Los mil años

20 Vi además a un ángel que bajaba del cielo con la llave del abismo y una gran cadena en la mano. Sujetó al dragón, a aquella serpiente antigua que es el Diablo y Satanás, y lo encadenó por mil años. Lo arrojó al abismo, lo encerró y tapó la salida para que no engañara más a las naciones, hasta que se cumplieran los mil años. Después habrá de ser soltado por corto tiempo.

Entonces vi tronos donde se sentaron los que recibieron autoridad para juzgar. Vi también las almas de los que habían sido decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios. No habían adorado a la bestia ni a su imagen; tampoco se habían dejado poner su marca en la frente ni en la mano. Volvieron a vivir y reinaron con Cristo mil años. Esta es la primera resurrección; los demás muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron los mil años. Dichosos y santos los que tienen parte en la primera resurrección. La segunda muerte no tiene poder sobre ellos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo y reinarán con él mil años.

Juicio final de Satanás

Cuando se cumplan los mil años, Satanás será liberado de su prisión y saldrá para engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra —a Gog y a Magog—, a fin de reunirlas para la batalla. Su número será como el de las arenas del mar. Marcharán a lo largo y a lo ancho de la tierra y rodearán el campamento del pueblo de Dios, la ciudad amada. Pero caerá fuego del cielo y los consumirá por completo. 10 El diablo, que los había engañado, será arrojado al lago de fuego y azufre, donde están también la bestia y el falso profeta. Allí serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.

Juicio de los muertos

11 Luego vi un gran trono blanco y a alguien que estaba sentado en él. De su presencia huyeron la tierra y el cielo, sin dejar rastro alguno. 12 Vi también a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono. Se abrieron unos libros y luego otro que es el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados según lo que habían hecho, conforme a lo que estaba escrito en los libros. 13 El mar devolvió sus muertos, la muerte y sus dominios[a] devolvieron los suyos; entonces cada uno fue juzgado según lo que había hecho. 14 La muerte y sus dominios fueron arrojados al lago de fuego. Este lago de fuego es la muerte segunda. 15 Aquel cuyo nombre no estaba escrito en el libro de la vida era arrojado al lago de fuego.

La nueva Jerusalén

21 Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, lo mismo que el mar. Vi además la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, procedente de Dios, preparada como una novia hermosamente vestida para su prometido. Oí una potente voz que provenía del trono y decía: «¡Aquí, entre los seres humanos, está el santuario de Dios! Él habitará en medio de ellos y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte ni llanto, tampoco lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir».

El que estaba sentado en el trono dijo: «¡Yo hago nuevas todas las cosas!». Y añadió: «Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza».

También me dijo: «Ya todo está hecho. Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tenga sed le daré a beber gratuitamente de la fuente del agua de la vida. El que salga vencedor heredará todo esto y yo seré su Dios y él será mi hijo. Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican artes mágicas, los idólatras y todos los mentirosos recibirán como herencia el lago de fuego y azufre. Esta es la segunda muerte».

Se acercó uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas con las últimas siete plagas. Me dijo: «Ven, que te voy a presentar a la novia, la esposa del Cordero». 10 Me llevó en el Espíritu a una montaña grande y elevada, y me mostró la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, procedente de Dios. 11 Resplandecía con la gloria de Dios y su brillo era como el de una piedra preciosa, semejante a una piedra de jaspe transparente. 12 Tenía una muralla grande y alta, y doce puertas custodiadas por doce ángeles en las que estaban escritos los nombres de las doce tribus de Israel. 13 Tres puertas daban al este, tres al norte, tres al sur y tres al oeste. 14 La muralla de la ciudad tenía doce cimientos en los que estaban los nombres de los doce apóstoles del Cordero.

15 El ángel que hablaba conmigo llevaba una vara de oro para medir la ciudad, sus puertas y su muralla. 16 La ciudad era cuadrada; medía lo mismo de largo que de ancho. El ángel midió la ciudad con la vara y midió doce mil estadios:[b] su longitud, su anchura y su altura eran iguales. 17 Midió también la muralla que tenía ciento cuarenta y cuatro codos,[c] según las medidas humanas que el ángel empleaba. 18 La muralla estaba hecha de jaspe y la ciudad era de oro puro, semejante a cristal pulido. 19 Los cimientos de la muralla de la ciudad estaban decorados con toda clase de piedras preciosas: el primero con jaspe, el segundo con zafiro, el tercero con ágata, el cuarto con esmeralda, 20 el quinto con ónice, el sexto con rubí, el séptimo con crisólito, el octavo con berilo, el noveno con topacio, el décimo con crisoprasa, el undécimo con jacinto y el duodécimo con amatista.[d] 21 Las doce puertas eran doce perlas y cada puerta estaba hecha de una sola perla. La calle[e] principal de la ciudad era de oro puro, como cristal transparente.

22 No vi ningún templo en la ciudad, porque el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero son su templo. 23 La ciudad no necesita ni sol ni luna que la alumbren, porque la gloria de Dios la ilumina y el Cordero es su lumbrera. 24 Las naciones caminarán a la luz de la ciudad, y los reyes de la tierra le entregarán sus espléndidas riquezas.[f] 25 Sus puertas estarán abiertas todo el día, pues allí no habrá noche. 26 Y llevarán a ella todas las riquezas[g] y el honor de las naciones. 27 Nunca entrará en ella nada impuro, ni los idólatras ni los farsantes, sino solo aquellos que tienen su nombre escrito en el libro de la vida, el libro del Cordero.

El río de vida

22 Luego el ángel me mostró un río de agua de vida, claro como el cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero y corría por el centro de la calle[h] principal de la ciudad. A cada lado del río estaba el árbol de la vida, que produce doce cosechas al año, una por mes; y las hojas del árbol son para la salud de las naciones. Ya no habrá maldición. El trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad. Sus siervos lo adorarán; lo verán cara a cara y llevarán su nombre en la frente. Ya no habrá noche; no necesitarán luz de lámpara ni de sol, porque el Señor Dios los alumbrará. Y reinarán por los siglos de los siglos.

El ángel me dijo: «Estas palabras son verdaderas y dignas de confianza. El Señor, el Dios que inspira a los profetas,[i] ha enviado a su ángel para mostrar a sus siervos lo que tiene que suceder sin demora».

Cristo viene pronto

«¡Miren que vengo pronto! Dichoso el que cumple las palabras del mensaje profético de este libro».

Yo, Juan, soy el que vio y oyó todas estas cosas. Y cuando lo vi y oí, me postré para adorar al ángel que me había estado mostrando todo esto. Pero él me dijo: «¡No, cuidado! Soy un siervo como tú, como tus hermanos los profetas y como todos los que cumplen las palabras de este libro. ¡Adora solo a Dios!».

10 También me dijo: «No guardes en secreto las palabras del mensaje profético de este libro, porque el tiempo de su cumplimiento está cerca. 11 Que el malo siga haciendo el mal y que el vil siga envileciéndose; deja que el justo siga practicando la justicia y que el santo siga santificándose».

12 «¡Miren que vengo pronto! Traigo conmigo mi recompensa y le pagaré a cada uno según lo que haya hecho. 13 Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin.

14 »Dichosos los que lavan sus ropas para tener derecho al árbol de la vida y para poder entrar por las puertas de la ciudad. 15 Pero afuera se quedarán los perros, los que practican las artes mágicas, los que cometen inmoralidades sexuales, los asesinos, los idólatras y todos los que aman y practican la mentira.

16 »Yo, Jesús, he enviado a mi ángel para darles testimonio de estas cosas que conciernen a las iglesias. Yo soy la raíz y la descendencia de David, la brillante estrella de la mañana».

17 El Espíritu y la novia dicen: «¡Ven!»; y el que escuche diga: «¡Ven!». El que tenga sed, venga; y el que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida.

18 A todo el que escuche las palabras del mensaje profético de este libro le advierto esto: Si alguno le añade algo, Dios le añadirá a él las plagas descritas en este libro. 19 Y si alguno quita palabras de este libro de profecía, Dios le quitará su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa, descritos en este libro.

20 El que da testimonio de estas cosas dice: «Sí, vengo pronto».

Amén. ¡Ven, Señor Jesús!

21 Que la gracia del Señor Jesús sea con todos. Amén.

Notas al pie

  1. 20:13 sus dominios. Lit. el Hades.
  2. 21:16 Es decir, aprox. 2,200 km.
  3. 21:17 Es decir, aprox. 65 m.
  4. 21:20 No se sabe con certeza la identificación precisa de algunas de estas piedras.
  5. 21:21 calle. Alt. plaza.
  6. 21:24 entregarán … riquezas. Lit. llevarán su gloria.
  7. 21:26 todas las riquezas. Lit. la gloria.
  8. 22:2 calle. Alt. plaza.
  9. 22:6 el Dios … profetas. Lit. el Dios de los espíritus de los profetas.

Satanás atado durante el milenio

20 Y vi a un ángel que descendía del cielo(A), con[a] la llave del abismo(B) y una gran cadena en su mano. Prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el Diablo(C) y Satanás, y lo ató por mil años(D); y lo arrojó al abismo(E), y lo cerró y lo selló sobre él(F), para que no engañara más a las naciones(G), hasta que se cumplieran los mil años; después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.

También vi tronos(H), y se sentaron sobre ellos(I), y se les concedió autoridad para juzgar(J). Y vi las almas de los que habían sido decapitados(K) por causa del testimonio de Jesús(L) y de la palabra de Dios, y a los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen(M), ni habían recibido la marca sobre su frente ni sobre su mano(N); y volvieron a la vida[b](O) y reinaron con Cristo por mil años(P). Los demás muertos no volvieron a la vida hasta que se cumplieron los mil años. Esta es la primera resurrección(Q). Bienaventurado y santo es el que tiene parte en la primera resurrección(R); la muerte segunda no tiene poder sobre estos(S) sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo(T), y reinarán con Él por mil años(U).

La derrota de Satanás

Cuando los mil años se cumplan, Satanás será soltado de su prisión(V), y saldrá a engañar a las naciones(W) que están en los cuatro extremos[c] de la tierra(X), a Gog y a Magog(Y), a fin de reunirlas para la batalla(Z); el número de ellas es como la arena del mar(AA). Y subieron sobre la anchura de la tierra(AB), rodearon el campamento de los santos(AC) y la ciudad amada(AD). Pero descendió fuego del cielo(AE) y los devoró. 10 Y el diablo(AF) que los engañaba(AG) fue arrojado al lago de fuego y azufre(AH), donde también están la bestia(AI) y el falso profeta(AJ); y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos(AK).

El juicio ante el trono blanco

11 Y vi un gran trono(AL) blanco y al que estaba sentado en él, de cuya presencia[d] huyeron la tierra y el cielo(AM), y no se halló lugar para ellos(AN). 12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños(AO), de pie delante del trono, y los libros[e] fueron abiertos(AP); y otro libro[f] fue abierto, que es el libro de la vida(AQ), y los muertos fueron juzgados por lo que estaba escrito en los libros[g](AR), según sus obras(AS). 13 Y el mar entregó los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Hades[h](AT) entregaron a los muertos que estaban en ellos(AU); y fueron juzgados, cada uno según sus obras(AV). 14 Y la Muerte y el Hades(AW) fueron arrojados al lago de fuego(AX). Esta es la muerte segunda(AY): el lago de fuego. 15 Y el que no se encontraba inscrito en el libro de la vida(AZ) fue arrojado al lago de fuego.

Un cielo nuevo y una tierra nueva

21 Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva(BA), porque el primer cielo y la primera tierra pasaron(BB), y el mar ya no existe. Y vi la ciudad santa(BC), la nueva Jerusalén(BD), que descendía del cielo(BE), de Dios, preparada como una novia ataviada para su esposo(BF). Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: He aquí, el tabernáculo de Dios(BG) está entre los hombres, y Él habitará entre ellos(BH) y ellos serán su pueblo[i], y Dios mismo estará entre ellos[j]. Él enjugará toda lágrima de sus ojos(BI), y ya no habrá muerte(BJ), ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor(BK), porque las primeras cosas han pasado(BL). Y el que está sentado en el trono(BM) dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas(BN). Y añadió*: Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas(BO). También me dijo: Hecho está[k](BP). Yo soy el Alfa y la Omega(BQ), el principio y el fin. Al que tiene sed, yo le daré(BR) gratuitamente de la fuente del agua de la vida(BS). El vencedor[l] heredará estas cosas(BT), y yo seré su Dios(BU) y él será mi hijo. Pero los cobardes, incrédulos[m], abominables, asesinos, inmorales, hechiceros, idólatras y todos los mentirosos(BV) tendrán su herencia[n] en el lago que arde con fuego y azufre(BW), que es la muerte segunda(BX).

La nueva Jerusalén

Y vino uno de los siete ángeles(BY) que tenían las siete copas[o](BZ) llenas de las últimas siete plagas(CA), y habló conmigo, diciendo: Ven(CB), te mostraré la novia(CC), la esposa del Cordero. 10 Y me llevó(CD) en el Espíritu[p] a un monte grande y alto(CE), y me mostró la ciudad santa(CF), Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, 11 y tenía la gloria de Dios(CG). Su fulgor[q] era semejante al de una piedra muy preciosa, como una piedra(CH) de jaspe cristalino(CI). 12 Tenía[r] un muro grande y alto con[s] doce(CJ) puertas(CK), y en las puertas doce ángeles; y en ellas había nombres escritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel. 13 Había tres puertas al este, tres puertas al norte, tres puertas al sur y tres puertas al oeste. 14 El muro de la ciudad tenía doce cimientos(CL), y en ellos estaban los doce nombres de los doce apóstoles(CM) del Cordero. 15 Y el que hablaba conmigo tenía una vara de medir de oro[t], para medir la ciudad(CN), sus puertas y su muro(CO). 16 Y la ciudad está asentada en forma de cuadro, y su longitud es igual que su anchura. Y midió la ciudad con la vara[u], doce mil estadios[v]; y su longitud, anchura y altura son iguales. 17 Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos[w], según medida humana(CP), que es también de ángel(CQ). 18 El material del muro era jaspe(CR), y la ciudad era de oro puro(CS) semejante al cristal puro(CT). 19 Los cimientos(CU) del muro de la ciudad estaban adornados con toda clase de piedras preciosas: el primer cimiento, jaspe(CV); el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda(CW); 20 el quinto, sardónice; el sexto, sardio[x](CX); el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; y el duodécimo, amatista. 21 Las doce puertas(CY) eran doce perlas(CZ); cada una de las puertas era de una sola perla; y la calle de la ciudad era de oro puro(DA), como cristal transparente(DB). 22 Y no vi en ella templo[y] alguno(DC), porque su templo[z] es el Señor, el Dios(DD) Todopoderoso, y el Cordero(DE). 23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que la iluminen(DF), porque la gloria de Dios la ilumina(DG), y el Cordero(DH) es su lumbrera. 24 Y las naciones andarán a su luz(DI), y los reyes de la tierra(DJ) traerán[aa] a ella su gloria. 25 Sus puertas(DK) nunca se cerrarán de día(DL) (pues allí no habrá noche(DM)); 26 y traerán a ella la gloria y el honor de las naciones(DN); 27 y jamás entrará en ella(DO) nada inmundo, ni el que practica abominación y mentira, sino solo aquellos cuyos nombres están[ab] escritos en el libro de la vida del Cordero(DP).

El río de la vida y el árbol de la vida

22 Y me mostró(DQ) un río(DR) de agua de vida(DS), resplandeciente como cristal(DT), que salía del trono de Dios y del Cordero, en medio de la calle de la ciudad[ac](DU). Y a cada lado[ad](DV) del río estaba el árbol de la vida(DW), que produce doce clases de[ae] fruto, dando su fruto cada mes; y las hojas del árbol(DX) eran para sanidad de las naciones. Y ya no habrá más maldición(DY); y el trono de Dios y del Cordero(DZ) estará allí[af], y sus siervos le servirán(EA). Ellos verán su rostro(EB), y su nombre(EC) estará en sus frentes(ED). Y ya no habrá más noche(EE), y no tendrán[ag] necesidad de luz de lámpara(EF) ni de luz del sol, porque el Señor Dios los iluminará, y reinarán por los siglos de los siglos(EG).

La venida de Cristo

Y me dijo(EH): Estas palabras son fieles y verdaderas(EI); y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas(EJ), envió a su ángel para mostrar a sus siervos(EK) las cosas que pronto han de suceder. He aquí, yo vengo pronto(EL). Bienaventurado el que guarda(EM) las palabras de la profecía de este libro(EN).

Yo, Juan(EO), soy el que oyó y vio estas cosas. Y cuando oí y vi, me postré para adorar a los pies del ángel(EP) que me mostró estas cosas. Y me dijo*(EQ): No hagas eso[ah]; yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos los profetas(ER) y de los que guardan las palabras de este libro(ES). Adora a Dios.

10 También me dijo*: No selles(ET) las palabras de la profecía de este libro(EU), porque el tiempo está cerca(EV). 11 Que el injusto siga haciendo injusticias(EW), que el impuro[ai] siga siendo impuro[aj], que el justo siga practicando la justicia, y que el que es santo siga guardándose santo. 12 He aquí, yo vengo pronto(EX), y mi recompensa está conmigo(EY) para recompensar[ak] a cada uno según sea su obra(EZ). 13 Yo soy el Alfa y la Omega(FA), el primero y el último(FB), el principio y el fin(FC). 14 Bienaventurados los que lavan sus vestiduras(FD) para tener derecho al árbol de la vida(FE) y para entrar(FF) por las puertas a la ciudad(FG). 15 Afuera(FH) están los perros(FI), los hechiceros, los inmorales[al], los asesinos, los idólatras y todo el que ama y practica la mentira.

Testimonio final

16 Yo, Jesús(FJ), he enviado a mi ángel(FK) a fin de daros testimonio de estas cosas para[am] las iglesias(FL). Yo soy la raíz(FM) y la descendencia de David(FN), el lucero resplandeciente de la mañana(FO).

Invitación final

17 Y el Espíritu(FP) y la esposa(FQ) dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed(FR), venga; y el que desea, que tome gratuitamente del agua de la vida(FS).

Advertencia final

18 Yo testifico a todos los que oyen las palabras de la profecía de este libro(FT): Si alguno añade(FU) a ellas, Dios traerá[an] sobre él las plagas(FV) que están escritas en este libro(FW); 19 y si alguno quita(FX) de las palabras del libro(FY) de esta profecía, Dios quitará su parte del árbol de la vida(FZ) y de la ciudad santa descritos[ao] en este libro(GA).

Oración final

20 Él que testifica de estas cosas(GB) dice: Sí, vengo pronto(GC). Amén. Ven, Señor Jesús(GD).

21 La gracia del Señor Jesús sea con todos[ap](GE). Amén.

Notas al pie

  1. Apocalipsis 20:1 Lit., teniendo
  2. Apocalipsis 20:4 O, vivieron
  3. Apocalipsis 20:8 I.e., puntos cardinales
  4. Apocalipsis 20:11 Lit., cuyo rostro
  5. Apocalipsis 20:12 O, rollos
  6. Apocalipsis 20:12 O, rollo
  7. Apocalipsis 20:12 O, rollos
  8. Apocalipsis 20:13 I.e., la región de los muertos
  9. Apocalipsis 21:3 Algunos mss. antiguos dicen: sus pueblos
  10. Apocalipsis 21:3 Algunos mss. antiguos agregan: y será su Dios
  11. Apocalipsis 21:6 Lit., Están hechas
  12. Apocalipsis 21:7 O, El que venza
  13. Apocalipsis 21:8 O, indignos de confianza
  14. Apocalipsis 21:8 Lit., parte
  15. Apocalipsis 21:9 O, los siete tazones
  16. Apocalipsis 21:10 O, en espíritu
  17. Apocalipsis 21:11 Lit., luminaria
  18. Apocalipsis 21:12 Lit., Teniendo
  19. Apocalipsis 21:12 Lit., Teniendo
  20. Apocalipsis 21:15 Lit., una medida, una caña de oro
  21. Apocalipsis 21:16 Lit., caña
  22. Apocalipsis 21:16 Un estadio equivale aprox. a 180 metros
  23. Apocalipsis 21:17 Un codo equivale aprox. a 45 cm.
  24. Apocalipsis 21:20 O, cornalina
  25. Apocalipsis 21:22 O, santuario
  26. Apocalipsis 21:22 O, santuario
  27. Apocalipsis 21:24 Lit., traen
  28. Apocalipsis 21:27 Lit., los que están
  29. Apocalipsis 22:2 Lit., de su calle
  30. Apocalipsis 22:2 O, del Cordero. En medio de su calle, y en ambos lados
  31. Apocalipsis 22:2 O, cosechas de
  32. Apocalipsis 22:3 Lit., en ella
  33. Apocalipsis 22:5 Lit., no tienen
  34. Apocalipsis 22:9 Lit., No, cuidado
  35. Apocalipsis 22:11 O, sucio
  36. Apocalipsis 22:11 O, sucio
  37. Apocalipsis 22:12 O, dar
  38. Apocalipsis 22:15 O, fornicarios
  39. Apocalipsis 22:16 O, concerniente a
  40. Apocalipsis 22:18 Lit., añadirá
  41. Apocalipsis 22:19 Lit., que están escritos
  42. Apocalipsis 22:21 Algunos mss. antiguos dicen: los santos

Los mil años

20 Vi entonces que un ángel descendía del cielo. Llevaba en su mano la llave del abismo y una gran cadena. Apresó al dragón, que es la serpiente antigua,(A) y que es también el Diablo y Satanás, y lo ató durante mil años; luego lo arrojó al abismo y lo encerró, y selló la puerta, para que no volviera a engañar a las naciones hasta el cabo de los mil años. Después de esto es necesario que se le suelte por un poco de tiempo.

Vi entonces unos tronos, y sobre ellos estaban sentados los que recibieron la autoridad para juzgar.(B) También vi las almas de los que fueron decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios. Ellos son los que nunca adoraron a la bestia ni a su imagen, ni aceptaron jamás llevar su marca en la frente ni en las manos; y éstos volvieron a vivir y reinaron con Cristo durante mil años. Ésta es la primera resurrección. Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron los mil años. Bienaventurados y santos son los que tienen parte en la primera resurrección, pues la segunda muerte no tiene poder sobre ellos; al contrario, serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él durante mil años.

Al cabo de los mil años, Satanás fue puesto en libertad de su prisión, y salió a engañar a las naciones que están en los cuatro extremos de la tierra, y a Gog y a Magog,(C) a fin de reunirlos para la batalla. ¡Su número era incontable, como la arena del mar! Y subieron por todo lo ancho de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada. Pero del cielo cayó fuego y los consumió. 10 El diablo, que los había engañado, fue lanzado al lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta. Y allí serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.

El juicio ante el gran trono blanco

11 Vi también un gran trono blanco, y al que estaba sentado en él. De su presencia huyeron la tierra y el cielo, y no se volvió a hallar su lugar. 12 Vi entonces de pie, ante Dios, a los muertos, grandes y pequeños. Unos libros fueron abiertos, y después otro más, que es el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados conforme a sus obras y conforme a lo que estaba anotado en los libros.(D) 13 El mar entregó los muertos que yacían en él; también la muerte y el Hades entregaron los muertos que yacían con ellos, y cada uno fue juzgado conforme a sus obras. 14 Luego la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Ésta es la muerte segunda. 15 Todos los que no tenían su nombre registrado en el libro de la vida fueron lanzados al lago de fuego.

Cielo nuevo y tierra nueva

21 Vi entonces un cielo nuevo y una tierra nueva,(E) porque el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, y el mar tampoco existía ya. Vi también que la ciudad santa,(F) la nueva Jerusalén, descendía del cielo, de Dios,(G) ataviada como una novia que se adorna para su esposo.(H) Entonces oí que desde el trono salía una potente voz, la cual decía: «Aquí está el tabernáculo de Dios con los hombres. Él vivirá con ellos, y ellos serán su pueblo,(I) y Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Dios enjugará las lágrimas de los ojos de ellos, y ya no habrá muerte,(J) ni más llanto, ni lamento ni dolor;(K) porque las primeras cosas habrán dejado de existir.

El que estaba sentado en el trono dijo: «Mira, yo hago nuevas todas las cosas.» Y me dijo: «Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas.» También me dijo: «Ya está hecho. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tenga sed, yo le daré a beber gratuitamente(L) de la fuente del agua de la vida. El que salga vencedor heredará todas las cosas, y yo seré su Dios y él será mi hijo.(M) Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los homicidas, los que incurren en inmoralidad sexual, los hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

La nueva Jerusalén

Entonces se me acercó uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas finales, y me dijo: «Ven acá, voy a mostrarte a la novia, la esposa del Cordero.» 10 Y en el Espíritu me llevó a un monte de gran altura, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén,(N) la cual descendía del cielo, de Dios. 11 Tenía la gloria de Dios y brillaba como una piedra preciosa, semejante a una piedra de jaspe, transparente como el cristal. 12 Tenía una muralla grande y elevada, y doce puertas; en cada puerta había un ángel, e inscripciones que correspondían a los nombres de las doce tribus de Israel. 13 Tres puertas daban al oriente, tres puertas al norte, tres puertas al sur, y tres puertas al occidente.(O) 14 La muralla de la ciudad tenía doce cimientos, y en ellos estaban los nombres de los doce apóstoles del Cordero.

15 El que hablaba conmigo tenía una caña de oro para medir la ciudad, sus puertas y su muralla.(P) 16 La ciudad era cuadrada, pues medía lo mismo de ancho que de largo. Él midió la ciudad con la caña, y de largo y de ancho medía dos mil doscientos kilómetros.[a] 17 También midió la muralla, y medía sesenta y cinco metros, según las medidas empleadas por la gente y que el ángel estaba usando. 18 La muralla estaba hecha de jaspe, pero la ciudad era de oro puro, diáfana como el cristal. 19 Los cimientos de la muralla de la ciudad estaban adornados con toda clase de piedras preciosas. El primer cimiento era de jaspe; el segundo, de zafiro; el tercero, de ágata; el cuarto, de esmeralda; 20 el quinto, de ónice; el sexto, de cornalina; el séptimo, de crisólito; el octavo, de berilo; el noveno, de topacio; el décimo, de crisoprasa; el undécimo, de jacinto, y el duodécimo, de amatista. 21 Las doce puertas eran doce perlas,(Q) es decir, que cada una de las puertas era una perla, y la calle de la ciudad era de oro puro y transparente como el vidrio.

22 No vi en ella ningún templo, porque su templo son el Señor y Dios Todopoderoso, y el Cordero. 23 La ciudad no tiene necesidad de que el sol y la luna brillen en ella, porque la ilumina la gloria de Dios(R) y el Cordero es su lumbrera. 24 Las naciones caminarán a la luz de ella, y los reyes de la tierra traerán a ella sus riquezas y su honra. 25 Sus puertas jamás serán cerradas de día, y en ella no habrá noche. 26 A ella serán llevadas las riquezas y la honra de las naciones,(S) 27 y no entrará en ella nada que sea impuro,(T) o detestable, o falso, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.

22 Después me mostró un río límpido, de agua de vida.(U) Era resplandeciente como el cristal, y salía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la calle de la ciudad, y a cada lado del río, estaba el árbol de la vida,(V) el cual produce doce frutos y da su fruto cada mes; las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. Allí no habrá maldición.(W) El trono de Dios y del Cordero estará en medio de ella, y sus siervos lo adorarán y verán su rostro, y llevarán su nombre en la frente. Allí no volverá a haber noche; no hará falta la luz de ninguna lámpara ni la luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará.(X) Y reinarán por los siglos de los siglos.(Y)

La inminente venida de Cristo

Y me dijo: «Estas palabras son fieles y verdaderas. El Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ya ha enviado a su ángel para que les muestre a sus siervos lo que pronto tiene que suceder.»

«¡Vengo pronto! ¡Dichoso el que obedece las palabras proféticas de este libro!»

Yo, Juan, soy quien vio y oyó estas cosas. Después de verlas y oírlas, me postré a los pies del ángel que me mostraba estas cosas, para adorarlo, pero él me dijo: «¡No lo hagas! Yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos los profetas, y de los que obedecen las palabras de este libro. ¡Tú, adora a Dios!»

10 Y me dijo también: «No selles las palabras proféticas de este libro, porque el tiempo está cerca. 11 Deja que quien sea injusto, siga siendo injusto; que quien sea impuro, siga siendo impuro; que quien sea justo, siga practicando la justicia; y que quien sea santo, siga santificándose.»(Z)

12 «¡Miren! ¡Ya pronto vengo! Y traigo conmigo mi galardón,(AA) para recompensar a cada uno conforme a sus acciones.(AB) 13 Yo soy el Alfa y la Omega,(AC) el principio y el fin, el primero y el último.»(AD)

14 Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida(AE) y para entrar por las puertas en la ciudad. 15 Pero afuera se quedarán los pervertidos, los hechiceros, los que han caído en la inmoralidad sexual, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y practica la mentira.

16 «Yo, Jesús, he enviado a mi ángel para que les dé a ustedes testimonio acerca de estas cosas, que tratan de las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David,(AF) la estrella resplandeciente de la mañana.»

17 Y el Espíritu y la Esposa dicen: «¡Ven!» Y el que oiga, que diga: «¡Ven!» Y el que tenga sed, que venga; y el que quiera, que tome gratuitamente del agua de la vida.(AG)

18 Yo le advierto a todo aquel que oiga las palabras proféticas de este libro, que a quien añada algo a estas cosas, Dios le añadirá las plagas que están descritas en este libro. 19 Y a quien quite algo de las palabras de este libro profético,(AH) Dios le quitará su parte del árbol de la vida, y de la santa ciudad y de lo que está descrito en este libro.

20 El que da testimonio de estas cosas dice: «Ciertamente, vengo pronto.» Amén. ¡Ven, Señor Jesús! 21 Que la gracia del Señor Jesucristo sea con todos. Amén.

Notas al pie

  1. Apocalipsis 21:16 Lit. doce mil estadios.