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义人智人咸在神掌握

我将这一切事放在心上,详细考究,就知道义人和智慧人并他们的作为,都在神手中。或是爱,或是恨,都在他们的前面,人不能知道。

善人恶人在世所遭无异

凡临到众人的事都是一样:义人和恶人都遭遇一样的事;好人、洁净人和不洁净人,献祭的与不献祭的,也是一样。好人如何,罪人也如何;起誓的如何,怕起誓的也如何。 在日光之下所行的一切事上,有一件祸患,就是众人所遭遇的都是一样。并且世人的心充满了恶,活着的时候心里狂妄,后来就归死人那里去了。 与一切活人相连的,那人还有指望,因为活着的狗比死了的狮子更强。 活着的人知道必死,死了的人毫无所知,也不再得赏赐,他们的名无人记念。 他们的爱、他们的恨、他们的嫉妒早都消灭了,在日光之下所行的一切事上,他们永不再有份了。

你只管去欢欢喜喜吃你的饭,心中快乐喝你的酒,因为神已经悦纳你的作为。 你的衣服当时常洁白,你头上也不要缺少膏油。 在你一生虚空的年日,就是神赐你在日光之下虚空的年日,当同你所爱的妻快活度日,因为那是你生前,在日光之下劳碌的事上所得的份。 10 凡你手所当做的事,要尽力去做,因为在你所必去的阴间,没有工作,没有谋算,没有知识,也没有智慧。

人有智能未必亨通

11 我又转念,见日光之下,快跑的未必能赢,力战的未必得胜,智慧的未必得粮食,明哲的未必得资财,灵巧的未必得喜悦,所临到众人的,是在乎当时的机会。 12 原来人也不知道自己的定期:鱼被恶网圈住,鸟被网罗捉住,祸患忽然临到的时候,世人陷在其中,也是如此。

智慧愈于勇力

13 我见日光之下有一样智慧,据我看乃是广大。 14 就是有一小城,其中的人数稀少,有大君王来攻击,修筑营垒,将城围困。 15 城中有一个贫穷的智慧人,他用智慧救了那城,却没有人记念那穷人。 16 我就说:“智慧胜过勇力。”然而那贫穷人的智慧被人藐视,他的话也无人听从。

17 宁可在安静之中听智慧人的言语,不听掌管愚昧人的喊声。 18 智慧胜过打仗的兵器,但一个罪人能败坏许多善事。

我仔细思想、探究这些事,就知道义人、智者及他们的行事为人都由上帝掌管,人无法知道前面等待自己的是爱还是恨。 义人和恶人、好人和坏人、洁净的和污秽的、献祭的和不献祭的、行善的和犯罪的、敢于起誓的和不敢起誓的人,最终的命运都一样。 在日光之下有一件可悲的事,就是人最终的命运都一样。再者,人内心都充满邪恶,活着的时候行事狂妄,最后都步入死亡。 有生命就有希望,一条活狗总比一头死狮子强。 因为活着的人还知道自己终有一死,但死了的人什么都不知道,再也得不到任何赏赐,他们被忘得一干二净。 他们的爱、恨和嫉妒早已不复存在,他们再也无法参与日光之下的事。

去欢欢喜喜、快快乐乐地吃喝吧!因为上帝已经悦纳你所做的。 你的衣服要经常保持洁白,头上也不要缺少膏油。 在你虚空的人生中,就是在上帝所赐、日光之下虚空的岁月里,你要与爱妻快乐度日,因为这是你一生在日光之下的劳碌中所当得的。 10 凡你的手能做的,都要尽力去做,因为在你要去的阴间没有工作,没有计划,也没有知识和智慧。 11 我又发现,日光之下,跑得快的未必能得奖,强大的未必能得胜,智者未必得温饱,聪明人未必有财富,博学者未必受爱戴,因为时机和境遇左右众人。 12 再者,人无法知道何时大难临头。祸患突然临到时,人根本无法摆脱,就像鱼落入险恶的网中,又像鸟儿陷入网罗。 13 我看见日光之下有一种智慧,对我来说意义深远。 14 有一个势力强大的君王来攻击一个人口不多的小城,他建造营垒围困这城。 15 这城里有一个贫穷的智者,他用智慧拯救了这城,但事后人们却把他遗忘了。 16 我认为智慧胜过武力,然而那位穷人的智慧却被轻视,他所说的话也无人理会。 17 智者的细语胜过官长在愚人中的喊叫。 18 智慧胜过兵器,但一个罪人却能破坏许多善事。

Un destino común

A todo esto me dediqué de lleno, y en todo esto comprobé que los justos y los sabios, y sus obras, están en las manos de Dios; que el hombre nada sabe del amor ni del odio, aunque los tenga ante sus ojos. Para todos hay un mismo final:

para el justo y el injusto,
para el bueno y el malo,
para el puro y el impuro,
para el que ofrece sacrificios
    y para el que no los ofrece;
para el bueno y para el pecador,
para el que hace juramentos
    y para el que no los hace.

Hay un mal en todo lo que se hace en esta vida: que todos tienen un mismo final. Además, el corazón del hombre rebosa de maldad; la locura está en su corazón toda su vida, y su fin está entre los muertos. ¿Por quién, pues, decidirse? Entre todos los vivos hay esperanza, pues

vale más perro vivo
    que león muerto.

Porque los vivos saben que han de morir, pero los muertos no saben nada ni esperan nada, pues su memoria cae en el olvido. Sus amores, odios y pasiones llegan a su fin, y nunca más vuelven a tener parte en nada de lo que se hace en esta vida.

¡Anda, come tu pan con alegría! ¡Bebe tu vino con buen ánimo, que Dios ya se ha agradado de tus obras! Que sean siempre blancos tus vestidos, y que no falte nunca el perfume en tus cabellos. Goza de la vida con la mujer amada cada día de la vida sin sentido que Dios te ha dado en este mundo. ¡Cada uno de tus absurdos días! Esto es lo que te ha tocado de todos tus afanes en este mundo. 10 Y todo lo que esté en tu mano hacer, hazlo con todo empeño; porque en el sepulcro, adonde te diriges, no hay trabajo ni planes ni conocimiento ni sabiduría.

Más vale maña que fuerza

11 Me fijé en que en esta vida la carrera no la ganan los más veloces, ni ganan la batalla los más valientes; que tampoco los sabios tienen qué comer, ni los inteligentes abundan en dinero, ni los instruidos gozan de simpatía, sino que a todos les llegan buenos y malos tiempos.

12 Vi además que nadie sabe cuándo le llegará su hora. Así como los peces caen en la red maligna y las aves caen en la trampa, también los hombres se ven atrapados por una desgracia que de pronto les sobreviene.

13 También vi en este mundo un notable caso de sabiduría: 14 una ciudad pequeña, con pocos habitantes, contra la cual se dirigió un rey poderoso que la sitió y construyó a su alrededor una impresionante maquinaria de asalto. 15 En esa ciudad había un hombre, pobre pero sabio, que con su sabiduría podría haber salvado a la ciudad, ¡pero nadie se acordó de aquel hombre pobre!

16 Yo digo que «más vale maña que fuerza», aun cuando se menosprecie la sabiduría del pobre y no se preste atención a sus palabras.

17 Más se atiende a las palabras tranquilas de los sabios
    que a los gritos del jefe de los necios.
18 Vale más la sabiduría
    que las armas de guerra.
Un solo error
    acaba con muchos bienes.