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Instrucciones sobre los holocaustos

(1) El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

(2) «Dales a Aarón y a sus hijos las siguientes instrucciones en cuanto a los holocaustos: El animal sacrificado deberá dejarse sobre las brasas del altar durante toda la noche, para que el fuego lo queme. 10 (3) El sacerdote se cubrirá el cuerpo poniéndose ropa y calzoncillos de lino; luego recogerá las cenizas del animal que fue quemado sobre el altar, y las pondrá a un lado del altar. 11 (4) Después se cambiará de ropa y se llevará las cenizas a un lugar limpio fuera del campamento.

12 (5) »El fuego que arde en el altar no debe apagarse nunca. El sacerdote deberá echarle leña todas las mañanas y acomodar sobre el fuego el animal que se va a quemar, además de quemar también en el altar la grasa de los sacrificios de reconciliación. 13 (6) El fuego del altar debe estar encendido siempre. No debe apagarse nunca.

Instrucciones sobre las ofrendas de cereales

14 (7) »Las siguientes instrucciones se refieren a las ofrendas de cereales: Los sacerdotes deben ofrecerlas ante el altar, delante del Señor. 15 (8) Uno de ellos tomará un puñado de la harina ofrendada y de su aceite, junto con todo el incienso que va con la ofrenda, y los hará arder en el altar como ofrenda quemada de recordación, de aroma agradable al Señor. 16 (9) Y la parte restante de la ofrenda se la comerán Aarón y sus hijos, sin levadura y en un lugar consagrado, en el patio de la tienda del encuentro. 17 (10) No deben cocerla con levadura. Se la he dado a ellos como la parte que les corresponde de mis ofrendas quemadas, y es una cosa santísima, como lo son los sacrificios por el pecado y por la culpa. 18 (11) Para siempre en el futuro, todos los varones descendientes de Aarón podrán comer la parte que les corresponde de las ofrendas quemadas al Señor. Cualquier cosa que toque estas ofrendas quedará consagrada.»

La ofrenda de los sacerdotes

19 (12) El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

20 (13) «Ésta es la ofrenda que Aarón y sus descendientes deben presentar al Señor cuando sean consagrados como sacerdotes: dos kilos de la mejor harina como ofrenda de cereales, presentando la mitad por la mañana y la otra mitad al atardecer, sin faltar un solo día. 21 (14) Deben preparar la ofrenda en una sartén, bien mezclada con aceite, y luego presentarla partida en pedazos como ofrenda de aroma agradable al Señor. 22 (15) Así debe prepararla el sacerdote principal descendiente de Aarón que sea consagrado en su lugar; le corresponde siempre al Señor, y deberá ser quemada completamente. 23 (16) Todas las ofrendas de los sacerdotes habrán de ser quemadas completamente; nadie deberá comerlas.»

Instrucciones sobre los sacrificios por el pecado

24 (17) El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

25 (18) «Dales a Aarón y a sus hijos las siguientes instrucciones en cuanto a los sacrificios por el pecado: El animal que se ofrezca por el pecado deberá ser degollado ante el Señor, en el lugar donde se matan los animales que se van a quemar, pues es una cosa santísima. 26 (19) El sacerdote que ofrezca el sacrificio por el pecado, podrá comer de él, pero deberá comerlo en un lugar santo, en el patio de la tienda del encuentro. 27 (20) Cualquier cosa que toque la carne del animal quedará consagrada, y si la ropa queda salpicada de sangre, deberá ser lavada en un lugar santo. 28 (21) La olla de barro en que se hirvió la carne de la ofrenda, deberá romperse; pero si se hirvió en un recipiente de bronce, bastará con fregarlo y enjuagarlo.

29 (22) »Este sacrificio es una cosa santísima. Sólo podrán comer de él los sacerdotes. 30 (23) Pero no se podrá comer ningún animal ofrecido por el pecado cuya sangre haya sido llevada a la tienda del encuentro, para perdón de pecados en el santuario. Ese sacrificio deberá ser quemado en el fuego.

Instrucciones sobre los sacrificios por la culpa

»Los sacrificios por la culpa son una cosa santísima. Éstas son las instrucciones en cuanto a ellos: El animal ofrecido por la culpa deberá ser degollado en el lugar donde se matan los animales que se ofrecen para ser quemados, y con su sangre se deberá rociar los costados del altar. Se deberá ofrecer toda la grasa del animal: la que hay en la cola y la que cubre las vísceras, los dos riñones, la grasa que los cubre y la que está sobre los lomos, así como la parte grasosa que está sobre el hígado, la cual se deberá quitar junto con los riñones. Luego el sacerdote quemará esto sobre el altar, como ofrenda quemada en honor del Señor. Es un sacrificio por la culpa, y todos los sacerdotes podrán comer de él, aunque deberán hacerlo en un lugar consagrado, pues es una cosa santísima.

»El sacrificio por la culpa es como el sacrificio por el pecado, y las instrucciones son las mismas para los dos: lo ofrecido será para el sacerdote que oficie en el acto del perdón. Igualmente, el sacerdote que sacrifique al animal que alguien haya ofrecido en holocausto, podrá quedarse con la piel del animal. También todas las ofrendas de cereales horneadas, y todo lo preparado en cacerola y sartén, serán para el sacerdote que presente la ofrenda. 10 De la misma manera, todas las ofrendas de cereales, tanto las amasadas con aceite como las secas, serán para todos los descendientes de Aarón por partes iguales.

Instrucciones sobre los sacrificios de reconciliación

11 »Éstas son las instrucciones en cuanto a los sacrificios de reconciliación que se presentan al Señor: 12 Si el sacrificio es de acción de gracias, se ofrecerán también tortas sin levadura amasadas con aceite, hojuelas sin levadura rociadas de aceite, y tortas de harina de la mejor calidad amasadas con aceite; 13 y, junto con el sacrificio de acción de gracias y de reconciliación, se presentarán tortas de pan con levadura. 14 De toda ofrenda se tomará una parte y se presentará al Señor como contribución, y será para el sacerdote que rocíe la sangre del sacrificio de reconciliación.

15 »La carne del animal ofrecido en acción de gracias y reconciliación debe comerse el mismo día en que se ofrece; no se debe guardar un solo pedazo para el día siguiente. 16 En caso de que el animal se ofrezca en cumplimiento de una promesa, o de que sea una ofrenda voluntaria, deberá comerse el mismo día en que se ofrece, pero lo que quede se podrá comer al día siguiente; 17 si a los tres días todavía queda carne del animal ofrecido, habrá que quemarla toda. 18 Y si alguien come al tercer día carne del sacrificio de reconciliación, el sacrificio no será aceptado ni tomado en cuenta, y la carne será considerada despreciable. El que coma de ella cargará con ese pecado.

19 »La carne que toque cualquier cosa impura no debe ser comida, sino quemada.

»Todos los que estén puros podrán comer carne.

20 »La persona que estando impura coma carne del sacrificio de reconciliación, el cual pertenece al Señor, será eliminada de entre su pueblo.

21 »La persona que toque cualquier cosa impura, ya sea alguna impureza humana o impureza de animal, o cualquier otra cosa repugnante, y luego coma carne del sacrificio de reconciliación, el cual pertenece al Señor, será eliminada de entre su pueblo.»

Instrucciones sobre la grasa y la sangre

22 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

23 «Di a los israelitas lo siguiente: No deben comer nada de grasa de toro, de cordero o de cabra. 24 A la grasa de animales muertos o despedazados por las fieras pueden darle cualquier otro uso, pero no comerla.

25 »Cualquiera que coma grasa de animales de los que se presentan al Señor como ofrendas quemadas, será eliminado de entre su pueblo.

26 »Dondequiera que ustedes vivan, no deberán comer nada que tenga sangre de aves ni de animales. 27 La persona que coma cualquier clase de sangre será eliminada de entre su pueblo.»

La porción sacerdotal

28 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

29 «Di a los israelitas que el que presente al Señor un sacrificio de reconciliación, deberá llevarlo ante el Señor. 30 Con sus propias manos deberá llevar ante el Señor la ofrenda quemada, la grasa que cubre el pecho y el pecho mismo para celebrar ante el Señor el rito de presentación. 31 El sacerdote quemará la grasa en el altar, pero el pecho será para Aarón y sus descendientes. 32 El muslo derecho de los animales ofrecidos en reconciliación se le dará al sacerdote como contribución. 33 Ese muslo derecho le corresponderá al sacerdote que ofrezca la grasa y la sangre del sacrificio de reconciliación, 34 pues de los sacrificios de reconciliación que los israelitas me hacen he tomado el pecho como ofrenda especial, y el muslo como contribución, y se los he dado al sacerdote Aarón y a sus descendientes como la parte que siempre les corresponderá de las ofrendas de los israelitas.»

35 De las ofrendas que se queman en honor del Señor, éstas son las porciones que les corresponden a Aarón y a sus descendientes, a partir del día que el Señor los consagró como sacerdotes suyos. 36 El Señor ordenó que los israelitas se las dieran, a partir del día que los consagró, como una obligación permanente que pasaría de padres a hijos.

37 Éstas son las instrucciones en cuanto a los holocaustos, las ofrendas de cereales, los sacrificios por el pecado y por la culpa, las ofrendas de consagración y los sacrificios de reconciliación. 38 El Señor se las dio a Moisés en el monte Sinaí, cuando en el desierto de Sinaí ordenó a los israelitas que le presentaran ofrendas.

Consagración de Aarón y de sus hijos(A)

El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

«Toma a Aarón y a sus hijos, y toma además las ropas sacerdotales, el aceite de consagrar, el becerro que se sacrifica por el pecado, los dos carneros y el canastillo de los panes sin levadura, y reúne a toda la comunidad a la entrada de la tienda del encuentro.»

Moisés hizo lo que el Señor le había ordenado, y la comunidad se reunió a la entrada de la tienda del encuentro. Entonces Moisés dijo a la comunidad: «Esto es lo que el Señor ha ordenado que se haga.»

Luego hizo Moisés que Aarón y sus hijos se acercaran, y los lavó con agua. Después le puso a Aarón la túnica, le ajustó el cinturón y lo vistió con la capa; luego le puso encima el efod y se lo ajustó bien con la misma cinta del efod. Luego le puso encima el pectoral, y en el pectoral puso el Urim y el Tumim. Luego le puso el turbante en la cabeza, y sobre él, por la parte de enfrente, colocó la placa de oro que lo consagraba como sacerdote, tal como el Señor se lo había ordenado.

10 Después Moisés tomó el aceite de consagrar y lo derramó sobre el santuario y sobre todo lo que había allí dentro, y así lo consagró. 11 Con el mismo aceite roció el altar siete veces, y lo derramó sobre el altar y sobre todos sus utensilios, y también sobre la palangana y su base, para consagrarlos.

12 Luego derramó Moisés sobre la cabeza de Aarón el aceite de consagrar, para consagrarlo como sacerdote. 13 Hizo también que los hijos de Aarón se acercaran, y los vistió con las túnicas, les ajustó los cinturones y les puso los turbantes, tal como el Señor se lo había ordenado.

14 Después Moisés mandó traer el becerro que se sacrifica por el pecado, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del becerro. 15 Entonces Moisés lo degolló y, tomando sangre con sus dedos, la untó en los cuernos alrededor del altar, para purificarlo, y la sangre restante la derramó al pie del altar. Así el altar quedó consagrado para obtener allí el perdón de los pecados.

16 Después Moisés tomó toda la grasa que cubre las vísceras, la parte grasosa que está sobre el hígado y los dos riñones con su grasa, y lo quemó todo sobre el altar; 17 pero al resto del becerro, es decir, a su piel, carne y desechos, les prendió fuego fuera del campamento, tal como el Señor se lo había ordenado.

18 Moisés hizo que acercaran el carnero que se ofrece en holocausto, y Aarón y sus hijos pusieron las manos sobre la cabeza del carnero. 19 Luego Moisés lo degolló, y roció con la sangre los costados del altar, 20 cortó el carnero en pedazos, y quemó la cabeza, los pedazos y la grasa; 21 luego lavó con agua las vísceras y las piernas del carnero, y lo quemó todo en el altar como holocausto, como ofrenda de aroma agradable al Señor, tal como el Señor se lo había ordenado.

22 Luego Moisés hizo que trajeran el otro carnero, el de la ceremonia de consagración, y Aarón y sus hijos pusieron las manos sobre la cabeza del carnero. 23 Después Moisés lo degolló, tomó un poco de sangre y se la untó a Aarón en la parte inferior de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho. 24 Luego hizo que se acercaran los hijos de Aarón, y también les untó sangre en la parte inferior de su oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho; después roció con la sangre los costados del altar.

25 Luego Moisés tomó la grasa, la cola, toda la grasa que cubre las vísceras, la parte grasosa que está sobre el hígado, los dos riñones con su grasa, y el muslo derecho. 26 Del canastillo de los panes sin levadura que se pone ante el Señor, tomó Moisés una torta sin levadura, una torta amasada con aceite y una hojuela, y las puso junto con las grasas y el muslo derecho; 27 luego puso todo esto en las manos de Aarón y de sus hijos, para que hicieran ante el Señor el rito de presentación. 28 Luego recogió Moisés todo esto de manos de ellos, y lo quemó en el altar junto con el holocausto, como ofrenda de consagración de aroma agradable: ofrenda quemada en honor del Señor.

29 Después Moisés tomó el pecho y celebró ante el Señor el rito de presentación. Esa parte del carnero de la consagración fue la que le tocó a Moisés, tal como el Señor se lo había ordenado.

30 Tomó luego Moisés un poco de aceite de consagrar y de la sangre que estaba sobre el altar, y los roció sobre Aarón y sus hijos, así como sobre la ropa sacerdotal de todos ellos. Así consagró a Aarón y a sus hijos, y la ropa sacerdotal de todos ellos.

31 Después Moisés les dijo a Aarón y a sus hijos: «Cuezan la carne a la entrada de la tienda del encuentro, y cómanla allí mismo con el pan del canastillo de las consagraciones, tal como el Señor me lo ordenó cuando dijo: “Aarón y sus hijos comerán esta carne.” 32 Quemen después la carne y el pan que sobren, 33 y no se alejen de la entrada de la tienda del encuentro durante siete días, que es lo que dura el período de su consagración. 34 El Señor ha ordenado que el rito para obtener el perdón de los pecados cometidos por ustedes se haga tal como se ha hecho hoy. 35 Por lo tanto, ustedes deberán quedarse día y noche a la entrada de la tienda del encuentro, durante siete días. Respeten la orden del Señor y no morirán, pues ésa es la orden que recibí.»

36 Y Aarón y sus hijos hicieron todo lo que el Señor había ordenado por medio de Moisés.