Juan 10:22-42
Reina-Valera 1995
Los judíos rechazan a Jesús
22 Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno, 23 y Jesús andaba en el Templo por el pórtico de Salomón. 24 Lo rodearon los judíos y le dijeron:
—¿Hasta cuándo nos tendrás en suspenso? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.
25 Jesús les respondió:
—Os lo he dicho, y no creéis. Las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí; 26 pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. 27 Mis ovejas oyen mi voz y yo las conozco, y me siguen; 28 yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. 29 Mi Padre, que me las dio, mayor que todos es, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. 30 El Padre y yo uno somos.
31 Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearlo. 32 Jesús les respondió:
—Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis?
33 Le respondieron los judíos, diciendo:
—Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia, porque tú, siendo hombre, te haces Dios.
34 Jesús les respondió:
—¿No está escrito en vuestra Ley: “Yo dije, dioses sois”? 35 Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada), 36 ¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: “Tú blasfemas”, porque dije: “Hijo de Dios soy”? 37 Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis. 38 Pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí y yo en el Padre.
39 Intentaron otra vez prenderlo, pero él se escapó de sus manos.
40 Y se fue de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde primero había estado bautizando Juan, y se quedó allí. 41 Muchos acudían a él, y decían:
—Juan, a la verdad, ninguna señal hizo; pero todo lo que Juan dijo de éste era verdad.
42 Y muchos creyeron en él allí.
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