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圣灵派巴拿巴和扫罗往外传道

13 安提阿的教会中有几位先知和教师,就是巴拿巴和称呼尼结西面古利奈路求、与分封之王希律同养的马念扫罗 他们侍奉主、禁食的时候,圣灵说:“要为我分派巴拿巴扫罗,去做我召他们所做的工。” 于是禁食、祷告,按手在他们头上,就打发他们去了。

他们既被圣灵差遣,就下到西流基,从那里坐船往塞浦路斯去。 到了撒拉米,就在犹太人各会堂里传讲神的道,也有约翰做他们的帮手。 经过全岛,直到帕弗,在那里遇见一个有法术、假充先知的犹太人,名叫巴耶稣 这人常和方伯士求·保罗同在。士求·保罗是个通达人,他请了巴拿巴扫罗来,要听神的道。

以吕马抵挡方伯信主因而瞎眼

只是那行法术的以吕马(这名翻出来就是“行法术”的意思)抵挡使徒,要叫方伯不信真道。 扫罗,又名保罗,被圣灵充满,定睛看他, 10 说:“你这充满各样诡诈奸恶,魔鬼的儿子、众善的仇敌,你混乱主的正道还不止住吗? 11 现在主的手加在你身上,你要瞎眼,暂且不见日光。”他的眼睛立刻昏蒙黑暗,四下里求人拉着手领他。 12 方伯看见所做的事,很稀奇主的道,就信了。

称呼马可的约翰离开保罗

13 保罗和他的同人从帕弗开船,来到旁非利亚别加约翰就离开他们,回耶路撒冷去。 14 他们离了别加往前行,来到彼西底安提阿,在安息日进会堂坐下。 15 读完了律法和先知的书,管会堂的叫人过去,对他们说:“二位兄台,若有什么劝勉众人的话,请说。”

保罗述说以色列古事

16 保罗就站起来,举手说:“以色列人和一切敬畏神的人,请听! 17 以色列民的神拣选了我们的祖宗,当民寄居埃及的时候抬举他们,用大能的手领他们出来。 18 又在旷野容忍[a]他们约有四十年。 19 既灭了迦南地七族的人,就把那地分给他们为业。 20 此后给他们设立士师,约有四百五十年,直到先知撒母耳的时候。 21 后来他们求一个王,神就将便雅悯支派中基士的儿子扫罗给他们做王四十年。 22 既废了扫罗,就选立大卫做他们的王,又为他作见证说:‘我寻得耶西的儿子大卫,他是合我心意的人,凡事要遵行我的旨意。’ 23 从这人的后裔中,神已经照着所应许的为以色列人立了一位救主,就是耶稣。

述说耶稣在世的事

24 “在他没有出来以先,约翰以色列众民宣讲悔改的洗礼。 25 约翰将行尽他的程途,说:‘你们以为我是谁?我不是基督。只是有一位在我以后来的,我解他脚上的鞋带也是不配的。’ 26 弟兄们,亚伯拉罕的子孙和你们中间敬畏神的人哪,这救世的道是传给我们的。 27 耶路撒冷居住的人和他们的官长,因为不认识基督,也不明白每安息日所读众先知的书,就把基督定了死罪,正应了先知的预言。 28 虽然查不出他有当死的罪来,还是求彼拉多杀他。 29 既成就了经上指着他所记的一切话,就把他从木头上取下来,放在坟墓里。 30 神却叫他从死里复活。 31 那从加利利同他上耶路撒冷的人多日看见他,这些人如今在民间是他的见证。 32 我们也报好信息给你们,就是:那应许祖宗的话, 33 神已经向我们这做儿女的应验,叫耶稣复活了。正如《诗篇》第二篇上记着说:‘你是我的儿子,我今日生你。’ 34 论到神叫他从死里复活,不再归于朽坏,就这样说:‘我必将所应许大卫那圣洁、可靠的恩典赐给你们。’ 35 又有一篇上说:‘你必不叫你的圣者见朽坏。’ 36 大卫在世的时候遵行了神的旨意,就睡了[b],归到他祖宗那里,已见朽坏。 37 唯独神所复活的,他并未见朽坏。

证明耶稣为救主

38 “所以弟兄们,你们当晓得:赦罪的道是由这人传给你们的! 39 你们靠摩西的律法,在一切不得称义的事上信靠这人,就都得称义了。 40 所以你们务要小心,免得先知书上所说的临到你们。 41 主说:‘你们这轻慢的人,要观看,要惊奇,要灭亡!因为在你们的时候,我行一件事,虽有人告诉你们,你们总是不信。’”

42 他们出会堂的时候,众人请他们到下安息日再讲这话给他们听。 43 散会以后,犹太人和敬虔进犹太教的人多有跟从保罗巴拿巴的。二人对他们讲道,劝他们务要恒久在神的恩中。

44 到下安息日,合城的人几乎都来聚集,要听神的道。 45 犹太人看见人这样多,就满心嫉妒,硬驳保罗所说的话,并且毁谤。 46 保罗巴拿巴放胆说:“神的道先讲给你们原是应当的,只因你们弃绝这道,断定自己不配得永生,我们就转向外邦人去。 47 因为主曾这样吩咐我们说:‘我已经立你做外邦人的光,叫你施行救恩,直到地极。’” 48 外邦人听见这话,就欢喜了,赞美神的道,凡预定得永生的人都信了。 49 于是主的道传遍了那一带地方。

保罗巴拿巴被逐出境

50 犹太人挑唆虔敬、尊贵的妇女和城内有名望的人,逼迫保罗巴拿巴,将他们赶出境外。 51 二人对着众人跺下脚上的尘土,就往以哥念去了。 52 门徒满心喜乐,又被圣灵充满。

Footnotes

  1. 使徒行传 13:18 “容忍”或作“抚养”。
  2. 使徒行传 13:36 或作:大卫按神的旨意服侍了他那一世的人,就睡了。

Una misión especial

13 En la iglesia de Antioquía estaban Bernabé, Simeón «el Negro», Lucio el del pueblo de Cirene, Menahem y Saulo. Menahem había crecido con el rey Herodes Antipas. Todos ellos eran profetas y maestros.

Un día, mientras ellos estaban adorando al Señor y ayunando, el Espíritu Santo les dijo: «Prepárenme a Bernabé y a Saulo. Yo los he elegido para una misión especial.»

Todos siguieron orando y ayunando; después oraron por Bernabé y Saulo, les pusieron las manos sobre la cabeza, y los despidieron.

Bernabé y Saulo en Chipre

El Espíritu Santo envió a Bernabé y a Saulo a anunciar el mensaje de Dios. Primero fueron a la región de Seleucia, y allí tomaron un barco que los llevó a la isla de Chipre. En cuanto llegaron al puerto de Salamina, comenzaron a anunciar el mensaje de Dios en las sinagogas de los judíos. Juan Marcos fue con ellos como ayudante.

Después atravesaron toda la isla y llegaron al puerto de Pafos. Allí encontraron a Barjesús, un judío que hacía brujerías y que, según decía, hablaba de parte de Dios. 7-8 Barjesús era amigo de Sergio Paulo, un hombre inteligente que era gobernador de Chipre. Sergio Paulo mandó a llamar a Bernabé y a Saulo, pues tenía muchos deseos de oír el mensaje de Dios. Pero el brujo Barjesús, al que en griego lo llamaban Elimas, se puso frente a ellos para no dejarlos pasar, pues no quería que el gobernador los escuchara y creyera en el Señor Jesús.

Entonces Saulo, que también se llamaba Pablo y tenía el poder del Espíritu Santo, miró fijamente al brujo y le dijo: 10 «Tú eres un hijo del diablo, un mentiroso y un malvado. A ti no te gusta hacer lo bueno. ¡Deja ya de mentir diciendo que hablas de parte de Dios! 11 Ahora Dios te va a castigar: te quedarás ciego por algún tiempo y no podrás ver la luz del sol.»

En ese mismo instante, Elimas sintió como si una nube oscura le hubiera cubierto los ojos, y se quedó completamente ciego. Andaba como perdido, buscando que alguien le diera la mano para guiarlo.

12 Al ver esto, el gobernador se quedó muy admirado de la enseñanza acerca del Señor Jesús, y en verdad creyó en él.

Pablo y Bernabé en Pisidia

13 En Pafos, Pablo y sus compañeros subieron a un barco y se fueron a la ciudad de Perge, que estaba en la región de Panfilia. Allí, Juan Marcos se separó del grupo y regresó a la ciudad de Jerusalén. 14 Pablo y los demás siguieron el viaje a pie hasta la ciudad de Antioquía, en la región de Pisidia.

Un sábado fueron a la sinagoga de la ciudad, y se sentaron allí. 15 Alguien leyó un pasaje de la Biblia y, al terminar, los jefes de la sinagoga mandaron a decir a Pablo y a los demás: «Amigos israelitas, si tienen algún mensaje para darle ánimo a la gente, pueden tomar la palabra.»

16 Pablo se puso de pie, levantó la mano para pedir silencio, y dijo:

«Israelitas, y todos ustedes, los que aman y obedecen a Dios, escúchenme. 17 El Dios de Israel eligió a nuestros antepasados para hacer de ellos un gran pueblo. Los eligió cuando ellos estaban en Egipto. Luego los egipcios los hicieron esclavos, pero Dios, con su gran poder, los sacó de allí. 18 El pueblo anduvo en el desierto unos cuarenta años, y durante todo ese tiempo Dios los cuidó.[a] 19 Después Dios destruyó a siete países en el territorio de Canaán, y le dio ese territorio al pueblo de Israel. 20 Todo esto sucedió en un lapso de cuatrocientos cincuenta años.

»Luego Dios envió a unos hombres para que fueran los líderes de la nación, y continuó enviando líderes hasta que llegó el profeta Samuel. 21 Pero todos le pidieron a Dios que los dejara tener un rey que los gobernara. Dios nombró entonces a Saúl rey de la nación.

»Saúl era hijo de un hombre llamado Quis, que era de la tribu de Benjamín. Y gobernó Saúl durante cuarenta años. 22 Luego, Dios lo quitó del trono y puso como nuevo rey a David. Acerca de David, Dios dijo: “Yo quiero mucho a David el hijo de Jesé, pues siempre me obedece en todo.”

23 »Dios prometió que un descendiente de David vendría a salvar al pueblo israelita. Pues bien, ese descendiente de David es Jesús. 24 Antes de que él llegara, Juan el Bautista vino y le dijo a los israelitas que debían arrepentirse de sus pecados y ser bautizados. 25 Cuando Juan estaba a punto de morir, les dijo a los israelitas: “Yo no soy el Mesías que Dios les prometió. Él vendrá después, y yo ni siquiera merezco ser su esclavo.”

26 »Pónganme atención, amigos israelitas descendientes de Abraham. Y pónganme atención también ustedes, los que obedecen a Dios aunque no son israelitas. Este mensaje de salvación es para todos nosotros. 27 Sabemos que los habitantes de Jerusalén y los líderes del país no se dieron cuenta de quién era Jesús. Todos los sábados leían los libros de los profetas, pero no se dieron cuenta de que esos libros se referían a Jesús. Entonces ordenaron matar a Jesús y, sin saberlo, cumplieron así lo que los profetas habían anunciado. 28 Aunque no tenían nada de qué acusarlo, le pidieron a Pilato que lo matara. 29 Luego, cuando hicieron todo lo que los profetas habían anunciado, bajaron de la cruz el cuerpo de Jesús y lo pusieron en una tumba. 30 Pero Dios hizo que Jesús resucitara, 31 y durante muchos días Jesús se apareció a todos los discípulos. Éstos habían viajado con él desde la región de Galilea hasta la ciudad de Jerusalén. Ahora ellos les cuentan a todos quién es Jesús.

32 »Dios prometió a nuestros antepasados que enviaría a un salvador, y nosotros les estamos dando esa buena noticia: 33 Dios ha cumplido su promesa, pues resucitó a Jesús. Todo sucedió como dice en el segundo salmo:

“Tú eres mi Hijo;
desde hoy soy tu padre.”[b]

34 »Dios ya había anunciado en la Biblia que Jesús resucitaría, y que no dejaría que el cuerpo de Jesús se descompusiera en la tumba. Así lo había anunciado cuando le dijo:

“Te haré las mismas promesas
que hice a David;
promesas especiales,
¡promesas que se cumplirán!”

35 »Por eso, en otro salmo dice:

“No dejarás mi cuerpo en la tumba;
no dejarás que tu amigo fiel
sufra la muerte.”

36 »La verdad es que David obedeció todo lo que Dios le ordenó. Pero luego murió y fue enterrado en la tumba de sus antepasados, y su cuerpo se descompuso. 37 En cambio, Dios resucitó a Jesús, y su cuerpo no se descompuso.

38 »Amigos israelitas, éste es el mensaje que anunciamos: ¡Jesús puede perdonarles sus pecados! La ley de Moisés no puede librarlos de todos sus pecados, 39 pero Dios perdona a todo aquel que cree en Jesús. 40 Tengan cuidado, para que no reciban el castigo que anunciaron los profetas, cuando dijeron:

41 “Ustedes se burlan de Dios,
pero asómbrense ahora y huyan.
Tan terribles serán los castigos
que les daré a los desobedientes,
que no van a creerlo
si alguien se los cuenta.”»

42 Cuando Pablo y sus amigos salieron de la sinagoga, la gente les rogó que volvieran el siguiente sábado y les hablaran más de todo esto. 43 Muchos judíos, y algunos extranjeros que habían seguido la religión judía, se fueron con ellos. A éstos, Pablo y Bernabé les pidieron que nunca dejaran de confiar en el amor de Dios.

44 Al sábado siguiente, casi toda la gente de la ciudad se reunió en la sinagoga, para oír el mensaje de Dios que iban a dar Pablo y Bernabé. 45 Pero cuando los judíos vieron reunida a tanta gente, tuvieron envidia. Entonces comenzaron a decir que Pablo estaba equivocado en todo lo que decía, y también lo insultaron. 46 Pero Pablo y Bernabé les contestaron con mucha valentía:

«Nuestra primera obligación era darles el mensaje de Dios a ustedes los judíos. Pero como ustedes lo rechazan y no creen merecer la vida eterna, ahora les anunciaremos el mensaje a los que no son judíos. 47 Porque así nos lo ordenó Dios:

“Yo te he puesto, Israel,
para que seas luz de las naciones;
para que anuncies mi salvación
hasta el último rincón del mundo.”»

48 Cuando los que no eran judíos oyeron eso, se pusieron muy contentos y decían que el mensaje de Dios era bueno. Y todos los que Dios había elegido para recibir la vida eterna creyeron en él.

49 El mensaje de Dios se anunciaba por todos los lugares de aquella región. 50 Pero los judíos hablaron con las mujeres más respetadas y religiosas de la ciudad, y también con los hombres más importantes, y los convencieron de perseguir a Pablo y a Bernabé, y de echarlos fuera de esa región.

51 Por eso Pablo y Bernabé, en señal de rechazo contra ellos, se sacudieron los pies para quitarse el polvo de ese lugar, y se fueron a Iconio.

52 Los seguidores de Jesús que se quedaron en Antioquía estaban muy alegres, y recibieron todo el poder del Espíritu Santo.

Footnotes

  1. Hechos 13:18 Los cuidó: Otros mss. griegos dicen: soportó su conducta.
  2. Hechos 13:33 Aquí se cita el Sal 2.7, para indicar que cuando Jesús resucitó, Dios demostró que era su Hijo.

13 En la iglesia de Antioquía eran profetas y maestros: Bernabé, Simeón, apodado el Negro, Lucio de Cirene, Manaén, que se había criado con Herodes el tetrarca, y Saulo. Mientras participaban en el culto al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: «Apártenme ahora a Bernabé y a Saulo para el trabajo al que los he llamado».

Así que después de ayunar, orar e imponerles las manos, los despidieron.

En Chipre

Bernabé y Saulo, enviados por el Espíritu Santo, bajaron a Seleucia y de allí navegaron a Chipre. Al llegar a Salamina, predicaron la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Tenían también a Juan como ayudante.

Recorrieron toda la isla hasta Pafos. Allí se encontraron con un hechicero, un falso profeta judío llamado Barjesús, que estaba con el gobernador[a] Sergio Paulo. El gobernador, hombre inteligente, mandó llamar a Bernabé y a Saulo, en un esfuerzo por escuchar la palabra de Dios. Pero Elimas el hechicero, que es lo que significa su nombre, se les oponía y procuraba apartar de la fe al gobernador. Entonces Saulo, o sea Pablo, lleno del Espíritu Santo, clavó los ojos en Elimas y le dijo: 10 «¡Hijo del diablo y enemigo de toda justicia, lleno de todo tipo de engaño y de fraude! ¿Nunca dejarás de torcer los caminos rectos del Señor? 11 Ahora la mano del Señor está contra ti; vas a quedarte ciego y por algún tiempo no podrás ver la luz del sol».

Al instante cayeron sobre él sombra y oscuridad, y comenzó a buscar a tientas a alguien que lo llevara de la mano. 12 Al ver lo sucedido, el gobernador creyó, maravillado de la enseñanza acerca del Señor.

En Antioquía de Pisidia

13 Pablo y sus compañeros se hicieron a la mar desde Pafos y llegaron a Perge de Panfilia. Juan se separó de ellos y regresó a Jerusalén; 14 ellos, por su parte, siguieron su viaje desde Perge hasta Antioquía de Pisidia. El sábado entraron en la sinagoga y se sentaron. 15 Al terminar la lectura de la Ley y los Profetas, los jefes de la sinagoga mandaron a decirles: «Hermanos, si tienen algún mensaje de aliento para el pueblo, hablen».

16 Pablo se puso en pie, hizo una señal con la mano y dijo: «Escúchenme, israelitas, y ustedes, los no judíos temerosos de Dios: 17 El Dios de este pueblo de Israel escogió a nuestros antepasados y engrandeció al pueblo mientras vivían como extranjeros en Egipto. Con gran poder los sacó de aquella tierra 18 y soportó su mal proceder[b] en el desierto unos cuarenta años. 19 Luego de destruir siete naciones en Canaán, dio a su pueblo la tierra de ellas en herencia. 20 Todo esto duró unos cuatrocientos cincuenta años.

»Después de esto, Dios les asignó jueces hasta los días del profeta Samuel. 21 Entonces pidieron un rey y Dios les dio a Saúl, hijo de Quis, de la tribu de Benjamín, quien gobernó por cuarenta años. 22 Tras destituir a Saúl, puso por rey a David, de quien dio este testimonio: “He encontrado en David, hijo de Isaí, un hombre conforme a mi corazón; él hará todo lo que yo quiera”.

23 »De los descendientes de este, conforme a la promesa, Dios ha traído a Israel un Salvador, que es Jesús. 24 Antes de la venida de Jesús, Juan predicó un bautismo de arrepentimiento a todo el pueblo de Israel. 25 Cuando estaba completando su carrera, Juan decía: “¿Quién suponen ustedes que soy? No soy aquel. Miren, después de mí viene uno a quien no soy digno ni siquiera de desatarle las sandalias”.

26 »Hermanos, descendientes de Abraham, y ustedes, los no judíos temerosos de Dios: a nosotros se nos ha enviado este mensaje de salvación. 27 Los habitantes de Jerusalén y sus gobernantes no reconocieron a Jesús. Por tanto, al condenarlo, cumplieron las palabras de los profetas que se leen todos los sábados. 28 Aunque no encontraron ninguna causa digna de muerte, pidieron a Pilato que lo mandara a ejecutar. 29 Después de llevar a cabo todas las cosas que estaban escritas acerca de él, lo bajaron del madero y lo sepultaron. 30 Pero Dios lo levantó de entre los muertos. 31 Durante muchos días lo vieron los que habían subido con él de Galilea a Jerusalén y ahora ellos son sus testigos ante el pueblo.

32 »Nosotros les anunciamos las buenas noticias respecto a la promesa hecha a nuestros antepasados. 33 Dios nos la ha cumplido plenamente a nosotros, los descendientes de ellos, al resucitar a Jesús. Como está escrito en el segundo salmo:

»“Tú eres mi Hijo;
    hoy mismo te he engendrado”.[c]

34 Dios lo resucitó para que no volviera jamás a la corrupción. Así se cumplieron estas palabras:

»“Yo les daré las bendiciones santas y seguras prometidas a David”.

35 Por eso dice en otro pasaje:

»“No permitirás que tu santo sufra corrupción”.[d]

36 »En verdad David, después de servir a su propia generación conforme al propósito de Dios, murió, fue sepultado con sus antepasados y su cuerpo sufrió la corrupción. 37 Pero aquel a quien Dios resucitó no sufrió la corrupción de su cuerpo.

38 »Por tanto, hermanos, sepan que por medio de Jesús se les anuncia el perdón de los pecados. 39 Ustedes no pudieron ser justificados de esos pecados por la Ley de Moisés, pero todo el que cree es justificado por medio de Jesús. 40 Tengan cuidado, no sea que les suceda lo que han dicho los profetas:

41 »“¡Miren, burlones!
    ¡Asómbrense y desaparezcan!
Estoy por hacer en estos días una obra
    que ustedes nunca creerán,
    aunque alguien se la contara”».[e]

42 Al salir ellos de la sinagoga, los invitaron a que el siguiente sábado hablaran más de estas cosas. 43 Cuando se disolvió la asamblea, muchos judíos y fieles convertidos al judaísmo acompañaron a Pablo y a Bernabé, los cuales en su conversación con ellos les instaron a perseverar en la gracia de Dios.

44 El siguiente sábado casi toda la ciudad se congregó para oír la palabra del Señor. 45 Pero cuando los judíos vieron a las multitudes, se llenaron de envidia y contradecían con maldiciones lo que Pablo decía.

46 Pablo y Bernabé contestaron valientemente: «Era necesario que anunciáramos la palabra de Dios primero a ustedes. Como la rechazan y no se consideran dignos de la vida eterna, ahora vamos a dirigirnos a los que no son judíos. 47 Así nos lo ha mandado el Señor:

»“Te he puesto por luz para las naciones,
    a fin de que lleves mi salvación hasta los confines de la tierra”».[f]

48 Al oír esto, los que no eran judíos se alegraron y celebraron la palabra del Señor; y creyeron todos los que estaban destinados a la vida eterna.

49 La palabra del Señor se difundía por toda la región. 50 Pero los judíos incitaron a mujeres muy distinguidas y fieles al judaísmo, también a los hombres más prominentes de la ciudad y provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé. Por tanto, los expulsaron de la región. 51 Ellos, por su parte, se sacudieron el polvo de los pies en señal de protesta contra la ciudad y se fueron a Iconio. 52 Y los discípulos quedaron llenos de alegría y del Espíritu Santo.

Footnotes

  1. 13:7 gobernador. Lit. procónsul; también en vv. 8 y 12.
  2. 13:18 soportó su mal proceder. Var. los cuidó.
  3. 13:33 Sal 2:7.
  4. 13:35 Sal 16:10.
  5. 13:41 Hab 1:5, según LXX.
  6. 13:47 Is 49:6.

13 Now there were in the church that was at Antioch certain prophets and teachers; as Barnabas, and Simeon that was called Niger, and Lucius of Cyrene, and Manaen, which had been brought up with Herod the tetrarch, and Saul.

As they ministered to the Lord, and fasted, the Holy Ghost said, Separate me Barnabas and Saul for the work whereunto I have called them.

And when they had fasted and prayed, and laid their hands on them, they sent them away.

So they, being sent forth by the Holy Ghost, departed unto Seleucia; and from thence they sailed to Cyprus.

And when they were at Salamis, they preached the word of God in the synagogues of the Jews: and they had also John to their minister.

And when they had gone through the isle unto Paphos, they found a certain sorcerer, a false prophet, a Jew, whose name was Barjesus:

Which was with the deputy of the country, Sergius Paulus, a prudent man; who called for Barnabas and Saul, and desired to hear the word of God.

But Elymas the sorcerer (for so is his name by interpretation) withstood them, seeking to turn away the deputy from the faith.

Then Saul, (who also is called Paul,) filled with the Holy Ghost, set his eyes on him.

10 And said, O full of all subtilty and all mischief, thou child of the devil, thou enemy of all righteousness, wilt thou not cease to pervert the right ways of the Lord?

11 And now, behold, the hand of the Lord is upon thee, and thou shalt be blind, not seeing the sun for a season. And immediately there fell on him a mist and a darkness; and he went about seeking some to lead him by the hand.

12 Then the deputy, when he saw what was done, believed, being astonished at the doctrine of the Lord.

13 Now when Paul and his company loosed from Paphos, they came to Perga in Pamphylia: and John departing from them returned to Jerusalem.

14 But when they departed from Perga, they came to Antioch in Pisidia, and went into the synagogue on the sabbath day, and sat down.

15 And after the reading of the law and the prophets the rulers of the synagogue sent unto them, saying, Ye men and brethren, if ye have any word of exhortation for the people, say on.

16 Then Paul stood up, and beckoning with his hand said, Men of Israel, and ye that fear God, give audience.

17 The God of this people of Israel chose our fathers, and exalted the people when they dwelt as strangers in the land of Egypt, and with an high arm brought he them out of it.

18 And about the time of forty years suffered he their manners in the wilderness.

19 And when he had destroyed seven nations in the land of Chanaan, he divided their land to them by lot.

20 And after that he gave unto them judges about the space of four hundred and fifty years, until Samuel the prophet.

21 And afterward they desired a king: and God gave unto them Saul the son of Cis, a man of the tribe of Benjamin, by the space of forty years.

22 And when he had removed him, he raised up unto them David to be their king; to whom also he gave their testimony, and said, I have found David the son of Jesse, a man after mine own heart, which shall fulfil all my will.

23 Of this man's seed hath God according to his promise raised unto Israel a Saviour, Jesus:

24 When John had first preached before his coming the baptism of repentance to all the people of Israel.

25 And as John fulfilled his course, he said, Whom think ye that I am? I am not he. But, behold, there cometh one after me, whose shoes of his feet I am not worthy to loose.

26 Men and brethren, children of the stock of Abraham, and whosoever among you feareth God, to you is the word of this salvation sent.

27 For they that dwell at Jerusalem, and their rulers, because they knew him not, nor yet the voices of the prophets which are read every sabbath day, they have fulfilled them in condemning him.

28 And though they found no cause of death in him, yet desired they Pilate that he should be slain.

29 And when they had fulfilled all that was written of him, they took him down from the tree, and laid him in a sepulchre.

30 But God raised him from the dead:

31 And he was seen many days of them which came up with him from Galilee to Jerusalem, who are his witnesses unto the people.

32 And we declare unto you glad tidings, how that the promise which was made unto the fathers,

33 God hath fulfilled the same unto us their children, in that he hath raised up Jesus again; as it is also written in the second psalm, Thou art my Son, this day have I begotten thee.

34 And as concerning that he raised him up from the dead, now no more to return to corruption, he said on this wise, I will give you the sure mercies of David.

35 Wherefore he saith also in another psalm, Thou shalt not suffer thine Holy One to see corruption.

36 For David, after he had served his own generation by the will of God, fell on sleep, and was laid unto his fathers, and saw corruption:

37 But he, whom God raised again, saw no corruption.

38 Be it known unto you therefore, men and brethren, that through this man is preached unto you the forgiveness of sins:

39 And by him all that believe are justified from all things, from which ye could not be justified by the law of Moses.

40 Beware therefore, lest that come upon you, which is spoken of in the prophets;

41 Behold, ye despisers, and wonder, and perish: for I work a work in your days, a work which ye shall in no wise believe, though a man declare it unto you.

42 And when the Jews were gone out of the synagogue, the Gentiles besought that these words might be preached to them the next sabbath.

43 Now when the congregation was broken up, many of the Jews and religious proselytes followed Paul and Barnabas: who, speaking to them, persuaded them to continue in the grace of God.

44 And the next sabbath day came almost the whole city together to hear the word of God.

45 But when the Jews saw the multitudes, they were filled with envy, and spake against those things which were spoken by Paul, contradicting and blaspheming.

46 Then Paul and Barnabas waxed bold, and said, It was necessary that the word of God should first have been spoken to you: but seeing ye put it from you, and judge yourselves unworthy of everlasting life, lo, we turn to the Gentiles.

47 For so hath the Lord commanded us, saying, I have set thee to be a light of the Gentiles, that thou shouldest be for salvation unto the ends of the earth.

48 And when the Gentiles heard this, they were glad, and glorified the word of the Lord: and as many as were ordained to eternal life believed.

49 And the word of the Lord was published throughout all the region.

50 But the Jews stirred up the devout and honourable women, and the chief men of the city, and raised persecution against Paul and Barnabas, and expelled them out of their coasts.

51 But they shook off the dust of their feet against them, and came unto Iconium.

52 And the disciples were filled with joy, and with the Holy Ghost.