約翰福音 6
Chinese Union Version Modern Punctuation (Traditional)
給五千人吃飽
6 這事以後,耶穌渡過加利利海,就是提比哩亞海。 2 有許多人因為看見他在病人身上所行的神蹟,就跟隨他。 3 耶穌上了山,和門徒一同坐在那裡。 4 那時猶太人的逾越節近了。 5 耶穌舉目看見許多人來,就對腓力說:「我們從哪裡買餅叫這些人吃呢?」 6 他說這話是要試驗腓力,他自己原知道要怎樣行。 7 腓力回答說:「就是二十兩銀子的餅,叫他們各人吃一點也是不夠的。」 8 有一個門徒,就是西門彼得的兄弟安得烈,對耶穌說: 9 「在這裡有一個孩童,帶著五個大麥餅、兩條魚,只是分給這許多人還算什麼呢?」 10 耶穌說:「你們叫眾人坐下。」原來那地方的草多。眾人就坐下,數目約有五千。 11 耶穌拿起餅來,祝謝了,就分給那坐著的人,分魚也是這樣,都隨著他們所要的。 12 他們吃飽了,耶穌對門徒說:「把剩下的零碎收拾起來,免得有糟蹋的。」 13 他們便將那五個大麥餅的零碎,就是眾人吃了剩下的,收拾起來,裝滿了十二個籃子。 14 眾人看見耶穌所行的神蹟,就說:「這真是那要到世間來的先知!」
15 耶穌既知道眾人要來強逼他做王,就獨自又退到山上去了。
耶穌履海
16 到了晚上,他的門徒下海邊去, 17 上了船,要過海往迦百農去。天已經黑了,耶穌還沒有來到他們那裡。 18 忽然狂風大作,海就翻騰起來。 19 門徒搖櫓約行了十里多路,看見耶穌在海面上走,漸漸近了船,他們就害怕。 20 耶穌對他們說:「是我,不要怕!」 21 門徒就喜歡接他上船,船立時到了他們所要去的地方。
22 第二日,站在海那邊的眾人知道那裡沒有別的船,只有一隻小船,又知道耶穌沒有同他的門徒上船,乃是門徒自己去的。 23 然而有幾隻小船從提比哩亞來,靠近主祝謝後分餅給人吃的地方。
當為永生的食物勞力
24 眾人見耶穌和門徒都不在那裡,就上了船,往迦百農去找耶穌。 25 既在海那邊找著了,就對他說:「拉比,是幾時到這裡來的?」 26 耶穌回答說:「我實實在在地告訴你們:你們找我,並不是因見了神蹟,乃是因吃餅得飽。 27 不要為那必壞的食物勞力,要為那存到永生的食物勞力,就是人子要賜給你們的,因為人子是父神所印證的。」 28 眾人問他說:「我們當行什麼,才算做神的工呢?」 29 耶穌回答說:「信神所差來的,這就是做神的工。」 30 他們又說:「你行什麼神蹟,叫我們看見就信你?你到底做什麼事呢? 31 我們的祖宗在曠野吃過嗎哪,如經上寫著說:『他從天上賜下糧來給他們吃。』」 32 耶穌說:「我實實在在地告訴你們:那從天上來的糧不是摩西賜給你們的,乃是我父將天上來的真糧賜給你們。 33 因為神的糧就是那從天上降下來賜生命給世界的。」
耶穌為生命的糧
34 他們說:「主啊,常將這糧賜給我們!」 35 耶穌說:「我就是生命的糧。到我這裡來的,必定不餓;信我的,永遠不渴。 36 只是我對你們說過,你們已經看見我,還是不信。 37 凡父所賜給我的人,必到我這裡來;到我這裡來的,我總不丟棄他。 38 因為我從天上降下來,不是要按自己的意思行,乃是要按那差我來者的意思行。 39 差我來者的意思就是:他所賜給我的,叫我一個也不失落,在末日卻叫他復活。 40 因為我父的意思是叫一切見子而信的人得永生,並且在末日我要叫他復活。」
猶太人議論主
41 猶太人因為耶穌說「我是從天上降下來的糧」,就私下議論他, 42 說:「這不是約瑟的兒子耶穌嗎?他的父母我們豈不認得嗎?他如今怎麼說『我是從天上降下來的』呢?」 43 耶穌回答說:「你們不要大家議論。 44 若不是差我來的父吸引人,就沒有能到我這裡來的;到我這裡來的,在末日我要叫他復活。 45 在先知書上寫著說:『他們都要蒙神的教訓。』凡聽見父之教訓又學習的,就到我這裡來。 46 這不是說有人看見過父,唯獨從神來的,他看見過父。 47 我實實在在地告訴你們:信的人有永生。 48 我就是生命的糧。 49 你們的祖宗在曠野吃過嗎哪,還是死了; 50 這是從天上降下來的糧,叫人吃了就不死。 51 我是從天上降下來生命的糧,人若吃這糧,就必永遠活著。我所要賜的糧就是我的肉,為世人之生命所賜的。」
52 因此,猶太人彼此爭論說:「這個人怎能把他的肉給我們吃呢?」 53 耶穌說:「我實實在在地告訴你們:你們若不吃人子的肉,不喝人子的血,就沒有生命在你們裡面。 54 吃我肉、喝我血的人就有永生,在末日我要叫他復活。 55 我的肉真是可吃的,我的血真是可喝的。 56 吃我肉、喝我血的人常在我裡面,我也常在他裡面。 57 永活的父怎樣差我來,我又因父活著,照樣,吃我肉的人也要因我活著。 58 這就是從天上降下來的糧。吃這糧的人就永遠活著,不像你們的祖宗吃過嗎哪還是死了。」 59 這些話是耶穌在迦百農會堂裡教訓人說的。
主的話是靈是生命
60 他的門徒中有好些人聽見了,就說:「這話甚難,誰能聽呢?」 61 耶穌心裡知道門徒為這話議論,就對他們說:「這話是叫你們厭棄[a]嗎? 62 倘或你們看見人子升到他原來所在之處,怎麼樣呢? 63 叫人活著的乃是靈,肉體是無益的。我對你們所說的話就是靈,就是生命。 64 只是你們中間有不信的人。」耶穌從起頭就知道誰不信他,誰要賣他。 65 耶穌又說:「所以我對你們說過,若不是蒙我父的恩賜,沒有人能到我這裡來。」
彼得認耶穌為神的聖者
66 從此,他門徒中多有退去的,不再和他同行。 67 耶穌就對那十二個門徒說:「你們也要去嗎?」 68 西門彼得回答說:「主啊,你有永生之道,我們還歸從誰呢? 69 我們已經信了,又知道你是神的聖者。」 70 耶穌說:「我不是揀選了你們十二個門徒嗎?但你們中間有一個是魔鬼。」 71 耶穌這話是指著加略人西門的兒子猶大說的,他本是十二個門徒裡的一個,後來要賣耶穌的。
Footnotes
- 約翰福音 6:61 「厭棄」原文作「跌倒」。
Juan 6
Nueva Versión Internacional
Jesús alimenta a cinco mil personas(A)
6 Algún tiempo después, Jesús se fue a la otra orilla del lago de Galilea o de Tiberíades. 2 Y mucha gente lo seguía porque veían las señales que hacía en los enfermos. 3 Entonces subió Jesús a una colina y se sentó con sus discípulos. 4 Faltaba muy poco tiempo para la fiesta judía de la Pascua.
5 Cuando Jesús alzó la vista y vio una gran multitud que venía hacia él, dijo a Felipe:
—¿Dónde vamos a comprar pan para que coma esta gente?
6 Esto lo dijo solo para ponerlo a prueba, porque él ya sabía lo que iba a hacer.
7 —Ni con el salario de más de seis meses de trabajo[a] podríamos comprar suficiente pan para darle un pedazo a cada uno —respondió Felipe.
8 Otro de sus discípulos, Andrés, que era hermano de Simón Pedro, le dijo:
9 —Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados, pero ¿qué es esto para tanta gente?
10 —Hagan que se sienten todos —ordenó Jesús.
En ese lugar había mucha hierba, así que se sentaron. Los varones adultos eran como cinco mil. 11 Jesús tomó entonces los panes, dio gracias y distribuyó a los que estaban sentados todo lo que quisieron. Lo mismo hizo con los pescados.
12 Una vez que quedaron satisfechos, dijo a sus discípulos:
—Recojan los pedazos que sobraron, para que no se desperdicie nada.
13 Así que recogieron los pedazos que habían sobrado de los cinco panes de cebada y llenaron doce canastas.
14 Al ver la señal milagrosa que Jesús había realizado, la gente comenzó a decir: «En verdad este es el profeta que había de venir al mundo». 15 Pero Jesús, dándose cuenta de que querían llevárselo a la fuerza y declararlo rey, se retiró de nuevo a la montaña él solo.
Jesús camina sobre el agua(B)
16 Cuando ya anochecía, sus discípulos bajaron al lago, 17 subieron a una barca y comenzaron a cruzar el lago en dirección a Capernaúm. Para entonces ya había oscurecido y Jesús todavía no se les había unido. 18 Por causa del fuerte viento que soplaba, el lago estaba agitado. 19 Habrían remado unos cinco o seis kilómetros[b] cuando vieron que Jesús se acercaba a la barca, caminando sobre el agua, y se asustaron. 20 Pero él les dijo: «Soy yo. No tengan miedo». 21 Así que se dispusieron a recibirlo a bordo y enseguida la barca llegó a la playa, lugar al que se dirigían.
22 Al día siguiente, la multitud que estaba aún en el otro lado del lago se dio cuenta de que los discípulos habían embarcado solos. Lo supieron porque allí había estado una sola barca y Jesús no había entrado en ella con sus discípulos. 23 Sin embargo, algunas barcas de Tiberíades se aproximaron al lugar donde la gente había comido el pan después de haber dado gracias el Señor. 24 En cuanto la multitud se dio cuenta de que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, subieron a las barcas y se fueron a Capernaúm a buscar a Jesús.
Jesús, el pan de vida
25 Cuando lo encontraron al otro lado del lago, le preguntaron:
—Rabí, ¿cuándo llegaste acá?
26 Jesús respondió con firmeza:
—Les aseguro que ustedes me buscan no porque han visto señales, sino porque comieron pan hasta llenarse. 27 Trabajen, pero no por la comida que es perecedera, sino por la que permanece para vida eterna, la cual les dará el Hijo del hombre. Dios el Padre ha puesto sobre él su sello de aprobación.
28 —¿Qué tenemos que hacer para realizar las obras que Dios exige? —le preguntaron.
29 —Esto es lo que Dios quiere que hagan: que crean en aquel a quien él envió —respondió Jesús.
30 —¿Y qué señal milagrosa harás para que la veamos y te creamos? ¿Qué puedes hacer? —insistieron ellos—. 31 Nuestros antepasados comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Pan del cielo les dio a comer”.[c]
32 —Les aseguro que no fue Moisés el que les dio a ustedes el pan del cielo —afirmó Jesús—. El que da el verdadero pan del cielo es mi Padre. 33 El pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo.
34 —Señor —le pidieron—, danos siempre ese pan.
35 —Yo soy el pan de vida —declaró Jesús—. El que a mí viene nunca pasará hambre y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed. 36 Pero como ya les dije, a pesar de que ustedes me han visto, no creen. 37 Todos los que el Padre me da vendrán a mí; y el que a mí viene no lo rechazo. 38 Porque he bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la del que me envió. 39 Y esta es la voluntad del que me envió: que yo no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite en el día final. 40 Porque la voluntad de mi Padre es que todo el que ve al Hijo y crea en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final.
41 Entonces los judíos comenzaron a murmurar contra él, porque dijo: «Yo soy el pan que bajó del cielo». 42 Y se decían: «¿Acaso no es este Jesús, el hijo de José? ¿No conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo es que sale diciendo: “Yo bajé del cielo”?».
43 —Dejen de murmurar —respondió Jesús—. 44 Nadie puede venir a mí, si no lo trae el Padre que me envió, y yo lo resucitaré en el día final. 45 En los Profetas está escrito: “A todos los instruirá Dios”.[d] En efecto, todo el que escucha al Padre y aprende de él viene a mí. 46 Al Padre nadie lo ha visto, excepto el que viene de Dios; solo él ha visto al Padre. 47 Les aseguro que el que cree tiene vida eterna. 48 Yo soy el pan de vida. 49 Los antepasados de ustedes comieron el maná en el desierto; sin embargo, murieron. 50 Pero este es el pan que baja del cielo; el que come de él no muere. 51 Yo soy el pan vivo que bajó del cielo. Si alguno come de este pan, vivirá para siempre. Este pan es mi carne y lo daré para que el mundo viva.
52 Los judíos comenzaron a disputar acaloradamente entre sí: «¿Cómo puede este darnos a comer su carne?».
53 —Les aseguro —afirmó Jesús— que, si no comen la carne del Hijo del hombre ni beben su sangre, no tienen realmente vida. 54 El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final. 55 Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. 56 El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. 57 Así como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, también el que come de mí vivirá por mí. 58 Este es el pan que bajó del cielo. Los antepasados de ustedes comieron maná y murieron, pero el que come de este pan vivirá para siempre.
59 Todo esto lo dijo Jesús mientras enseñaba en la sinagoga de Capernaúm.
Muchos discípulos abandonan a Jesús
60 Al escucharlo, muchos de sus discípulos exclamaron: «Esta enseñanza es muy difícil; ¿quién puede aceptarla?».
61 Jesús, muy consciente de que sus discípulos murmuraban por lo que había dicho, les reprochó:
—¿Esto les causa tropiezo? 62 ¿Qué tal si vieran al Hijo del hombre subir adonde antes estaba? 63 El Espíritu da vida; la carne no vale para nada. Las palabras que les he hablado son espíritu y son vida. 64 Sin embargo, hay algunos de ustedes que no creen.
Es que Jesús conocía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién era el que iba a traicionarlo. Así que añadió:
65 —Por esto les dije que nadie puede venir a mí, a menos que se lo haya concedido el Padre.
66 Desde entonces muchos de sus discípulos le volvieron la espalda y ya no andaban con él. 67 Así que Jesús preguntó a los doce:
—¿También ustedes quieren marcharse?
68 —Señor —contestó Simón Pedro—, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. 69 Y nosotros hemos creído, y sabemos que tú eres el Santo de Dios.[e]
70 —¿No los he escogido yo a ustedes doce? —respondió Jesús—. No obstante, uno de ustedes es un diablo.
71 Se refería a Judas, hijo de Simón Iscariote, uno de los doce, quien lo iba a traicionar.
John 6
King James Version
6 After these things Jesus went over the sea of Galilee, which is the sea of Tiberias.
2 And a great multitude followed him, because they saw his miracles which he did on them that were diseased.
3 And Jesus went up into a mountain, and there he sat with his disciples.
4 And the passover, a feast of the Jews, was nigh.
5 When Jesus then lifted up his eyes, and saw a great company come unto him, he saith unto Philip, Whence shall we buy bread, that these may eat?
6 And this he said to prove him: for he himself knew what he would do.
7 Philip answered him, Two hundred pennyworth of bread is not sufficient for them, that every one of them may take a little.
8 One of his disciples, Andrew, Simon Peter's brother, saith unto him,
9 There is a lad here, which hath five barley loaves, and two small fishes: but what are they among so many?
10 And Jesus said, Make the men sit down. Now there was much grass in the place. So the men sat down, in number about five thousand.
11 And Jesus took the loaves; and when he had given thanks, he distributed to the disciples, and the disciples to them that were set down; and likewise of the fishes as much as they would.
12 When they were filled, he said unto his disciples, Gather up the fragments that remain, that nothing be lost.
13 Therefore they gathered them together, and filled twelve baskets with the fragments of the five barley loaves, which remained over and above unto them that had eaten.
14 Then those men, when they had seen the miracle that Jesus did, said, This is of a truth that prophet that should come into the world.
15 When Jesus therefore perceived that they would come and take him by force, to make him a king, he departed again into a mountain himself alone.
16 And when even was now come, his disciples went down unto the sea,
17 And entered into a ship, and went over the sea toward Capernaum. And it was now dark, and Jesus was not come to them.
18 And the sea arose by reason of a great wind that blew.
19 So when they had rowed about five and twenty or thirty furlongs, they see Jesus walking on the sea, and drawing nigh unto the ship: and they were afraid.
20 But he saith unto them, It is I; be not afraid.
21 Then they willingly received him into the ship: and immediately the ship was at the land whither they went.
22 The day following, when the people which stood on the other side of the sea saw that there was none other boat there, save that one whereinto his disciples were entered, and that Jesus went not with his disciples into the boat, but that his disciples were gone away alone;
23 (Howbeit there came other boats from Tiberias nigh unto the place where they did eat bread, after that the Lord had given thanks:)
24 When the people therefore saw that Jesus was not there, neither his disciples, they also took shipping, and came to Capernaum, seeking for Jesus.
25 And when they had found him on the other side of the sea, they said unto him, Rabbi, when camest thou hither?
26 Jesus answered them and said, Verily, verily, I say unto you, Ye seek me, not because ye saw the miracles, but because ye did eat of the loaves, and were filled.
27 Labour not for the meat which perisheth, but for that meat which endureth unto everlasting life, which the Son of man shall give unto you: for him hath God the Father sealed.
28 Then said they unto him, What shall we do, that we might work the works of God?
29 Jesus answered and said unto them, This is the work of God, that ye believe on him whom he hath sent.
30 They said therefore unto him, What sign shewest thou then, that we may see, and believe thee? what dost thou work?
31 Our fathers did eat manna in the desert; as it is written, He gave them bread from heaven to eat.
32 Then Jesus said unto them, Verily, verily, I say unto you, Moses gave you not that bread from heaven; but my Father giveth you the true bread from heaven.
33 For the bread of God is he which cometh down from heaven, and giveth life unto the world.
34 Then said they unto him, Lord, evermore give us this bread.
35 And Jesus said unto them, I am the bread of life: he that cometh to me shall never hunger; and he that believeth on me shall never thirst.
36 But I said unto you, That ye also have seen me, and believe not.
37 All that the Father giveth me shall come to me; and him that cometh to me I will in no wise cast out.
38 For I came down from heaven, not to do mine own will, but the will of him that sent me.
39 And this is the Father's will which hath sent me, that of all which he hath given me I should lose nothing, but should raise it up again at the last day.
40 And this is the will of him that sent me, that every one which seeth the Son, and believeth on him, may have everlasting life: and I will raise him up at the last day.
41 The Jews then murmured at him, because he said, I am the bread which came down from heaven.
42 And they said, Is not this Jesus, the son of Joseph, whose father and mother we know? how is it then that he saith, I came down from heaven?
43 Jesus therefore answered and said unto them, Murmur not among yourselves.
44 No man can come to me, except the Father which hath sent me draw him: and I will raise him up at the last day.
45 It is written in the prophets, And they shall be all taught of God. Every man therefore that hath heard, and hath learned of the Father, cometh unto me.
46 Not that any man hath seen the Father, save he which is of God, he hath seen the Father.
47 Verily, verily, I say unto you, He that believeth on me hath everlasting life.
48 I am that bread of life.
49 Your fathers did eat manna in the wilderness, and are dead.
50 This is the bread which cometh down from heaven, that a man may eat thereof, and not die.
51 I am the living bread which came down from heaven: if any man eat of this bread, he shall live for ever: and the bread that I will give is my flesh, which I will give for the life of the world.
52 The Jews therefore strove among themselves, saying, How can this man give us his flesh to eat?
53 Then Jesus said unto them, Verily, verily, I say unto you, Except ye eat the flesh of the Son of man, and drink his blood, ye have no life in you.
54 Whoso eateth my flesh, and drinketh my blood, hath eternal life; and I will raise him up at the last day.
55 For my flesh is meat indeed, and my blood is drink indeed.
56 He that eateth my flesh, and drinketh my blood, dwelleth in me, and I in him.
57 As the living Father hath sent me, and I live by the Father: so he that eateth me, even he shall live by me.
58 This is that bread which came down from heaven: not as your fathers did eat manna, and are dead: he that eateth of this bread shall live for ever.
59 These things said he in the synagogue, as he taught in Capernaum.
60 Many therefore of his disciples, when they had heard this, said, This is an hard saying; who can hear it?
61 When Jesus knew in himself that his disciples murmured at it, he said unto them, Doth this offend you?
62 What and if ye shall see the Son of man ascend up where he was before?
63 It is the spirit that quickeneth; the flesh profiteth nothing: the words that I speak unto you, they are spirit, and they are life.
64 But there are some of you that believe not. For Jesus knew from the beginning who they were that believed not, and who should betray him.
65 And he said, Therefore said I unto you, that no man can come unto me, except it were given unto him of my Father.
66 From that time many of his disciples went back, and walked no more with him.
67 Then said Jesus unto the twelve, Will ye also go away?
68 Then Simon Peter answered him, Lord, to whom shall we go? thou hast the words of eternal life.
69 And we believe and are sure that thou art that Christ, the Son of the living God.
70 Jesus answered them, Have not I chosen you twelve, and one of you is a devil?
71 He spake of Judas Iscariot the son of Simon: for he it was that should betray him, being one of the twelve.
João 6
Nova Traduҫão na Linguagem de Hoje 2000
Jesus alimenta uma multidão(A)
6 Depois disso, Jesus atravessou o lago da Galileia, que também é chamado de Tiberíades. 2 Uma grande multidão o seguia porque eles tinham visto os milagres que Jesus tinha feito, curando os doentes. 3 Ele subiu um monte e sentou-se ali com os seus discípulos. 4 A Páscoa, a festa principal dos judeus, estava perto. 5 Jesus olhou em volta de si e viu que uma grande multidão estava chegando perto dele. Então disse a Filipe:
— Onde vamos comprar comida para toda esta gente?
6 Ele sabia muito bem o que ia fazer, mas disse isso para ver qual seria a resposta de Filipe.
7 Filipe respondeu assim:
— Para cada pessoa poder receber um pouco de pão, nós precisaríamos gastar mais de duzentas moedas de prata.
8 Então um dos discípulos, André, irmão de Simão Pedro, disse:
9 — Está aqui um menino que tem cinco pães de cevada e dois peixinhos. Mas o que é isso para tanta gente?
10 Jesus disse:
— Digam a todos que se sentem no chão.
Então todos se sentaram. (Havia muita grama naquele lugar.) Estavam ali quase cinco mil homens. 11 Em seguida Jesus pegou os pães, deu graças a Deus e os repartiu com todos; e fez o mesmo com os peixes. E todos comeram à vontade. 12 Quando já estavam satisfeitos, ele disse aos discípulos:
— Recolham os pedaços que sobraram a fim de que não se perca nada.
13 Eles ajuntaram os pedaços e encheram doze cestos com o que sobrou dos cinco pães.
14 Os que viram esse milagre de Jesus disseram:
— De fato, este é o Profeta que devia vir ao mundo!
15 Jesus ficou sabendo que queriam levá-lo à força para o fazerem rei; então voltou sozinho para o monte.
Jesus anda em cima da água(B)
16 De tardinha, os discípulos de Jesus desceram até o lago. 17 Subiram num barco e começaram a atravessar o lago na direção da cidade de Cafarnaum. Quando já estava escuro, Jesus ainda não tinha vindo se encontrar com eles. 18 De repente, um vento forte começou a soprar e a levantar as ondas. 19 Os discípulos já tinham remado uns cinco ou seis quilômetros, quando viram Jesus andando em cima da água e chegando perto do barco. E ficaram com muito medo.
20 Mas Jesus disse:
— Não tenham medo, sou eu!
21 Então eles o receberam com prazer no barco e logo chegaram ao lugar para onde estavam indo.
O povo procura Jesus
22 No dia seguinte a multidão que estava no lado leste do lago viu que ali só havia um barco pequeno. Sabiam que Jesus não tinha embarcado com os discípulos, pois estes haviam saído sozinhos. 23 Enquanto isso, outros barcos chegaram da cidade de Tiberíades e encostaram perto do lugar onde a multidão tinha comido pão depois de o Senhor Jesus ter dado graças. 24 Quando viram que Jesus e os seus discípulos não estavam ali, subiram nos barcos e saíram para Cafarnaum a fim de procurá-lo.
Jesus, o pão da vida
25 A multidão encontrou Jesus no lado oeste do lago, e perguntaram a ele:
— Mestre, quando foi que o senhor chegou aqui?
26 Jesus respondeu:
— Eu afirmo a vocês que isto é verdade: vocês estão me procurando porque comeram os pães e ficaram satisfeitos e não porque entenderam os meus milagres. 27 Não trabalhem a fim de conseguir a comida que se estraga, mas a fim de conseguir a comida que dura para a vida eterna. O Filho do Homem dará essa comida a vocês porque Deus, o Pai, deu provas de que ele tem autoridade.
28 — O que é que Deus quer que a gente faça? — perguntaram eles.
29 — Ele quer que vocês creiam naquele que ele enviou! — respondeu Jesus.
30 Eles disseram:
— Que milagre o senhor vai fazer para a gente ver e crer no senhor? O que é que o senhor pode fazer? 31 Os nossos antepassados comeram o maná no deserto, como dizem as Escrituras Sagradas: “Do céu ele deu pão para eles comerem.”
32 Jesus disse:
— Eu afirmo a vocês que isto é verdade: não foi Moisés quem deu a vocês o pão do céu, pois quem dá o verdadeiro pão do céu é o meu Pai. 33 Porque o pão que Deus dá é aquele que desce do céu e dá vida ao mundo.
34 — Queremos que o senhor nos dê sempre desse pão! — pediram eles.
35 Jesus respondeu:
— Eu sou o pão da vida. Quem vem a mim nunca mais terá fome, e quem crê em mim nunca mais terá sede. 36 Mas eu já disse que vocês não creem em mim, embora estejam me vendo. 37 Todos aqueles que o Pai me dá virão a mim; e de modo nenhum jogarei fora aqueles que vierem a mim. 38 Pois eu desci do céu para fazer a vontade daquele que me enviou e não para fazer a minha própria vontade. 39 E a vontade de quem me enviou é esta: que nenhum daqueles que o Pai me deu se perca, mas que eu ressuscite todos no último dia. 40 Pois a vontade do meu Pai é que todos os que veem o Filho e creem nele tenham a vida eterna; e no último dia eu os ressuscitarei.
41 Eles começaram a criticar Jesus porque ele tinha dito: “Eu sou o pão que desceu do céu.” 42 E diziam:
— Este não é Jesus, filho de José? Por acaso nós não conhecemos o pai e a mãe dele? Como é que agora ele diz que desceu do céu?
43 Jesus respondeu:
— Parem de resmungar contra mim. 44 Só poderão vir a mim aqueles que forem trazidos pelo Pai, que me enviou, e eu os ressuscitarei no último dia. 45 Nos Profetas está escrito: “Todos serão ensinados por Deus.” E todos os que ouvem o Pai e aprendem com ele vêm a mim. 46 Isso não quer dizer que alguém já tenha visto o Pai, a não ser aquele que vem de Deus; ele já viu o Pai.
47 — Eu afirmo a vocês que isto é verdade: quem crê tem a vida eterna. 48 Eu sou o pão da vida. 49 Os antepassados de vocês comeram o maná no deserto, mas morreram. 50 Aqui está o pão que desce do céu; e quem comer desse pão nunca morrerá. 51 Eu sou o pão vivo que desceu do céu. Se alguém comer desse pão, viverá para sempre. E o pão que eu darei para que o mundo tenha vida é a minha carne.
52 Aí eles começaram a discutir entre si. E perguntavam:
— Como é que este homem pode dar a sua própria carne para a gente comer?
53 Então Jesus disse:
— Eu afirmo a vocês que isto é verdade: se vocês não comerem a carne do Filho do Homem e não beberem o seu sangue, vocês não terão vida. 54 Quem come a minha carne e bebe o meu sangue tem a vida eterna, e eu o ressuscitarei no último dia. 55 Pois a minha carne é a comida verdadeira, e o meu sangue é a bebida verdadeira. 56 Quem come a minha carne e bebe o meu sangue vive em mim, e eu vivo nele. 57 O Pai, que tem a vida, foi quem me enviou, e por causa dele eu tenho a vida. Assim, também, quem se alimenta de mim terá vida por minha causa. 58 Este é o pão que desceu do céu. Não é como o pão que os antepassados de vocês comeram e mesmo assim morreram. Quem come deste pão viverá para sempre.
59 Jesus disse isso quando estava ensinando na sinagoga de Cafarnaum.
As palavras de vida eterna
60 Muitos seguidores de Jesus ouviram isso e reclamaram:
— O que ele ensina é muito difícil! Quem pode aceitar esses ensinamentos?
61 Não disseram nada a Jesus, mas ele sabia que eles estavam resmungando contra ele. Por isso perguntou:
— Vocês querem me abandonar por causa disso? 62 E o que aconteceria se vocês vissem o Filho do Homem subir para onde estava antes? 63 O Espírito de Deus é quem dá a vida, mas o ser humano não pode fazer isso. As palavras que eu lhes disse são espírito e vida, 64 mas mesmo assim alguns de vocês não creem.
Jesus disse isso porque já sabia desde o começo quem eram os que não iam crer nele e sabia também quem ia traí-lo.
65 Jesus continuou:
— Foi por esse motivo que eu disse a vocês que só pode vir a mim a pessoa que for trazida pelo Pai.
66 Por causa disso muitos seguidores de Jesus o abandonaram e não o acompanhavam mais. 67 Então ele perguntou aos doze discípulos:
— Será que vocês também querem ir embora?
68 Simão Pedro respondeu:
— Quem é que nós vamos seguir? O senhor tem as palavras que dão vida eterna! 69 E nós cremos e sabemos que o senhor é o Santo que Deus enviou.
70 Jesus disse:
— Fui eu que escolhi todos vocês, os doze. No entanto um de vocês é um diabo!
71 Ele estava falando de Judas, filho de Simão Iscariotes. Pois Judas, embora fosse um dos doze discípulos, ia trair Jesus.
Copyright © 2011 by Global Bible Initiative
Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015, 2022 por Biblica, Inc.®, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.® Reservados todos los derechos en todo el mundo. Used by permission. All rights reserved worldwide.
Copyright 2000 Sociedade Bíblica do Brasil. Todos os direitos reservados / All rights reserved.
