在拿撒勒被拒绝

耶稣离开那地方,来到自己的家乡,他的门徒们也跟着他。 到了安息日,他开始在会堂里教导人。许多人听了就惊叹不已,说:“这个人从哪里得来这些呢?赐给这个人的到底是什么样的智慧?藉着他的手所行出来的到底是怎么样的神迹? 这不就是那木匠吗?不就是玛丽亚的儿子,雅各约西犹大西门的哥哥[a]吗?他的妹妹们[b]不也和我们在这里吗?”这样,他们就对耶稣很反感[c]

耶稣对他们说:“先知除了在本乡、本族、本家以外,没有不受尊重的。” 所以,耶稣无法在那里行什么神迹,只是按手在几个病人身上,使他们痊愈。 因为他们的不信,耶稣十分感慨。

差派十二使徒

于是,他就走遍各村庄四处教导人。 耶稣召来十二使徒[d],开始差派他们两个两个地出去,赐给他们权柄胜过污灵, 并且吩咐他们说:“在路上除了手杖什么都不要带。不要带食物,不要带行囊,腰包里也不要带钱。 要穿上鞋子。不要穿两件衣服[e]。” 10 他又对他们说:“无论在哪里,你们进了一家,就要住在哪里,直到离开那地方。 11 如果有什么地方的人不接受你们,也不听你们,你们离开那里的时候,要把脚底的尘土跺掉,做为对他们的见证。[f]

12 使徒们就出去宣讲道:人人都当悔改。 13 他们驱赶了很多鬼魔,又用油来膏抹许多病人,使他们痊愈。

施洗约翰之死

14 耶稣的名声被传扬出去,希律王也听见了。有些人[g]说:“施洗者[h]约翰从死人中复活了,所以这些能力在他里面做工。” 15 也有些人说:“他是以利亚。”还有些人说:“他是个先知,像古代[i]先知中的一位。”

16 希律听了却说:“是被我砍了头的约翰!这个人[j]复活了!” 17 原来,希律为了他弟弟[k]菲利普的妻子希罗迪娅的缘故,曾经派人去拘捕约翰,把他捆锁在监狱里。希律娶了这个女人, 18 约翰一直对希律说:“你占有自己兄弟的妻子是不可以的。” 19 所以希罗迪娅约翰怀恨在心,想要杀他,只是不能。 20 这是因为希律敬畏约翰,知道他是义人,是圣人,所以保护着他。希律约翰讲说的时候,虽然心里十分困惑[l],还是乐意听他的。

21 可是时机来了。希律在自己生日那天预备宴席,招待他的大臣和军官们,以及加利利的首领们。 22 希罗迪娅的女儿[m]进来跳舞,使希律和一同坐席的人都非常喜悦。王就对女孩说:“你无论想要什么,向我求,我就会给你。” 23 并且对她郑重地起誓:“你无论向我求什么,即使是我国家的一半,我也会给你!”

24 于是女孩出去问她母亲说:“我应该要什么呢?”

她母亲说:“要施洗者[n]约翰的头!”

25 女孩随即赶快进到王那里,要求说:“我愿王立即把施洗者[o]约翰的头放在盘子里给我。”

26 王就变得很忧愁,但因所起的誓,又因坐席的人,就不好拒绝她。 27 于是王立刻派了刽子手,命令把约翰的头拿来。刽子手就去,在监狱里砍下了约翰的头, 28 把他的头放在盘子上,端给女孩,女孩就把它交给了母亲。 29 约翰的门徒们听到了,就来把他的遗体领去,安放在坟墓里。

五饼二鱼

30 使徒们聚集到耶稣那里,把他们所做的和教导的一切告诉了他。 31 耶稣对他们说:“来,你们自己单独到一个荒僻的地方休息一会儿吧。”这是因为来往的人多,他们连吃饭的时间也没有。 32 于是他们悄悄地坐船出发,往一个荒僻的地方去。 33 可是众人[p]看见他们离开了,并且有许多人认出他们[q],就从各城镇一起徒步赶往那里,而且比他们先到了[r] 34 耶稣下了船,看见一大群人,就对他们动了怜悯之心,因为他们像羊没有牧人那样。耶稣就开始教导他们很多事。

35 天已经晚了,他的门徒们来到耶稣面前,说:“这是个荒僻的地方,而且天已经晚了。 36 请遣散大家,好让他们到周围的田舍和村庄去,为自己买些东西吃[s]。”

37 但耶稣回答他们,说:“你们给他们吃的吧。”

门徒们说:“要我们去买两百个银币[t]的饼给他们吃吗?”

38 耶稣问他们:“你们有多少饼呢?去看看。”

他们察看后,就说:“有五个,还有两条鱼。”

39 耶稣吩咐他们,叫众人一组一组地坐在青草地上。 40 众人就一群一群地坐了下来,有的一百人,有的五十人。 41 耶稣拿起这五个饼和两条鱼,抬头望天,祝福了,然后把饼掰开,不断递给他的门徒们,让他们分给众人。他把两条鱼也分给大家。 42 大家都吃了,并且吃饱了。 43 他们把饼和鱼的碎块收拾起来,装满了十二个篮子。 44 吃饼的人,男人就有五千。

在水面上行走

45 耶稣随即催促他的门徒们上船,要他们先往对岸的伯赛达去;这期间,他自己遣散了人群。 46 他告别了他们,就上山去祷告。 47 到了晚上,船在湖[u]中,只有耶稣一个人在岸上。 48 他看见门徒们由于逆风,划船非常艰苦。天快亮的时候[v],耶稣在湖面上行走,向他们而去,想要从他们旁边走过去。 49 门徒们看见耶稣在湖面上行走,以为是幽灵,于是喊叫起来, 50 因为他们都看见了他,就惊慌不安。耶稣立刻与他们讲话,对他们说:“鼓起勇气吧!是我,不要怕。” 51 接着,耶稣上了船和他们在一起。这时候风就停了。门徒们心里感到极其惊讶[w] 52 因为他们不领悟分[x]饼的事,他们还是硬着心。

在革尼撒勒治病

53 他们渡过去,到革尼撒勒上岸,把船拴好。 54 一下船,众人就认出了耶稣。 55 人们跑遍那整个地区,听到耶稣在哪里,就把有病的人用垫子抬到哪里。 56 无论耶稣进到哪里,或村庄、或城镇、或乡下,人们就把病人放在街市上,恳求耶稣只要让他们摸一下他的衣服穗子。凡是摸着的人,都得了救治。

Footnotes

  1. 马可福音 6:3 哥哥——原文直译“兄弟”。
  2. 马可福音 6:3 妹妹——原文直译“姐妹”。
  3. 马可福音 6:3 对耶稣很反感——原文直译“因耶稣被绊倒”。
  4. 马可福音 6:7 使徒——辅助词语。
  5. 马可福音 6:9 衣服——或译作“衬袍”。
  6. 马可福音 6:11 有古抄本附“我确实地告诉你们:在那审判的日子,所多玛和格摩拉所受的,将要比那城还容易受呢!”
  7. 马可福音 6:14 有些人——有古抄本作“他”。
  8. 马可福音 6:14 施洗——或译作“施浸”。
  9. 马可福音 6:15 古代——辅助词语。
  10. 马可福音 6:16 有古抄本附“从死人中”。
  11. 马可福音 6:17 弟弟——原文直译“兄弟”。
  12. 马可福音 6:20 心里十分困惑——有古抄本作“做了许多事”。
  13. 马可福音 6:22 希罗迪娅的女儿——有古抄本作“他的女儿希罗迪娅”。
  14. 马可福音 6:24 施洗——或译作“施浸”。
  15. 马可福音 6:25 施洗——或译作“施浸”。
  16. 马可福音 6:33 有古抄本没有“众人”。
  17. 马可福音 6:33 他们——有古抄本作“他”。
  18. 马可福音 6:33 有古抄本附“并聚集到他那里”。
  19. 马可福音 6:36 为自己买些东西吃——有古抄本作“为自己买些饼,因为他们没有东西吃”。
  20. 马可福音 6:37 两百个银币——原文为“200得拿利”。1得拿利=约1日工资的罗马银币。
  21. 马可福音 6:47 湖——原文直译“海”;指“加利利湖(海)”。
  22. 马可福音 6:48 天快亮的时候——原文直译“夜里四更天”;指“早晨三点至六点之间”。
  23. 马可福音 6:51 有古抄本附“又诧异”。
  24. 马可福音 6:52 分——辅助词语。

Un profeta sin honra(A)

Salió Jesús de allí y fue a su tierra, en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga.

—¿De dónde sacó este tales cosas? —decían maravillados muchos de los que lo escuchaban—. ¿Qué sabiduría es esta que se le ha dado? ¿Cómo se explican estos milagros que vienen de sus manos? ¿No es este el carpintero, el hijo de María? ¿Acaso no es el hermano de Santiago, de José, de Judas y de Simón? ¿No están sus hermanas aquí con nosotros?

Y se escandalizaban a causa de él. Por tanto, Jesús les dijo:

—En todas partes se honra a un profeta, menos en su tierra, entre sus familiares y en su propia casa.

En efecto, no pudo hacer allí ningún milagro, excepto sanar a unos pocos enfermos al imponerles las manos. Y él se quedó asombrado por la falta de fe de ellos.

Jesús envía a los doce(B)

Jesús recorría los alrededores, enseñando de pueblo en pueblo. Reunió a los doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus malignos.

Les ordenó que no llevaran nada para el camino: ni pan, ni bolsa, ni dinero en el cinturón, sino solo un bastón. «Lleven sandalias —dijo—, pero no dos mudas de ropa». 10 Y añadió: «Cuando entren en una casa, quédense allí hasta que salgan del pueblo. 11 Si en algún lugar no los reciben bien o no los escuchan, salgan de allí y sacúdanse el polvo de los pies, como un testimonio contra ellos».

12 Los doce salieron y exhortaban a la gente a que se arrepintiera. 13 También expulsaban a muchos demonios y sanaban a muchos enfermos, ungiéndolos con aceite.

Decapitación de Juan el Bautista(C)(D)

14 El rey Herodes se enteró de esto, pues el nombre de Jesús se había hecho famoso. Algunos decían[a] que Juan el Bautista había resucitado y por eso tenía poder para realizar milagros. 15 Otros decían que era Elías; y otros, en fin, afirmaban que era un profeta, como los de antes. 16 Pero cuando Herodes oyó esto, exclamó: «¡Juan, al que yo mandé que le cortaran la cabeza, ha resucitado!».

17 En efecto, Herodes mismo había mandado que arrestaran a Juan y que lo encadenaran en la cárcel. Herodes se había casado con Herodías, esposa de su hermano Felipe, 18 y Juan había dicho a Herodes: «No te es lícito tener a la mujer de tu hermano». 19 Por eso Herodías le guardaba rencor a Juan y deseaba matarlo. Pero no había logrado hacerlo, 20 ya que Herodes temía a Juan y lo protegía, pues sabía que era un hombre justo y santo. Cuando Herodes oía a Juan, se quedaba muy desconcertado, pero lo escuchaba con gusto.

21 Por fin se presentó la oportunidad. En su cumpleaños Herodes dio un banquete a sus altos oficiales, a los comandantes militares y a los notables de Galilea. 22 La hija de Herodías entró en el banquete y bailó, y esto agradó a Herodes y a los invitados.

—Pídeme lo que quieras y te lo daré —dijo el rey a la muchacha.

23 Y prometió bajo juramento:

—Te daré cualquier cosa que me pidas, aun cuando sea la mitad de mi reino.

24 Ella salió a preguntarle a su madre:

—¿Qué debo pedir?

—La cabeza de Juan el Bautista —contestó.

25 Enseguida se fue corriendo la muchacha a presentarle al rey su petición:

—Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista.

26 El rey se quedó angustiado, pero no quiso desairarla a causa de sus juramentos y en atención a los invitados. 27 Así que enseguida envió a un verdugo con la orden de llevarle la cabeza de Juan. El hombre fue, decapitó a Juan en la cárcel 28 y volvió con la cabeza en una bandeja. Se la entregó a la muchacha y ella se la dio a su madre. 29 Al enterarse de esto, los discípulos de Juan fueron a recoger el cuerpo y le dieron sepultura.

Jesús alimenta a los cinco mil(E)

30 Los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.

31 Y como no tenían tiempo ni para comer, pues era tanta la gente que iba y venía, Jesús dijo:

—Vengan conmigo ustedes solos a un lugar tranquilo y descansen un poco.

32 Así que se fueron solos en la barca a un lugar solitario. 33 Pero muchos que los vieron salir los reconocieron y desde todos los poblados corrieron por tierra hasta allá y llegaron antes que ellos. 34 Cuando Jesús desembarcó y vio tanta gente, tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor. Así que comenzó a enseñarles muchas cosas.

35 Cuando ya se hizo tarde, se le acercaron sus discípulos y dijeron:

—Este es un lugar apartado y ya es muy tarde. 36 Despide a la gente, para que vayan a los campos y pueblos cercanos y se compren algo de comer.

37 —Denles ustedes mismos de comer —contestó Jesús.

—¡Eso costaría más de seis meses de trabajo![b] —objetaron—. ¿Quieres que vayamos y gastemos todo ese dinero en pan para darles de comer?

38 —¿Cuántos panes tienen ustedes? —preguntó—. Vayan a ver.

Después de averiguarlo, dijeron:

—Cinco y dos pescados.

39 Entonces les mandó que hicieran que la gente se sentara por grupos sobre la hierba verde. 40 Así que ellos se acomodaron en grupos de cien y de cincuenta. 41 Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, los bendijo. Luego partió los panes y se los dio a los discípulos para que se los repartieran a la gente. También repartió los dos pescados entre todos. 42 Comieron hasta quedar satisfechos 43 y los discípulos recogieron doce canastas llenas de pedazos de pan y de pescado. 44 Los que comieron fueron cinco mil.

Jesús camina sobre el agua(F)(G)

45 Enseguida Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca y se adelantaran al otro lado, a Betsaida, mientras él despedía a la multitud. 46 Cuando se despidió, fue a la montaña para orar.

47 Al anochecer, la barca se hallaba en medio del lago y Jesús estaba en tierra solo. 48 En la madrugada,[c] vio que los discípulos hacían grandes esfuerzos para remar, pues tenían el viento en contra. Se acercó a ellos caminando sobre el lago e iba a pasarlos de largo. 49 Los discípulos, al verlo caminar sobre el agua, creyeron que era un fantasma y se pusieron a gritar, 50 llenos de miedo por lo que veían. Pero él habló enseguida con ellos y les dijo: «¡Cálmense! Soy yo. No tengan miedo».

51 Subió entonces a la barca con ellos y el viento se calmó. Estaban sumamente asombrados 52 porque tenían endurecido el corazón y no habían comprendido lo de los panes.

53 Después de cruzar el lago, desembarcaron en Genesaret y atracaron allí. 54 Al bajar ellos de la barca, la gente enseguida reconoció a Jesús. 55 Lo siguieron por toda aquella región y, adonde oían que él estaba, le llevaban en camillas a los que tenían enfermedades. 56 Y dondequiera que iba, en pueblos, ciudades o campos, colocaban a los enfermos en las plazas. Le suplicaban que les permitiera tocar siquiera el borde de su manto y quienes lo tocaban quedaban sanos.

Footnotes

  1. 6:14 Algunos decían. Var. Él decía.
  2. 6:37 más de seis meses de trabajo. Lit. doscientos denarios.
  3. 6:48 En la madrugada. Lit. Alrededor de la cuarta vigilia de la noche. Es decir, entre las tres y las seis de la mañana.

Jesús en Nazaret(A)

Jesús se fue de allí a su propia tierra, y sus discípulos fueron con él. Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga. Y muchos oyeron a Jesús, y se preguntaron admirados:

—¿Dónde aprendió éste tantas cosas? ¿De dónde ha sacado esa sabiduría y los milagros que hace? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿Y no viven sus hermanas también aquí, entre nosotros?

Y no tenían fe en él. Pero Jesús les dijo:

—En todas partes se honra a un profeta, menos en su propia tierra, entre sus parientes y en su propia casa.

No pudo hacer allí ningún milagro, aparte de poner las manos sobre unos pocos enfermos y sanarlos. Y estaba asombrado porque aquella gente no creía en él.

Jesús envía a los discípulos a anunciar el reino de Dios(B)

Jesús recorría las aldeas cercanas, enseñando. Llamó a los doce discípulos, y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus impuros. Les ordenó que no llevaran nada para el camino, sino solamente un bastón. No debían llevar pan ni provisiones ni dinero. Podían ponerse sandalias, pero no llevar ropa de repuesto. 10 Les dijo:

—Cuando entren ustedes en una casa, quédense allí hasta que se vayan del lugar. 11 Y si en algún lugar no los reciben ni los quieren oír, salgan de allí y sacúdanse el polvo de los pies, para que les sirva a ellos de advertencia.

12 Entonces salieron los discípulos a decirle a la gente que se volviera a Dios. 13 También expulsaron muchos demonios, y curaron a muchos enfermos ungiéndolos con aceite.

La muerte de Juan el Bautista(C)

14 El rey Herodes oyó hablar de Jesús, cuya fama había corrido por todas partes. Pues unos decían: «Juan el Bautista ha resucitado, y por eso tiene este poder milagroso.»

15 Otros decían: «Es el profeta Elías.»

Y otros: «Es un profeta, como los antiguos profetas.»

16 Al oír estas cosas, Herodes decía:

—Ése es Juan. Yo mandé cortarle la cabeza y ahora ha resucitado.

17 Es que, por causa de Herodías, Herodes había mandado arrestar a Juan, y lo había hecho encadenar en la cárcel. Herodías era esposa de Filipo, hermano de Herodes, pero Herodes se había casado con ella. 18 Y Juan había dicho a Herodes: «No debes tener como tuya a la mujer de tu hermano.»

19 Herodías odiaba por eso a Juan, y quería matarlo; pero no podía, 20 porque Herodes le tenía miedo, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía. Y aunque al oírlo se quedaba sin saber qué hacer, Herodes escuchaba a Juan de buena gana. 21 Pero Herodías vio llegar su oportunidad cuando Herodes, en su cumpleaños, dio un banquete a sus jefes y comandantes y a las personas importantes de Galilea. 22 La hija de Herodías entró en el lugar del banquete y bailó, y el baile gustó tanto a Herodes y a los que estaban cenando con él, que el rey dijo a la muchacha:

—Pídeme lo que quieras, y te lo daré.

23 Y le juró una y otra vez que le daría cualquier cosa que pidiera, aunque fuera la mitad del país que él gobernaba. 24 Ella salió, y le preguntó a su madre:

—¿Qué pediré?

Le contestó:

—Pídele la cabeza de Juan el Bautista.

25 La muchacha entró de prisa donde estaba el rey, y le dijo:

—Quiero que ahora mismo me des en un plato la cabeza de Juan el Bautista.

26 El rey se puso muy triste; pero como había hecho un juramento en presencia de sus invitados, no quiso negarle lo que le pedía. 27 Así que mandó en seguida a un soldado con la orden de llevarle la cabeza de Juan. Fue el soldado a la cárcel, le cortó la cabeza a Juan 28 y se la llevó en un plato. Se la dio a la muchacha, y ella se la entregó a su madre.

29 Cuando los seguidores de Juan lo supieron, recogieron el cuerpo y se lo llevaron a enterrar.

Jesús da de comer a una multitud(D)

30 Después de esto, los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. 31 Jesús les dijo:

—Vengan, vamos nosotros solos a descansar un poco en un lugar tranquilo.

Porque iba y venía tanta gente, que ellos ni siquiera tenían tiempo para comer. 32 Así que Jesús y sus apóstoles se fueron en una barca a un lugar apartado. 33 Pero muchos los vieron ir, y los reconocieron; entonces de todos los pueblos corrieron allá, y llegaron antes que ellos. 34 Al bajar Jesús de la barca, vio la multitud, y sintió compasión de ellos, porque estaban como ovejas que no tienen pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas. 35 Por la tarde, sus discípulos se le acercaron y le dijeron:

—Ya es tarde, y éste es un lugar solitario. 36 Despide a la gente, para que vayan por los campos y las aldeas de alrededor y se compren algo de comer.

37 Pero Jesús les contestó:

—Denles ustedes de comer.

Ellos respondieron:

—¿Quieres que vayamos a comprar pan por el equivalente al salario de doscientos días, para darles de comer?

38 Jesús les dijo:

—¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan a verlo.

Cuando lo averiguaron, le dijeron:

—Cinco panes y dos pescados.

39 Entonces les mandó que hicieran sentar a la gente en grupos sobre la hierba verde; 40 y se sentaron en grupos de cien y de cincuenta. 41 Luego Jesús tomó en sus manos los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los fue dando a sus discípulos para que los repartieran entre la gente. Repartió también los dos pescados entre todos. 42 Todos comieron hasta quedar satisfechos; 43 recogieron los pedazos sobrantes de pan y de pescado, y con ellos llenaron doce canastas. 44 Los que comieron de aquellos panes fueron cinco mil hombres.

Jesús camina sobre el agua(E)

45 Después de esto, Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca para que cruzaran el lago antes que él, en dirección a Betsaida, mientras él despedía a la gente. 46 Y cuando la hubo despedido, se fue al cerro a orar. 47 Al llegar la noche, la barca ya estaba en medio del lago. Jesús, que se había quedado solo en tierra, 48 vio que remaban con dificultad, porque tenían el viento en contra. A la madrugada, fue Jesús hacia ellos caminando sobre el agua, y ya iba a pasar junto a ellos. 49 Cuando lo vieron andar sobre el agua, pensaron que era un fantasma, y gritaron; 50 porque todos lo vieron y se asustaron. Pero en seguida él les habló, diciéndoles:

—¡Calma! ¡Soy yo: no tengan miedo!

51 Subió a la barca, y se calmó el viento; y ellos se quedaron muy asombrados, 52 porque no habían entendido el milagro de los panes, pues tenían el entendimiento oscurecido.

Jesús sana a los enfermos de Genesaret(F)

53 Cruzaron el lago y llegaron a la tierra de Genesaret, donde amarraron la barca a la orilla. 54 Tan pronto como bajaron de la barca, la gente reconoció a Jesús. 55 Corrieron por toda aquella región, y comenzaron a llevar en camillas a los enfermos a donde oían decir que estaba Jesús. 56 Y dondequiera que él entraba, ya fuera en las aldeas, en los pueblos o en los campos, ponían a los enfermos en las calles y le rogaban que los dejara tocar siquiera el borde de su capa; y todos los que la tocaban, quedaban sanos.

Jesús en Nazaret

(Mt. 13.53-58; Lc. 4.16-30)

Salió Jesús de allí y vino a su tierra, y le seguían sus discípulos. Y llegado el día de reposo,[a] comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos, oyéndole, se admiraban, y decían: ¿De dónde tiene este estas cosas? ¿Y qué sabiduría es esta que le es dada, y estos milagros que por sus manos son hechos? ¿No es este el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él. Mas Jesús les decía: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra,(A) y entre sus parientes, y en su casa. Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor, enseñando.

Misión de los doce discípulos

(Mt. 10.5-15; Lc. 9.1-6)

Después llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos. Y les mandó(B) que no llevasen nada para el camino, sino solamente bordón; ni alforja, ni pan, ni dinero en el cinto, sino que calzasen sandalias, y no vistiesen dos túnicas. 10 Y les dijo: Dondequiera que entréis en una casa, posad en ella hasta que salgáis de aquel lugar. 11 Y si en algún lugar no os recibieren ni os oyeren, salid de allí, y sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies, para testimonio a ellos.(C) De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para los de Sodoma y Gomorra, que para aquella ciudad. 12 Y saliendo, predicaban que los hombres se arrepintiesen. 13 Y echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos, y los sanaban.(D)

Muerte de Juan el Bautista

(Mt. 14.1-12; Lc. 9.7-9)

14 Oyó el rey Herodes la fama de Jesús, porque su nombre se había hecho notorio; y dijo: Juan el Bautista ha resucitado de los muertos, y por eso actúan en él estos poderes. 15 Otros decían: Es Elías. Y otros decían: Es un profeta, o alguno de los profetas.(E) 16 Al oír esto Herodes, dijo: Este es Juan, el que yo decapité, que ha resucitado de los muertos. 17 Porque el mismo Herodes había enviado y prendido a Juan, y le había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano; pues la había tomado por mujer. 18 Porque Juan decía a Herodes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano.(F) 19 Pero Herodías le acechaba, y deseaba matarle, y no podía; 20 porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era varón justo y santo, y le guardaba a salvo; y oyéndole, se quedaba muy perplejo, pero le escuchaba de buena gana. 21 Pero venido un día oportuno, en que Herodes, en la fiesta de su cumpleaños, daba una cena a sus príncipes y tribunos y a los principales de Galilea, 22 entrando la hija de Herodías, danzó, y agradó a Herodes y a los que estaban con él a la mesa; y el rey dijo a la muchacha: Pídeme lo que quieras, y yo te lo daré. 23 Y le juró: Todo lo que me pidas te daré, hasta la mitad de mi reino. 24 Saliendo ella, dijo a su madre: ¿Qué pediré? Y ella le dijo: La cabeza de Juan el Bautista. 25 Entonces ella entró prontamente al rey, y pidió diciendo: Quiero que ahora mismo me des en un plato la cabeza de Juan el Bautista. 26 Y el rey se entristeció mucho; pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, no quiso desecharla. 27 Y en seguida el rey, enviando a uno de la guardia, mandó que fuese traída la cabeza de Juan. 28 El guarda fue, le decapitó en la cárcel, y trajo su cabeza en un plato y la dio a la muchacha, y la muchacha la dio a su madre. 29 Cuando oyeron esto sus discípulos, vinieron y tomaron su cuerpo, y lo pusieron en un sepulcro.

Alimentación de los cinco mil

(Mt. 14.13-21; Lc. 9.10-17; Jn. 6.1-14)

30 Entonces los apóstoles se juntaron con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho, y lo que habían enseñado. 31 Él les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer. 32 Y se fueron solos en una barca a un lugar desierto. 33 Pero muchos los vieron ir, y le reconocieron; y muchos fueron allá a pie desde las ciudades, y llegaron antes que ellos, y se juntaron a él. 34 Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor;(G) y comenzó a enseñarles muchas cosas. 35 Cuando ya era muy avanzada la hora, sus discípulos se acercaron a él, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya muy avanzada. 36 Despídelos para que vayan a los campos y aldeas de alrededor, y compren pan, pues no tienen qué comer. 37 Respondiendo él, les dijo: Dadles vosotros de comer. Ellos le dijeron: ¿Que vayamos y compremos pan por doscientos denarios, y les demos de comer? 38 Él les dijo: ¿Cuántos panes tenéis? Id y vedlo. Y al saberlo, dijeron: Cinco, y dos peces. 39 Y les mandó que hiciesen recostar a todos por grupos sobre la hierba verde. 40 Y se recostaron por grupos, de ciento en ciento, y de cincuenta en cincuenta. 41 Entonces tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió los panes, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante; y repartió los dos peces entre todos. 42 Y comieron todos, y se saciaron. 43 Y recogieron de los pedazos doce cestas llenas, y de lo que sobró de los peces. 44 Y los que comieron eran cinco mil hombres.

Jesús anda sobre el mar

(Mt. 14.22-27; Jn. 6.15-21)

45 En seguida hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a Betsaida, en la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud. 46 Y después que los hubo despedido, se fue al monte a orar; 47 y al venir la noche, la barca estaba en medio del mar, y él solo en tierra. 48 Y viéndoles remar con gran fatiga, porque el viento les era contrario, cerca de la cuarta vigilia de la noche vino a ellos andando sobre el mar, y quería adelantárseles. 49 Viéndole ellos andar sobre el mar, pensaron que era un fantasma, y gritaron; 50 porque todos le veían, y se turbaron. Pero en seguida habló con ellos, y les dijo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis! 51 Y subió a ellos en la barca, y se calmó el viento; y ellos se asombraron en gran manera, y se maravillaban. 52 Porque aún no habían entendido lo de los panes, por cuanto estaban endurecidos sus corazones.

Jesús sana a los enfermos en Genesaret

(Mt. 14.34-36)

53 Terminada la travesía, vinieron a tierra de Genesaret, y arribaron a la orilla. 54 Y saliendo ellos de la barca, en seguida la gente le conoció. 55 Y recorriendo toda la tierra de alrededor, comenzaron a traer de todas partes enfermos en lechos, a donde oían que estaba. 56 Y dondequiera que entraba, en aldeas, ciudades o campos, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que le tocaban quedaban sanos.

Footnotes

  1. Marcos 6:2 Aquí equivale a sábado.