2 Corintios 1:3-11
Nueva Biblia de las Américas
El Dios de toda consolación
3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo(A), Padre de misericordias y Dios de toda consolación(B), 4 el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones(C), para que también nosotros podamos consolar a los que están en cualquier aflicción, dándoles el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios.
5 Porque así como los sufrimientos de Cristo son nuestros en abundancia[a], así también abunda nuestro consuelo por medio de Cristo[b](D). 6 Pero si somos atribulados, es para el consuelo y salvación de ustedes(E); o si somos consolados, es para consuelo de ustedes, que obra al soportar las mismas aflicciones que nosotros también sufrimos. 7 Y nuestra esperanza respecto de ustedes está firmemente establecida, sabiendo que como son copartícipes de los sufrimientos, así también lo son de la consolación(F).
8 Porque no queremos que ignoren, hermanos(G), acerca de nuestra aflicción sufrida[c] en Asia[d](H). Porque fuimos abrumados sobremanera, más allá de nuestras fuerzas, de modo que hasta perdimos la esperanza de salir con vida(I). 9 De hecho[e], dentro de nosotros mismos ya teníamos la sentencia de muerte, a fin de que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos, 10 el cual nos libró(J) de tan gran peligro de muerte y nos librará, y en quien hemos puesto nuestra esperanza(K) de que Él aún nos ha de librar. 11 Ustedes también cooperaron con nosotros con la oración(L), para que por muchas personas sean dadas gracias a favor nuestro por el don que nos ha sido impartido por medio de las oraciones de muchos(M).
Read full chapterNueva Biblia de las Américas™ NBLA™ Copyright © 2005 por The Lockman Foundation
