Add parallel Print Page Options

Abrán se había hecho muy rico en ganados, plata y oro. Del Négueb regresó por etapas hasta Betel, es decir, hasta el lugar donde había acampado al principio, entre Betel y Ay, y donde se encontraba el altar que había erigido; allí invocó Abrán el nombre del Señor.

Lot, que acompañaba a Abrán, también tenía ovejas, vacas y tiendas. Pero aquella región no bastaba para mantener a los dos: tenían demasiados bienes para poder habitar juntos.

Read full chapter