken ser vi inte,
    ingen profet finns kvar
och ingen av oss vet hur länge det varar.

10 Hur länge, Gud, skall fienden smäda
och ständigt förakta ditt namn?
11 Varför håller du tillbaka din hand,
din högra hand?
    Drag fram den ur din barm och förgör dem!

12 Gud, sedan urminnes tid är du min konung,
du som utför frälsningsverk på jorden.
13 Det var du som delade havet genom din makt,
du krossade drakarnas huvuden på vattnet.
14 Det var du som bröt sönder Leviatans huvuden
och gav honom till mat åt öknens skaror.
15 Det var du som lät källa och bäck bryta fram,
det var du som lät starka strömmar torka ut.
16 Din är dagen, din är också natten,
det är du som har skapat ljuset och solen.
17 Det är du som har fastställt jordens alla gränser.
Sommar och vinter har du skapat.

18 Herre, tänk på hur fienden smädar,
hur ett dåraktigt folk föraktar ditt namn.
19 Lämna ej åt vilddjuren din turturduvas själ,
glöm inte för alltid dina betrycktas liv!
20 Tänk på förbundet,
    ty i landets mörka vrår finns fullt av våldsnästen.
21 Låt inte den förtryckte vika tillbaka med skam,
låt den fattige och behövande prisa ditt namn.
22 Stå upp, Gud, och för din talan!
    Tänk på hur du hela tiden hånas av dåren.
23 Glöm inte bort dina ovänners rop,
    larmet som ständigt hörs från dina motståndare.

Apelación a Dios en contra del enemigo

Masquil de Asaf.

74 ¿Por qué, oh Dios, nos has desechado para siempre?

¿Por qué se ha encendido tu furor contra las ovejas de tu prado?

Acuérdate de tu congregación, la que adquiriste desde tiempos antiguos,

La que redimiste para hacerla la tribu de tu herencia;

Este monte de Sion, donde has habitado.

Dirige tus pasos a los asolamientos eternos,

A todo el mal que el enemigo ha hecho en el santuario.

Tus enemigos vociferan en medio de tus asambleas;

Han puesto sus divisas por señales.

Se parecen a los que levantan

El hacha en medio de tupido bosque.

Y ahora con hachas y martillos

Han quebrado todas sus entalladuras.

Han puesto a fuego tu santuario,

Han profanado el tabernáculo de tu nombre, echándolo a tierra.

Dijeron en su corazón: Destruyámoslos de una vez;

Han quemado todas las sinagogas de Dios en la tierra.

No vemos ya nuestras señales;

No hay más profeta,

Ni entre nosotros hay quien sepa hasta cuándo.

10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, nos afrentará el angustiador?

¿Ha de blasfemar el enemigo perpetuamente tu nombre?

11 ¿Por qué retraes tu mano?

¿Por qué escondes tu diestra en tu seno?

12 Pero Dios es mi rey desde tiempo antiguo;

El que obra salvación en medio de la tierra.

13 Dividiste el mar con tu poder;(A)

Quebrantaste cabezas de monstruos en las aguas.

14 Magullaste las cabezas del leviatán,(B)

Y lo diste por comida a los moradores del desierto.

15 Abriste la fuente y el río;

Secaste ríos impetuosos.

16 Tuyo es el día, tuya también es la noche;

Tú estableciste la luna y el sol.

17 Tú fijaste todos los términos de la tierra;

El verano y el invierno tú los formaste.

18 Acuérdate de esto: que el enemigo ha afrentado a Jehová,

Y pueblo insensato ha blasfemado tu nombre.

19 No entregues a las fieras el alma de tu tórtola,

Y no olvides para siempre la congregación de tus afligidos.

20 Mira al pacto,

Porque los lugares tenebrosos de la tierra están llenos de habitaciones de violencia.

21 No vuelva avergonzado el abatido;

El afligido y el menesteroso alabarán tu nombre.

22 Levántate, oh Dios, aboga tu causa;

Acuérdate de cómo el insensato te injuria cada día.

23 No olvides las voces de tus enemigos;

El alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.

Masquilde Asaf.

74 ¿Por qué, oh Dios, nos has rechazado para siempre?
    ¿Por qué se ha encendido tu ira contra las ovejas de tu prado?
Acuérdate del pueblo que adquiriste desde tiempos antiguos,
    de la tribu que redimiste
    para que fuera tu posesión.
Acuérdate de este monte Sión,
    que es donde tú habitas.
Dirige tus pasos hacia estas ruinas eternas;
    ¡todo en el santuario lo ha destruido el enemigo!

Tus adversarios rugen en el lugar de tus asambleas
    y plantan sus banderas en señal de victoria.
Parecen leñadores en el bosque,
    talando árboles con sus hachas.
Con sus hachas y martillos
    destrozaron todos los adornos de madera.
Prendieron fuego a tu santuario;
    profanaron la morada de tu Nombre.
En su corazón[a] dijeron: «¡Vamos a aplastarlos por completo!»,
    y quemaron en el país todos tus santuarios.

Ya no vemos señales milagrosas;
    ya no hay ningún profeta
    y ni siquiera sabemos hasta cuándo durará todo esto.
10 ¿Hasta cuándo, Dios, te insultará el adversario?
    ¿Por siempre ofenderá tu nombre el enemigo?
11 ¿Por qué retraes tu mano, tu mano derecha?
    ¿Por qué te quedas cruzado de brazos? ¡Destrúyelos!

12 Tú, oh Dios, eres mi Rey desde tiempos antiguos;
    tú traes salvación sobre la tierra.

13 Tú dividiste el mar con tu poder;
    les rompiste la cabeza a los monstruos marinos.
14 Tú aplastaste las cabezas de Leviatán
    y lo diste por comida a las fieras del desierto.
15 Tú hiciste que brotaran fuentes y arroyos;
    secaste ríos de inagotables corrientes.
16 Tuyo es el día, tuya también la noche;
    tú estableciste la luna y el sol;
17 estableciste todos los límites de la tierra
    y creaste el verano y el invierno.

18 Recuerda, Señor, que tu enemigo te insulta
    y que un pueblo insensato ofende tu nombre.
19 No entregues a las fieras la vida de tu tórtola;
    no te olvides, ni ahora ni nunca, de la vida de tus pobres.
20 Toma en cuenta tu pacto,
    pues hasta en los lugares más oscuros del país abunda la violencia.
21 Que no vuelva humillado el oprimido;
    que alaben tu nombre el pobre y el necesitado.
22 Levántate, oh Dios, y defiende tu causa;
    recuerda que a todas horas te ofenden los necios.
23 No pases por alto el griterío de tus adversarios,
    el creciente tumulto de tus enemigos.

Footnotes

  1. 74:8 corazón. En la Biblia se usa para designar el asiento de las emociones, pensamientos y voluntad, es decir, el proceso de toma de decisiones del ser humano.