Salmos 61-65
Reina Valera Actualizada
Anhelo de la protección de Dios
61 Al músico principal. Con Neguinot[a]. Salmo de David.
Escucha, oh Dios, mi clamor; atiende a mi oración.
2 Desde el extremo de la tierra
clamaré a ti cuando mi corazón desmaye.
Llévame a la roca que es más alta que yo
3 porque tú me has sido refugio
y torre fortificada delante
del enemigo.
4 Que yo habite en tu tabernáculo para siempre y me refugie al amparo de tus alas. Selah[b]
5 Pues tú, oh Dios, has oído mis votos; has dado heredad a los que temen
tu nombre.
6 Días sobre días añadirás al rey; sus años serán como generación tras generación.
7 Estará para siempre delante de Dios; designa la misericordia y la verdad para que lo guarden.
8 Entonces cantaré salmos a tu nombre para siempre,
para pagar mis votos día tras día.
Dios, el único refugio
62 Al músico principal. A Jedutún. Salmo de David.
Solo en Dios reposa mi alma;
de él proviene mi salvación.
2 Solo él es mi roca y mi salvación;
él es mi refugio;
no seré grandemente movido.
3 ¿Hasta cuándo se ensañarán contra
un hombre?
¿Lo destrozarán todos ustedes como
a una pared inclinada o una cerca derribada?
4 Solamente consultan cómo derribarlo de su eminencia.
Se complacen con la mentira.
Con su boca bendicen
pero en su interior maldicen. Selah[c]
5 Oh alma mía, reposa solo en Dios porque de él es mi esperanza.
6 Solo él es mi roca y mi salvación;
es mi alto refugio; no seré movido.
7 Dios es mi salvación y mi gloria;
en Dios está la roca de mi fortaleza y mi refugio.
8 Oh pueblos, esperen en él en todo tiempo;
derramen delante de él su corazón porque Dios es nuestro refugio. Selah[d]
9 Por cierto, vanidad son los hombres comunes;
mentira son los hombres notables.
Si se los pesa a todos juntos en balanza serán menos que un soplo.
10 No confíen en la opresión
ni se envanezcan con la rapiña. Aunque se incremente la riqueza
no pongan en ella el corazón.
11 Una vez habló Dios;
dos veces he oído esto:
que en Dios hay fortaleza.
12 También en ti, oh Señor,
hay misericordia;
pues tú pagas a cada uno según su obra.
Oración de un alma sedienta de Dios
63 Salmo de David, compuesto cuando estaba en el desierto de Judá.
¡Oh Dios, tú eres mi Dios!
Con diligencia te he buscado;
mi alma tiene sed de ti.
Mi cuerpo te anhela
en tierra árida y sedienta,
carente de agua.
2 Te he contemplado en el santuario para admirar tu poder y tu gloria.
3 Porque mejor es tu misericordia
que la vida;
mis labios te alabarán.
4 Por eso te bendeciré en mi vida
y en tu nombre alzaré mis manos.
5 Como de sebo y de gordura se saciará mi alma;
mi boca te alabará con labios de júbilo.
6 Cuando en mi cama me acuerdo de ti medito en ti en las vigilias de la noche.
7 Porque tú eres mi socorro,
bajo la sombra de tus alas cantaré
de gozo.
8 Mi vida está apegada a ti;
tu mano derecha me sostiene.
9 Los que buscan mi alma
para destruirla
caerán en las profundidades
de la tierra.
10 Los destruirán a filo de espada,
y serán la porción de las zorras.
11 Pero el rey se alegrará en Dios. Será alabado cualquiera que
jura por él,
pero será cerrada la boca de los que hablan mentira.
Dios prende al impío en su maldad
64 Al músico principal. Salmo de David.
Escucha, oh Dios, mi voz en mi oración;
guarda mi vida del miedo al enemigo.
2 Escóndeme del consejo secreto
de los malhechores,
del tumulto de los que obran iniquidad.
3 Ellos afilan su lengua como espadas,
y disponen palabras amargas como flechas
4 para tirarlas a escondidas contra el inocente.
De repente tiran contra él,
y no temen.
5 Se alientan unos a otros en perverso designio
y planean[e] esconder trampas. Dicen: “¿Quién nos[f] ha de ver?”.
6 Traman maldad,
hacen un minucioso complot
hasta en el íntimo pensamiento del hombre
y lo profundo del corazón.
7 Pero Dios los herirá con sus
propias flechas.
De repente les sobrevendrán
sus heridas.
8 Los hará caer por la propia lengua
de ellos;
todos los que los vean moverán
la cabeza.
9 Todos los hombres temerán;
anunciarán la obra de Dios
y entenderán sus hechos.
10 El justo se alegrará en el SEÑOR
y confiará en él.
Se gloriarán todos los rectos
de corazón.
Alabanza a Dios por su providencia
65 Al músico principal. Salmo. Cántico de David.
En Sion, oh Dios, te corresponde
la alabanza;
a ti serán pagados los votos.
2 Tú oyes la oración;
a ti acudirá todo ser.
3 Las palabras de iniquidad prevalecen contra mí
pero tú perdonarás nuestras
rebeliones.
4 Bienaventurado el hombre que tú
escoges y haces que se acerque a ti para que habite en tus atrios. Seremos saciados del bien de tu casa,
de tu santo templo.
5 Con hechos tremendos nos
responderás en justicia,
oh Dios de nuestra salvación,
esperanza de todos los confines
de la tierra
y de todos los mares más distantes.
6 Tú eres el que afirmas las montañas con poder, ceñido de poderío.
7 Tú eres el que sosiegas el estruendo de los mares,
el estruendo de las olas
y el tumulto de los pueblos.
8 Por eso los habitantes de los confines de la tierra tienen temor
de tus maravillas.
Tú haces cantar de júbilo a las salidas de la mañana y de la noche.
9 Visitas la tierra y la riegas;
en gran manera la enriqueces.
El río de Dios está lleno de aguas. Produces los trigales
porque así lo has preparado.
10 Haces que se empapen sus surcos
y allanas sus crestas.
Disuelves los terrones con aguaceros
y bendices sus brotes.
11 Coronas el año con tus bondades
y tus recorridos fluyen abundancia.
12 Los pastizales del desierto fluyen abundancia
y las colinas se ciñen de alegría.
13 Los prados se visten de rebaños
y los valles se cubren de grano. Gritan de júbilo y cantan.
Footnotes
- Salmos 61:1 Probablemente instrumentos de cuerda.
- Salmos 61:4 Posiblemente tiene que ver con el acompañamiento musical.
- Salmos 62:4 Posiblemente tiene que ver con el acompañamiento musical.
- Salmos 62:8 Posiblemente tiene que ver con el acompañamiento musical.
- Salmos 64:5 Según Peshita; heb., cuentan.
- Salmos 64:5 Según Peshita; heb., los.
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