约翰福音 6
Chinese Standard Bible (Simplified)
五饼二鱼
6 这些事以后,耶稣渡过加利利湖[a],也就是太巴列湖,到对岸去。 2 有一大群人,因为看到他在病人身上所行的神迹,就跟随他。
3 耶稣上了山,与他的门徒们在那里坐下。 4 那时犹太人的逾越节快到了。 5 耶稣举目观看,见一大群人向他走来,就对腓力说:“我们从哪里买饼给这些人吃呢?” 6 他说这话是要试试腓力,其实他自己已经知道要做什么了。
7 腓力回答:“就是两百个银币[b]的饼,也不够每个人吃一小块!”
8 他的一个门徒,就是西门彼得的弟弟安得烈,对耶稣说: 9 “这里有个孩子,带了五个大麦饼和两条鱼。可是对这么多人,这些算什么呢?”
10 耶稣说:“让他们坐下来。”
那地方草多,他们坐了下来;男人的数目约有五千。 11 耶稣就拿起饼来,祝谢以后,分给那些坐着的人[c],把鱼也如此分了,他们要多少就给多少。
12 大家吃饱了以后,耶稣就对他的门徒们说:“把剩下的碎块收拾起来,免得浪费。” 13 他们就把大家吃剩的那五个大麦饼的碎块收拾起来,装满了十二个篮子。
14 众人看见耶稣所行的神迹,就说:“这个人确实是那位要来到世上的先知!” 15 耶稣看出他们要来强迫他做王,就又独自退到山上去了。
在水面上行走
16 到了晚上,他的门徒们下到湖边。 17 他们上了船,开始渡过湖往迦百农去。原来天色已经黑了,而耶稣还没有来到他们那里。 18 当时,大风吹起,湖水翻腾。 19 他们已经划了约有四、五公里[d],看到耶稣在湖面上行走,逐渐向船靠近,他们就感到惧怕。
20 耶稣对他们说:“是我,不要怕!” 21 门徒们这才愿意接他上船。船立刻就到了他们所要去的地方。
生命的粮
22 第二天,留在湖对岸的众人,知道在那里除了一条小船之外[e],没有别的船;而且知道耶稣没有和他的门徒们一起上船,是门徒们自己去的。 23 有几条别的小船从太巴列城来,靠近主祝谢后众人吃饼的地方。 24 这样,众人一发现耶稣已经不在那里,连他的门徒们也不在那里,就上了船,往迦百农去找耶稣。
25 他们在湖的对岸找到了耶稣,就问他:“拉比,你是什么时候到这里来的?”
26 耶稣回答说:“我确确实实地告诉你们:你们找我,并不是因为看见了神迹,而是因为你们吃饼吃饱了。 27 不要为那会腐败的食物做工,而要为那存留到永生的食物做工。这食物就是人子要给你们的,因为人子是父神所印证的。”
28 他们问:“我们应该做什么,才算做神的工作呢?”
29 耶稣回答说:“信神所派来的那一位,就是做神的工作。”
30 他们就问:“那么,你行个什么神迹,好让我们看了就可以信你呢?你可以做什么呢? 31 我们的祖先在旷野吃了吗哪,正如经上所记:‘他把从天上来的粮赐给他们吃。’[f]”
32 耶稣对他们说:“我确确实实地告诉你们:那从天上来的粮不是摩西赐给你们的,而是我父把从天上来的真粮赐给了你们。 33 要知道,神的粮就是从天上降下来、赐生命给世人的那一位。”
34 他们就对耶稣说:“主啊,请你时常把这粮赐给我们!”
35 耶稣对他们说:“我就是生命的粮。到我这里来的人,绝不饥饿;信我的人,永不干渴。 36 但是我告诉过你们,你们虽然看到了我[g],还是不信。 37 凡是父赐给我的人,都会到我这里来,而到我这里来的人,我绝不丢弃[h], 38 因为我从天上降下来,不是要行自己的意思,而是要行那派我来者的意思。 39 那派我来者[i]的旨意,就是要我不失去他赐给我的任何人,而且要我在末日使他复活。 40 要知道,我父[j]的旨意正是:所有看见子而信他的人都得到永恒的生命,并且在末日,我将要使他复活。”
41 这时候,一些犹太人因为耶稣说‘我是从天上降下来的粮’,就私下议论他, 42 并说:“这不就是约瑟的儿子耶稣吗?我们不都认识他的父母吗?现在他怎么说‘我是从天上降下来的’呢?”
43 耶稣就对他们说:“你们不要彼此议论了。 44 如果不是派我来的父引领他,没有人能到我这里来;到我这里来的,在末日我还要使他复活。 45 先知书上记着:‘他们都将成为神所教导的人。’[k]任何人听了并领会了从父而来的教导,就会到我这里来。 46 这并不是说,有谁看到父;只有从神而来的那一位,他才看到父。
47 “我确确实实地告诉你们:信我[l]的人,就有永恒的生命。 48 我就是生命的粮。 49 你们的祖先在旷野吃了吗哪,还是死了。 50 那从天上降下来、让人吃了而不死的粮,就在这里。 51 我就是从天上降下来的生命的粮。人如果吃了这粮,就将活着,直到永远。我要赐的粮就是我的肉身,是为了世人的生命所赐的[m]。”
52 于是那些犹太人彼此争论,说:“这个人怎么能把自己的肉身给我们吃呢?”
53 耶稣说:“我确确实实地告诉你们:如果你们不吃人子的肉,不喝人子的血,你们里面就没有生命。 54 吃我肉、喝我血的人,就有永恒的生命,在末日我还要使他复活; 55 因为我的肉是真食物,我的血是真饮物。 56 吃我肉、喝我血的人,住在我里面,我也住在他里面。 57 永生的父怎样差派了我,我又因父而活,照样,以我为食的人也将因我而活。 58 这才是从天上降下来的粮,不像吗哪。你们的[n]祖先吃过吗哪还是死了,而吃这粮的人就将活着,直到永远。”
59 这些话是耶稣在迦百农教导人的时候,在会堂里说的。
许多门徒离开耶稣
60 他的门徒当中有许多人听了,就说:“这话实在严厉,谁能听呢?”
61 耶稣自己里面知道他的门徒们为这话私下议论,就对他们说:“这话绊倒你们[o]吗? 62 所以,如果你们看见人子升到他原先所在的地方,你们会怎么样呢? 63 赐人生命的是灵[p],肉体没有什么用。我对你们说的话就是灵,就是生命。 64 然而你们当中有一些不信的人。”原来,耶稣从起初就知道哪些人不[q]信,也知道哪一个人要出卖他。 65 耶稣又说:“所以我告诉过你们:如果不是蒙父所赐,没有人能到我这里来。”
66 从此耶稣的门徒中有许多人离开回到背后的事上,不再与他同行。 67 耶稣就对十二使徒[r]说:“你们也不会想离开吧?”
68 西门彼得回答:“主啊,你有永恒生命的话语,我们还去归从谁呢? 69 我们已经相信,也知道你就是神的那位圣者。[s]”
70 耶稣对他们说:“我不是拣选了你们十二使徒吗?可是你们当中有一个是魔鬼。” 71 耶稣说的是加略人西门的儿子[t]犹大;这个人虽然是十二使徒中的一个,后来却要出卖耶稣。
Footnotes
- 约翰福音 6:1 湖——原文直译“海”。
- 约翰福音 6:7 两百个银币——原文为“200得拿利”。1得拿利=约1日工资的罗马银币。
- 约翰福音 6:11 分给那些坐着的人——有古抄本作“分给门徒们,门徒们又分给那些坐着的人”。
- 约翰福音 6:19 四、五公里——原文为“25-30视距”。1视距=185公尺。
- 约翰福音 6:22 除了一条小船之外——有古抄本作“除了耶稣的门徒们上的那一条小船之外”。
- 约翰福音 6:31 《出埃及记》16:4;《诗篇》78:24。
- 约翰福音 6:36 有古抄本没有“我”。
- 约翰福音 6:37 丢弃——原文直译“赶出去”。
- 约翰福音 6:39 有古抄本附“——父”。
- 约翰福音 6:40 我父——有古抄本作“那派我来者”。
- 约翰福音 6:45 《以赛亚书》54:13。
- 约翰福音 6:47 有古抄本没有“我”。
- 约翰福音 6:51 有古抄本没有“所赐的”。
- 约翰福音 6:58 有古抄本没有“吗哪。你们的”。
- 约翰福音 6:61 绊倒你们——或译作“使你们觉得反感”。
- 约翰福音 6:63 灵——或译作“圣灵”。
- 约翰福音 6:64 有古抄本没有“不”。
- 约翰福音 6:67 使徒——辅助词语。
- 约翰福音 6:69 你就是神的那位圣者。——有古抄本作“你就是基督,永生神的儿子。”
- 约翰福音 6:71 儿子——辅助词语。
Juan 6
Nueva Versión Internacional
Jesús alimenta a cinco mil personas(A)
6 Algún tiempo después, Jesús se fue a la otra orilla del lago de Galilea o de Tiberíades. 2 Y mucha gente lo seguía porque veían las señales que hacía en los enfermos. 3 Entonces subió Jesús a una colina y se sentó con sus discípulos. 4 Faltaba muy poco tiempo para la fiesta judía de la Pascua.
5 Cuando Jesús alzó la vista y vio una gran multitud que venía hacia él, dijo a Felipe:
—¿Dónde vamos a comprar pan para que coma esta gente?
6 Esto lo dijo solo para ponerlo a prueba, porque él ya sabía lo que iba a hacer.
7 —Ni con el salario de más de seis meses de trabajo[a] podríamos comprar suficiente pan para darle un pedazo a cada uno —respondió Felipe.
8 Otro de sus discípulos, Andrés, que era hermano de Simón Pedro, le dijo:
9 —Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados, pero ¿qué es esto para tanta gente?
10 —Hagan que se sienten todos —ordenó Jesús.
En ese lugar había mucha hierba, así que se sentaron. Los varones adultos eran como cinco mil. 11 Jesús tomó entonces los panes, dio gracias y distribuyó a los que estaban sentados todo lo que quisieron. Lo mismo hizo con los pescados.
12 Una vez que quedaron satisfechos, dijo a sus discípulos:
—Recojan los pedazos que sobraron, para que no se desperdicie nada.
13 Así que recogieron los pedazos que habían sobrado de los cinco panes de cebada y llenaron doce canastas.
14 Al ver la señal milagrosa que Jesús había realizado, la gente comenzó a decir: «En verdad este es el profeta que había de venir al mundo». 15 Pero Jesús, dándose cuenta de que querían llevárselo a la fuerza y declararlo rey, se retiró de nuevo a la montaña él solo.
Jesús camina sobre el agua(B)
16 Cuando ya anochecía, sus discípulos bajaron al lago, 17 subieron a una barca y comenzaron a cruzar el lago en dirección a Capernaúm. Para entonces ya había oscurecido y Jesús todavía no se les había unido. 18 Por causa del fuerte viento que soplaba, el lago estaba agitado. 19 Habrían remado unos cinco o seis kilómetros[b] cuando vieron que Jesús se acercaba a la barca, caminando sobre el agua, y se asustaron. 20 Pero él les dijo: «Soy yo. No tengan miedo». 21 Así que se dispusieron a recibirlo a bordo y enseguida la barca llegó a la playa, lugar al que se dirigían.
22 Al día siguiente, la multitud que estaba aún en el otro lado del lago se dio cuenta de que los discípulos habían embarcado solos. Lo supieron porque allí había estado una sola barca y Jesús no había entrado en ella con sus discípulos. 23 Sin embargo, algunas barcas de Tiberíades se aproximaron al lugar donde la gente había comido el pan después de haber dado gracias el Señor. 24 En cuanto la multitud se dio cuenta de que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, subieron a las barcas y se fueron a Capernaúm a buscar a Jesús.
Jesús, el pan de vida
25 Cuando lo encontraron al otro lado del lago, le preguntaron:
—Rabí, ¿cuándo llegaste acá?
26 Jesús respondió con firmeza:
—Les aseguro que ustedes me buscan no porque han visto señales, sino porque comieron pan hasta llenarse. 27 Trabajen, pero no por la comida que es perecedera, sino por la que permanece para vida eterna, la cual les dará el Hijo del hombre. Dios el Padre ha puesto sobre él su sello de aprobación.
28 —¿Qué tenemos que hacer para realizar las obras que Dios exige? —le preguntaron.
29 —Esto es lo que Dios quiere que hagan: que crean en aquel a quien él envió —respondió Jesús.
30 —¿Y qué señal milagrosa harás para que la veamos y te creamos? ¿Qué puedes hacer? —insistieron ellos—. 31 Nuestros antepasados comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Pan del cielo les dio a comer”.[c]
32 —Les aseguro que no fue Moisés el que les dio a ustedes el pan del cielo —afirmó Jesús—. El que da el verdadero pan del cielo es mi Padre. 33 El pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo.
34 —Señor —le pidieron—, danos siempre ese pan.
35 —Yo soy el pan de vida —declaró Jesús—. El que a mí viene nunca pasará hambre y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed. 36 Pero como ya les dije, a pesar de que ustedes me han visto, no creen. 37 Todos los que el Padre me da vendrán a mí; y el que a mí viene no lo rechazo. 38 Porque he bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la del que me envió. 39 Y esta es la voluntad del que me envió: que yo no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite en el día final. 40 Porque la voluntad de mi Padre es que todo el que ve al Hijo y crea en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final.
41 Entonces los judíos comenzaron a murmurar contra él, porque dijo: «Yo soy el pan que bajó del cielo». 42 Y se decían: «¿Acaso no es este Jesús, el hijo de José? ¿No conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo es que sale diciendo: “Yo bajé del cielo”?».
43 —Dejen de murmurar —respondió Jesús—. 44 Nadie puede venir a mí, si no lo trae el Padre que me envió, y yo lo resucitaré en el día final. 45 En los Profetas está escrito: “A todos los instruirá Dios”.[d] En efecto, todo el que escucha al Padre y aprende de él viene a mí. 46 Al Padre nadie lo ha visto, excepto el que viene de Dios; solo él ha visto al Padre. 47 Les aseguro que el que cree tiene vida eterna. 48 Yo soy el pan de vida. 49 Los antepasados de ustedes comieron el maná en el desierto; sin embargo, murieron. 50 Pero este es el pan que baja del cielo; el que come de él no muere. 51 Yo soy el pan vivo que bajó del cielo. Si alguno come de este pan, vivirá para siempre. Este pan es mi carne y lo daré para que el mundo viva.
52 Los judíos comenzaron a disputar acaloradamente entre sí: «¿Cómo puede este darnos a comer su carne?».
53 —Les aseguro —afirmó Jesús— que, si no comen la carne del Hijo del hombre ni beben su sangre, no tienen realmente vida. 54 El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final. 55 Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. 56 El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. 57 Así como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, también el que come de mí vivirá por mí. 58 Este es el pan que bajó del cielo. Los antepasados de ustedes comieron maná y murieron, pero el que come de este pan vivirá para siempre.
59 Todo esto lo dijo Jesús mientras enseñaba en la sinagoga de Capernaúm.
Muchos discípulos abandonan a Jesús
60 Al escucharlo, muchos de sus discípulos exclamaron: «Esta enseñanza es muy difícil; ¿quién puede aceptarla?».
61 Jesús, muy consciente de que sus discípulos murmuraban por lo que había dicho, les reprochó:
—¿Esto les causa tropiezo? 62 ¿Qué tal si vieran al Hijo del hombre subir adonde antes estaba? 63 El Espíritu da vida; la carne no vale para nada. Las palabras que les he hablado son espíritu y son vida. 64 Sin embargo, hay algunos de ustedes que no creen.
Es que Jesús conocía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién era el que iba a traicionarlo. Así que añadió:
65 —Por esto les dije que nadie puede venir a mí, a menos que se lo haya concedido el Padre.
66 Desde entonces muchos de sus discípulos le volvieron la espalda y ya no andaban con él. 67 Así que Jesús preguntó a los doce:
—¿También ustedes quieren marcharse?
68 —Señor —contestó Simón Pedro—, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. 69 Y nosotros hemos creído, y sabemos que tú eres el Santo de Dios.[e]
70 —¿No los he escogido yo a ustedes doce? —respondió Jesús—. No obstante, uno de ustedes es un diablo.
71 Se refería a Judas, hijo de Simón Iscariote, uno de los doce, quien lo iba a traicionar.
Juan 6
Reina-Valera 1960
Alimentación de los cinco mil
(Mt. 14.13-21; Mr. 6.30-44; Lc. 9.10-17)
6 Después de esto, Jesús fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias. 2 Y le seguía gran multitud, porque veían las señales que hacía en los enfermos. 3 Entonces subió Jesús a un monte, y se sentó allí con sus discípulos. 4 Y estaba cerca la pascua, la fiesta de los judíos. 5 Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman estos? 6 Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer. 7 Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco. 8 Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: 9 Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? 10 Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones. 11 Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían. 12 Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. 13 Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido. 14 Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo.
15 Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo.
Jesús anda sobre el mar
(Mt. 14.22-27; Mr. 6.45-52)
16 Al anochecer, descendieron sus discípulos al mar, 17 y entrando en una barca, iban cruzando el mar hacia Capernaum. Estaba ya oscuro, y Jesús no había venido a ellos. 18 Y se levantaba el mar con un gran viento que soplaba. 19 Cuando habían remado como veinticinco o treinta estadios, vieron a Jesús que andaba sobre el mar y se acercaba a la barca; y tuvieron miedo. 20 Mas él les dijo: Yo soy; no temáis. 21 Ellos entonces con gusto le recibieron en la barca, la cual llegó en seguida a la tierra adonde iban.
La gente busca a Jesús
22 El día siguiente, la gente que estaba al otro lado del mar vio que no había habido allí más que una sola barca, y que Jesús no había entrado en ella con sus discípulos, sino que estos se habían ido solos. 23 Pero otras barcas habían arribado de Tiberias junto al lugar donde habían comido el pan después de haber dado gracias el Señor. 24 Cuando vio, pues, la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron en las barcas y fueron a Capernaum, buscando a Jesús.
Jesús, el pan de vida
25 Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá? 26 Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis. 27 Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a este señaló Dios el Padre. 28 Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? 29 Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado. 30 Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces? 31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto,(A) como está escrito: Pan del cielo les dio a comer.(B) 32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. 33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. 34 Le dijeron: Señor, danos siempre este pan.
35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. 36 Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis. 37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. 38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. 39 Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. 40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
41 Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo. 42 Y decían: ¿No es este Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice este: Del cielo he descendido? 43 Jesús respondió y les dijo: No murmuréis entre vosotros. 44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero. 45 Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios.(C) Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí. 46 No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios; este ha visto al Padre. 47 De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna. 48 Yo soy el pan de vida. 49 Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. 50 Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera. 51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.
52 Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede este darnos a comer su carne? 53 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. 54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. 55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. 56 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. 57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. 58 Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente. 59 Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum.
Palabras de vida eterna
60 Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír? 61 Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os ofende? 62 ¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero? 63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. 64 Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar. 65 Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre.
66 Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él. 67 Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros? 68 Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. 69 Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.(D) 70 Jesús les respondió: ¿No os he escogido yo a vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo? 71 Hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón; porque este era el que le iba a entregar, y era uno de los doce.
Juan 6
Dios Habla Hoy
Jesús da de comer a una multitud(A)
6 Después de esto, Jesús se fue al otro lado del Lago de Galilea, que es el mismo Lago de Tiberias. 2 Mucha gente lo seguía, porque habían visto las señales milagrosas que hacía sanando a los enfermos. 3 Entonces Jesús subió a un monte, y se sentó con sus discípulos. 4 Ya estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. 5 Cuando Jesús miró y vio la mucha gente que lo seguía, le dijo a Felipe:
—¿Dónde vamos a comprar pan para toda esta gente?
6 Pero lo dijo por ver qué contestaría Felipe, porque Jesús mismo sabía bien lo que había de hacer. 7 Felipe le respondió:
—Ni siquiera el salario de doscientos días bastaría para comprar el pan suficiente para que cada uno recibiera un poco.
8 Entonces Andrés, que era otro de sus discípulos y hermano de Simón Pedro, le dijo:
9 —Aquí hay un niño que tiene cinco panes de cebada y dos pescados; pero, ¿qué es esto para tanta gente?
10 Jesús respondió:
—Díganles a todos que se sienten.
Había mucha hierba en aquel lugar, y se sentaron. Eran unos cinco mil hombres. 11 Jesús tomó en sus manos los panes y, después de dar gracias a Dios, los repartió entre los que estaban sentados. Hizo lo mismo con los pescados, dándoles todo lo que querían. 12 Cuando ya estuvieron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos:
—Recojan los pedazos sobrantes, para que no se desperdicie nada.
13 Ellos los recogieron, y llenaron doce canastas con los pedazos que sobraron de los cinco panes de cebada. 14 La gente, al ver esta señal milagrosa hecha por Jesús, decía:
—De veras éste es el profeta que había de venir al mundo.
15 Pero como Jesús se dio cuenta de que querían llevárselo a la fuerza para hacerlo rey, se retiró otra vez a lo alto del cerro, para estar solo.
Jesús camina sobre el agua(B)
16 Al llegar la noche, los discípulos de Jesús bajaron al lago, 17 subieron a una barca y comenzaron a cruzar el lago para llegar a Cafarnaúm. Ya estaba completamente oscuro, y Jesús no había regresado todavía. 18 En esto, el lago se alborotó a causa de un fuerte viento que se había levantado. 19 Cuando ya habían avanzado unos cinco o seis kilómetros, vieron a Jesús, que se acercaba a la barca caminando sobre el agua, y tuvieron miedo. 20 Él les dijo:
—¡Soy yo, no tengan miedo!
21 Con gusto lo recibieron en la barca, y en un momento llegaron a la tierra adonde iban.
La gente busca a Jesús
22 Al día siguiente, la gente que estaba al otro lado del lago se dio cuenta de que los discípulos se habían ido en la única barca que allí había, y que Jesús no iba con ellos. 23 Mientras tanto, otras barcas llegaron de la ciudad de Tiberias a un lugar cerca de donde habían comido el pan después que el Señor dio gracias. 24 Así que, al ver que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, la gente subió también a las barcas y se dirigió a Cafarnaúm, a buscarlo.
Jesús, el pan de la vida
25 Al llegar ellos al otro lado del lago, encontraron a Jesús y le preguntaron:
—Maestro, ¿cuándo viniste acá?
26 Jesús les dijo:
—Les aseguro que ustedes me buscan porque comieron hasta llenarse, y no porque hayan entendido las señales milagrosas. 27 No trabajen por la comida que se acaba, sino por la comida que permanece y que les da vida eterna. Ésta es la comida que les dará el Hijo del hombre, porque Dios, el Padre, ha puesto su sello en él.
28 Le preguntaron:
—¿Qué debemos hacer para realizar las obras que Dios quiere que hagamos?
29 Jesús les contestó:
—La única obra que Dios quiere es que crean en aquel que él ha enviado.
30 Le preguntaron entonces:
—¿Qué señal puedes darnos, para que al verla te creamos? ¿Cuáles son tus obras? 31 Nuestros antepasados comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: “Les dio a comer pan del cielo.”
32 Jesús les contestó:
—Les aseguro que no fue Moisés quien les dio a ustedes el pan del cielo, sino que mi Padre es quien les da el verdadero pan del cielo. 33 Porque el pan que Dios da es el que ha bajado del cielo y da vida al mundo.
34 Ellos le pidieron:
—Señor, danos siempre ese pan.
35 Y Jesús les dijo:
—Yo soy el pan que da vida. El que viene a mí, nunca tendrá hambre; y el que cree en mí, nunca tendrá sed. 36 Pero como ya les dije, ustedes no creen aunque me han visto. 37 Todos los que el Padre me da, vienen a mí; y a los que vienen a mí, no los echaré fuera. 38 Porque yo no he bajado del cielo para hacer mi propia voluntad, sino para hacer la voluntad de mi Padre, que me ha enviado. 39 Y la voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda a ninguno de los que me ha dado, sino que los resucite en el día último. 40 Porque la voluntad de mi Padre es que todos los que miran al Hijo de Dios y creen en él, tengan vida eterna; y yo los resucitaré en el día último.
41 Por esto los judíos comenzaron a murmurar de Jesús, porque afirmó: «Yo soy el pan que ha bajado del cielo.» 42 Y dijeron:
—¿No es este Jesús, el hijo de José? Nosotros conocemos a su padre y a su madre. ¿Cómo dice ahora que ha bajado del cielo?
43 Jesús les dijo entonces:
—Dejen de murmurar. 44 Nadie puede venir a mí, si no lo trae el Padre, que me ha enviado; y yo lo resucitaré en el día último. 45 En los libros de los profetas se dice: “Dios instruirá a todos.” Así que todos los que escuchan al Padre y aprenden de él, vienen a mí.
46 «No es que alguno haya visto al Padre; el único que lo ha visto es el que procede de Dios. 47 Les aseguro que quien cree, tiene vida eterna. 48 Yo soy el pan que da vida. 49 Los antepasados de ustedes comieron el maná en el desierto, y a pesar de ello murieron; 50 pero yo hablo del pan que baja del cielo; quien come de él, no muere. 51 Yo soy ese pan vivo que ha bajado del cielo; el que come de este pan, vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi propia carne. Lo daré por la vida del mundo.»
52 Los judíos se pusieron a discutir unos con otros:
—¿Cómo puede éste darnos a comer su propia carne?
53 Jesús les dijo:
—Les aseguro que si ustedes no comen la carne del Hijo del hombre y beben su sangre, no tendrán vida. 54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo lo resucitaré en el día último. 55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. 56 El que come mi carne y bebe mi sangre, vive unido a mí, y yo vivo unido a él. 57 El Padre, que me ha enviado, tiene vida, y yo vivo por él; de la misma manera, el que se alimenta de mí, vivirá por mí. 58 Hablo del pan que ha bajado del cielo. Este pan no es como el maná que comieron los antepasados de ustedes, que a pesar de haberlo comido murieron; el que come de este pan, vivirá para siempre.
59 Jesús enseñó estas cosas en la sinagoga en Cafarnaúm.
Palabras de vida eterna
60 Al oír estas enseñanzas, muchos de los que seguían a Jesús dijeron:
—Esto que dice es muy difícil de aceptar; ¿quién puede hacerle caso?
61 Jesús, dándose cuenta de lo que estaban murmurando, les preguntó:
—¿Esto les ofende? 62 ¿Qué pasaría entonces, si vieran al Hijo del hombre subir a donde antes estaba? 63 El espíritu es el que da vida; lo carnal no sirve para nada. Y las cosas que yo les he dicho son espíritu y vida. 64 Pero todavía hay algunos de ustedes que no creen.
Es que Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién era el que lo iba a traicionar. 65 Y añadió:
—Por esto les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede.
66 Desde entonces, muchos de los que habían seguido a Jesús lo dejaron, y ya no andaban con él. 67 Jesús les preguntó a los doce discípulos:
—¿También ustedes quieren irse?
68 Simón Pedro le contestó:
—Señor, ¿a quién podemos ir? Tus palabras son palabras de vida eterna. 69 Nosotros ya hemos creído, y sabemos que tú eres el Santo de Dios.
70 Jesús les contestó:
—¿No los he escogido yo a ustedes doce? Sin embargo, uno de ustedes es un diablo.
71 Al decir esto, Jesús hablaba de Judas, hijo de Simón Iscariote, porque Judas iba a traicionarlo, aunque era uno de los doce discípulos.
John 6
New International Version
Jesus Feeds the Five Thousand(A)
6 Some time after this, Jesus crossed to the far shore of the Sea of Galilee (that is, the Sea of Tiberias), 2 and a great crowd of people followed him because they saw the signs(B) he had performed by healing the sick. 3 Then Jesus went up on a mountainside(C) and sat down with his disciples. 4 The Jewish Passover Festival(D) was near.
5 When Jesus looked up and saw a great crowd coming toward him, he said to Philip,(E) “Where shall we buy bread for these people to eat?” 6 He asked this only to test him, for he already had in mind what he was going to do.
7 Philip answered him, “It would take more than half a year’s wages[a] to buy enough bread for each one to have a bite!”
8 Another of his disciples, Andrew, Simon Peter’s brother,(F) spoke up, 9 “Here is a boy with five small barley loaves and two small fish, but how far will they go among so many?”(G)
10 Jesus said, “Have the people sit down.” There was plenty of grass in that place, and they sat down (about five thousand men were there). 11 Jesus then took the loaves, gave thanks,(H) and distributed to those who were seated as much as they wanted. He did the same with the fish.
12 When they had all had enough to eat, he said to his disciples, “Gather the pieces that are left over. Let nothing be wasted.” 13 So they gathered them and filled twelve baskets with the pieces of the five barley loaves left over by those who had eaten.
14 After the people saw the sign(I) Jesus performed, they began to say, “Surely this is the Prophet who is to come into the world.”(J) 15 Jesus, knowing that they intended to come and make him king(K) by force, withdrew again to a mountain by himself.(L)
Jesus Walks on the Water(M)
16 When evening came, his disciples went down to the lake, 17 where they got into a boat and set off across the lake for Capernaum. By now it was dark, and Jesus had not yet joined them. 18 A strong wind was blowing and the waters grew rough. 19 When they had rowed about three or four miles,[b] they saw Jesus approaching the boat, walking on the water;(N) and they were frightened. 20 But he said to them, “It is I; don’t be afraid.”(O) 21 Then they were willing to take him into the boat, and immediately the boat reached the shore where they were heading.
22 The next day the crowd that had stayed on the opposite shore of the lake(P) realized that only one boat had been there, and that Jesus had not entered it with his disciples, but that they had gone away alone.(Q) 23 Then some boats from Tiberias(R) landed near the place where the people had eaten the bread after the Lord had given thanks.(S) 24 Once the crowd realized that neither Jesus nor his disciples were there, they got into the boats and went to Capernaum in search of Jesus.
Jesus the Bread of Life
25 When they found him on the other side of the lake, they asked him, “Rabbi,(T) when did you get here?”
26 Jesus answered, “Very truly I tell you, you are looking for me,(U) not because you saw the signs(V) I performed but because you ate the loaves and had your fill. 27 Do not work for food that spoils, but for food that endures(W) to eternal life,(X) which the Son of Man(Y) will give you. For on him God the Father has placed his seal(Z) of approval.”
28 Then they asked him, “What must we do to do the works God requires?”
29 Jesus answered, “The work of God is this: to believe(AA) in the one he has sent.”(AB)
30 So they asked him, “What sign(AC) then will you give that we may see it and believe you?(AD) What will you do? 31 Our ancestors ate the manna(AE) in the wilderness; as it is written: ‘He gave them bread from heaven to eat.’[c]”(AF)
32 Jesus said to them, “Very truly I tell you, it is not Moses who has given you the bread from heaven, but it is my Father who gives you the true bread from heaven. 33 For the bread of God is the bread that comes down from heaven(AG) and gives life to the world.”
34 “Sir,” they said, “always give us this bread.”(AH)
35 Then Jesus declared, “I am(AI) the bread of life.(AJ) Whoever comes to me will never go hungry, and whoever believes(AK) in me will never be thirsty.(AL) 36 But as I told you, you have seen me and still you do not believe. 37 All those the Father gives me(AM) will come to me, and whoever comes to me I will never drive away. 38 For I have come down from heaven(AN) not to do my will but to do the will(AO) of him who sent me.(AP) 39 And this is the will of him who sent me, that I shall lose none of all those he has given me,(AQ) but raise them up at the last day.(AR) 40 For my Father’s will is that everyone who looks to the Son(AS) and believes in him shall have eternal life,(AT) and I will raise them up at the last day.”
41 At this the Jews there began to grumble about him because he said, “I am the bread that came down from heaven.” 42 They said, “Is this not Jesus, the son of Joseph,(AU) whose father and mother we know?(AV) How can he now say, ‘I came down from heaven’?”(AW)
43 “Stop grumbling among yourselves,” Jesus answered. 44 “No one can come to me unless the Father who sent me draws them,(AX) and I will raise them up at the last day. 45 It is written in the Prophets: ‘They will all be taught by God.’[d](AY) Everyone who has heard the Father and learned from him comes to me. 46 No one has seen the Father except the one who is from God;(AZ) only he has seen the Father. 47 Very truly I tell you, the one who believes has eternal life.(BA) 48 I am the bread of life.(BB) 49 Your ancestors ate the manna in the wilderness, yet they died.(BC) 50 But here is the bread that comes down from heaven,(BD) which anyone may eat and not die. 51 I am the living bread(BE) that came down from heaven.(BF) Whoever eats this bread will live forever. This bread is my flesh, which I will give for the life of the world.”(BG)
52 Then the Jews(BH) began to argue sharply among themselves,(BI) “How can this man give us his flesh to eat?”
53 Jesus said to them, “Very truly I tell you, unless you eat the flesh(BJ) of the Son of Man(BK) and drink his blood,(BL) you have no life in you. 54 Whoever eats my flesh and drinks my blood has eternal life, and I will raise them up at the last day.(BM) 55 For my flesh is real food and my blood is real drink. 56 Whoever eats my flesh and drinks my blood remains in me, and I in them.(BN) 57 Just as the living Father sent me(BO) and I live because of the Father, so the one who feeds on me will live because of me. 58 This is the bread that came down from heaven. Your ancestors ate manna and died, but whoever feeds on this bread will live forever.”(BP) 59 He said this while teaching in the synagogue in Capernaum.
Many Disciples Desert Jesus
60 On hearing it, many of his disciples(BQ) said, “This is a hard teaching. Who can accept it?”(BR)
61 Aware that his disciples were grumbling about this, Jesus said to them, “Does this offend you?(BS) 62 Then what if you see the Son of Man(BT) ascend to where he was before!(BU) 63 The Spirit gives life;(BV) the flesh counts for nothing. The words I have spoken to you—they are full of the Spirit[e] and life. 64 Yet there are some of you who do not believe.” For Jesus had known(BW) from the beginning which of them did not believe and who would betray him.(BX) 65 He went on to say, “This is why I told you that no one can come to me unless the Father has enabled them.”(BY)
66 From this time many of his disciples(BZ) turned back and no longer followed him.
67 “You do not want to leave too, do you?” Jesus asked the Twelve.(CA)
68 Simon Peter answered him,(CB) “Lord, to whom shall we go? You have the words of eternal life.(CC) 69 We have come to believe and to know that you are the Holy One of God.”(CD)
70 Then Jesus replied, “Have I not chosen you,(CE) the Twelve? Yet one of you is a devil!”(CF) 71 (He meant Judas, the son of Simon Iscariot,(CG) who, though one of the Twelve, was later to betray him.)(CH)
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