Add parallel Print Page Options

IV. LE PRIME RIFORME DELLA MONARCHIA

1. ROBOAMO E I GRUPPI DEI LEVITI

Lo scisma

10 Roboamo andò a Sichem, perché tutti gli Israeliti erano convenuti in Sichem per proclamarlo re. Quando lo seppe, Geroboamo figlio di Nebàt, che era in Egitto dove era fuggito per paura del re Salomone, tornò dall'Egitto. Lo avevano mandato a chiamare e perciò Geroboamo si presentò con tutto Israele e dissero a Roboamo: «Tuo padre ha reso pesante il nostro giogo, ora tu alleggerisci la dura schiavitù di tuo padre e il giogo gravoso, che quegli ci ha imposto, e noi ti serviremo». Rispose loro: «Tornate da me fra tre giorni». Il popolo se ne andò.

Il re Roboamo si consigliò con gli anziani, che erano stati al servizio di Salomone suo padre durante la sua vita e domandò: «Che mi consigliate di rispondere a questo popolo?». Gli dissero: «Se oggi ti mostrerai benevolo verso questo popolo, se l'accontenterai e se dirai loro parole gentili, essi saranno tuoi docili sudditi per sempre». Ma quegli trascurò il consiglio datogli dagli anziani e si consultò con i giovani, che erano cresciuti con lui ed erano al suo servizio. Domandò loro: «Che mi consigliate di rispondere a questo popolo che mi ha chiesto: Alleggerisci il giogo impostoci da tuo padre?». 10 I giovani, che erano cresciuti con lui, gli dissero: «Al popolo che si è rivolto a te dicendo: Tuo padre ha reso pesante il nostro giogo, tu alleggeriscilo! annunzierai:

Il mio mignolo è più grosso dei fianchi di mio
padre.
11 Ora, se mio padre vi ha caricati di un giogo
pesante,
io renderò ancora più grave il vostro giogo.
Mio padre vi ha castigati con fruste,
io vi castigherò con flagelli».

12 Geroboamo e tutto il popolo si presentarono a Roboamo il terzo giorno, come aveva ordinato il re quando affermò: «Tornate da me il terzo giorno». 13 Il re rispose loro duramente. Il re Roboamo, respinto il consiglio degli anziani, 14 disse loro secondo il consiglio dei giovani:

«Mio padre vi ha imposto un giogo pesante,
io lo renderò ancora più grave.
Mio padre vi ha castigati con fruste,
io vi castigherò con flagelli».

15 Il re non ascoltò il popolo, poiché era disposizione divina che il Signore attuasse la parola che aveva rivolta a Geroboamo, figlio di Nebàt, per mezzo di Achia di Silo. 16 Tutto Israele, visto che il re non li ascoltava, rispose al re:

«Che c'è fra noi e Davide?
Nulla in comune con il figlio di Iesse!
Ognuno alle proprie tende, Israele!
Ora pensa alla tua casa, Davide».

Tutto Israele se ne andò alle sue tende. 17 Sugli Israeliti che abitavano nelle città di Giuda regnò Roboamo. 18 Il re Roboamo mandò Adoram, sovrintendente ai lavori forzati, ma gli Israeliti lo lapidarono ed egli morì. Il re Roboamo allora salì in fretta sul suo carro e fuggì in Gerusalemme. 19 Così Israele si ribellò alla casa di Davide; tale situazione dura fino ad oggi.

Rebelión de Israel(A)

10 Roboán fue a Siquén, porque en Siquén se había reunido todo Israel para hacerlo rey. Jeroboán hijo de Nabat estaba en Egipto, adonde había huido a causa del rey Salomón, pero cuando supo esto volvió de Egipto, pues mandaron a llamarlo. Al llegar Jeroboán, él y todos los israelitas hablaron con Roboán y le dijeron:

«Tu padre hizo muy pesado nuestro yugo. Aliviana un poco la dura servidumbre y el pesado yugo con que tu padre nos oprimió, y te serviremos.»

Pero él les dijo:

«Vengan a verme dentro de tres días.»

En cuanto el pueblo se fue, el rey Roboán les pidió consejo a los ancianos que habían estado al servicio de Salomón, su padre, cuando éste vivía. Les dijo:

«¿Qué me aconsejan ustedes responder a esta gente?»

Ellos le contestaron:

«Si te conduces bien con ellos, y eres de su agrado, y les hablas amablemente, ellos te servirán siempre.»

Pero Roboán no hizo caso del consejo de los ancianos, sino que les pidió consejo a los jóvenes que se habían criado con él y que estaban a su servicio. Les dijo:

«¿Qué me aconsejan ustedes responder a esta gente? ¡Han venido a decirme: “Aliviana un poco el yugo con que tu padre nos oprimió”!»

10 Los jóvenes que se habían criado con él le contestaron:

«Pues a esa gente que ha venido a decirte: “Tu padre hizo muy pesado nuestro yugo, así que aliviana tú nuestra carga”, vas a decirle: “Mi dedo meñique es más grueso que el miembro viril de mi padre. 11 Y si mi padre hizo pesado su yugo, yo voy a hacerlo aún más pesado; si mi padre los castigó con azotes, ¡yo los voy a castigar con látigos!”»

12 Al tercer día Jeroboán y todo el pueblo fueron a ver al rey Roboán, puesto que él les había dicho que volvieran tres días después. 13 Pero el rey Roboán les respondió con aspereza, pues dejó de lado el consejo de los ancianos 14 y les habló siguiendo el consejo de los jóvenes. Les dijo: «Si mi padre les hizo pesado su yugo, yo lo voy a hacer más pesado; si mi padre los castigó con azotes, ¡yo los voy a castigar con látigos!» 15 Y el rey no le hizo caso al pueblo porque esto provenía de Dios, para que el Señor cumpliera lo que le había dicho a Jeroboán hijo de Nabat por medio de Ajías el silonita.

16 Al ver todos los israelitas que el rey no les había hecho caso, reaccionaron contra él y le dijeron:

«¿Qué tenemos nosotros que ver con David? ¡No tenemos nada que ver con el hijo de Yesé! ¡Vamos, israelitas, regresen a sus campamentos!(B) ¡Y tú, David, ocúpate de tu casa!»

Fue así como todos los israelitas se fueron a sus tiendas. 17 Pero Roboán siguió reinando sobre los israelitas que habitaban en las ciudades de Judá. 18 Luego el rey Roboán envió a Hadorán, que estaba a cargo de los tributos, pero los israelitas lo apedrearon, y así murió. Entonces el rey Roboán subió en su carro y a toda prisa huyó a Jerusalén. 19 Fue así como los israelitas se apartaron de la casa de David, hasta el día de hoy.