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Viendo Jesús la fe de ellos, dijo* al paralítico: «Hijo, tus pecados te son perdonados(A)».

Pero estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales pensaban en sus corazones: «¿Por qué habla Este así? Está blasfemando; ¿quién puede perdonar pecados, sino solo Dios[a](B)?».

Al instante Jesús, conociendo en[b] Su espíritu que pensaban de esa manera dentro de sí mismos, les dijo*: «¿Por qué piensan estas cosas en sus corazones? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico(C): “Tus pecados te son perdonados”, o decirle: “Levántate, toma tu camilla y anda”? 10 Pues para que sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados», dijo* al paralítico: 11 «A ti te digo: levántate, toma tu camilla y vete a tu casa».

12 Y él se levantó, y tomando al instante la camilla, salió a la vista de todos, de manera que todos estaban asombrados, y glorificaban a Dios(D), diciendo: «Jamás hemos visto cosa semejante(E)».

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Footnotes

  1. 2:7 Lit. sino uno, Dios.
  2. 2:8 Lit. por.