Add parallel Print Page Options

Y el Señor dijo a Satanás: «Él está en tu mano; pero respeta su vida».

Entonces Satanás salió de la presencia del Señor, e hirió a Job con llagas malignas[a] desde la planta del pie hasta la coronilla(A). Y Job tomó un pedazo de teja para rascarse mientras estaba sentado entre las cenizas(B).

Read full chapter

Footnotes

  1. 2:7 O tumores ulcerados.

—Muy bien —dijo el Señor a Satanás—, Job está en tus manos. Eso sí, respeta su vida.

Dicho esto, Satanás se retiró de la presencia del Señor para afligir a Job con dolorosas úlceras desde la planta del pie hasta la coronilla. Y Job, sentado en medio de las cenizas, tomó un pedazo de teja para rascarse.

Read full chapter