28 Pero cuando miro, no hay nadie(A),y entre ellos[a] no hay consejeros(B)a quienes, si les pregunto, puedan responder(C).
34 Pues, ¿quién ha conocido la mente del Señor?, ¿o quién llego a ser su consejero(A)?,
16 Porque ¿quién ha conocido la mente del Señor, para que le instruya(A)? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo(B).
Copyright © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation