Add parallel Print Page Options

La corrupción general

¡Ay de mí! ¡He venido a ser como los últimos frutos del verano, como el rebusco después de la vendimia! Ya no queda racimo que comer; mi alma desea los primeros higos. El piadoso ha desaparecido de la tierra; no hay ni uno que sea recto entre los hombres. Cada cual acecha la vida; cada cual caza a su prójimo con una red. Han adiestrado sus manos para hacer el mal[a]: El gobernante exige, el juez juzga por soborno y el poderoso habla según el antojo de su alma; y así lo retuercen. El mejor de ellos es como la espina; el más correcto de ellos es como zarzal. ¡Ay[b] de tus centinelas, pues tu castigo ha venido! ¡Ahora será su confusión! No crean en el amigo; no esperen en el compañero. Cuídate de la que duerme en tu seno; guarda también tu boca. Porque el hijo trata con desdén a su padre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contra su suegra, y los enemigos del hombre son los de su propia casa.

Pero yo miraré al SEÑOR; esperaré en el Dios de mi salvación. ¡Mi Dios me escuchará!

Israel volverá a su tierra

Tú, oh enemiga mía, no te alegres contra mí; pues aunque caí me levantaré. Aunque yo habite en tinieblas el SEÑOR será mi luz. Porque pequé contra el SEÑOR soportaré su ira, hasta que él juzgue mi causa y me haga justicia. Él me sacará a la luz y yo veré su justicia.

10 Mi enemiga lo verá, y la que me decía: “¿Dónde está tu Dios?” se cubrirá de vergüenza. Y mis ojos la verán. ¡Ahora será pisoteada como el lodo de la calle!

11 Viene el día en que se edificarán tus muros. En aquel día se ampliarán tus límites; 12 en aquel día vendrán a ti desde Asiria y las ciudades de Egipto y desde Egipto hasta el Río, de mar a mar y de montaña a montaña. 13 Y la tierra llegará a ser una desolación por causa de sus moradores, como fruto de sus obras.

14 Apacienta a tu pueblo con tu cayado, al rebaño de tu posesión que habita solitario en medio del bosque del Carmelo. Apacentarán sus rebaños en Basán y en Galaad como en los tiempos antiguos. 15 “Yo les mostraré maravillas como en el día en que saliste de la tierra de Egipto”. 16 Las naciones lo verán y quedarán confundidas a causa de todo el poder de ellos. Se pondrán la mano sobre la boca y sus oídos se ensordecerán. 17 Lamerán el polvo como la culebra, como los reptiles de la tierra. Saldrán temblando desde sus encierros; tendrán pánico del SEÑOR nuestro Dios y tendrán miedo de ti.

Alabanza al Dios de misericordia

18 ¿Qué Dios hay como tú que perdona la maldad y olvida el pecado del remanente de su heredad? No ha guardado para siempre su enojo porque él se complace en la misericordia. 19 Volverá a compadecerse de nosotros. Pisoteará nuestras iniquidades y echará nuestros pecados en las profundidades del mar. 20 Concederás la verdad a Jacob y a Abraham la lealtad que juraste a nuestros padres desde tiempos antiguos.

Footnotes

  1. Miqueas 7:3 Según LXX; otra trad., la hacen abominable.
  2. Miqueas 7:4 Según LXX; heb., día.