² Y la tierra estaba sin orden y vacía^[a](A), y las tinieblas^(B) cubrían la superficie^[b] del abismo, y el Espíritu de Dios^(C) se movía^(D) sobre la superficie^[c] de las aguas. ³ Entonces dijo Dios: Sea la luz^(E). Y hubo luz. ⁴ Y vio Dios que la luz era buena^(F); y separó Dios la luz de las tinieblas^(G). ⁵ Y llamó Dios a la luz día, y a las tinieblas llamó noche^(H). Y fue la tarde y fue la mañana^(I): un día.

⁷ Entonces el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra^(A), y sopló en su nariz el aliento de vida; y fue el hombre un ser^[a] viviente^(B).

⁴ Pero Dios, que es rico en misericordia^(A), por causa del^[a] gran amor con que nos amó^(B), ⁵ aun cuando estábamos muertos en^[b] nuestros delitos^(C), nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia habéis sido salvados^(D)), ⁶ y con Él nos resucitó^(E), y con Él nos sentó en los lugares celestiales^(F) en Cristo Jesús^(G), ⁷ a fin de poder mostrar en los siglos venideros las sobreabundantes riquezas de su gracia^(H) por su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. ⁸ Porque por gracia habéis sido salvados^(I) por medio de la fe^(J), y esto no de vosotros, sino que es don de Dios^(K); ⁹ no por^[c] obras^(L), para que nadie se gloríe^(M). ¹⁰ Porque somos hechura suya, creados^(N) en Cristo Jesús^(O) para hacer buenas obras^(P), las cuales Dios preparó de antemano^(Q) para que anduviéramos en ellas^(R).