马太福音 26
Chinese Union Version Modern Punctuation (Simplified)
用计杀主
26 耶稣说完了这一切的话,就对门徒说: 2 “你们知道,过两天是逾越节,人子将要被交给人,钉在十字架上。” 3 那时,祭司长和民间的长老聚集在大祭司称为该亚法的院里。 4 大家商议要用诡计拿住耶稣,杀他, 5 只是说:“当节的日子不可,恐怕民间生乱。”
浇极贵的香膏
6 耶稣在伯大尼长大麻风的西门家里, 7 有一个女人拿着一玉瓶极贵的香膏来,趁耶稣坐席的时候,浇在他的头上。 8 门徒看见就很不喜悦,说:“何用这样的枉费呢? 9 这香膏可以卖许多钱周济穷人。” 10 耶稣看出他们的意思,就说:“为什么难为这女人呢?她在我身上做的是一件美事。 11 因为常有穷人和你们同在,只是你们不常有我。 12 她将这香膏浇在我身上,是为我安葬做的。 13 我实在告诉你们:普天之下,无论在什么地方传这福音,也要述说这女人所行的,做个纪念。”
犹大卖主
14 当下,十二门徒里有一个称为加略人犹大的,去见祭司长,说: 15 “我把他交给你们,你们愿意给我多少钱?”他们就给了他三十块钱。 16 从那时候,他就找机会要把耶稣交给他们。
预备逾越节的筵席
17 除酵节的第一天,门徒来问耶稣说:“你吃逾越节的筵席,要我们在哪里给你预备?” 18 耶稣说:“你们进城去,到某人那里,对他说:‘夫子说:我的时候快到了,我与门徒要在你家里守逾越节。’” 19 门徒遵着耶稣所吩咐的,就去预备了逾越节的筵席。
20 到了晚上,耶稣和十二个门徒坐席。 21 正吃的时候,耶稣说:“我实在告诉你们:你们中间有一个人要卖我了。” 22 他们就甚忧愁,一个一个地问他说:“主,是我吗?” 23 耶稣回答说:“同我蘸手在盘子里的,就是他要卖我。 24 人子必要去世,正如经上指着他所写的,但卖人子的人有祸了!那人不生在世上倒好。” 25 卖耶稣的犹大问他说:“拉比,是我吗?”耶稣说:“你说的是。”
设立圣餐
26 他们吃的时候,耶稣拿起饼来,祝福,就掰开,递给门徒,说:“你们拿着吃,这是我的身体。” 27 又拿起杯来,祝谢了,递给他们,说:“你们都喝这个, 28 因为这是我立约的血,为多人流出来,使罪得赦。 29 但我告诉你们:从今以后,我不再喝这葡萄汁,直到我在我父的国里同你们喝新的那日子。” 30 他们唱了诗,就出来往橄榄山去。
预言彼得不认主
31 那时,耶稣对他们说:“今夜你们为我的缘故都要跌倒,因为经上记着说:‘我要击打牧人,羊就分散了。’ 32 但我复活以后,要在你们以先往加利利去。” 33 彼得说:“众人虽然为你的缘故跌倒,我却永不跌倒。” 34 耶稣说:“我实在告诉你:今夜鸡叫以先,你要三次不认我。” 35 彼得说:“我就是必须和你同死,也总不能不认你!”众门徒都是这样说。
在客西马尼祷告
36 耶稣同门徒来到一个地方,名叫客西马尼,就对他们说:“你们坐在这里,等我到那边去祷告。” 37 于是带着彼得和西庇太的两个儿子同去,就忧愁起来,极其难过, 38 便对他们说:“我心里甚是忧伤,几乎要死。你们在这里等候,和我一同警醒。” 39 他就稍往前走,俯伏在地,祷告说:“我父啊!倘若可行,求你叫这杯离开我!然而,不要照我的意思,只要照你的意思。”
主勉励门徒警醒祷告
40 来到门徒那里,见他们睡着了,就对彼得说:“怎么样,你们不能同我警醒片时吗? 41 总要警醒祷告,免得入了迷惑。你们心灵固然愿意,肉体却软弱了。” 42 第二次又去祷告说:“我父啊!这杯若不能离开我,必要我喝,就愿你的意旨成全!” 43 又来,见他们睡着了,因为他们的眼睛困倦。 44 耶稣又离开他们去了。第三次祷告,说的话还是与先前一样。 45 于是来到门徒那里,对他们说:“现在你们仍然睡觉安歇吧[a]!时候到了,人子被卖在罪人手里了。 46 起来,我们走吧!看哪,卖我的人近了!”
盗卖和捉拿
47 说话之间,那十二个门徒里的犹大来了,并有许多人带着刀棒,从祭司长和民间的长老那里与他同来。 48 那卖耶稣的给了他们一个暗号,说:“我与谁亲嘴,谁就是他。你们可以拿住他。” 49 犹大随即到耶稣跟前,说:“请拉比安!”就与他亲嘴。 50 耶稣对他说:“朋友,你来要做的事就做吧!”于是那些人上前,下手拿住耶稣。
凡动刀的必死于刀下
51 有跟随耶稣的一个人伸手拔出刀来,将大祭司的仆人砍了一刀,削掉了他一个耳朵。 52 耶稣对他说:“收刀入鞘吧!凡动刀的,必死在刀下。 53 你想我不能求我父现在为我差遣十二营多天使来吗? 54 若是这样,经上所说事情必须如此的话怎么应验呢?” 55 当时,耶稣对众人说:“你们带着刀棒出来拿我,如同拿强盗吗?我天天坐在殿里教训人,你们并没有拿我。 56 但这一切的事成就了,为要应验先知书上的话。”当下,门徒都离开他逃走了。
在公会前受审
57 拿耶稣的人把他带到大祭司该亚法那里去,文士和长老已经在那里聚会。 58 彼得远远地跟着耶稣,直到大祭司的院子,进到里面,就和差役同坐,要看这事到底怎样。 59 祭司长和全公会寻找假见证控告耶稣,要治死他。 60 虽有好些人来作假见证,总得不着实据。末后,有两个人前来说: 61 “这个人曾说:‘我能拆毁神的殿,三日内又建造起来。’” 62 大祭司就站起来,对耶稣说:“你什么都不回答吗?这些人作见证告你的是什么呢?” 63 耶稣却不言语。大祭司对他说:“我指着永生神叫你起誓告诉我们,你是神的儿子基督不是?” 64 耶稣对他说:“你说的是。然而我告诉你们:后来你们要看见人子坐在那权能者的右边,驾着天上的云降临。” 65 大祭司就撕开衣服,说:“他说了僭妄的话!我们何必再用见证人呢?这僭妄的话现在你们都听见了。 66 你们的意见如何?”他们回答说:“他是该死的。” 67 他们就吐唾沫在他脸上,用拳头打他,也有用手掌打他的,说: 68 “基督啊!你是先知,告诉我们打你的是谁?”
彼得三次不认主
69 彼得在外面院子里坐着,有一个使女前来,说:“你素来也是同那加利利人耶稣一伙的。” 70 彼得在众人面前却不承认,说:“我不知道你说的是什么。” 71 既出去,到了门口,又有一个使女看见他,就对那里的人说:“这个人也是同拿撒勒人耶稣一伙的。” 72 彼得又不承认,并且起誓说:“我不认得那个人!” 73 过了不多的时候,旁边站着的人前来,对彼得说:“你真是他们一党的,你的口音把你露出来了。” 74 彼得就发咒起誓地说:“我不认得那个人!”立时,鸡就叫了。 75 彼得想起耶稣所说的话:“鸡叫以先,你要三次不认我。”他就出去痛哭。
Footnotes
- 马太福音 26:45 “吧”或作“吗”。
Mateo 26
Reina-Valera 1960
El complot para prender a Jesús
(Mr. 14.1-2; Lc. 22.1-2; Jn. 11.45-53)
26 Cuando hubo acabado Jesús todas estas palabras, dijo a sus discípulos: 2 Sabéis que dentro de dos días se celebra la pascua,(A) y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado.
3 Entonces los principales sacerdotes, los escribas, y los ancianos del pueblo se reunieron en el patio del sumo sacerdote llamado Caifás, 4 y tuvieron consejo para prender con engaño a Jesús, y matarle. 5 Pero decían: No durante la fiesta, para que no se haga alboroto en el pueblo.
Jesús es ungido en Betania
(Mr. 14.3-9; Jn. 12.1-8)
6 Y estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, 7 vino a él una mujer, con un vaso de alabastro de perfume de gran precio, y lo derramó sobre la cabeza de él, estando sentado a la mesa.(B) 8 Al ver esto, los discípulos se enojaron, diciendo: ¿Para qué este desperdicio? 9 Porque esto podía haberse vendido a gran precio, y haberse dado a los pobres. 10 Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué molestáis a esta mujer? pues ha hecho conmigo una buena obra. 11 Porque siempre tendréis pobres con vosotros,(C) pero a mí no siempre me tendréis. 12 Porque al derramar este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura. 13 De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que esta ha hecho, para memoria de ella.
Judas ofrece entregar a Jesús
(Mr. 14.10-11; Lc. 22.3-6)
14 Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes, 15 y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata. 16 Y desde entonces buscaba oportunidad para entregarle.
Institución de la Cena del Señor
(Mr. 14.12-25; Lc. 22.7-23; Jn. 13.21-30; 1 Co. 11.23-26)
17 El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, vinieron los discípulos a Jesús, diciéndole: ¿Dónde quieres que preparemos para que comas la pascua? 18 Y él dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa celebraré la pascua con mis discípulos. 19 Y los discípulos hicieron como Jesús les mandó, y prepararon la pascua.
20 Cuando llegó la noche, se sentó a la mesa con los doce. 21 Y mientras comían, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar. 22 Y entristecidos en gran manera, comenzó cada uno de ellos a decirle: ¿Soy yo, Señor? 23 Entonces él respondiendo, dijo: El que mete la mano conmigo en el plato, ese me va a entregar. 24 A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él,(D) mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido. 25 Entonces respondiendo Judas, el que le entregaba, dijo: ¿Soy yo, Maestro? Le dijo: Tú lo has dicho.
26 Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. 27 Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; 28 porque esto es mi sangre(E) del nuevo pacto,(F) que por muchos es derramada para remisión de los pecados. 29 Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.
Jesús anuncia la negación de Pedro
(Mr. 14.26-31; Lc. 22.31-34; Jn. 13.36-38)
30 Y cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos. 31 Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas.(G) 32 Pero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.(H) 33 Respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré. 34 Jesús le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces. 35 Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.
Jesús ora en Getsemaní
(Mr. 14.32-42; Lc. 22.39-46)
36 Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro. 37 Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. 38 Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. 39 Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú. 40 Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? 41 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. 42 Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad. 43 Vino otra vez y los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño. 44 Y dejándolos, se fue de nuevo, y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras. 45 Entonces vino a sus discípulos y les dijo: Dormid ya, y descansad. He aquí ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. 46 Levantaos, vamos; ved, se acerca el que me entrega.
Arresto de Jesús
(Mr. 14.43-50; Lc. 22.47-53; Jn. 18.2-11)
47 Mientras todavía hablaba, vino Judas, uno de los doce, y con él mucha gente con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo. 48 Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, ese es; prendedle. 49 Y en seguida se acercó a Jesús y dijo: ¡Salve, Maestro! Y le besó. 50 Y Jesús le dijo: Amigo, ¿a qué vienes? Entonces se acercaron y echaron mano a Jesús, y le prendieron. 51 Pero uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, le quitó la oreja. 52 Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán. 53 ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles? 54 ¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que así se haga? 55 En aquella hora dijo Jesús a la gente: ¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y con palos para prenderme? Cada día me sentaba con vosotros enseñando en el templo,(I) y no me prendisteis. 56 Mas todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron.
Jesús ante el concilio
(Mr. 14.53-65; Lc. 22.54,63-71; Jn. 18.12-14,19-24)
57 Los que prendieron a Jesús le llevaron al sumo sacerdote Caifás, adonde estaban reunidos los escribas y los ancianos. 58 Mas Pedro le seguía de lejos hasta el patio del sumo sacerdote; y entrando, se sentó con los alguaciles, para ver el fin. 59 Y los principales sacerdotes y los ancianos y todo el concilio, buscaban falso testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte, 60 y no lo hallaron, aunque muchos testigos falsos se presentaban. Pero al fin vinieron dos testigos falsos, 61 que dijeron: Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres días reedificarlo.(J) 62 Y levantándose el sumo sacerdote, le dijo: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican estos contra ti? 63 Mas Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios. 64 Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.(K) 65 Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora mismo habéis oído su blasfemia. 66 ¿Qué os parece? Y respondiendo ellos, dijeron: ¡Es reo de muerte!(L) 67 Entonces le escupieron en el rostro, y le dieron de puñetazos, y otros le abofeteaban,(M) 68 diciendo: Profetízanos, Cristo, quién es el que te golpeó.
Pedro niega a Jesús
(Mr. 14.66-72; Lc. 22.55-62; Jn. 18.15-18,25-27)
69 Pedro estaba sentado fuera en el patio; y se le acercó una criada, diciendo: Tú también estabas con Jesús el galileo. 70 Mas él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices. 71 Saliendo él a la puerta, le vio otra, y dijo a los que estaban allí: También este estaba con Jesús el nazareno. 72 Pero él negó otra vez con juramento: No conozco al hombre. 73 Un poco después, acercándose los que por allí estaban, dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre. 74 Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco al hombre. Y en seguida cantó el gallo. 75 Entonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente.
Mateo 26
Dios Habla Hoy
Conspiración para arrestar a Jesús(A)
26 Cuando Jesús terminó toda su enseñanza, dijo a sus discípulos:
2 —Como ustedes saben, dentro de dos días es la fiesta de la Pascua, y el Hijo del hombre será entregado para que lo crucifiquen.
3 Por aquel tiempo, los jefes de los sacerdotes y los ancianos de los judíos se reunieron en el palacio de Caifás, el sumo sacerdote, 4 e hicieron planes para arrestar a Jesús mediante algún engaño, y matarlo. 5 Pero decían:
—No durante la fiesta, para que no se alborote la gente.
Una mujer derrama perfume sobre Jesús(B)
6 Jesús estaba en Betania, en casa de Simón, al que llamaban el leproso; 7 en esto se le acercó una mujer que llevaba un frasco de alabastro lleno de un perfume muy caro. Mientras Jesús estaba a la mesa, ella le derramó el perfume sobre la cabeza. 8 Los discípulos, al verlo, se enojaron y comenzaron a decir:
—¿Por qué se desperdicia esto? 9 Pudo haberse vendido por mucho dinero, para ayudar a los pobres.
10 Jesús lo oyó, y les dijo:
—¿Por qué molestan a esta mujer? Ha hecho una obra buena conmigo. 11 Pues a los pobres los tendrán siempre entre ustedes, pero a mí no siempre me van a tener. 12 Lo que ha hecho esta mujer, al derramar el perfume sobre mi cuerpo, es prepararme para mi entierro. 13 Les aseguro que en cualquier lugar del mundo donde se anuncie esta buena noticia, se hablará también de lo que hizo esta mujer, y así será recordada.
Judas traiciona a Jesús(C)
14 Uno de los doce discípulos, el que se llamaba Judas Iscariote, fue a ver a los jefes de los sacerdotes 15 y les dijo:
—¿Cuánto me quieren dar, y yo les entrego a Jesús?
Ellos le pagaron treinta monedas de plata. 16 Y desde entonces Judas anduvo buscando el momento más oportuno para entregarles a Jesús.
La Cena del Señor(D)
17 El primer día de la fiesta en que se comía el pan sin levadura, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron:
—¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?
18 Él les contestó:
—Vayan a la ciudad, a casa de Fulano, y díganle: “El Maestro dice: Mi hora está cerca, y voy a tu casa a celebrar la Pascua con mis discípulos.”
19 Los discípulos hicieron como Jesús les había mandado, y prepararon la cena de Pascua.
20 Cuando llegó la noche, Jesús estaba a la mesa con los doce discípulos; 21 y mientras comían, les dijo:
—Les aseguro que uno de ustedes me va a traicionar.
22 Ellos se pusieron muy tristes, y comenzaron a preguntarle uno tras otro:
—Señor, ¿acaso seré yo?
23 Jesús les contestó:
—Uno que moja el pan en el mismo plato que yo, va a traicionarme. 24 El Hijo del hombre ha de recorrer el camino que dicen las Escrituras; pero ¡ay de aquel que lo traiciona! Hubiera sido mejor para él no haber nacido.
25 Entonces Judas, el que lo estaba traicionando, le preguntó:
—Maestro, ¿acaso seré yo?
—Tú lo has dicho —contestó Jesús.
26 Mientras comían, Jesús tomó en sus manos el pan y, habiendo dado gracias a Dios, lo partió y se lo dio a los discípulos, diciendo:
—Tomen y coman, esto es mi cuerpo.
27 Luego tomó en sus manos una copa y, habiendo dado gracias a Dios, se la pasó a ellos, diciendo:
—Beban todos ustedes de esta copa, 28 porque esto es mi sangre, con la que se confirma la alianza, sangre que es derramada en favor de muchos para perdón de sus pecados. 29 Pero les digo que no volveré a beber de este producto de la vid, hasta el día en que beba con ustedes el vino nuevo en el reino de mi Padre.
Jesús anuncia que Pedro lo negará(E)
30 Después de cantar los salmos, se fueron al Monte de los Olivos. 31 Y Jesús les dijo:
—Todos ustedes van a perder su fe en mí esta noche. Así lo dicen las Escrituras: “Mataré al pastor, y las ovejas se dispersarán.” 32 Pero cuando yo resucite, los volveré a reunir en Galilea.
33 Pedro le contestó:
—Aunque todos pierdan su fe en ti, yo no la perderé.
34 Jesús le dijo:
—Te aseguro que esta misma noche, antes que cante el gallo, me negarás tres veces.
35 Pedro afirmó:
—Aunque tenga que morir contigo, no te negaré.
Y todos los discípulos decían lo mismo.
Jesús ora en Getsemaní(F)
36 Luego fue Jesús con sus discípulos a un lugar llamado Getsemaní, y les dijo:
—Siéntense aquí, mientras yo voy allí a orar.
37 Y se llevó a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, y comenzó a sentirse muy triste y angustiado. 38 Les dijo:
—Siento en mi alma una tristeza de muerte. Quédense ustedes aquí, y permanezcan despiertos conmigo.
39 En seguida Jesús se fue un poco más adelante, se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, y oró diciendo: «Padre mío, si es posible, líbrame de este trago amargo; pero que no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.»
40 Luego volvió a donde estaban los discípulos, y los encontró dormidos. Le dijo a Pedro:
—¿Ni siquiera una hora pudieron ustedes mantenerse despiertos conmigo? 41 Manténganse despiertos y oren, para que no caigan en tentación. Ustedes tienen buena voluntad, pero son débiles.
42 Por segunda vez se fue, y oró así: «Padre mío, si no es posible evitar que yo sufra esta prueba, hágase tu voluntad.»
43 Cuando volvió, encontró otra vez dormidos a los discípulos, porque sus ojos se les cerraban de sueño. 44 Los dejó y se fue a orar por tercera vez, repitiendo las mismas palabras. 45 Entonces regresó a donde estaban los discípulos, y les dijo:
—¿Siguen ustedes durmiendo y descansando? Ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. 46 Levántense, vámonos; ya se acerca el que me traiciona.
Arrestan a Jesús(G)
47 Todavía estaba hablando Jesús, cuando Judas, uno de los doce discípulos, llegó acompañado de mucha gente armada con espadas y con palos. Iban de parte de los jefes de los sacerdotes y de los ancianos del pueblo. 48 Judas, el traidor, les había dado una contraseña, diciéndoles: «Al que yo bese, ése es; arréstenlo.» 49 Así que, acercándose a Jesús, dijo:
—¡Buenas noches, Maestro!
Y lo besó. 50 Jesús le contestó:
—Amigo, adelante con tus planes.
Entonces los otros se acercaron, echaron mano a Jesús y lo arrestaron.
51 En eso, uno de los que estaban con Jesús sacó su espada y le cortó una oreja al criado del sumo sacerdote. 52 Jesús le dijo:
—Guarda tu espada en su lugar. Porque todos los que pelean con la espada, también a espada morirán. 53 ¿No sabes que yo podría rogarle a mi Padre, y él me mandaría ahora mismo más de doce ejércitos de ángeles? 54 Pero en ese caso, ¿cómo se cumplirían las Escrituras, que dicen que debe suceder así?
55 En seguida Jesús preguntó a la gente:
—¿Por qué han venido ustedes con espadas y con palos a arrestarme, como si yo fuera un bandido? Todos los días he estado enseñando en el templo, y nunca me arrestaron. 56 Pero todo esto sucede para que se cumpla lo que dijeron los profetas en las Escrituras.
En aquel momento, todos los discípulos dejaron solo a Jesús y huyeron.
Jesús ante la Junta Suprema(H)
57 Los que habían arrestado a Jesús lo llevaron a la casa de Caifás, el sumo sacerdote, donde los maestros de la ley y los ancianos estaban reunidos. 58 Pedro lo siguió de lejos hasta el patio de la casa del sumo sacerdote. Entró, y se quedó sentado con los guardianes del templo, para ver en qué terminaría todo aquello.
59 Los jefes de los sacerdotes y toda la Junta Suprema buscaban alguna prueba falsa para condenar a muerte a Jesús, 60 pero no la encontraron, a pesar de que muchas personas se presentaron y lo acusaron falsamente. Por fin se presentaron dos más, 61 que afirmaron:
—Este hombre dijo: “Yo puedo destruir el templo de Dios y volver a levantarlo en tres días.”
62 Entonces el sumo sacerdote se levantó y preguntó a Jesús:
—¿No contestas nada? ¿Qué es esto que están diciendo contra ti?
63 Pero Jesús se quedó callado. El sumo sacerdote le dijo:
—En el nombre del Dios viviente te ordeno que digas la verdad. Dinos si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios.
64 Jesús le contestó:
—Tú lo has dicho. Y yo les digo también que ustedes van a ver al Hijo del hombre sentado a la derecha del Todopoderoso, y viniendo en las nubes del cielo.
65 Entonces el sumo sacerdote se rasgó las ropas en señal de indignación, y dijo:
—¡Las palabras de este hombre son una ofensa contra Dios! ¿Qué necesidad tenemos de más testigos? Ustedes han oído sus palabras ofensivas; 66 ¿qué les parece?
Ellos contestaron:
—Es culpable, y debe morir.
67 Entonces le escupieron en la cara y lo golpearon. Otros le pegaron en la cara, 68 diciéndole:
—Tú que eres el Mesías, ¡adivina quién te pegó!
Pedro niega conocer a Jesús(I)
69 Pedro, entre tanto, estaba sentado afuera, en el patio. En esto, una sirvienta se le acercó y le dijo:
—Tú también andabas con Jesús, el de Galilea.
70 Pero Pedro lo negó delante de todos, diciendo:
—No sé de qué estás hablando.
71 Luego se fue a la puerta, donde otra lo vio y dijo a los demás:
—Ése andaba con Jesús, el de Nazaret.
72 De nuevo Pedro lo negó, jurando:
—¡No conozco a ese hombre!
73 Poco después, los que estaban allí se acercaron a Pedro y le dijeron:
—Seguro que tú también eres uno de ellos. Hasta en tu manera de hablar se te nota.
74 Entonces él comenzó a jurar y perjurar, diciendo:
—¡No conozco a ese hombre!
En aquel mismo momento cantó un gallo, 75 y Pedro se acordó de que Jesús le había dicho: «Antes que cante el gallo, me negarás tres veces.» Y salió Pedro de allí, y lloró amargamente.
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