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El ejército de Gedeón reducido

Jerobaal (A), es decir, Gedeón, se levantó temprano y todo el pueblo que estaba con él, y acamparon junto a la fuente de Harod[a]. El campamento de Madián estaba al norte de ellos[b], cerca de la colina de More(B), en el valle.

Y el Señor dijo a Gedeón: «El pueblo que está contigo es demasiado numeroso para que Yo entregue a Madián en sus manos; no sea que Israel se vuelva orgulloso[c], y diga: “Mi propia fortaleza[d] me ha librado(C)”. Ahora pues[e], proclama a oídos del pueblo: “Cualquiera que tenga miedo y tiemble(D), que regrese y se vaya del monte Galaad”». Y 22,000 personas regresaron, pero quedaron 10,000.

Entonces el Señor dijo a Gedeón(E): «Todavía el pueblo es demasiado numeroso. Hazlos bajar al agua y allí te los probaré. Y será que de quien Yo te diga: “Este irá contigo”, ese irá contigo. Pero todo aquel de quien Yo te diga: “Este no irá contigo”, ese no irá». E hizo bajar el pueblo al agua. Y el Señor dijo a Gedeón: «Pondrás a un lado a todo aquel que lame el agua con su lengua, como lame el perro, y a todo el que se arrodilla para beber». Y fue el número de los que lamieron, poniendo la mano a su boca, 300 hombres. Pero todo el resto del pueblo se arrodilló para beber.

El Señor dijo entonces a Gedeón(F): «Los salvaré con los 300 hombres que lamieron el agua y entregaré a los madianitas en tus manos. Que todos los demás del pueblo se vayan, cada uno a su casa[f]». Y los 300 hombres tomaron en sus manos las provisiones del pueblo y sus trompetas. Y Gedeón envió a todos los demás hombres de Israel, cada uno a su tienda, pero retuvo a los 300 hombres. El campamento de Madián le quedaba abajo en el valle.

Aquella misma noche, el Señor le dijo a Gedeón: «Levántate, desciende contra el campamento porque lo he entregado en tus manos(G). 10 Pero si tienes temor de descender, baja al campamento con tu criado Fura, 11 y oirás lo que dicen. Entonces tus manos serán fortalecidas(H) para descender contra el campamento». Y descendió con su criado Fura hasta los puestos avanzados del ejército[g] que estaban en el campamento. 12 Los madianitas, los amalecitas y todos los hijos del oriente estaban recostados en el valle, numerosos como langostas(I); y sus camellos eran innumerables, tan numerosos como la arena a la orilla del mar(J).

13 Cuando Gedeón llegó allí, un hombre estaba contando un sueño a su amigo: «Escuchen, tuve[h] un sueño. Un pan de cebada iba rodando hasta el campamento de Madián, y llegó hasta la tienda y la golpeó de manera que cayó, y la volcó de arriba abajo[i] y la tienda quedó extendida». 14 Su amigo le respondió: «Esto no es otra cosa que la espada de Gedeón, hijo de Joás, varón de Israel. Dios ha entregado en su mano a Madián y a todo el campamento(K)».

15 Cuando Gedeón oyó el relato del sueño y su interpretación, se inclinó y adoró. Volvió al campamento de Israel, y dijo: «Levántense, porque el Señor ha entregado en manos de ustedes el campamento de Madián». 16 Y dividió los 300 hombres en tres compañías[j], y puso trompetas y cántaros vacíos en las manos de todos ellos, con antorchas dentro de los cántaros. 17 «Mírenme», les dijo, «y hagan lo mismo que yo. Y cuando yo llegue a las afueras del campamento, como yo haga, así harán ustedes. 18 Cuando yo y todos los que estén conmigo toquemos la trompeta, entonces también ustedes tocarán las trompetas alrededor de todo el campamento, y digan: “Por el Señor y por Gedeón”».

Derrota de los madianitas

19 Gedeón llegó con los 100 hombres que estaban con él a las afueras del campamento, al principio de la guardia de medianoche, cuando apenas habían apostado la guardia. Entonces tocaron las trompetas y rompieron los cántaros que tenían en las manos. 20 Cuando las tres compañías tocaron las trompetas, rompieron los cántaros, y sosteniendo las antorchas en la mano izquierda y las trompetas en la mano derecha para tocarlas, gritaron: «¡La espada del Señor y de Gedeón!». 21 Cada uno se mantuvo en su lugar alrededor del campamento; y todo el ejército[k] de los madianitas echó a correr gritando mientras huían(L).

22 Cuando tocaron las 300 trompetas, el Señor puso la espada del uno contra el otro(M) por todo el campamento; y el ejército huyó hasta Bet Sita, en dirección de Zerera, hasta la orilla de Abel Mehola(N), junto a Tabat. 23 Y los hombres de Israel se reunieron, de Neftalí, de Aser y de todo Manasés(O), y persiguieron a los madianitas[l].

24 Gedeón envió mensajeros por toda la región montañosa de Efraín y dijo: «Desciendan contra[m] Madián y tomen los vados antes que ellos[n], hasta Bet Bara y el Jordán(P)». Y todos los hombres de Efraín se reunieron y tomaron los vados[o] hasta Bet Bara y el Jordán. 25 Y capturaron a los dos jefes de Madián, Oreb y Zeeb. Mataron a Oreb en la peña de Oreb y mataron a Zeeb en el lagar de Zeeb, cuando perseguían a Madián(Q), y le llevaron a Gedeón las cabezas de Oreb y Zeeb, del otro lado del Jordán(R).

Derrota de Zeba y Zalmuna

Entonces los hombres de Efraín le dijeron: «¿Qué es esto que nos has hecho, al no llamarnos cuando fuiste a pelear contra Madián(S)?». Y lo criticaron duramente. Pero él les dijo: «¿Qué he hecho yo ahora en comparación con ustedes? ¿No es mejor el rebusco de Efraín que la vendimia de Abiezer? Dios ha entregado en manos de ustedes a los jefes de Madián, Oreb y Zeeb; ¿y qué pude hacer yo en comparación con ustedes?». Entonces se aplacó la ira[p] de ellos contra él cuando dijo esto[q].

Gedeón y los 300 hombres que iban con él llegaron al Jordán y lo cruzaron, cansados, pero continuando la persecución(T). Entonces Gedeón dijo a los hombres de Sucot(U): «Les ruego que den pan[r] a la gente que me sigue, porque están cansados, y estoy persiguiendo a Zeba y a Zalmuna, reyes de Madián». Pero los jefes de Sucot dijeron: «¿Están ya las manos[s] de Zeba y Zalmuna en tu poder[t] para que demos pan a tu ejército(V)?». Gedeón respondió: «Muy bien[u], cuando el Señor haya entregado en mi mano a Zeba y a Zalmuna(W), trillaré[v] las carnes de ustedes con espinos y cardos del desierto».

De allí subió Gedeón a Peniel(X), y les habló de la misma manera; y los hombres de Peniel le respondieron tal como los de Sucot le habían contestado. Y habló también a los hombres de Peniel: «Cuando yo vuelva sano y salvo[w], derribaré esta torre(Y)». 10 Ahora bien, Zeba y Zalmuna estaban en Carcor, y sus ejércitos[x] con ellos, unos 15,000 hombres, los que habían quedado de todo el ejército[y] de los hijos del oriente. Porque los que habían caído eran 120,000 hombres que sacaban espada(Z).

11 Gedeón subió por el camino de los que habitaban en tiendas al este de Noba y Jogbeha, y atacó[z] el campamento cuando el campamento estaba desprevenido[aa]. 12 Cuando Zeba y Zalmuna huyeron, los persiguió. Capturó a los dos reyes de Madián, Zeba y Zalmuna, y llenó de terror a todo el ejército[ab].

13 Después Gedeón, hijo de Joás, volvió de la batalla por la subida a Heres[ac]. 14 Y capturó a un joven de[ad] Sucot y lo interrogó. Entonces el joven le dio por escrito los nombres de los príncipes de Sucot y de sus ancianos, setenta y siete hombres. 15 Entonces Gedeón fue a los hombres de Sucot y les dijo: «Aquí están Zeba y Zalmuna, acerca de los cuales ustedes me injuriaron, diciendo: “¿Están ya las manos[ae] de Zeba y Zalmuna en tu mano para que demos pan a tus hombres que están fatigados(AA)?”». 16 Entonces tomó a los ancianos de la ciudad, y espinos del desierto y cardos, y con ellos castigó a[af] los hombres de Sucot. 17 Derribó la torre de Peniel(AB) y mató a los hombres de la ciudad.

18 Después dijo a Zeba y a Zalmuna: «¿Qué clase de hombres eran los que ustedes mataron en Tabor?». «Eran como tú», respondieron ellos, «cada uno parecía hijo[ag] de rey». 19 «Eran mis hermanos», dijo él, «hijos de mi madre. Vive el Señor, que si los hubieran dejado con vida, yo no les quitaría la vida a ustedes». 20 Y dijo a Jeter su primogénito: «Levántate y mátalos». Pero el joven no sacó la espada porque tenía temor, pues todavía era muchacho. 21 Entonces Zeba y Zalmuna dijeron: «Levántate tú y cae sobre nosotros; porque como es el hombre, así es su fortaleza[ah]». Y se levantó Gedeón y mató a Zeba y a Zalmuna(AC), y tomó los adornos de media luna que sus camellos llevaban al cuello(AD).

Últimos años de Gedeón

22 Los hombres de Israel le dijeron a Gedeón: «Reina sobre nosotros, tú y tus hijos, y también el hijo de tu hijo, porque nos has librado de la mano de Madián». 23 Pero Gedeón les respondió: «No reinaré sobre ustedes, ni tampoco reinará sobre ustedes mi hijo. El Señor reinará sobre ustedes(AE)».

24 «Quisiera pedirles[ai]», Gedeón les dijo, «que cada uno de ustedes me dé un zarcillo[aj] de su botín» (pues tenían zarcillos de oro, porque eran ismaelitas(AF)). 25 «De cierto te los daremos», dijeron ellos. Y tendieron un manto, y cada uno de ellos echó allí un zarcillo de su botín.

26 El peso de los zarcillos de oro que él pidió fue de 1,700 siclos (19.4 kilos) de oro, sin contar los adornos de media luna, los pendientes y los vestidos de púrpura que llevaban los reyes de Madián y sin contar los collares que llevaban sus camellos al cuello. 27 Gedeón hizo de ello un efod(AG), y lo colocó en Ofra, su ciudad, con el cual todo Israel se prostituyó allí, y esto vino a ser ruina[ak] para Gedeón y su casa. 28 Pero Madián fue sometido delante de los israelitas, y ya no volvieron a levantar cabeza. Y el país tuvo descanso por cuarenta años en los días de Gedeón.

29 Entonces Jerobaal(AH), hijo de Joás, fue y habitó en su casa. 30 Y tuvo setenta hijos(AI) que fueron sus descendientes directos[al], porque tuvo muchas mujeres. 31 La concubina que tenía en Siquem también le dio un hijo, y le puso por nombre Abimelec. 32 Gedeón, hijo de Joás, murió a una edad avanzada y fue sepultado en el sepulcro de su padre Joás, en Ofra de los abiezeritas.

33 Al morir Gedeón, los israelitas volvieron a prostituirse con los Baales(AJ) e hicieron a Baal Berit su dios(AK). 34 Así que los israelitas se olvidaron del Señor su Dios(AL) que los había librado de manos de todos sus enemigos en derredor. 35 Tampoco mostraron bondad a la casa de Jerobaal(AM), es decir, Gedeón, conforme a todo el bien que él había hecho a Israel.

Conspiración de Abimelec

Abimelec, hijo de Jerobaal(AN), fue a Siquem, a los parientes[am] de su madre, y les dijo a ellos y a toda la familia de la casa del padre de su madre: «Hablen ahora a oídos de todos los habitantes[an] de Siquem: “¿Qué es mejor para ustedes, que todos los hijos de Jerobaal, setenta hombres(AO), reinen sobre ustedes, o que reine sobre ustedes un solo hombre?”. Además, acuérdense que yo soy hueso y carne de ustedes(AP)».

Y los parientes de su madre hablaron todas estas palabras por él a oídos de todos los habitantes de Siquem. Y ellos se inclinaron a seguir a[ao] Abimelec, porque dijeron: «Es pariente nuestro(AQ)». Le dieron setenta piezas de plata de la casa de Baal Berit(AR), con las cuales Abimelec tomó a sueldo hombres indignos y temerarios que lo siguieron. Luego fue a la casa de su padre en Ofra y sobre una piedra mató a sus hermanos, los hijos de Jerobaal, setenta hombres(AS). Pero Jotam, el hijo menor de Jerobaal, se libró[ap] porque se escondió(AT). Y se reunieron todos los habitantes de Siquem y todo Bet Milo[aq], y fueron e hicieron rey a Abimelec, junto a la encina[ar] del pilar que había en Siquem.

Cuando se lo informaron a Jotam, fue y se paró en la cumbre del monte Gerizim(AU), y alzando su voz, clamó y les dijo: «Escúchenme, habitantes de Siquem, para que los oiga Dios. Una vez los árboles fueron a ungir un rey sobre ellos, y dijeron al olivo: “Reina sobre nosotros”.

»Pero el olivo les respondió: “¿He de dejar mi aceite[as] con el cual[at] se honra a Dios y a los hombres, para ir a ondear sobre los árboles?”.

10 »Entonces los árboles dijeron a la higuera: “Ven, reina sobre nosotros”.

11 »Pero la higuera les respondió: “¿He de dejar mi dulzura y mi buen fruto, para ir a ondear sobre los árboles?”.

12 »Después los árboles dijeron a la vid: “Ven tú, reina sobre nosotros”.

13 »Pero la vid les respondió: “¿He de dejar mi vino nuevo, que alegra a Dios y a los hombres, para ir a ondear sobre los árboles?”.

14 »Dijeron entonces todos los árboles a la zarza: “Ven tú, reina sobre nosotros”.

15 »Y la zarza dijo a los árboles: “Si en verdad[au] me ungen por rey sobre ustedes, vengan y refúgiense a mi sombra; y si no, salga fuego de la zarza y consuma los cedros del Líbano”.

16 »Ahora pues, si ustedes han procedido con verdad[av] e integridad al hacer rey a Abimelec, y si han procedido bien con Jerobaal(AV) y su casa, y si han procedido con él como él merecía[aw] 17 (pues mi padre peleó por ustedes, y arriesgó su vida[ax] y los libró de la mano de Madián, 18 pero ustedes se han rebelado hoy contra la casa de mi padre y han matado a sus hijos, setenta hombres(AW), sobre una piedra, y han hecho rey sobre los habitantes de Siquem a Abimelec, el hijo de su sierva(AX), porque es pariente de ustedes), 19 si han, pues, procedido hoy en verdad[ay] e integridad para con Jerobaal y su casa, regocíjense en Abimelec, y que él también se regocije en ustedes. 20 Y si no, salga fuego de Abimelec y consuma a los habitantes de Siquem y de Bet Milo[az]. Y salga fuego de los habitantes de Siquem y de Bet Milo[ba] y consuma a Abimelec». 21 Entonces Jotam escapó y huyó, y se fue a Beer y permaneció allí a causa de su hermano Abimelec.

Reinado de Abimelec

22 Abimelec reinó tres años sobre Israel. 23 Pero Dios envió un espíritu de discordia(AY) entre Abimelec y los habitantes de Siquem; y los habitantes de Siquem procedieron pérfidamente con Abimelec(AZ), 24 para que viniera la violencia hecha a los[bb] setenta hijos de Jerobaal(BA), y recayera la sangre de ellos sobre su hermano Abimelec que los mató, y sobre los habitantes de Siquem que fortalecieron las manos de él para matar a sus hermanos(BB). 25 Los habitantes de Siquem pusieron emboscadas[bc] contra él en las cumbres de los montes y robaban a todos los que pasaban cerca de ellos por el camino; y se lo hicieron saber a Abimelec.

26 Gaal, hijo de Ebed, vino con sus parientes, y pasaron a Siquem; y los habitantes de Siquem pusieron su confianza en él. 27 Y salieron al campo y vendimiaron sus viñedos, pisaron las uvas e hicieron fiesta. Y entrando a la casa de su dios(BC), comieron y bebieron y maldijeron a Abimelec. 28 Entonces Gaal, hijo de Ebed, dijo: «¿Quién es Abimelec y quién es Siquem para que le sirvamos? ¿No es acaso hijo de Jerobaal, y no es Zebul su oficial[bd]? Sirvan a los hombres de Hamor, padre de Siquem(BD); pero ¿por qué hemos de servirle a él? 29 ¡Quién pusiera este pueblo en mis manos(BE)! Entonces yo quitaría a Abimelec». Diría a Abimelec: «Aumenta tu ejército, y sal».

30 Cuando Zebul, gobernante de la ciudad, oyó las palabras de Gaal, hijo de Ebed, se encendió en ira. 31 Y envió secretamente mensajeros a Abimelec, diciendo: «Gaal, hijo de Ebed, y sus parientes han venido a Siquem, y están alborotando[be] a la ciudad contra ti. 32 Ahora pues, levántate de noche, tú y el pueblo que está contigo, y pon emboscada en el campo. 33 Y en la mañana, en cuanto salga el sol, te levantarás temprano y atacarás la ciudad. Entonces, cuando Gaal y el pueblo que está con él salga contra ti, harás con ellos lo que te venga a mano(BF)».

34 Abimelec y todo el pueblo que estaba con él, se levantaron de noche y pusieron emboscada contra Siquem con cuatro compañías[bf]. 35 Gaal, hijo de Ebed, salió y se paró a la entrada de la puerta de la ciudad. Y Abimelec y el pueblo que estaba con él salieron de la emboscada. 36 Al ver Gaal a la gente, dijo a Zebul: «Mira, viene gente bajando de las cumbres de los montes». «Estás viendo la sombra de los montes como si fueran hombres», le dijo Zebul.

37 Pero Gaal volvió a hablar y dijo: «Veo gente que baja de la parte más alta[bg] de la tierra(BG), y una compañía viene por el camino de la encina[bh] de los adivinos[bi]». 38 Entonces Zebul le dijo: «¿Dónde está ahora tu jactancia[bj] con la cual decías: “¿Quién es Abimelec para que le sirvamos?”? ¿No es este el pueblo que despreciabas? Ahora pues, sal y pelea contra él».

39 Y salió Gaal delante de los habitantes de Siquem y peleó contra Abimelec. 40 Abimelec lo persiguió pero Gaal[bk] huyó delante de él. Y muchos cayeron heridos hasta la entrada de la puerta. 41 Y Abimelec se quedó en Aruma, pero Zebul expulsó a Gaal y a sus parientes para que no se quedaran en Siquem.

Captura de Siquem

42 Al día siguiente el pueblo salió al campo, y se lo hicieron saber a Abimelec. 43 Y él tomó a su[bl] gente, la dividió en tres compañías y puso emboscadas en el campo. Cuando miró y vio al pueblo salir de la ciudad, se levantó contra ellos y los mató[bm]. 44 Entonces Abimelec y la compañía[bn] que estaba con él se lanzaron con ímpetu y se situaron a la entrada de la puerta de la ciudad, y las otras dos compañías se lanzaron contra todos los que estaban en el campo y los mataron[bo]. 45 Y peleó Abimelec contra la ciudad todo aquel día, capturó la ciudad y mató a la gente que había en ella. Entonces arrasó la ciudad y la sembró de sal(BH).

46 Al oír esto todos los habitantes de la torre de Siquem, se metieron en la fortaleza[bp] del templo[bq] de El Berit[br](BI). 47 Y le informaron a Abimelec que todos los habitantes de la torre de Siquem estaban reunidos.

48 Abimelec subió entonces al monte Salmón(BJ), él y toda la gente que estaba con él; y tomando Abimelec un hacha[bs] en su mano, cortó una rama de los árboles, la levantó y la puso sobre su hombro. Y dijo a la gente que estaba con él: «Lo que me han visto hacer, apresúrense y hagan lo mismo[bt]». 49 Y todo el pueblo cortó también cada uno su rama y siguió a Abimelec, y las pusieron sobre la fortaleza[bu]; prendieron fuego a la fortaleza[bv] sobre los que estaban adentro, y murieron también todos los[bw] de la torre de Siquem, como 1,000 hombres y mujeres.

Muerte de Abimelec

50 Después Abimelec fue a Tebes, la sitió[bx] y la tomó. 51 Pero había una torre fortificada en el centro de la ciudad, y todos los hombres y mujeres, todos los habitantes de la ciudad, huyeron allí, se encerraron y subieron al techo de la torre. 52 Abimelec vino a la torre, la atacó y se acercó a la entrada de la torre para prenderle fuego. 53 Pero una mujer arrojó una rueda de molino sobre la cabeza de Abimelec(BK) rompiéndole el cráneo.

54 Entonces él llamó apresuradamente al muchacho que era su escudero, y le dijo: «Saca tu espada y mátame(BL), no sea que se diga de mí: “Una mujer lo mató”». Y el[by] muchacho lo traspasó, y murió. 55 Cuando los hombres de Israel vieron que Abimelec había muerto, cada cual se fue para su casa[bz]. 56 Así pagó Dios a Abimelec por la maldad que había hecho a su padre al matar a sus setenta hermanos(BM). 57 Dios también hizo volver sobre sus cabezas toda la maldad de los hombres de Siquem, y vino sobre[ca] ellos la maldición de Jotam, hijo de Jerobaal.

Tola y Jair, jueces de Israel

10 Después de la muerte de Abimelec para salvar a Israel se levantó Tola, hijo de Puá, hijo de Dodo, varón de Isacar(BN). Y habitó en Samir, en la región montañosa de Efraín. Tola juzgó a Israel veintitrés años. Y murió y fue sepultado en Samir. Y tras él se levantó Jair el galaadita, y juzgó a Israel veintidós años. Este tuvo treinta hijos que cabalgaban en treinta asnos, y tenían treinta ciudades en[cb] la tierra de Galaad que se llaman Havot Jair[cc](BO) hasta hoy. Y murió Jair, y fue sepultado en Camón.

Opresión amonita

Pero los israelitas volvieron a hacer lo malo ante los ojos del Señor. Sirvieron a los Baales, a Astarot(BP), a los dioses de Aram, a los dioses de Sidón, a los dioses de Moab, a los dioses de los amonitas(BQ) y a los dioses de los filisteos. Abandonaron, pues, al Señor(BR) y no le sirvieron. Entonces se encendió la ira del Señor contra Israel, y los entregó en manos de los filisteos(BS) y en manos de los amonitas. Y ellos afligieron[cd] y quebrantaron a los israelitas ese año. Y por dieciocho años oprimieron a todos los israelitas que estaban al otro lado del Jordán, en Galaad, en la tierra de los amorreos. Los amonitas cruzaron el Jordán para pelear también contra Judá, contra Benjamín y contra la casa de Efraín, y se angustió Israel en gran manera.

10 Entonces los israelitas clamaron al Señor: «Hemos pecado contra Ti, porque ciertamente hemos abandonado a nuestro Dios y hemos servido a los Baales(BT)». 11 Y el Señor respondió a los israelitas(BU): «¿No los libré Yo de los egipcios, de los amorreos, de los amonitas(BV) y de los filisteos? 12 Cuando los sidonios, los amalecitas y los maonitas[ce] los oprimían(BW), clamaron a Mí, y Yo los libré de sus manos. 13 Pero ustedes me han dejado(BX) y han servido a otros dioses. Por tanto, no los libraré más. 14 Vayan y clamen a los dioses que han escogido; que ellos los libren en el tiempo de su aflicción(BY)».

15 Los israelitas respondieron al Señor: «Hemos pecado, haz con nosotros como bien te parezca(BZ). Solo te rogamos que nos libres en este día». 16 Y quitaron los dioses extranjeros de en medio de ellos y sirvieron al Señor(CA). Y Él no pudo soportar más[cf] la angustia de Israel(CB).

17 Entonces los amonitas se reunieron y acamparon en Galaad, y los israelitas se juntaron y acamparon en Mizpa(CC). 18 Y el pueblo, los jefes de Galaad, se dijeron unos a otros: «¿Quién es el hombre que comenzará la batalla contra los amonitas? Él será caudillo de todos los habitantes de Galaad».

Jefté libra a Israel

11 Jefté el galaadita(CD) era un guerrero valiente[cg], hijo de una ramera. Galaad era el padre de[ch] Jefté. Y la mujer de Galaad le dio hijos. Y cuando los hijos de su mujer crecieron, echaron fuera a Jefté, y le dijeron: «No tendrás heredad en la casa de nuestro padre, porque eres hijo de otra mujer». Jefté huyó de sus hermanos y habitó en la tierra de Tob(CE). Y hombres indignos se juntaron con[ci] Jefté y salían con él.

Después de cierto tiempo sucedió que los amonitas(CF) pelearon contra Israel. Y cuando los amonitas pelearon contra Israel, los ancianos de Galaad fueron a traer a Jefté de la tierra de Tob. Y dijeron a Jefté: «Ven y sé nuestro jefe para que peleemos contra los amonitas». Entonces Jefté contestó a los ancianos de Galaad: «¿No me odiaron y me echaron de la casa de mi padre? ¿Por qué, pues, han venido a mí ahora cuando están en apuros(CG)?».

Y los ancianos de Galaad dijeron a Jefté: «Por esta causa hemos vuelto a ti: para que vengas con nosotros y pelees contra los amonitas y seas jefe sobre todos los habitantes de Galaad(CH)». Jefté respondió a los ancianos de Galaad: «Si me hacen volver para pelear contra los amonitas y el Señor me[cj] los entrega, ¿seré yo el jefe de ustedes?». 10 Y los ancianos de Galaad dijeron a Jefté: «El Señor es testigo[ck] entre nosotros(CI). Ciertamente haremos como has dicho[cl]». 11 Entonces Jefté fue con los ancianos de Galaad, y el pueblo lo hizo cabeza y jefe sobre ellos. Y Jefté habló todas sus palabras delante del Señor en Mizpa(CJ).

12 Y envió Jefté mensajeros al rey de los amonitas para que le dijeran: «¿Qué hay entre usted y yo[cm], que ha venido a mí para pelear contra mi tierra?». 13 El rey de los amonitas dijo a los mensajeros de Jefté: «Porque Israel tomó mi tierra, cuando subieron de Egipto, desde el Arnón hasta el Jaboc(CK) y el Jordán; por tanto devuélvela ahora en paz».

14 Pero Jefté volvió a enviar mensajeros al rey de los amonitas, 15 que le dijeron: «Así dice Jefté: “Israel no tomó la tierra de Moab, ni la tierra de los amonitas.

16 ”Porque cuando subieron de Egipto, e Israel pasó por el desierto hasta el Mar Rojo[cn](CL) y llegó a Cades(CM), 17 entonces Israel envió mensajeros al rey de Edom diciéndole: ‘Permítanos, le rogamos, pasar por su tierra’, pero el rey de Edom no los escuchó. También enviaron mensajeros al rey de Moab pero él no consintió(CN), así que Israel permaneció en Cades. 18 Luego atravesaron el desierto y rodearon la tierra de Edom y de Moab(CO), llegaron al lado oriental de la tierra de Moab y acamparon al otro lado del Arnón; pero no entraron en el territorio de Moab(CP), porque el Arnón era la frontera de Moab.

19 (CQ)Entonces Israel envió mensajeros a Sehón, rey de los amorreos, rey de Hesbón, y le dijo Israel: ‘Permítanos, le rogamos, pasar por su tierra a nuestro lugar’. 20 Pero Sehón no confió en Israel para darle paso por su territorio. Reunió, pues, Sehón a todo su pueblo y acampó en Jahaza, y peleó contra Israel. 21 El Señor, Dios de Israel, entregó a Sehón y a todo su pueblo en manos de Israel, y los derrotaron[co], e Israel tomó posesión de toda la tierra de los amorreos, los habitantes de esa región(CR).

22 ”Y poseyeron todo el territorio de los amorreos desde el Arnón hasta el Jaboc(CS), y desde el desierto hasta el Jordán. 23 Puesto que el Señor, Dios de Israel, expulsó[cp] a los amorreos de delante de su pueblo Israel, ¿va usted a poseerla?

24 ”¿No posee usted lo que Quemos(CT), su dios, le ha dado para poseer? De modo que todo el territorio que el Señor nuestro Dios ha desposeído delante de nosotros, lo poseeremos. 25 Ahora pues, ¿es usted mejor que Balac, hijo de Zipor, rey de Moab(CU)? ¿Acaso luchó él con Israel, o acaso peleó contra ellos?

26 ”Mientras Israel habitaba en Hesbón y sus pueblos(CV), y en Aroer y sus aldeas, y en todas las ciudades que están a orillas del Arnón por 300 años, ¿por qué no las recuperó durante ese tiempo? 27 Por tanto, yo no he pecado contra usted, pero usted me está haciendo mal al hacer guerra contra mí. Que el Señor, el Juez, juzgue hoy entre los israelitas y los amonitas(CW)”». 28 Pero el rey de los amonitas no hizo caso al mensaje[cq] que Jefté le envió.

Voto y victoria de Jefté

29 El Espíritu del Señor vino sobre Jefté(CX). Entonces Jefté pasó por Galaad y Manasés. Luego pasó por Mizpa de Galaad, y de Mizpa de Galaad fue adonde estaban los amonitas. 30 Y Jefté hizo un voto al Señor, y dijo: «Si en verdad entregas en mis manos a los amonitas, 31 sucederá que cualquiera que salga de las puertas de mi casa a recibirme cuando yo vuelva en paz de los amonitas, será del Señor, o[cr] lo ofreceré como holocausto».

32 Jefté cruzó adonde estaban los amonitas para pelear contra ellos, y el Señor los entregó en su mano. 33 Y los hirió con una gran matanza desde Aroer hasta la entrada de Minit(CY), veinte ciudades, hasta Abel Keramim. Y los amonitas fueron sometidos delante de los israelitas.

34 Cuando Jefté llegó a su casa en Mizpa(CZ), su hija salió a recibirlo con panderos y con danzas(DA). Ella era su única hija. Fuera de ella no tenía hijo ni hija.

35 Al verla, él rasgó sus ropas y dijo: «¡Ay, hija mía! Me has abatido y estás entre los que me afligen. Porque he dado mi palabra[cs] al Señor, y no me puedo retractar(DB)». 36 Entonces ella le dijo: «Padre mío, has dado tu palabra[ct] al Señor. Haz conmigo conforme a lo que has dicho[cu](DC), ya que el Señor te ha vengado de tus enemigos, los amonitas».

37 Y ella dijo a su padre: «Que se haga esto por mí; déjame sola por dos meses, para que vaya yo a[cv] los montes y llore por mi virginidad(DD), yo y mis compañeras». 38 Y él dijo: «Ve», y la dejó ir por dos meses; y ella se fue con sus compañeras, y lloró su virginidad por los montes.

39 Al[cw] cabo de los dos meses ella regresó a su padre, que cumplió con ella conforme al voto que había hecho; y ella no tuvo relaciones con ningún hombre[cx]. Y se hizo costumbre en Israel, 40 que de año en año las hijas de Israel fueran cuatro días en el año a conmemorar[cy] a la hija de Jefté el galaadita.

Footnotes

  1. Jueces 7:1 O junto a En Harod.
  2. Jueces 7:1 Lit. él.
  3. Jueces 7:2 Lit. se gloríe contra mí.
  4. Jueces 7:2 Lit. mano.
  5. Jueces 7:3 Lit. Y ahora te ruego.
  6. Jueces 7:7 Lit. lugar.
  7. Jueces 7:11 Lit. la extremidad del frente de batalla.
  8. Jueces 7:13 Lit. soñé.
  9. Jueces 7:13 Lit. hacia arriba.
  10. Jueces 7:16 Lit. cabezas.
  11. Jueces 7:21 O campamento.
  12. Jueces 7:23 Lit. a Madián.
  13. Jueces 7:24 Lit. al encuentro de.
  14. Jueces 7:24 Lit. los vados de las aguas.
  15. Jueces 7:24 Lit. los vados de las aguas.
  16. Jueces 8:3 Lit. el espíritu.
  17. Jueces 8:3 Lit. esta palabra.
  18. Jueces 8:5 Lit. tortas de pan.
  19. Jueces 8:6 Lit. ¿Está la palma.
  20. Jueces 8:6 Lit. tus manos.
  21. Jueces 8:7 Lit. Porque así.
  22. Jueces 8:7 U hollaré.
  23. Jueces 8:9 O en paz.
  24. Jueces 8:10 O campamentos.
  25. Jueces 8:10 O campamento.
  26. Jueces 8:11 Lit. e hirió.
  27. Jueces 8:11 O seguro.
  28. Jueces 8:12 O campamento.
  29. Jueces 8:13 O antes de subir el sol.
  30. Jueces 8:14 Lit. un joven de los hombres de.
  31. Jueces 8:15 Lit. ¿Está la palma.
  32. Jueces 8:16 Lit. hizo que conocieran.
  33. Jueces 8:18 Lit. como la apariencia de hijos.
  34. Jueces 8:21 O valentía.
  35. Jueces 8:24 Lit. pedirles una petición.
  36. Jueces 8:24 O una nariguera, y así en los vers. 25 y 26.
  37. Jueces 8:27 Lit. trampa.
  38. Jueces 8:30 Lit. que vinieron de sus lomos.
  39. Jueces 9:1 Lit. hermano(s), y así en el resto del cap.
  40. Jueces 9:2 O jefes heb. baalim, y así en el resto del cap.
  41. Jueces 9:3 Lit. sus corazones se inclinaron tras.
  42. Jueces 9:5 O quedó.
  43. Jueces 9:6 O toda la casa de Milo.
  44. Jueces 9:6 O al terebinto.
  45. Jueces 9:9 Lit. grosura.
  46. Jueces 9:9 Lit. con el cual por mí.
  47. Jueces 9:15 O sinceridad.
  48. Jueces 9:16 O sinceridad.
  49. Jueces 9:16 Lit. conforme al proceder de sus manos.
  50. Jueces 9:17 Lit. echó su alma por delante.
  51. Jueces 9:19 O sinceridad.
  52. Jueces 9:20 O la casa de Milo.
  53. Jueces 9:20 O la casa de Milo.
  54. Jueces 9:24 Lit. de los.
  55. Jueces 9:25 Lit. asechadores.
  56. Jueces 9:28 O supervisor.
  57. Jueces 9:31 Lit. sitiando.
  58. Jueces 9:34 Lit. cabezas, y así en el resto del cap.
  59. Jueces 9:37 O del centro.
  60. Jueces 9:37 O el terebinto.
  61. Jueces 9:37 Heb. Elommeonenim.
  62. Jueces 9:38 Lit. boca.
  63. Jueces 9:40 Lit. él.
  64. Jueces 9:43 Lit. la.
  65. Jueces 9:43 Lit. hirió.
  66. Jueces 9:44 Lit. las cabezas; singular en la versión gr. (sept.).
  67. Jueces 9:44 Lit. hirieron.
  68. Jueces 9:46 Lit. cámara interna.
  69. Jueces 9:46 Lit. de la casa.
  70. Jueces 9:46 I.e. del dios Berit.
  71. Jueces 9:48 Lit. las hachas.
  72. Jueces 9:48 Lit. como yo.
  73. Jueces 9:49 Lit. cámara interna.
  74. Jueces 9:49 Lit. cámara interna.
  75. Jueces 9:49 Lit. toda la gente.
  76. Jueces 9:50 Lit. sitió a Tebes.
  77. Jueces 9:54 Lit. su.
  78. Jueces 9:55 Lit. lugar.
  79. Jueces 9:57 Lit. a.
  80. Jueces 10:4 Lit. las cuales están en.
  81. Jueces 10:4 I.e. las aldeas de Jair.
  82. Jueces 10:8 Lit. destrozaron.
  83. Jueces 10:12 Algunos mss. de la versión gr. (sept.) dicen: madianitas.
  84. Jueces 10:16 Lit. y su alma se acortó por.
  85. Jueces 11:1 O poderoso hombre de valor.
  86. Jueces 11:1 Lit. engendró a.
  87. Jueces 11:3 Lit. a.
  88. Jueces 11:9 Lit. delante de mí.
  89. Jueces 11:10 Lit. oyente.
  90. Jueces 11:10 Lit. conforme a tu palabra.
  91. Jueces 11:12 Lit. Qué a mí y a ti.
  92. Jueces 11:16 Lit. Mar de Cañas.
  93. Jueces 11:21 Lit. hirieron.
  94. Jueces 11:23 Lit. desposeyó.
  95. Jueces 11:28 Lit. no escuchó las palabras.
  96. Jueces 11:31 O y.
  97. Jueces 11:35 Lit. he abierto mi boca.
  98. Jueces 11:36 Lit. has abierto tu boca.
  99. Jueces 11:36 Lit. a lo que ha salido de tu boca.
  100. Jueces 11:37 Lit. vaya y descienda sobre.
  101. Jueces 11:39 Lit. Y fue que al.
  102. Jueces 11:39 Lit. no conoció hombre.
  103. Jueces 11:40 Lit. recontar; algunas versiones antiguas dicen: lamentar.