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Esta es la profecía que tuvo en visión el profeta Habacuc:

Habacuc se queja ante Dios

SEÑOR, te llamo y no respondes,
    ¿hasta cuándo seguirás así?
Clamo a ti porque hay violencia,
    y no haces nada por salvar a los que sufren.
¿Por qué me haces ver tanta maldad y perversión?
    ¿Por qué tengo que presenciar tanto saqueo y violencia?
    Hay pleitos y en los juicios la gente pelea entre sí.
La ley no se cumple
    y no se hace justicia.
Los perversos destruyen a los justos
    y no se hace justicia.

Dios le responde

«Observen las naciones
    y asómbrense; admírense.
Sucederá en estos días algo que ustedes no podrán creer
    aunque hubiera quien se lo contara.
Porque yo levanto a los caldeos,
    esa gente cruel e impulsiva
que va por toda la tierra
    apoderándose de territorios que no le pertenecen,
aterrorizando a los demás
    y respetando sólo sus propias leyes.
Sus caballos son más rápidos que leopardos
    y más veloces que lobos nocturnos.
Haré que vengan galopando desde tierras lejanas.
    Serán tan rápidos como buitres que se lanzan para devorar su presa.
Todos ellos traerán violencia
    y avanzarán con rapidez,
    directo hacia sus víctimas.
Tomarán tantos prisioneros
    como granos de arena.
10 Se burlarán de los reyes
    y harán chistes de los altos funcionarios.
Se burlarán de todas las ciudades fortificadas.
    Harán terraplenes para escalar sus murallas
    y capturarán con facilidad esas ciudades.
11 Luego se irán de allí como el viento;
    creen que su dios es su fuerza».

Segunda queja de Habacuc

12 SEÑOR, tú siempre has existido.
    Mi santo Dios, tú nunca morirás.
SEÑOR, ¿elegiste a Babilonia para hacer justicia?
    Roca mía, ¿creaste a Babilonia para castigar a Israel?
13 Tus ojos son demasiado puros como para mirar el mal.
    Serías incapaz de observar la maldad.
Entonces, ¿por qué no te molestas al ver a esos traidores?
    ¿Por qué callas cuando el perverso destruye al justo?
14 Has hecho que los seres humanos sean como peces en el mar;
    como criaturas sin dirigentes.
15 Babilonia atrapa a todos con su anzuelo
    y los captura con su red.
Los atrapa a todos en su malla
    y se siente feliz por ello.
16 Babilonia le ofrece sacrificios a su red,
    y le quema incienso a su malla
porque con ella consigue comida
    abundante y sustanciosa.
17 ¿Seguirá Babilonia con su espada
    masacrando sin compasión a las naciones?

Permaneceré en mi puesto como un guardia;
    estaré listo en la torre de defensa.
Esperaré a que me hable
    y responda a la demanda que he presentado.

Dios le responde otra vez

El SEÑOR me respondió así:

«Escribe claramente en tablillas la visión
    para que se pueda leer de corrido.[a]
Esta visión es testimonio
    de que hay un día y una hora señalados.
Aunque parezca que demora en llegar, espéralo;
    porque es seguro que llegará y no tardará.

»El que se cansa de esperar[b] el cumplimiento de la visión
    no se comportará conforme a ella;
    pero el aprobado por Dios vivirá por su fe.[c]
De seguro la riqueza engaña al orgulloso.
    Él es insaciable como la muerte,
    pero eso no le saldrá bien.
Al igual que la muerte,
    nunca queda satisfecho;
se apodera de todos los países
    y agarra para sí todas las naciones.

»Pero después, toda esa gente se burlará de él
    y lo harán objeto de chistes.
Dirán: “Oye tú, que acumulas
    a montones lo que no te pertenece.
Estás cargando con una deuda muy grande,
    ¿hasta cuándo aguantarás así?”
¿No se levantarán de repente en tu contra tus acreedores?
    ¿No se despertarán los que te aterrorizarán?
    Serás un botín para ellos.
Como tú saqueaste muchas naciones,
    las demás naciones te saquearán a ti.
Todo esto sucederá por tus asesinatos
    y por la violencia con la que has llenado países, ciudades y habitantes.

»Oye tú, que te enriqueces
    aprovechándote de los demás,
    con eso sólo consigues arruinar tu casa.
Pensaste que colocando tu nido así de alto,
    quedarías a salvo del peligro.
10 Al destruir tantas naciones
    maquinaste la vergüenza para tu casa,
    pecando contra ti mismo.
11 Hasta las piedras de la muralla gritarán en contra tuya
    y las vigas del techo repetirán las quejas.

12 »Oye tú, que construyes una ciudad
    acabando con la vida de inocentes
    y fundas un pueblo con el crimen.
13 La labor de los pueblos sólo alimenta el fuego.
    Las naciones se fatigan por nada.
    ¿Acaso no es obra del SEÑOR Todopoderoso?
14 La tierra entera se llenará
    del conocimiento de la gloria del SEÑOR,
    así como el agua llena los mares.

15 »Oye tú, que emborrachas a tu semejante;
    lo obligas a embriagarse de la copa de tu ira
    para humillarlo viendo su desnudez.
16 Ahora, tú beberás de la copa
    que el SEÑOR tiene en la mano derecha.
    Emborráchate y expón tu desnudez.
Embriágate de su ira
    y llénate de vergüenza, no de honor.
17 En el Líbano asesinaste a muchos seres humanos
    y mataste bastantes animales.
    Ahora, toda esa maldad te abatirá.
Todo esto sucederá por tus asesinatos
    y por la violencia con la que has llenado países, ciudades y habitantes.

18 »¿De qué sirve el ídolo
    para que lo haga su escultor?
¿De qué sirve hacer una imagen fundida
    o una estatua de un dios falso
para que un escultor deposite toda su confianza
    haciendo ídolos inútiles y mudos?

19 »Oye tú, que le dices a la madera: “¡Despierta!”,
    y a una piedra muda: “¡Levántate!”
¿Acaso los dioses falsos pueden darte enseñanzas?
    Aunque estén hechos de oro y plata, no tienen vida.
20 En cambio, el SEÑOR está en su santo templo:
    que toda la tierra guarde silencio delante de él».

Oración de Habacuc

Oración del profeta Habacuc. Al estilo sigionot[d].

SEÑOR, he escuchado acerca de ti;
    siento un temor reverencial
    por todo lo que has hecho, SEÑOR.
Reaviva tus hechos;
    como hiciste en el pasado, dalos a conocer.
Aunque estés lleno de ira,
    recuerda tu misericordia. Selah
Dios viene de Temán.
    El Santo viene del monte Parán[e]. Selah

Su majestad cubre el cielo
    y la tierra está llena de su gloria.
Su esplendor es como el relámpago;
    de sus manos salen rayos deslumbrantes;
    tras las nubes se oculta su poder.
La epidemia marcha delante de él
    y la fiebre abrasadora lo sigue.[f]
La tierra tembló cuando él se puso de pie.
    Con una sola mirada de él,
    todas las naciones temblaron de miedo.
Las montañas más antiguas han sido destruidas;
    las viejas colinas se han derrumbado.
    Él anda por sus sendas antiguas.
En lugar de toda la maldad que vi,
    temblaban las carpas de Cusán;
    temblaban de miedo las cortinas de las carpas de Madián.
SEÑOR, ¿descargaste tu ira contra los ríos?
    ¿La descargaste contra el mar
y por eso conduces tus caballos
    y carro de victoria?
Sacaste tu arco
    y lanzaste tus flechas. Selah

Abriste la tierra seca con ríos.
10     Las montañas te vieron y temblaron de angustia.
Espesas nubes desataron la tormenta sobre la tierra.
    Las profundidades del mar rugieron
    y se levantaron para inundar la tierra.
11 Detuviste el sol
    y la luna quedó quieta en su lugar,
mientras tus flechas resplandecían
    y el rayo de tu lanza iluminaba el cielo.
12 En medio de tu ira, caminaste sobre la tierra
    y pisoteaste las naciones.
13 Saliste a rescatar a tu pueblo
    y al rey que tú elegiste.[g]
Destruiste la casa del perverso[h]
    abriéndola de arriba a abajo. Selah

14 Aplastaste la cabeza de sus soldados
    con las mismas lanzas de ellos.
Venían a atacarnos tan rápido como una tormenta.
    Celebraban como el que roba al pobre en secreto.[i]
15 Pero tú caminaste sobre el mar con tus caballos
    agitando las poderosas aguas.

16 Al escuchar todo eso,
    se me estremecieron las entrañas.
Mis labios temblaron;
    los huesos se me debilitaron
    y mis pies vacilaron.
Esperaré pacientemente a que les llegue
    ese día de sufrimiento a los que nos atacan.
17 Aunque la higuera no dé fruto
    ni la viña produzca uvas;
aunque la cosecha del olivo se dañe,
    y los campos no produzcan alimento;
aunque no haya ovejas en el corral,
    ni vacas en el establo;
18 así y todo, yo me alegraré en el SEÑOR,
    el Dios que me salva.
19 El Señor DIOS me fortalece,
    afirma mis pies como los de un venado
    para que yo camine en las alturas.

Para el director musical: úsense instrumentos de cuerda.

Footnotes

  1. 2:2 Escribe […] de corrido o Escribe claramente la visión en tablillas para que quien la lea corra a contársela a los demás.
  2. 2:4 El que […] esperar Según LXX. TM: los orgullosos.
  3. 2:4 su fe o su fidelidad, creyendo en el mensaje profético de los versículos anteriores que se escribió en tablillas, 2:2-3.
  4. 3:1 sigionot TM añade según (o sobre) sigionot. No se sabe el significado exacto de este término. Es posible que haga referencia a un instrumento musical o a un estilo particular de música.
  5. 3:3 monte Parán Probablemente es una montaña importante al occidente del Golfo de Acaba y al norte del monte Sinaí.
  6. 3:5 Probablemente se refiere a las plagas y al ángel de la muerte que Dios envió en contra de los egipcios cuando liberó a Israel de la esclavitud.
  7. 3:13 rey que tú elegiste Textualmente el ungido. Ver vocabulario.
  8. 3:13 Destruiste […] perverso o Destruiste al líder de la nación perversa.
  9. 3:14 El hebreo es oscuro.

El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra. Esa estrella recibió la llave de la entrada al abismo[a] profundo. Entonces, la estrella abrió la entrada y de allí salió humo como de un gran horno; y el humo oscureció el sol y el cielo. Del humo bajaron langostas a la tierra, que recibieron un poder como el de los escorpiones. Se les dijo que no dañaran el pasto, ni las plantas ni los árboles, sino a la gente que no tuviera la señal de Dios en su frente. Pero no podían matar a la gente, sino torturarla durante cinco meses; el dolor que causaban era como el de la picadura de un escorpión. Durante esos cinco meses, la gente buscará la muerte pero no la encontrará; deseará morir, pero la muerte se alejará de ellos.

Las langostas parecían caballos listos para la guerra. En la cabeza tenían algo parecido a una corona de oro, y su cara era como de ser humano. Su crin era como el cabello de las mujeres, y sus dientes como los de los leones. Tenían corazas como corazas de hierro, y sus alas sonaban como carros llevados por caballos que corren a la guerra. 10 Tenían colas con aguijones, parecidas a las de los escorpiones, en las que llevaban el poder de hacer sufrir a la gente durante cinco meses. 11 El rey de las langostas era el ángel del abismo. Su nombre en hebreo es Abadón[b] y en griego es Apolión[c].

12 El primer gran desastre ya pasó, pero aun faltan por venir dos más.

13 El sexto ángel tocó la trompeta y oí una voz que venía desde los cuatro cuernos del altar de oro que está ante Dios. 14 La voz le dijo al sexto ángel que tenía la trompeta: «Deja libres a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Éufrates». 15 Los cuatro ángeles habían sido preparados precisamente para ese año, mes, día y hora, entonces fueron liberados para que mataran a la tercera parte de la humanidad. 16 Oí el número total de sus tropas a caballo: eran 200 000 000.

17 En mi visión, vi los caballos y sus jinetes con armaduras rojas como el fuego, azules como el jacinto y amarillas como el azufre. La cabeza de los caballos parecía de león y de su boca salía fuego, humo y azufre. 18 La tercera parte de los seres humanos murió a causa de estas tres plagas que salían de la boca de los caballos. 19 El poder de los caballos estaba en su boca y en su cola, que era como una serpiente que hería con la cabeza.

20 El resto de los seres humanos no murió por estas plagas, pero ni aun así no sintieron remordimiento por sus pecados ni dejaron de hacer maldades ni de adorar a los demonios, ni a los ídolos que habían hecho de oro, plata, bronce, piedra y madera, los cuales no pueden ver ni oír ni caminar. 21 Tampoco dejaron de cometer asesinatos, ni se apartaron de la brujería, ni de sus pecados sexuales, ni de sus robos.

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Footnotes

  1. 9:1 abismo Ver 20:1-3.
  2. 9:11 Abadón Nombre hebreo que significa muerte o destrucción. Ver Job 26:6 y Sal 88:11.
  3. 9:11 Apolión Nombre hebreo que significa Destructor.

Extrañamos nuestra tierra

Nos sentábamos junto a los ríos de Babilonia
    y llorábamos acordándonos de Sion.
Allí en los sauces de la ciudad,
    colgamos nuestras arpas.[a]
Allí los que nos capturaron nos pedían que cantáramos.
    Nuestros opresores nos pedían que estuviéramos alegres,
    que cantáramos canciones que hablaran de Sion.

Pero no podíamos cantar las canciones de alabanza al SEÑOR,
    en un lugar extraño.
Jerusalén, si algún día te olvido,
    que se me seque la mano derecha[b];
    prometo que jamás te olvidaré.
Si te llegara a olvidar
    que mi lengua se me pegue al paladar
    y no pueda volver a cantar.

SEÑOR, castiga a los edomitas
    porque ellos pedían que Jerusalén fuera destruida.

Babilonia, tú también serás destruida.
    Afortunado el que te dé el castigo que mereces;
    recibirás el mismo sufrimiento que le causaste a Jerusalén.
Afortunado el que agarre a tus hijos
    y los estrelle contra las rocas.

Footnotes

  1. 137:2 Estos instrumentos se usaban para alabar a Dios en el templo de Jerusalén, pero como el templo había sido destruido ya no había razón para tocar esas canciones.
  2. 137:5 que se me seque la mano derecha o que nunca pueda tocar más el arpa.

10 »Nunca hables mal de un esclavo delante de su amo,
    ya que puede maldecirte y sufrirás las consecuencias.

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