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Señor, defiéndeme

Al director. Canción de David.

Dios de mi alabanza,
    no guardes silencio ante mis oraciones.
La gente mala dice mentiras de mí
    y me calumnia.
Me atacan sin razón
    y dicen chismes de mí.
En pago de mi amor, me calumnian;
    pero yo oro.
El bien que les hice me lo pagan con mal;
    me dieron odio a cambio de mi amor.

Dijeron lo siguiente:
«Que pongan su caso a cargo de un defensor perverso;
    que el que está a su lado sea un acusador.
Que se use en su contra la oración que dijo;
    que lo encuentren culpable.
Que muera pronto
    y que otro tome su cargo.
Que sus hijos queden huérfanos
    y su esposa viuda.
10 Que sus hijos queden sin hogar
    y rebusquen entre las ruinas de su casa.
11 Que se presenten sus acreedores y le quiten todas sus pertenencias;
    que gente extraña le quite todo lo que ganó en su vida.
12 Que nadie tenga compasión de él
    ni se compadezca de sus hijos huérfanos.
13 Que se destruya a su descendencia,
    que su apellido se acabe en una sola generación.
14 Que el SEÑOR recuerde los pecados que cometió su papá,
    y nunca borre el pecado de su mamá.
15 Que el SEÑOR recuerde siempre esos pecados;
    que él y su familia queden para siempre en el olvido.

16 »Porque nunca hizo nada bueno;
    persiguió a muerte a los pobres,
    a los afligidos y a los necesitados.
17 Como se complacía en maldecir a otros,
    que la maldición caiga sobre él;
y como no le deseaba bendición a otros,
    que la bendición esté fuera de su alcance.
18 Que la maldición lo cubra como cuando se pone un vestido;
    que se le pegue como el aceite que se pone en el pelo;
19 que lo cubra como un manto,
    que lo oprima continuamente como un cinturón».

20 Que así les pague el SEÑOR a los que me acusan,
    a los que hablan mal de mí.
21 Pero a mí, Señor DIOS,
    trátame lo mejor posible por causa de tu prestigio;
    rescátame por tu fiel amor.
22 Yo soy pobre y necesitado,
    tengo el corazón herido.
23 Me desvanezco como una sombra que desaparece;
    me siento como un insecto que la gente espanta.
24 Me tiemblan las rodillas por el ayuno;
    cada día estoy más flaco y me siento débil.
25 La gente se burla de mí;
    me ven y menean la cabeza.

26 ¡SEÑOR, ayúdame!
    Sálvame conforme a tu fiel amor.
27 Así, esa gente sabrá que esto es obra tuya;
    que fuiste tú, SEÑOR, quien me salvó.
28 Que ellos maldigan, pero tú bendigas;
    que se levanten, pero caigan en vergüenza,
    y yo, tu siervo, me alegraré.
29 Que mis enemigos queden avergonzados;
    que los cubra un manto de vergüenza.

30 Agradeceré al SEÑOR
    y lo alabaré delante de todos.
31 Lo alabaré porque él está siempre de lado del pobre
    y lo salva de quienes lo condenan.